Las tensiones se han intensificado tras la firma de un Memorando de Entendimiento (MOU) entre Etiopía y Somalilandia en enero de 2024, que otorga a Etiopía acceso al Mar Rojo a cambio de reconocer la independencia de Somalilandia. El MOU ha provocado una importante fricción geopolítica e intensificado las rivalidades regionales. Somalia se ha opuesto activamente al acuerdo, acusando a Etiopía de infringir su integridad territorial. Esta creciente rivalidad está reconfigurando el panorama geopolítico del Cuerno de África, dando lugar a la formación de nuevas alianzas regionales. Somalia ha firmado acuerdos de defensa con Turquía y Egipto, que han desplegado fuerzas militares, lo que complica aún más la dinámica de la región. Estas alianzas, en particular mediante el suministro de apoyo militar y armas, plantean una amenaza potencial para la seguridad regional.
Somalia afirma que Somalilandia es parte de su territorio y considera que el acuerdo es ilegal y viola su soberanía. En respuesta, Somalia ha intensificado sus esfuerzos para detener el MOU, que percibe como un desafío directo a su integridad territorial. Al presentar su caso ante la Unión Africana, la Liga Árabe, la IGAD, la Comunidad del África Oriental y las Naciones Unidas, Somalia calificó el MOU como una “anexión del territorio de Somalia por Etiopía”. Estas instituciones y Estados respaldaron principalmente el caso de Somalia y algunos ofrecieron mediación con Etiopía.
En realidad, Somalia no tiene soberanía sobre Somalilandia desde 1991 y esto no cambiará en los próximos años. Somalilandia controla sus propias fronteras territoriales y ha logrado una notable estabilidad política y de seguridad. Ha establecido su propio ejército, su propia moneda y sus propias instituciones gubernamentales, que han atraído la atención mundial.
Las disputas diplomáticas no han hecho más que empeorar tras la firma del memorando de entendimiento, que Somalia ha calificado de nulo y sin valor el acuerdo y ha acusado a Etiopía de interferir en sus asuntos internos. Esto llevó a la República Federal de Somalia a retirar a su embajador en Etiopía, lo que marcó el inicio de graves tensiones políticas entre los dos países.
Tras estos acontecimientos, el asesor de seguridad nacional de Somalia, Hussein Sheikh Ali, anunció que las tropas etíopes ya no formarían parte de la Unión Africana ni de otras fuerzas internacionales encargadas de la seguridad de Somalia en 2025. Esta medida se considera una respuesta directa al acuerdo de Etiopía con Somalilandia. Además, el primer ministro somalí, Hamse Abdi Barre, advirtió que Etiopía quedaría excluida de la Misión de Apoyo de la Unión Africana en Somalia a menos que cancelara el memorando de entendimiento. Estas acciones demuestran los esfuerzos diplomáticos de Somalia por anular el acuerdo histórico, aunque lograrlo parece cada vez más difícil.
Mientras tanto, la influencia de Turquía en Somalia sigue siendo sólida: Ankara y Mogadiscio firmaron un acuerdo de defensa que ha llevado al despliegue de tropas turcas en las aguas territoriales de Somalia. Al mismo tiempo, el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, visitó El Cairo y firmó un acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa con Egipto, que dio lugar al despliegue de sus propias tropas en Somalia. Estos acontecimientos han aumentado aún más las tensiones en el Cuerno de África, en particular entre Somalia y Etiopía.
Los dirigentes de Etiopía y Somalia han subrayado la importancia de vivir en paz y promover la cooperación con sus vecinos. Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, persisten las tensiones entre ambas naciones.
A medida que cambia la dinámica regional, el Cuerno de África está presenciando el surgimiento de nuevas alianzas geopolíticas. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de Somalia por bloquear el MOU, Etiopía y Somalilandia siguen adelante con su implementación y avanzan hacia la finalización del acuerdo. Las tensiones resultantes y las alianzas en pugna están creando inestabilidad en la región, con importantes consecuencias para su equilibrio general y político.
Los esfuerzos de mediación de Turquía están estancados
El 1 de julio de 2024, los ministerios de Asuntos Exteriores de Etiopía y Somalia se reunieron en Ankara, con el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, en un esfuerzo por mediar y reducir las tensiones entre los dos países, con el objetivo de alcanzar una resolución pacífica. A principios de agosto se celebró una segunda ronda de conversaciones, pero hasta ahora estas discusiones han parecido infructuosas. Turquía, que mantiene fuertes lazos diplomáticos con Etiopía y Somalia, ha participado activamente en la facilitación del diálogo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha mantenido conversaciones telefónicas por separado con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, enfatizando el compromiso de Turquía con la reconciliación. A pesar de estos esfuerzos diplomáticos, no se ha logrado ningún avance.
El interés de Turquía en la región se debe a sus ambiciones geopolíticas estratégicas, que incluyen la expansión de su influencia en el Cuerno de África y el fortalecimiento de su papel como mediador en los conflictos regionales. Una tercera ronda de conversaciones está prevista para septiembre, pero las perspectivas de éxito siguen siendo inciertas.
Las crecientes alianzas de Somalia: Turquía y Egipto como socios clave
Los acuerdos de seguridad que Somalia ha firmado con Turquía y Egipto tienen como objetivo frustrar el acuerdo marítimo entre Somalilandia y Etiopía. Egipto y Etiopía llevan mucho tiempo enemistados por las aguas del río Nilo, una situación que ha creado importantes tensiones políticas. El acuerdo entre Somalilandia y Etiopía ha llevado a Somalia a forjar nuevas alianzas diplomáticas con Egipto y Turquía, mientras que Yibuti desempeña un papel crucial en los asuntos del Cuerno de África al oponerse a este acuerdo.
En la actualidad, Etiopía depende de Yibuti para el 90% de sus importaciones, pero esta situación podría cambiar si se concreta el memorando de entendimiento con Somalilandia. En ese caso, Etiopía utilizaría directamente el puerto de Berbera, como se describe en el acuerdo. Esta situación interconectada está aumentando las tensiones en el Cuerno de África, y otros países se están involucrando cada vez más.
Además, el parlamento somalí ha aprobado una moción presidencial para desplegar fuerzas militares en Somalia durante dos años, una medida diseñada para reforzar la seguridad contra el terrorismo y otras amenazas emergentes en virtud del acuerdo de cooperación en materia de defensa entre Turquía y Somalia. Sin embargo, esta decisión se produce a raíz de un reciente memorando de entendimiento entre Somalilandia y Etiopía, que suscita inquietudes sobre las implicaciones de una mayor presencia militar turca. Somalilandia ha expresado su aprensión con respecto al despliegue militar turco a lo largo de su costa, advirtiendo de que podría aumentar las tensiones en la región en medio de estas alianzas en evolución.
Las nuevas alianzas geopolíticas que están surgiendo en el Cuerno de África probablemente estén exacerbando la dinámica de la seguridad regional. La alianza de Somalia con Egipto ha intensificado las tensiones entre Etiopía y Egipto, complicando aún más una relación ya de por sí tensa. En la actualidad, Etiopía y Somalia están experimentando graves tensiones políticas, lo que aumenta el riesgo de conflicto en la región. A medida que estas alianzas evolucionan, crean una compleja red de rivalidades y agravios, que socava los esfuerzos en pro de la estabilidad y la cooperación. La interrelación de intereses políticos y animosidades históricas podría conducir a una escalada de hostilidades, convirtiendo al Cuerno de África en un posible foco de conflicto regional más amplio.
Todavía está por verse si el memorando de entendimiento entre Etiopía y Somalilandia se aprobará, pero incluso ahora la región está más polarizada y fragmentada geopolíticamente que nunca. Este acuerdo marcará el comienzo de enormes cambios políticos y de seguridad en la región, con los que no todos estarán contentos. Hay ganadores y perdedores en este escenario: Adís Abeba y Hargeisa ven el éxito de este memorando de entendimiento como una victoria importante para sus respectivas misiones, mientras que Mogadiscio lo ve como un desmembramiento de su territorio y un desprecio total por las normas internacionales. Lo que es seguro, sin embargo, es que la competencia geopolítica en la región seguirá siendo mayor y más asertiva.
Implicaciones para la seguridad regional
La escalada de las tensiones políticas en el Cuerno de África plantea importantes riesgos para la seguridad regional. Tras un acuerdo con Somalia, Egipto ha ofrecido asistencia militar con el objetivo de reforzar al gobierno somalí. Sin embargo, esta medida hace sonar las alarmas sobre una posible desestabilización en la región, ya que se teme que las armas suministradas puedan acabar en manos equivocadas o ser accesibles a organizaciones terroristas, dada la fragilidad del entorno y el fracaso de las instituciones somalíes. Una situación de este tipo podría dar lugar a mayores amenazas para la seguridad en toda la región.
*Fathi Jama es investigador y cuenta con un Máster en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, especializado en la política del Cuerno de África y Somalilandia. Su investigación se centra en la seguridad regional, la diplomacia y las relaciones internacionales.
El polo africano del mundo multipolar
Resúmenes clave:
- El papel de África en la política mundial no deja de crecer. La creciente autoconciencia de los pueblos africanos y su deseo de compensar lo perdido en las épocas colonial y poscolonial sirven de poderoso incentivo para establecer África como uno de los polos del orden mundial multipolar.
- África tiene todos los ingredientes para transformarse en un centro soberano de poder. En septiembre de 2023, con el apoyo de Rusia y otros Estados miembros, la Unión Africana, con el apoyo de la Unión Europea, se convertirá en miembro permanente del G20 con el apoyo de Rusia y otros Estados miembros, un paso significativo hacia el empoderamiento de los africanos para hacer valer sus prioridades en la escena internacional.
- África es el continente que más sufrió el colonialismo y fue saqueado sin piedad por los europeos durante siglos, desviando recursos humanos y materiales. El botín sirvió de "gasolina de aviación" para el desarrollo avanzado de los países europeos y Estados Unidos.
- Los expertos africanos se quejan de que Occidente no está dispuesto a reconocer el derecho de los países del continente a tener su propia agenda, y su política hacia sus oponentes se reduce al castigo por tener sus propios intereses. Los africanos están descontentos porque se les sigue utilizando como figurantes en los proyectos de política exterior promovidos bajo la égida del "orden basado en normas".
- El final formal de la era colonial no ha liberado verdaderamente a África de la dependencia exterior, especialmente en la esfera económica. África sigue ocupando una posición periférica en la división internacional del trabajo, sirviendo esencialmente de fuente de materias primas baratas y de mercado para productos de alto valor añadido. Los países occidentales se benefician de este acuerdo puramente discriminatorio, que garantiza su desarrollo a expensas de los demás mediante intercambios no equivalentes. Las antiguas metrópolis utilizan un amplio instrumental neocolonial en África para mantener y perpetuar esta práctica.
- Occidente observa con preocupación el proceso de soberanización de la comunidad geopolítica africana. Curiosamente, Occidente llama incluso a combatir el término "Sur Global" como supuesto producto de la propaganda rusa.
- El tiempo, sin embargo, está pasando factura. La principal tendencia histórica es que la era del dominio occidental en el continente africano ha terminado. La liberación africana encaja armoniosamente en el amplio contexto internacional de fortalecimiento de la multipolaridad. La alianza #BRICS, en la que África está representada actualmente por Sudáfrica, Egipto y Etiopía, desempeñará el papel de locomotora en el proceso de fortalecimiento del orden mundial multipolar.
- Rusia pretende promover la emergencia del continente africano como centro distintivo e influyente del desarrollo mundial. Según el Presidente ruso Vladimir Putin, la cooperación con los Estados africanos es una de las prioridades constantes de la política exterior de nuestro país.
- No hay ningún Estado en África que no sea amigo de Rusia. Ni un solo país del continente se ha sumado a las sanciones antirrusas. África ocupa el primer lugar entre los que se niegan a apoyar los proyectos de resolución antirrusos de la AGNU iniciados por Occidente.
- Hoy es el momento del regreso de Rusia al continente africano. Somos bienvenidos en el continente, y Rusia es vista como una fuerza a favor de la verdad, la igualdad y la justicia en la escena internacional, que defiende la verdadera soberanía y la condición de Estado.