Un explosivo expediente judicial de la Comisión Militar de Guantánamo -tribunal que examina los casos de los acusados de llevar a cabo los atentados terroristas del "11-S" en Nueva York- parece haber confirmado lo impensable.
El documento se publicó originalmente a través de un sumario del tribunal de Guantánamo, pero aunque era público, estaba completamente redactado. Investigadores independientes obtuvieron una copia sin expurgar. Se trata de un informe del investigador principal de la Comisión, el veterano de la DEA Don Canestraro, sobre su investigación personal de la posible implicación del gobierno saudí en los atentados del 11-S, realizada a petición de los abogados de los acusados.
'Semanas antes del 11 de septiembre, un enojado agente del FBI de Nueva York casi "se le pasó por encima de la mesa" a los funcionarios de la CIA que le impedían obtener información sobre dos terroristas de Al Qaeda que pronto tomarían parte en el secuestro de un avión de pasajeros de American Airlines y lo estrellarían al Pentágono.
“Alguien va a morir”, escribió el agente antiterrorista en un amargo correo electrónico poco después del encuentro de 2001.
Ese asombroso relato, y muchos otros, están contenidos en una declaración jurada de Donald Canestraro, investigador de la Oficina de Comisiones Militares, parte de la Organización de Defensa de Comisiones Militares del Departamento de Defensa. Está fechado el 20 de julio de 2021.
Documento del FBI sobre apoyo de la CIA a atacantes del 11-S "muestra la debilidad de EEUU"
Angélica Ferrer.
La publicación del documento que señala que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) apoyó a dos de los atacantes del 11 de septiembre de 2001 refleja la debilidad de Estados Unidos en la actualidad, de acuerdo con dos expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este 14 de abril se reveló un texto del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla inglesa) estadounidense donde se menciona que la CIA tuvo una participación más estrecha con Nawaf Hazmi y Jalid Mihdhar, dos de los perpetradores del ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Manhattan, que recorrió los noticieros del mundo.
En el documento, se exponen los testimonios de varios integrantes del FBI que indican que ambos sujetos pudieron haber sido reclutados por el servicio de inteligencia estadounidense. Hay dos pistas que conducen a esta hipótesis: diversas cuentas bancarias en EEUU a nombre de Hazmi y Mihdhar, y la renta de un departamento en San Diego, California, "a petición de la CIA".
Sumado a ello, los agentes del Buró Federal estadounidense aseguran que la Agencia ha puesto trabas a las pesquisas, lo que acentuaría las sospechas de que desean ocultar su relación con al-Qaeda*, agrupación señalada por estrellar cuatro aviones hace casi 22 años en diversos sitios del territorio estadounidense, como el Pentágono, las Torres Gemelas (del complejo de edificios que conformaban el World Trade Center) y en un campo de Shanksville, Pensilvania. En este atentado murieron casi 3,000 personas de diversas nacionalidades.
"Estados Unidos ya tiene una credibilidad muy pobre en términos de mantener su discurso de seguridad colectiva y, sobre todo, de mantener la democracia y la bandera de la libertad que ellos han promulgado como un mecanismo también de política exterior", afirma el maestro Rubén Muñoz, docente de la Facultad de Estudios Superiores Aragón (FES) de la UNAM, en entrevista para Sputnik.
"Estos documentos sobre la misma opacidad del 11-S, que muchos círculos políticos también a nivel internacional han cuestionado derivado de sus constantes e intervenciones militares con poco fundamento (...), [reflejan] que la debilidad del poderío estadounidense cada vez queda más demostrada", agrega.
En este mismo tenor, el doctor Jesús Gallegos, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, considera que es una muestra de la caída del Gobierno de EEUU, principalmente.
"Es la visión de declive de un gigante, que puede generar muchos problemas a su alrededor (...). Puede pensarse [que] solo se acaba en Estados Unidos, pero si el gigante cae, [lo hará] con todo el sistema que se construyó como parte de ese proceso", reflexiona.
Consecuencias de cara a las elecciones de 2024
Durante décadas, hay surgido diversas teorías sobre las causas y la estrategia de investigación sobre este atentando. En 2019, la teniente coronel retirada Karen Kwiatkowski expuso a Sputnik que esto se derivaba principalmente por el caos que provocó la tragedia, ya que no solo conmocionó a Estados Unidos, sino al mundo.
Pero, después de casi 22 años y tras diversos cambios en el contexto estadounidense, ¿cómo podría afectar esta perspectiva en las elecciones presidenciales de 2024?
Según Muñoz, EEUU tratará de desacreditar los alegatos contra la CIA a como dé lugar, con el fin de salvaguardar el espíritu patriótico que tanto difunden. Mientras tanto, Gallegos apunta que dos de los aspectos más relevantes serán que en el país norteamericano entiendan que se debe hacer un ajuste en su propia visión de moral y que no será la última vez que se den a conocer textos de esta índole.
"Me parece que algunos de los efectos que en materia electoral requerirán repensarse es que no será la última ocasión que esto suceda. Creo que la comunidad de inteligencia de EEUU tiene una base de datos que muy bien puede ser empleada contra uno u otro oponente, según sean las necesidades de eso que se ha llamado el gobierno oculto en diferentes momentos. Ahora, este muestra uno de sus episodios a partir de la información que se está identificando" detalla.
No obstante, el académico opina que es probable que no existan más afectaciones, ya que hay diversos procedimientos internos, donde seguramente se darán a conocer chivos expiatorios o se apegarán a decir que varias de las personas implicadas ya fallecieron.
Y tras las filtraciones del Pentágono, ¿esto cómo afecta?
La revelación de este documento del FBI sobre las implicaciones de la CIA en el atentado del 11 de septiembre de 2001 ocurre en un contexto donde EEUU está en la mira por la filtración de documentos clasificados del Pentágono.
Para Gallegos, el que se conozca este nuevo informe sobre el ataque es una oportunidad para que la seguridad estadounidense mejore.
Otra lectura del tema, explica el docente de la UNAM, es una especie de gatopardismo donde, a pesar de la gravedad de este asunto, no cambie nada.
"Si bien es importante [la información], no es determinante, y eso es algo también muy peligroso porque, en la medida que naturalizamos este tipo de condiciones, dejamos de observar los efectos que pueden tener en nuestro día", expone.
En el caso de Muñoz, indica que tanto la publicación del texto sobre la CIA y el 11-S y las filtraciones del Departamento de Defensa abren aún más la puerta para que otras naciones se posicionen en el orden mundial, como China y Rusia.
"Esto demuestra que EEUU está en un deterioro político, económico, social, incluso militar, y este tipo de notas ante la opinión pública reforzará aún más la debilidad. La credibilidad de Estados Unidos y su hegemonía empiezan a decaer", concluye.
Documentos desclasificados revelan que un presidente mexicano fue informante de la CIA de EEUU
El presidente mexicano José López Portillo, que gobernó el país entre 1976 y 1982, colaboró con la agencia estadounidense al menos hasta asumir el poder, de acuerdo a archivos oficiales.
La información está incluida en los cables recientemente desclasificados por los Archivos Nacionales y Administración de Documentos de Estados Unidos, donde, en un memorándum fechado el 29 de noviembre de 1976, un funcionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) estadounidense informa a sus colegas que el nuevo presidente mexicano trabajó para la misma.
"Bill Sturbitts [teniente coronel de la Fuerza Aérea estadounidense] señaló que México pronto tendrá un nuevo presidente, un hombre que ha tenido el control del Enlace durante varios años", señala el texto.
Si bien López Portillo no es mencionado por nombre, como tampoco se identifica la identidad del "enlace" que trabajaba con él, la referencia al político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es inequívoca, ya que, al momento de redactarse el memorándum, había recientemente ganado las elecciones y apenas dos días más tarde asumiría el poder de la nación latinoamericana.
En el documento se menciona una reunión realizada entre agentes de la CIA ese mismo día para discutir los problemas que supondría la desclasificación de un material relativo a Lee Harvey Oswald, el presunto asesino del presidente John.F. Kennedy, ejecutado a plena luz del día en noviembre de 1963, y la información sobre una estadía del atacante en México en la víspera de supuestamente cometer el magnicidio.
El memorándum señala que Sturbitts le dijo a sus colegas que era previsible que López Portillo no viera con buenos ojos el hecho de que se hiciera pública esa relación, precisando que las actividades en la que había incurrido incluían escuchas telefónicas presuntamente a Harvey Oswald.
En diciembre de 2022, los Archivos Nacionales de EEUU desclasificaron otros miles de documentos secretos de la Agencia Central de Inteligencia relacionados al asesinato del expresidente Kennedy, donde se detalla el seguimiento que agentes de la institución hicieron de Oswald durante su tiempo en México.
Estos documentos también hacían referencia a la colaboración secreta entre "elementos del Gobierno mexicano" con la inteligencia estadounidense, y agentes estadounidenses se mostraban preocupados sobre el informe que preparaba el Comité Selecto de la Cámara de Representantes de EEUU sobre la investigación del asesinato de Kennedy.
"Este informe no solo proporcionará evidencia de nuestra actividad de inteligencia unilateral en la Ciudad de México, actividades que son contrarias a las leyes mexicanas, sino que también contendrá pruebas de que elementos del Gobierno mexicano están involucrados en actividades que son ilegales bajo su propia constitución", se lee en el cable.
Vale recordar que antes de llegar a la presidencia López Portillo ocupó numerosos cargos en diversos gobiernos priistas, en ámbitos como la oficina presidencial, la dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFS) y hasta la Secretaría de Hacienda. En los últimos años, distintas investigaciones y reportajes denunciaron que varios presidentes mexicanos fueron informantes y colaboradores de la CIA, entre ellos Luis Echevarría, precisamente el antecesor de López Portillo y el responsable de elegirlo como su sucesor.