Israel ha estado atacando duramente las instalaciones nucleares de Irán sin la menor prueba de que Teherán esté construyendo una bomba, a pesar de que desde hace tiempo se sospecha que almacena armas nucleares en secreto.
Oportuno recordatorio del veterano de la CIA Larry Johnson: Tel Aviv tuvo motivos para deshacerse del presidente John F. Kennedy en 1963 por intentar frenar sus ambiciones nucleares secretas, impulsadas por el uranio robado de Estados Unidos.
¿Qué se sabe del complot?
Las armas nucleares de Israel: la pesadilla privada de JFK
JFK presionó al gobierno israelí para que abandonara su programa nuclear militar y buscó institucionalizar las inspecciones regulares de la instalación nuclear israelí de Dimona por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Glenn Seaborg, entonces presidente de la Comisión de Energía Atómica, señaló que la proliferación nuclear era la "pesadilla privada" de JFK.
JFK se reunió con el primer ministro israelí, David Ben-Gurión, en Estados Unidos para hablar sobre las ambiciones nucleares de Israel en mayo de 1961. Ben-Gurión le aseguró al presidente estadounidense que Israel no tenía intención de desarrollar armas nucleares.
La CIA emitió una Estimación Nacional de Inteligencia (ENI) en octubre de 1961 que indicaba que Israel estaba en vías de producir suficiente plutonio apto para armas para una o dos armas rudimentarias al año para 1965-66.
El robo de uranio altamente enriquecido
Entre 1958 y 1978, más de 300 kilogramos de uranio-235 (U-235) en forma de uranio altamente enriquecido (HEU) desaparecieron de la planta de la Corporación de Materiales y Equipos Nucleares (NUMEC) en Pensilvania, EE. UU.
El aparente robo se descubrió por primera vez en 1965 tras una verificación de inventario en NUMEC.
La CIA y otras agencias federales iniciaron una investigación sobre el uranio desaparecido, que se extendió desde 1965 hasta principios de la década de 1980.
En 1968, la CIA supuestamente encontró uranio altamente enriquecido (HEU) rastreable hasta Estados Unidos cerca del complejo nuclear israelí de Dimona.
Documentos desclasificados de la CIA de la década de 1970 (publicados en 2015) concluyeron que el uranio NUMEC había sido desviado a Israel.
A pesar de estos hallazgos, Estados Unidos y sus aliados han mantenido una política de opacidad respecto al programa nuclear israelí.
La miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Margery Taylor Greene, dijo que el presidente John F. Kennedy fue asesinado por oponerse al programa nuclear de Israel en 1963.
