Un JEMAD de “camarilla”, incondicional de las veleidades políticas
JOSÉ JULIO RODRÍGUEZ nació el 8 de junio de 1948 en Orense. Ingresó en la Academia General del Aire con la XXI Promoción, siendo promovido a teniente de Aviación en julio de 1969.
Como teniente prestó servicio en el Ala 21, con base en Morón de la Frontera (Sevilla), donde pilotó aviones de caza F-5. Durante el empleo de capitán estuvo destinado en el Ala 11 (Manises, Valencia). Ascendió a comandante en febrero de 1982, siendo destinado en mayo de ese mismo año al Mando de Apoyo Logístico (MALOG), en el que continuó una vez realizado el Curso de Estado Mayor en la Escuela Superior del Aire. Durante su carrera militar también realizó los siguientes cursos:
- Piloto de Caza y Ataque.
- Piloto de Transporte.
- Altos Estudios Internacionales.
- ACE Intelligence (Reino Unido).
- Alta Gestión y Administración de Recursos.
- Altos Estudios de la Defensa.
En enero de 1986 fue destinado al Estado Mayor de la Defensa, donde permaneció hasta septiembre de 1987, momento en el que se incorporó a la Agencia NETMA (“NATO Eurofighter and Tornado Management Agency”). Ascendió a teniente coronel en abril de 1989. En septiembre de 1990 regresó al Mando de Apoyo Logístico y en enero de 1991 fue destinado al Ala 31 (Zaragoza), donde permaneció en la Unidad F-18 hasta enero de 1994, fecha en que se reincorporó al MALOG.
Ascendió a coronel en agosto de 1996, siendo destinado a la Dirección de Sistemas del MALOG, donde permaneció hasta febrero de 1998, momento en el que fue nombrado Jefe del Centro Logístico de Armamento y Experimentación (CLAEX).
José Julio Rodríguez alcanzó el generalato en marzo de 2000, siendo designado entonces jefe de la División de Planes del Estado Mayor del Ejército del Aire, cargo que compaginó con la jefatura del Programa NAEW y, a partir de noviembre de 2002, con el cargo de jefe del Grupo Nacional y presidente del Grupo Multinacional del Proyecto de Reabastecimiento en Vuelo (AAR), creado en el seno de la Alianza Atlántica.
En junio de 2003 fue nombrado Director de Sistemas del Mando del Apoyo Logístico, ascendiendo en julio de ese mismo año a general de división. En marzo de 2005 fue nombrado Adjunto al Inspector General del Plan Director de Sistemas de Información y Telecomunicaciones. En mayo de 2006 fue designado Director General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa en sustitución de Carlos Villar, ascendiendo a teniente general en octubre de 2006.
El 18 de julio de 2008 fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) para relevar en el cargo a Félix Sanz, siendo entonces promovido de forma reglamentaria al empleo de General del Aire. Al acceder al puesto, se rodeó de colaboradores ‘afines’ con un criterio selectivo excesivamente personalista y contrario al mérito profesional, poco apreciado en la Institución Militar, llegando a especularse en el Ejército del Aire con su pertenencia, no demostrada, a alguna organización de corte sectario.
Como JEMAD se situó rápidamente en la estela populista de la política de defensa gubernamental, sin pronunciarse sobre las cuestiones de fondo ni sobre los problemas realmente más acuciantes de las Fuerzas Armadas. De hecho, una de sus primeras declaraciones públicas ostentando dicho cargo fue ante el Pleno del Observatorio de la Mujer en las Fuerzas Armadas Españolas, afirmando que sin la presencia femenina sería “inviable” alcanzar la plenitud de los objetivos de una misión en determinados escenarios (Europa Press 12/02/2009).
Durante el primer año de su mandato, mantuvo públicamente inédita su opinión informada sobre la presencia militar de España en operaciones de proyección y sobre los soportes humanos y materiales requeridos al efecto, por ejemplo. Lo mismo ha sucedido con la grave problemática que conlleva la aplicación de la Ley 39/2007, de la carrera militar, en temas como la unificación de escalas, la formación universitaria de los militares, los ascensos por elección, etc… Una normativa fuertemente contestada por el personal bajo su mando que incluso llevó a la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles) a convocar una manifestación pública de militares el 13 de diciembre de 2009 exigiendo su modificación, a la que asistieron cerca de 2.000 militares no uniformados pero ‘a cara descubierta’.
Por otra parte, su anodino comportamiento como JEMAD en situaciones de crisis, como la generada con el secuestro del pesquero “Alakrana” en aguas de Somalia (octubre-noviembre de 2009), sin capacidad de respuesta militar ni de influencia y coordinación con otros organismos del Estado, generó una imagen poco eficaz de las Fuerzas Armadas, dejando en entredicho la profesionalidad de sus miembros. El suceso en aquella ocasión del ametrallamiento fallido desde un Sikorsky SH-60 de la Armada contra un “esquife” cosario en retirada, acompañado de una complaciente entrevista al comandante de la fragata “Canarias” publicada en “El País” (22/11/2009), es buena prueba de la creciente desnaturalización militar y de la propia inconsistencia de su mando, supeditado en exceso a las veleidades políticas.
El colmo de esta actitud ‘antimilitar’ se alcanzó con la ‘repatriación’ urgente del teniente de navío de Infantería de Marina miembro del equipo de operaciones especiales destacado en la fragata ‘Canarias’ que disparó su arma reglamentaria durante la detención de dos piratas que abandonaban el pesquero asaltado, hiriendo levemente a uno de ellos, quedando separado de su unidad antes de concluir la misión. El Estado Mayor de la Defensa desmintió a José Víctor Bilbao, jefe de máquinas del pesquero que divulgó la noticia a través del programa ‘La Mañana’ (COPE 24/11/2009), tras conocerla en la propia fragata española durante los dos días que, una vez liberado, permaneció a bordo de la misma recibiendo asistencia sanitaria. La versión oficial, de muy escasa credibilidad, es que el militar en cuestión había regresado “a petición propia” y no por motivos disciplinarios, que en todo caso, según la Armada y por lo que afecta a sus oficiales, nunca se hacen públicos (sólo se comunica al interesado) y mucho menos mientras la operación programada siga abierta.
Después de ese desmentido, el maquinista del ‘Alakrana’ fue bastante más contundente y descarnado en el programa televisivo ‘Espejo Público’ (Antena 3 TV, 25/11/2009), comentando todos los acontecimientos vividos durante los 47 que duró su secuestro y calificando el comportamiento del Gobierno como “asqueroso”, al tiempo que ensalzaba el de las Fuerzas Armadas maniatadas por el poder político durante la crisis, reiterándolo en otros medios informativos,
En todo caso, tuvo que ser la propia Armada quien reivindicara la dignidad militar de sus hombres, ante los silencios y las medias verdades del JEMAD que les dejaban en entredicho. El comandante general de Infantería de Marina (general de división), Juan Chicharro, recibió el 22 de noviembre de 2009 en la Base Naval de Cartagena a la Unidad de Guerra Naval especial (UNGE) destacada al Océano Índico en apoyo del ‘Alakrana’, preparados para el asalto al buque secuestrado, la liberación de la tripulación española y, por supuesto, la reducción de los piratas somalíes, acompañado de los más altos mandos de la Armada (AJEMA, ALFLOT y ALMART). Al día siguiente emitió una nota “para conocimiento y difusión” en la que reconocía la eficacia de la UNGE y su entrega al servicio, destacando el que en menos de 24 horas fuera alertada, trasladada a Djibouti y lanzada en paracaídas en aguas somalíes con todo su equipo de combate (en zona de tiburones), tras una compleja operación de aproximación.
En su nota, el general Chicharro destacó que sus hombres actuaron “siempre escrupulosamente a las órdenes del Gobierno”. Finalmente concluía: “Su actuación ha sido impecable, digna de los mejores soldados, de los mejores infantes de marina. Han hecho simplemente lo que se les ordenó y si se les hubiera ordenado otra cosa lo hubieran hecho sin dudarlo”…
Por su parte, Julio Rodríguez nunca dejó de ‘escoltar’ como JEMAD a la ministra de Defensa, Carme Chacón, en cuantas ocasiones le fue posible (viajes, conferencias, ruedas de prensa, actos protocolarios…), trasladando a través de los medios informativos una imagen más propia de un edecán político que del máximo responsable de las Fuerzas Armadas, sin otra ocupación de mayor encaje. En esa política de fotogenia personal, llamó la atención el amplio reportaje de 15 páginas (incluida la portada dedicada a su persona) publicado por El País (Suplemento Dominical 28/02/2010) con el título ‘Hablan los generales’. En aquél singular esfuerzo periodístico, junto al propio JEMAD se entrevistaba a otros seis militares convenientemente seleccionados por el Ministerio de Defensa que poco tenían que ver con la docena propuesta inicialmente por el periódico en cuestión, en todo caso reconocido medio oficioso del Departamento. A partir de esa conveniente selección, los generales “hablaban”, incluso “sin censura ni vetos” según el entrevistador… pero sin las mínimas preguntas y respuestas de interés sobre el lamentable deterioro del modelo de defensa nacional y de su propia profesión que ellos mismos estaban protagonizando.
José Julio Rodríguez fue cesado como JEMAD y sustituido por Fernando García Sánchez, hasta entonces Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada, el 30 de diciembre de 2011, en una de las primeras decisiones del gobierno entrante presidido por Mariano Rajoy. La rapidez con la que se produjo este cambió aislado en la cúpula militar fue especialmente significativa del poco aprecio político que le mostraba el nuevo gobierno, dado que los jefes de Estado Mayor de los tres ejércitos que estaban bajo su mando permanecieron en sus cargos durante siete meses más, a pesar de haber sido nombrados, como él, por el precedente gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero.
Tras su cese, siguió colaborando a título personal con Carme Chacón, ex ministra de Defensa a la que debía el cargo, hasta que el 4 de noviembre de 2015 anunció sorprendentemente su desembarco directo en la política como número dos en la lista de Podemos por la circunscripción de Zaragoza para las elecciones legislativas del 20-D. Coincidiendo justo con la manifestación de la Plataforma Anti-OTAN’ (participada por Podemos) en contra de la “obsoleta” política de la Alianza y de las maniobras ‘Trident Juncture 2015’ desarrolladas precisamente en las instalaciones militares del Campo de San Gregorio (Zaragoza).
Entonces, la que fuera jefa ministerial del ex JEMAD resaltó ante los micrófonos de la Cadena Ser que el general Rodríguez, además de ser “un hombre muy competente y muy inteligente”, también era “muy leal”… a pesar de que no hubiera optado por afiliarse al PSOE, subrayando: “Estamos ante un demócrata convencido, una persona sin restricción alguna en los valores democráticos y en la defensa de la Ley y de la Constitución”.
Entre las diversas condecoraciones con las que ha sido distinguido José Julio Rodríguez figuran tres cruces del Mérito Aeronáutico, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico y la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
FJM (Actualizado 05/11/2015)
Las personas interesadas en rectificar o complementar los contenidos de este perfil biográfico, pueden enviar sus comentarios por correo electrónico a: