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Jesús, el Palestino vetado por Estados Unidos

Jesús, el Palestino vetado por Estados Unidos

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directorelespiadigitales/8/8/23
domingo 24 de diciembre de 2023, 22:00h
Sdenka Saavedra Alfaro*
Hoy la Franja de Gaza, la prisión sin techo más grande del mundo, se ha convertido en un campo de exterminio, donde la población civil, entre ellos cientos de niños, otros huérfanos, con miedo, con traumas y heridas continúan pidiendo ayuda, al igual que las mujeres buscan protección para sus hijos, los que se encuentran sin comida, agua, energía eléctrica; pues la gran mayoría de los 2,3 millones de habitantes ya se han quedado sin hogar.
Es invierno, cae la nieve, y no sólo el hambre, y el frío acecha al enclave costero, sino la desolación, la angustia y el miedo. Cientos de miles de familias duermen en la intemperie en tiendas improvisadas; en donde las enfermedades y virus como el cólera, el COVID o la difteria, sumado a los traumas cerebrales, son una amenaza mayor a las bombas y los misiles. A eso se suma los bombardeos del ejército de Israel a más de 14 hospitales, asesinando no sólo a los heridos, sino a todo el personal de salud, causando la muerte de más de 200 trabajadores sanitarios y la destrucción de más de 250 centros médicos en la Franja, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de Palestina.
Somos testigos de uno de los capítulos más oscuros de la historia contemporánea, el holocausto palestino, la limpieza étnica, el genocidio, la crisis humanitaria más letal después de la segunda guerra mundial, un apartheid más mortífero que el de Sudáfrica, la vergüenza del siglo XXI; pues Israel junto a Estados Unidos y los países europeos están exterminando a los palestinos, quienes obedeciendo a sus deseos barbáricos, capitalistas y neoliberales quieren tomar el control de las reservas estratégicas de gas y petróleo en las costas de Gaza.
El papel de Estados Unidos es fundamental en el envío de millones de dólares, así como en la solvencia del armamento enviado, para que continúe este genocidio; pues el país del Norte vetó y sigue bloqueando la resolución de las Naciones Unidas, respaldada por casi los demás miembros del Consejo de Seguridad y otras naciones que exigen un alto el fuego inmediato en Gaza, convirtiéndose en cómplice de este exterminio, y lo continuará haciendo porque de lo que se trata es continuar exprimiendo los yacimientos de petróleo y gas natural de la Cuenca del Levante –o Mar Levantino, dentro del Mediterráneo– que tienen un valor neto de 453 000 millones de dólares.
Y en este tiempo de celebración para los católicos y cristianos del mundo, donde se recuerda el nacimiento de Jesús en Belén, aquella pequeña ciudad a menos de 10 kilómetros de Jerusalén; en donde hoy se apagarán las luces por el dolor y la tristeza de los miles de muertos ocasionado por las acciones criminales de Israel contra el pueblo de Jesús; el pueblo Palestino…
Hoy, la tierra de Jesús, minuto a minuto está siendo pulverizada, concurrida y transitada; pero no por los tres reyes magos que van a su adoración sino por tanques y buldozers que barren con la vida de los descendientes y coterráneos de Jesús, en donde el resplandor y las luces no son por la estrella de Belén, sino por los misiles y el fósforo blanco que con su brillo asesina y entristece al pueblo de Jesús.
Durante más de 75 años el pueblo de Jesús ha tenido que vivir con los tormentos, las torturas, tristezas y dolores propinados por el Sionismo mas no el Judaísmo; pues los verdaderos judíos siempre han vivido en armonía, respeto y tolerancia con el pueblo palestino, todo lo contrario el movimiento sionista es el autor de los crímenes contra el pueblo de Jesús, el “hijo de Dios”.
Jesús fue golpeado, escupido, expulsado, vilipendiado, humillado y crucificado; hoy su pueblo, su descendencia nuevamente sufre los embates igual que en su tiempo, por lo tanto ellos no tienen nada que celebrar, al contrario, llorar por sus más de 20 000 muertos, pero siempre con la esperanza de que más temprano que tarde serán victoriosos, así como el “hijo de Dios resucitó” en un domingo de pascua, el pueblo palestino resucitará de las cenizas y los escombros para volver a brillar.
*Periodista, escritora y profesora universitaria