Caitlin Johnstone*
Una investigación de las Naciones Unidas
ha descubierto que Israel está cometiendo genocidio en Gaza y que las autoridades israelíes "tienen la intención de matar a tantos palestinos como sea posible" en el enclave.
Israel respondió al informe de la ONU calificándolo de antisemita y de apoyo a Hamás, porque eso es todo lo que tienen que decir. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí emitió un
comunicado afirmando que el informe fue elaborado por "personas que actúan como representantes de Hamás, conocidas por sus opiniones abiertamente antisemitas".
Bla, bla, bla. El informe está respaldado por Hamás y es antisemita. Todas las organizaciones de derechos humanos están respaldadas por Hamás y son antisemitas. Hay una gigantesca conspiración antisemita global de Hamás, dedicada a hacer parecer que Israel está cometiendo genocidio, solo para entristecer al pueblo judío.
En este momento, las únicas personas que todavía niegan que Israel esté cometiendo genocidio son aquellas que quieren asegurarse de que nadie haga nada para impedir que Israel cometa genocidio.
La lista de instituciones humanitarias que acusan a Israel de genocidio ahora incluye:
La lista de instituciones humanitarias que afirman que Israel NO está cometiendo genocidio en Gaza incluye:
- Nadie
- Nadie
- Cero
- Nada
- Nada
- Nada
- ¡Malditos sean todos!
- Una ausencia completa
- Una pequeña sentadilla
- Bupkis
Es incorrecto tratar el hecho de que Israel esté cometiendo genocidio como una cuestión de opinión. Todas las instituciones competentes de derechos humanos del mundo creen que se trata de genocidio. Ninguna institución equivalente afirma lo contrario. Este es un asunto resuelto.
Cualquiera que niegue que esto fue un genocidio merece ser tomado tan en serio como los terraplanistas. Son simplemente una versión extremadamente malvada y destructiva de ellos.
No se ven artículos sobre la NASA donde los periodistas añadan: «Una agencia que muchos creen es un engaño del gobierno, diseñado para engañarnos y hacernos aceptar la teoría de la Tierra esférica». Si un invitado de la BBC menciona la Antártida, el presentador no interrumpe para decir: «Y deberíamos decir que los teóricos de la Tierra plana niegan la existencia de ese continente, argumentando que en realidad es un muro de hielo que mantiene unidos los océanos».
Además, no se ven informes que traten la ciencia oficial sobre el espacio y nuestro planeta como si fuera una opinión compartida. Nunca se ve "que muchos científicos afirman que existe" cuando un artículo habla del espacio, ni se ven referencias al horizonte suavizadas con expresiones como "que algunos afirman que se debe a la curvatura de la Tierra y no a las leyes de la perspectiva y la refracción de la luz". Simplemente se tratan como hechos probados, y a quien discrepa de ellos no se le toma en serio.
El genocidio de Gaza no debería ser diferente. Como dice el viejo refrán, si un bando dice que llueve y el otro dice que no, tu trabajo no es demandar a ambos bandos; tu trabajo es mirar por la ventana.
La ventana está justo ahí, los medios occidentales. Y llueve genocidio.
A ver si se entera la derechuza española
- Israel está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, según la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según Amnistía Internacional.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según Médicos Sin Fronteras.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según Human Rights Watch.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según Save the Children.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según la Asociación Internacional de Académicos del Genocidio, que reúne a más de 500 académicos.
- Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según la organización israelí de derechos humanos B'Tselem.
- Negar el genocidio cometido por Israel hoy en Gaza te convierte en cómplice.
El futuro de Gaza visto desde la Casa Blanca
Thierry Meyssan
Después de haber ninguneado a Benyamin Netanyahu, cuando este llegó a la Casa Blanca pidiéndole que le permitiera anexar Gaza, el presidente Donald Trump da la impresión de estar dispuesto a tomar el territorio palestino bajo control estadounidense. Mientras que Tel Aviv se prepara para anexar toda la Palestina que alguna vez estuvo bajo el mandato británico y que, por el contrario, Egipto y Jordania se disponen a entregar las llaves a la Autoridad Palestina, aparecen los planos de una gran operación inmobiliaria, cuyo monto ascendería a 100 000 millones de dólares.
El 27 de agosto, el presidente estadounidense Donald Trump realizó en la Casa Blanca una reunión especial para oír propuestas sobre el futuro de Gaza. Además del vicepresidente J. D. Vance, del enviado especial Steve Witkoff y del secretario de Estado Marco Rubio, también estuvieron presentes el ex primer ministro británico Tony Blair y el ministro israelí de Asuntos Estratégicos Ron Dermer.
No se emitió ningún comunicado público sobre esa reunión de consulta. Pero, según el Washington Post, se concluyó que la franja de Gaza sería «administrada por Estados Unidos durante al menos 10 años» y que en ese periodo de tiempo «se transformaría en un brillante complejo turístico y centro de fabricación de alta tecnología», mediante una inversión colosal ascendente a 100 000 millones de dólares.
Esa posible operación corresponde a la visión de los “jacksonianos” estadounidenses. En efecto, en 1830, el entonces presidente de Estados Unidos, Andrew Jackson promulgaba su “Ley sobre la Deportación de los Indios” (Indian Removal Act). Para poner fin a las guerras contra los pobladores originarios –los llamados “indios” o “pieles rojas”–, el presidente Andrew Jackson propuso asignarles ciertas tierras, que se denominaron “reservas”, en vez de seguir masacrándolos. El traslado fue particularmente mortífero –tanto que aquel episodio pasó a la historia como el “Sendero de Lágrimas”– para los cheroquis, que aceptaron aquella forma de paz, rechazada por otros pueblos originarios. Dos siglos después, sólo los cheroquis se han enriquecido, mientras que los demás grupos de pobladores originarios quedaron marginados. Es indudable que aquel método del presidente Jackson puso fin al genocidio desatado contra los pobladores originarios de los actuales Estados Unidos de América, pero ¿a qué precio?
El proyecto que el presidente Trump elabora hoy es tan chocante para los palestinos como lo fue el de Jackson para los cheroquis. Pero propone una solución para lo que nadie ha logrado resolver. ¿Se darán por satisfechas todas las generaciones de palestinos que han luchado durante decenios por hacer valer sus derechos? El derecho internacional estipula que ningún pueblo puede ser expulsado de su tierra y la Asamblea General de las Naciones Unidas ha sostenido constantemente que garantiza el derecho al regreso a los palestinos que fueron expulsados por la fuerza de sus tierras en 1946.
Así lo confirman la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU (adoptada el 11 de diciembre de 1948) y la resolución 237 del Consejo de Seguridad (adoptada el 14 de junio de 1967). Hace 7 años, la población civil palestina organizaba la “Marcha del Regreso”. Sin vacilar, el ejército de Israel abrió fuego sobre la multitud de civiles palestinos que reclamaban pacíficamente su derecho al retorno. El saldo fue de al menos 120 muertos y 4 000 heridos. Parece simplemente ilusorio creer que un pueblo que ya ha sido capaz de pagar ese precio acepte fácilmente el proyecto del presidente Trump.
Los participantes en la reunión de la Casa Blanca se plantearon pagar 23 000 dólares por persona a cada familia que acepte abandonar Gaza. Ya se han establecido contactos con países como Libia, Etiopía, Sudán del Sur, Indonesia y el Estado no reconocido de Somalilandia, aunque ninguna de esas partes ha confirmado la existencia de tales contactos. El equipo del presidente Trump pretende obtener así el desplazamiento voluntario de al menos una cuarta parte de la población de Gaza.
Según el Financial Times, el Tony Blair Institute for Global Change (TBI) y el Boston Consulting Group (BCG) ya han realizado reuniones comunes de trabajo sobre el proyecto que convertiría la franja de Gaza en la “Riviera” del Medio Oriente, proyecto denominado The Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation Trust (GREAT Trust). Fue en esas reuniones preparatorias donde se cocinó la creación de la Gaza Humanitarian Foundation.
Durante el verano que ya termina, la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), creada según el derecho suizo, asumió la distribución de ayuda humanitaria en Gaza, en lugar de la autoridad israelí de ocupación, de las Naciones Unidas, de la Cruz Roja Internacional y de otras asociaciones humanitarias. Se evitó así la intervención del Hamas en la distribución… pero esa forma de distribución ha permitido al ejército de Israel asesinar cerca de un millar de los civiles que acudían a los centros de GHF en busca de comida. El escándalo de la GHF ha sido objeto de una condena unánime, incluso por parte de personalidades judías israelíes.
En la práctica, la GHF fue creada por el Mikveh Yisrael Forum, entre cuyos dirigentes se cuentan Yotam HaCohen, consejero estratégico de Benyamin Netanyahu e hijo del ex general Gershon HaCohen; Liran Tankman, ex oficial de la inteligencia israelí; y Michael Eisenberg, personaje que se dedica a las inversiones de alto riesgo y que ostenta la doble nacionalidad estadounidense e israelí. La mayoría de los líderes del Mikveh Yisrael Forum se unieron a Ghassam Alian, el jefe de la Coordinación de Actividades Gubernamentales [de Israel] en los Territorios [palestinos ocupados] (COGAT). Al parecer, la Gaza Humanitarian Foundation (GHF) recibió 100 millones de dólares de financiamiento proporcionado por un Estado europeo hasta ahora no identificado.
TRIAL International, una ONG con sede en Suiza, ha presentado 2 conclusiones jurídicas solicitando a las autoridades suizas que investiguen la conformidad de GHF con las normas del derecho suizo y del derecho internacional humanitario. TRIAL Internacional señala que es necesario aclarar si las asociaciones humanitarias pueden o no recurrir a compañías privadas de servicios militares. En efecto, desde el primer momento, el ex marine estadounidense Jake Wood, renunció al puesto de director ejecutivo de GHF. Esta última recurrió entonces a los servicios de Philip F. Reilly y de su empresa de servicios militares privados, Safe Reach Solutions. Reilly fue miembro del 7º grupo estadounidense de operaciones especiales, cuyas intervenciones se han concentrado en la lucha contra el narcotráfico en Latinoamérica y se convirtió en jefe de la rama paramilitar de la CIA –conocida entonces como División de Actividades Especiales y posteriormente rebautizada como “Centro de Actividades Especiales”. Hacia 2008 y 2009, Reilly dirigió la estación de la CIA en Afganistán y fue jefe de operaciones del Centro de Misiones Antiterroristas de la agencia, el centro que dirigió el controvertido programa de ataques con drones de la CIA durante la llamada “guerra contra el terrorismo”. Ya con esa hoja de servicios, Reilly pasó al sector privado como vicepresidente senior de la empresa militar privada Constellis, propietaria de la firma de reclutamiento de mercenarios antes conocida como Blackwater. Finalmente, Reilly trabajó también para Orbis, otro ejército privado. En cuanto a Gaza, si fuese cierto que no son los soldados de Israel quienes matan a los civiles palestinos que tratan de conseguir comida en las instalaciones de GHF, entonces los asesinos serían los hombres de Philip F. Reilly.
El proyecto estadounidense para el futuro de Gaza, según sus promotores –los 3 eficientes profesionales Jared Kushner, Donald Trump y Steve Witkoff–, sería digno de Dubái y numerosas transnacionales ya se han implicado.
Para agrupar a los pobladores de Gaza, el gobierno sionista revisionista de Benyamin Netanyahu ha dado instrucciones de crear en Rafah una “ciudad de tiendas” para 600 000 personas, que teóricamente dispondrían allí de comida y hospitales, pero sin poder salir de ese lugar. Bezalel Smotrich, el ministro de Finanzas de Israel, había declarado el 14 de mayo, en una conferencia de prensa: «Los civiles serán enviados al sur, a una zona humanitaria, y de allí comenzarán a partir en gran número hacia terceros países.»
El propio jefe del gobierno israelí, Benyamin Netanyahu, se expresó al respecto el 13 de agosto, en hebreo, en i24News. Netanyahu dijo haber asumido una «misión histórica y espiritual», asegurando su gran apego a la visión de un «Gran Israel». A los 75 años, Benyamin Netanyahu proclama públicamente su devoción por las ideas de su inspirador, Vladimir “Zeev” Jabotinsky, el fundador del sionismo revisionista.
Anteriormente, el 23 de julio, el parlamento israelí había adoptado, por mayoría de 71 votos contra 13, una ley no vinculante en la que invita el gobierno a anexar Cisjordania antes de que otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU otorguen su reconocimiento al Estado palestino.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Mike Johnson, expresó su apoyo a la anexión israelí. A principios de agosto de 2025, al visitar la colonia israelí de Ariel, Mike Johnson declaró que pensaba que «Judea y Samaria» [la denominación que dan los sionistas a Cisjordania] pertenecen al pueblo judío y expresó su respaldo a la extensión de la soberanía de Israel a ese territorio palestino. Era la primera vez que una personalidad estadounidense de tan alto nivel visitaba una implantación israelí en Cisjordania. Por ahora, la administración Trump se mantiene prudentemente al margen de ese movimiento, sobre todo porque apuesta a fondo por el fortalecimiento de los Acuerdos de Abraham con los Estados árabes.
Por su parte, según una encuesta realizada en diciembre de 2024 por el Instituto de Estudios sobre la Seguridad Nacional, un 34% de la opinión pública israelí rechaza la anexión de territorios palestinos, un 21% estima que habría que limitar la anexión a las colonias ya existentes y otro 21% opina que hay que anexar todo.
Mientras tanto, Egipto y Jordania se niegan a creer en la anexión y siguen formando cientos de jóvenes palestinos fieles al movimiento al-Fatah para conformar una fuerza de seguridad de 10 000 hombres con vistas a poner la Autoridad Palestina en el poder en la franja de Gaza. Por otro lado, Arabia Saudita y Francia tienen previsto reconocer el Estado de Palestina durante la Asamblea General de ONU y la Autoridad Palestina prepara la proclamación de independencia.
Principales fuentes:
« אמון באישיםובמוסדות »,
Institute for National Security Studies, diciembre de 2024.
«אור בקצה המנהרה: לקראת מערכה אזרחית», יותם הכה in Centro Dado por el Pensamiento Militar Interdisciplinario, número 41, julio de 2024.
“
New Gaza Aid Plan, Bypassing U.N. and Billed as Neutral, Originated in Israel”, Patrick Kingsley, Ronen Bergman y Natan Odenheimer,
The New York Times, 24 de mayo de 2025.
“
Israelis, a former CIA official and $100M: The real players in the Gaza aid scheme”,
Israel Hayom, Erez Linn, 25 de mayo de 2025.
“
Tony Blair’s staff took part in ‘Gaza Riviera’ project with BCG”,
Financial Times, 7 de julio de 2025.
“
Tony Blair thinktank worked with project developing ‘Trump Riviera’ Gaza plan”, Ben Quinn,
The Guardian, 7 de julio de 2025.
“
Israeli Official: Netanyahu Supports Plan to Concentrate Gazans Into ’Humanitarian City’”, Liza Rozovsky,
Haaretz, 8 de julio de 2025
“
Exclusive: Proposal outlines large-scale ‘Humanitarian Transit Areas’ for Palestinians in Gaza”, Jonathan Landay y Aram Roston, Reuters, 11 de julio de 2025.
“
Boston Consulting Group modelled plan to ‘relocate Palestinians’ from Gaza to Somalia”,
Middle East Eye, 7 de agosto de 2025.
“
Egypt Is Training Palestinian Forces to Take Over Postwar Gaza”, Summer Said y Benoit Faucon,
The Wall Street Journal, 27 de agosto de 2025.
La mayoría de los estadounidenses no entienden que Palestina no es una creación mítica
Larry C. Johnson
Escribo esto para informar a algunos amigos que creen, erróneamente, que no existen los palestinos y que las personas que están siendo genocidas por los sionistas no son más que intrusos.
Antes de 1947, el territorio que ahora ocupan Israel y la Franja de Gaza se denominaba comúnmente Palestina . Esta designación se utilizó durante diversos períodos históricos, incluyendo el dominio otomano y el Mandato Británico (1920-1948). El Mandato Británico para Palestina se estableció después de la Primera Guerra Mundial y duró hasta 1948, período durante el cual la región fue administrada oficialmente con ese nombre. El término Palestina se refería históricamente al área geográfica comprendida entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, y se utilizó en diversas formas que se remontan a la antigüedad, incluyendo los períodos romano, bizantino y del islam temprano.
La primera referencia histórica registrada a Palestina se remonta a alrededor de 1150 a. C. en antiguas inscripciones egipcias durante el reinado de Ramsés III. El nombre,
Peleset , (transcrito como
Prst ) se utilizó para describir a un grupo de personas, probablemente los filisteos, que vivían a lo largo de la costa sur de la región.
El primer uso claro del término, Palestina , para referirse a la región más amplia fue por el historiador griego antiguo, Heródoto, en el siglo V a. C. En su obra, Las Historias , describió un " distrito de Siria ", llamado Palaistínē , que incluía el área entre Fenicia y Egipto, incorporando las montañas de Judea y el Valle del Rift del Jordán.
Así, aunque las raíces del nombre se remontan a referencias del antiguo Egipto a pueblos costeros, el concepto geográfico de Palestina como región aparece claramente en la literatura griega a partir del siglo V a. C.
Panorama del censo de Palestina de 1922
El Censo de Palestina de 1922, realizado por las autoridades del Mandato Británico el 23 de octubre de 1922, fue la primera encuesta de población exhaustiva realizada bajo dicho Mandato. Ofrece una visión general de la composición demográfica de Palestina al inicio de la administración británica, tras la caída del dominio otomano y el establecimiento del Mandato por la Sociedad de Naciones. El censo registró la población por religión, ya que este era el principal identificador demográfico utilizado en aquel momento, lo que reflejaba el contexto sociopolítico de la región. Abarcó a todos los habitantes del territorio definido como Palestina, incluyendo las zonas urbanas y rurales, pero excluyó a algunas poblaciones nómadas debido a dificultades de enumeración.
Composición de la población por religión
Según el Censo de 1922, la población total de Palestina era de 757.182 habitantes . El desglose por afiliación religiosa, según el documento oficial del censo ( Censo de Palestina de 1922 , publicado por el Gobierno del Mandato Británico), es el siguiente:

Como puede ver, la mayoría eran musulmanes árabes, predominantemente sunitas, que vivían en centros urbanos (p. ej., Jerusalén, Jaffa, Hebrón) y aldeas rurales. Este grupo constituía el grupo demográfico más grande, lo que refleja la población histórica de la era otomana. La población judía incluía tanto a las antiguas comunidades sefardíes y mizrajíes (p. ej., en Jerusalén y Safed) como a los inmigrantes sionistas más recientes que llegaron durante el período otomano tardío y el Mandato británico temprano, particularmente bajo la Segunda y Tercera Aliá (1904-1914, 1919-1923). Alrededor del 40% vivía en los distritos de Jerusalén y Jaffa. Y los cristianos consistían principalmente en cristianos árabes (denominaciones ortodoxas, católicas y protestantes), con comunidades significativas en Jerusalén, Belén y Nazaret. También se incluía un pequeño número de cristianos europeos (p. ej., clérigos, misioneros).
El siguiente censo se realizó en 1931 y, al igual que en 1922, fue realizado por las autoridades del Mandato Británico el 18 de noviembre de 1931. Su objetivo era proporcionar un perfil demográfico actualizado de Palestina en medio de importantes cambios políticos y sociales, incluyendo el aumento de la inmigración judía durante la Tercera y Cuarta Aliá (1919-1923, 1924-1929) y las crecientes tensiones entre árabes y judíos por la tierra y las aspiraciones nacionales. Al igual que el censo de 1922, categorizó principalmente a la población por religión, lo que refleja el enfoque sociopolítico de la época en las identidades comunales. El censo abarcó a todos los habitantes asentados de la Palestina del Mandato Británico, pero enfrentó dificultades para enumerar completamente a las poblaciones nómadas, en particular a los beduinos.
Según el Censo oficial de Palestina de 1931, publicado por el Gobierno del Mandato Británico, la población total de Palestina era de 1.035.821 habitantes. El desglose por afiliación religiosa es el siguiente:
Los acontecimientos en Europa del Este y la antigua Unión Soviética fueron el catalizador de la duplicación de la población judía en Palestina, no en Judea y Samaria. Los musulmanes y cristianos que habitaban Palestina antes de la Segunda Guerra Mundial no eran refugiados de otro país… Palestina era su hogar histórico.
Tengan presentes estos puntos en las próximas semanas, mientras la administración de Donald Trump intenta argumentar que los palestinos no tienen ningún derecho legal sobre el territorio que ellos y sus antepasados han habitado durante siglos. ¡Detengan el genocidio!