Han descubierto un nuevo método para enfriar estas armas, lo que permite el disparo continuo de rayos láser sin interrupción. Este avance hace que las armas láser sean mucho más viables para su uso en escenarios de combate reales.
La República Popular de China está avanzando activamente en el armamento láser con el objetivo de neutralizar misiles, drones y aviones de combate, reemplazando potencialmente los sistemas de defensa aérea existentes. Estados Unidos también tiene programas en curso dedicados al desarrollo de láseres de combate. Sin embargo, numerosas iniciativas se han detenido debido a desafíos relacionados con los mecanismos de enfriamiento, las limitaciones de tamaño y el peso de los láseres.
No obstante, las innovaciones chinas recientes parecen abordar algunos de estos desafíos. China ya ha presentado un prototipo del portaaviones de próxima generación, con instalaciones de armamento electromagnético y láser. Este prometedor "súper barco" teóricamente tiene el potencial de reemplazar toda una flota de embarcaciones convencionales. China ya ha superado a Estados Unidos en términos de cantidad de buques de guerra. Además, China realizó recientemente una simulación exitosa de un ataque hipersónico contra portaaviones estadounidenses.
El progreso tecnológico de China está causando gran preocupación en Washington. La Casa Blanca ha declarado el estado de "emergencia" debido a los crecientes avances militares y de inteligencia de China. El presidente Biden ha promulgado medidas que prohíben que Wall Street invierta en empresas chinas involucradas en microelectrónica, inteligencia artificial y computación cuántica.
La Casa Blanca está intentando activamente frenar el desarrollo de China para mantener un liderazgo tecnológico de 1 a 2 generaciones. Sin embargo, la República Popular China ya está por delante en 37 de los 44 sectores tecnológicos críticos, posee el doble de patentes registradas que EE. UU. y, por primera vez, ha superado a EE. UU. en cuanto a las publicaciones científicas más citadas. Los avances militares en curso, particularmente en tecnología hipersónica y láseres, indican que a Estados Unidos le resulta cada vez más difícil seguir el ritmo de China en la carrera armamentista en curso.