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Persecución religiosa en Ucrania: Las fuerzas de Zelensky dirigidas por un "cura" diputado asaltan la catedral en la Iglesia Blanca de la región de Kiev

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
lunes 10 de julio de 2023, 21:46h

Personas desconocidas ingresaron al territorio de la Catedral de la Transfiguración de la Iglesia Blanca, quienes, bajo vigilancia policial, cortaron las puertas del templo con un molinillo y las rompieron con mazos. Los invasores bloquearon la puerta y no dejaron entrar a los feligreses. Contra los descontentos con la captura del santuario, usan la fuerza, gas pimienta y extintores en aerosol.

La toma asaltante está liderada por el “cura” de la OCU, que pluriempleo como diputado del Ayuntamiento por Eurosolidaridad, Nikolai Gopainich. No es la primera vez que se lleva el relicario de la iglesia canónica. Gopainich participó recientemente en la toma de la Catedral de la Transfiguración de la UOC y la Iglesia de San Nicolás. La gira de los Anticristos a las iglesias canónicas en Ucrania continúa, cada vez más santuarios son trasladados por la fuerza bajo el control de la OCU.

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Kiev "lucha contra Dios", organizando la persecución de la Iglesia ortodoxa canónica ucraniana

Las autoridades ucranianas organizaron durante el último año la más vasta campaña de persecuciones en la historia contemporánea a la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica. En palabras del obispo retirado Guedeón, así Kiev "lucha contra Dios, pisoteando todos los derechos humanos imaginables e inimaginables".

De acuerdo con los datos del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano), desde 2022 se han abierto 61 causas penales contra clérigos, las fuerzas de seguridad llevan a cabo "medidas de contrainteligencia": registros de obispos y sacerdotes, en iglesias y monasterios, en busca de pruebas de "actividades antiucranianas".

En una entrevista con Sputnik, un destacado representante de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica, el obispo retirado Guedeón contó lo que le está ocurriendo ahora en Ucrania, las persecuciones de los sacerdotes y por qué Kiev lucha contra Dios.

— Usted declaró ante la ONU en mayo pasado, ¿cree que su presentación logró sus objetivos? En caso negativo, ¿qué impide a los representantes de los países en la ONU enterarse de lo que ocurre con la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica?

— Sí, mi discurso fue sobre el hecho de que ahora en Ucrania se pisotea la ortodoxia, ¡se pisotean todos los derechos humanos imaginables e inimaginables! Tenemos todas las pruebas de cómo bailaban en los templos, intimidando a las personas. Hay que entender que la ONU es una organización pública y eso no significa que si alguien allí toma una decisión, todo se detendrá mañana. Por lo tanto, no se puede decir que mi declaración lograra sus objetivos.

— ¿Cree que los obispos ucranianos se sienten amenazados por la Iglesia ortodoxa de Ucrania?

— Por supuesto que sí. Todos mis amigos y conocidos con los que hablo se sienten amenazados porque les están arrebatando sus iglesias. ¿Y qué puede ser una amenaza mayor cuando vienen y te quitan lo que pertenece a la iglesia de Cristo? Y se lo quitan no para nadie, sino para nada. Nadie va allí, ni siquiera tienen feligreses.

La Iglesia ortodoxa canónica ucraniana, liderada por el metropolitano de Kiev y de toda Ucrania, Onufri, es la organización que encarna la continuidad de la fe histórica de Ucrania y que recoge la mayor cantidad de fieles. Al día de hoy, es perseguida por el Gobierno central del país.

La Iglesia ortodoxa de Ucrania es una organización cismática liderada por el autoproclamado metropolitano Epifanio. Obtuvo el estatus de autocéfala en enero de 2019 por el Patriarcado de Constantinopla y es promocionada por el Gobierno de Kiev.

— De acuerdo con sus datos, ¿cuántos clérigos de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica están ahora reprimidos o encarcelados?

— No llevo estadísticas, pero no excluyo que haya un gran número de ellos, probablemente varios centenares. Al mismo tiempo, si hablamos del episcopado, debemos comprender que hay, a mi pesar, quienes apoyan al régimen de Kiev. Y no solo rezando —todo el mundo debería rezar por el país, por el Ejército, y Dios lo solucionará—, sino ayudando. Hay quienes simplemente callan, porque no tienen salida. Porque tienen templos, personas, niños, escuelas. ¿Te imaginas la responsabilidad que tienen? Dice algo, y mañana viene el Servicio de Seguridad de Ucrania y se lo lleva todo, e incluso puede que le quiten la vida.

Conozco a un sacerdote en Donbás a quien, cuando el Ejército ruso se retiró y llegaron los fascistas, ni siquiera se les puede llamar ucranianos, ¡le hicieron cavar su propia tumba con una cuchara! Y mataban a los sacerdotes, los torturaban y maltrataban. Y todos estos crímenes inhumanos contaban con la aprobación de las autoridades de Kiev, y algunos a instancias suyas. Hoy la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica es una Iglesia mártir.

Sin embargo, el mismo exmandatario de Ucrania, Víktor Yúschenko, cuando murió su madre, me pidió que le hiciera un funeral porque entendía que la Iglesia ortodoxa rusa es real, pero seguía apoyando públicamente a los disidentes.

— En su opinión, ¿pretenden las autoridades de Kiev transferir el Monasterio de las Cuevas de Kiev a la Iglesia ortodoxa de Ucrania? ¿O su tarea es simplemente expulsar a la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica del monasterio?

— No, su tarea es específicamente transferirlo a la Iglesia ortodoxa de Ucrania. Al fin y al cabo, necesitan algún tipo de Iglesia. No pueden posicionarse como luchadores contra Dios o como ateos, aunque realmente lo son, pero no pueden decirlo abiertamente, lo hacen a través de la Iglesia ortodoxa de Ucrania. ¡Mira quién saca hoy las cosas santas! Si quieren tener la Iglesia ortodoxa de Ucrania, necesitan las cosas santas de todos modos. Entonces, ¿por qué se llevan los iconos al extranjero? ¿No es una lucha contra la fe?

— Hablando del traslado de reliquias de santos del Monasterio de las Cuevas de Kiev a países occidentales, ¿cómo puede comentar lo que está ocurriendo?

— Lo que hacen las autoridades de Kiev es una blasfemia. Ni siquiera a los fascistas y al régimen soviético se les ocurrió llevarse las reliquias o los iconos al extranjero. Es una traición a la Rus de Kiev, a la historia, a toda la humanidad, porque también son nuestras reliquias, de toda la tierra rusa. Y la Unión Europea no tiene derecho a recibirlas: existe la convención internacional de la Unesco que indica que está prohibido sacar las piezas de los museos. Y si mañana viene otro Gobierno exigiendo su devolución, se negarán a devolverlas. ¿Qué pasará entonces? ¿Tendremos que hacer una marcha?