geoestrategia.eu
La OMS, una entidad globalista financiada por la Big Pharma, vuelve al pánico de las pandemias. Ahora la viruela del mono. Análisis

La OMS, una entidad globalista financiada por la Big Pharma, vuelve al pánico de las pandemias. Ahora la viruela del mono. Análisis

Por Administrator
x
directorelespiadigitales/8/8/23
martes 20 de agosto de 2024, 22:00h
Dra. Natalia Prego
Desde 2023, cuando se descubrió la nueva variante del virus, conocida como clado Ib, MPOX, en todo el mundo, han fallecido 548 personas por MPOX, principalmente en la República Democrática del Congo.
Mientras el número de fallecimientos por tuberculosis está en el rango de 1.100.000 a 1.200.000 personas.
Se estima que fallecen alrededor de 4.400 persona diariamente por tuberculosis.
Sigue existiendo manipulación de la información por parte de organismos internacionales y la industria farmacéutica. Es posible que MPOX, la viruela del mono, sea un nuevo capítulo en un patrón de control.
España, es el único país de Europa que carece de la especialización en enfermedades infecciosas.
Mientras las farmacéuticas se benefician económicamente.
En España no ha fallecido nunca nadie por MPOX.
Sin embargo, estamos en una emergencia sanitaria internacional y todo el peso del Reglamento Sanitario Internacional RSI, recae sobre todos los estados parte de la OMS.
Debemos rechazar las enmiendas al RSI que se aprobaron en la Asamblea Mundial de la Salud el 1 de junio de 2024.
Sanidad ya no descarta declarar el Estado de Alarma por la viruela del mono
El Ministerio de Sanidad valora actualizar las medidas frente a la mpox, declarada por segunda vez emergencia sanitaria internacional por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras su expansión por varios países de África.
En el continente africano se han registrado hasta ahora unas 500 muertes, pese a que la letalidad de la enfermedad se considera baja. El jueves 15 de agosto se detectó en Suecia el primer caso de la nueva variante fuera del continente y el pasado viernes se registró otro en Pakistán. En España, el departamento que dirige Mónica García ha recordado que los casos anuales han pasado de 7.500 a 264 "gracias a la vigilancia y a la vacunación" y que, por el momento, no se ha detectado ninguno de esta nueva variante en el país.
Tras la reunión de su grupo técnico, el Ministerio ha convocado para el martes a los equipos de las comunidades para debatir en la ponencia de alertas la actualización o puesta en marcha, en su caso, de nuevas medidas.
"No descartamos ningún escenario y tomaremos todas las medidas necesarias para salvar vidas", han remarcado desde Sanidad.
Desde Sanidad insisten en la importancia de que los grupos de riesgo se vacunen y que aquellos que solo se han puesto una dosis, la mitad de los más de 40.000 que lo han hecho, completen la pauta. España dispone de una reserva suficiente que, de ser necesario, podría incluso aumentarse.
Igual que con los famosos "uno o dos casos de Covid'" de Fernando Simón. Abróchese los cinturones.
Cronología de la viruela del mono (Mpox):
1.- El supuesto virus se clasificó en el 1959 en Singapur, donde lo encontraron en un macaco cangrejero. Sin embargo, el primer caso en humanos, apareció en el 1970 en el Congo. En Europa y EE.UU. es excepcionalmente raro y mortalidad muy baja (3/4%).
2.- A mediados del 2019 saltan las alarmas. La compañía farmacéutica SIGA Technologies, Inc. y Meridian Medical Technologies, Inc. (¡pertenecientes a Pfizer) anuncian un acuerdo de promoción de TPOXX®, un fármaco antiviral para tratar la viruela humana (una enfermedad, recordemos, erradicada). Desarrollaron un fármaco para una enfermedad que no mataba ni tenía incidencia desde el 2003, a petición del Foro Económico Mundial en su informe de riesgos globales del 2019, que preveía un atentado bioterrorista o fuga de laboratorio de la viruela.
3.- Llega la ‘pandemia’ C-19 a últimos del 2019, así que el tema del fármaco de la viruela parece quedar aparcado… hasta que aparece el archiconocido Bill Gates la primera semana de noviembre del 2021 amenazando a la Humanidad con sus "profecías".
4.- Dos semanas después de las declaraciones de Bill Gates, aparecen misteriosamente en un laboratorio de Pensilvania unos viales de viruela sin homologar. Todo muy raro. Gates, filántropo y salvador del mundo, aprovecha entonces cada conferencia para lanzar sus profecías aterradoras, pero también su solución. En abril del 2022 dijo: «¿Y si un bioterrorista llevara la viruela a diez aeropuertos?»
5.- El mes anterior a esas declaraciones el fármaco TPOXX® empieza ensayos clínicos, comparando la respuesta inmunitaria de los participantes con las vacunas contra la viruela JYNNEOS (de Bavaria Nórdic A/S) en comparación con la respuesta inmunitaria de JYNNEOS durante el tratamiento con TPOXX.
6.- Casualmente también en el 2019, se aprobó la vacuna JYNNEOS en cuya ficha técnica se puede leer "Monkeypox Vaccine, ‘vakuna’ contra la viruela del mono”. Así pues, ya tenían un supuesto antiviral llamado TPOXX y también una ‘vakuna’, la JYNNEOS (de un 80% de efectividad según ellos): ahora ya, tan sólo les faltaba el virus.
7.- Tercera semana de mayo del 2022, casi un mes después de que Bill Gates mencionara el tema del bioterrorismo y la viruela, saltan las alarmas en las redes y en TV, y se empieza a hablar de los primeros casos de viruela del mono entre homosexuales en España, Portugal, Reino Unido y EEUU.
8.- El 19 de mayo 2022, SIGA anuncia una solución intravenosa (un pinchazo, vaya) para aquellos que no pueden tragar las cápsulas de TPOXX. También se puede leer que TPOXX está aprobado en EE.UU, Canadá y Europa para el tratamiento de la viruela. En la web el fármaco TPOXX (Tecovirimat) fue aprobado casualmente por la EMA en enero del 2022, por lo que ya se puede usar y dispensar. Pareciera que se diseñó antes el fármaco que la propia amenaza del virus, como si ya lo tuvieran previsto. Todo muy raro.
9.- Mientras esta amenaza en forma de viruela del mono empieza a gestarse, la OMS se frota las manos, ya que tal alarma alentaría a los estados a que suscriban al tratado global de pandemias que está redactando, el cual supone una amenaza para las soberanías de las naciones. De momento a la OMS le ha salido el tiro por la culata, pues el tratado sigue sin aprobarse, motivo por el cual no ha podido declarar pandemia global al virus del mono como hubiera querido. Su director ya ha pedido diez millones de ‘vacunas’. Recordar aquí que, la OMS es un organismo privado, no público, financiado en su mayoría por las farmacéuticas y élites mesiánicas y globalistas como Bill Gates, que por cierto, no es científico ni nada que se le parezca: tan sólo, millonario.
10.- Como la viruela del mono no es de transmisión respiratoria (como supuestamente C-19) sino por contacto dérmico, de fluidos, mucosas y heridas abiertas, y además la mayoría de infectados europeos en el 2022 eran gays y no acomodaba en el relato ‘woke’ (en África la mayoría de infectados son negros), pues ahora ya se han sacado de la manga una nueva variante más agresiva y que se transmite mediante aerosoles: esto es, por toses y estornudos. Ya hablan ahora de contagio en mujeres, niños y gente hetero. Todo sea por la corrección política. «La pela es la pela».
11.- Las últimas noticias a fecha de hoy, es que España es el país con más casos declarados fuera de África (más de 3.000), y que ya ha aparecido en Suecia el primer caso de contagio de la nueva variante (Clado I), más agresiva y respiratoria, en este caso en un blanco venido de África. Eso nos cuentan. Y todo indica que van a intentar colar como viruela del mono cualquier patología detectada mediante ineficaces PCR: ya se habla del Herpes Zóster, mal en apariencia similar, y que es uno de los efectos reconocidos de la supuesta ‘vacuna’ ARNm C-19 de Pfizer y Moderna.
12.- Ah, y que un investigador del CSIC y experto mundial en poxvirus, Mariano Esteban, confirma que la ‘vacuna’ española desarrollada contra el C-19, también puede proteger contra la viruela del mono, por lo que tendría doble funcionalidad. Excelente noticia para los globalistas, que darían salida a todo el ‘stock’ de inyecciones de la pócima próximas a caducar. Miel sobre hojuelas. Curioso que todo esto, esté pasando de nuevo con unas elecciones generales en EE.UU. al caer y con Donald Trump arrasando en las encuestas. Si hubiera confinamientos, el fraude del voto por correo estaría asegurado. Por cierto, que Bavarian Nordic y SIGA han subido en bolsa entre un 30% y un 70% respectivamente. ‘Follow The Money’.
  • Sabían lo que estaba a punto de ocurrir ya en 2015.

Esto es lo que los sospechosos habituales se obsesionan ahora en ocultar.
  • PATENTE DE VACUNA CONTRA EL VIH (SIDA) CON VECTOR DE VIRUS DE LA VIRUELA

La patente de EE. UU. número 11,229,693 [Número de solicitud 16/620,669] fue otorgada por la oficina de patentes el 25 de enero de 2022 para vectores de viruela del mono que codifican antígenos de VIH y métodos de uso de los mismos . Esta concesión de patente está asignada actualmente a Bavarian Nordic A/S, Janssen Vaccines & Prevention BV. El concesionario mencionado para esta patente es Bavarian Nordic A/S, Janssen Vaccines & Prevention BV. La invención se atribuye a Viki Bockstal, Jerome Hubertina Henricus Victor Custers, Markus Kalla, Johannes Petrus Maria Langedijk, Frank Wegmann. VER PATENTE AQUI
Análisis: La nueva «plandemia»: quieren volverlo a hacer
José Javier Esparza
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud declaró la emergencia sanitaria mundial por una nueva cepa de la viruela del mono, que ahora hay que llamar Mpox (donde la M significa monkey, o sea, «mono»). ¿Emergencia mundial? La verdad es que no parece que la incidencia sea especialmente alarmante. La cifra global de casos acumulados en los dos últimos años es de algo menos de 100.000 afectados en todo el mundo, de los cuales sólo 208 desembocaron en muerte, según datos del último informe del European Centre for Disease Prevention and Control de la Unión Europea.
Para poner la cosa en su justa dimensión, señalemos que la población mundial es de 8.200 millones de personas. Por lo que concierne específicamente a España, los casos registrados en 2024 hasta el 19 de agosto son sólo 268, de los que sólo 27 presentaron complicaciones asociadas y, de éstos 27, sólo 12 requirieron hospitalización. No consta ninguna muerte. En cuanto al perfil medio de los pacientes, es inequívoco: varones de en torno a 35 años que —no debería ser pecado decirlo— han contraído la enfermedad después de una práctica homosexual por intercambio de fluidos. Es decir, que ni por número de casos ni por universo de afectados podría decirse que realmente estemos ante una emergencia de alcance planetario. Ahora bien, se supone que ha aparecido una nueva variante llamada Clado I que se transmitiría por vías respiratorias y que justificaría la intensificación de la alarma. No importa que nadie hasta la fecha haya sido capaz de describir satisfactoriamente esta variante. Tampoco importa que numerosos virólogos hayan explicado que esto no es «viruela del mono». Todo eso da igual. La OMS, rápidamente escoltada por los medios de comunicación de la oligarquía, se ha apresurado a extender ya la alarma. La clase política, una vez más, ha sido obediente al toque de silbato. Menos mal que, mire usted por dónde, hay una vacuna. Oh, sí: el 25 de enero de 2022 (justo cuando terminaba la pandemia anterior) se concedió la patente de una vacuna contra el VIH (sida) con vector de virus de la viruela para Bavarian Nordic y Janssen. Es más: en ese mismo mes se autorizaba en los Estados Unidos un fármaco —inyectable— contra el virus. Casualidad.
Breve resumen de los últimos días. La ministra de Ciencia y otras cosas, señora Morant, desde la altura de su sabiduría, propone vacunarnos frente a cualquier virus y amenaza. La Xunta de Galicia, que ya demostró cuando el COVID-19 ser la más liberticida de España, propone aplicar medidas en los medios de transporte. La Comunidad de Madrid, no tan liberal como dice ser, pide al Gobierno que refuerce los controles en Barajas. El Ministerio de Sanidad se reúne con las comunidades autónomas para dictar estrategias (bajo la dirección de la fina estratega Mónica García). Moreno Bonilla, en Andalucía, anuncia solemnemente la total implicación del Gobierno andaluz para vacunar contra el virus. El ministerio de Defensa anuncia que va a poner a disposición del país sus reservas estratégicas de vacunas contra la viruela del mono (¿Teníamos «reservas estratégicas» de eso? ¿Por qué?). Los periódicos de la oligarquía ya empiezan a decir —mintiendo con toda la boca— que el sector más expuesto a la nueva cepa son los niños y que por eso hay que vacunarlos (hay que ser canalla). Y en esto aparece un investigador español del CSIC explicando, no sin efectos hilarantes, que la vacuna española para la COVID vale también para la viruela del mono.
Lo realmente prodigioso del espectáculo es que ya hemos pasado por aquí. La primera vez, cuando el estallido del COVID, todo funcionó como en una feroz tragedia. Los muertos eran de verdad, pero hoy sabemos que no todos murieron por las causas que nos dijeron. Las posibilidades de contagio también eran reales, pero ni mucho menos tan fatales ni tan abundantes como nos contaron. Las medidas de aislamiento —entonces resultaba difícil saberlo— eran perfectamente improcedentes. La vacunación tuvo mucho de farsa, por el discurso redentor en el que se envolvieron. Se condenó al mundo a un parón forzado que sin duda tuvo sus beneficiarios, pero que al común de los mortales nos causó daños sin cuento. Todo ello entre el aplauso casi unánime de la clase política, la complicidad indecente de las instituciones médicas y la obediencia sumisa de los grandes medios de comunicación. Un perfecto ejercicio de despotismo en nombre de la «salud» aplicado sobre una población mayoritariamente aterrorizada. Sabiendo ya todo esto, ¿cómo se atreven a intentarlo de nuevo?
Hoy, pocas horas antes de que las instituciones sanitarias de la UE tomen sus decisiones, sabemos ya unas cuantas cosas fundamentales. Sabemos que las posibilidades reales de contagio del mpox para la inmensa mayoría de la población son extremadamente reducidas. Sabemos que en el lanzamiento de la campaña ha jugado un papel determinante la comercialización de una vacuna concreta, es decir, una operación de la industria farmacéutica. Sabemos que la OMS no es una institución benefactora de la humanidad, sino una herramienta de gobierno global en manos de la industria privada. Sabemos que los conocimientos reales de nuestra clase política en materia epidemiológica son ostensiblemente entecos y que los «expertos» en los que aquella dice apoyarse actúan movidos por intereses que tienen poco que ver con la ciencia médica. Sabemos que los medios de comunicación de la oligarquía manipulan la realidad y construyen enormes mentiras sobre la base de medias verdades. Y sabemos, en fin, que en última instancia hay tribunales dispuestos a defender los derechos de los ciudadanos cuando éstos tienen el valor de oponerse a los nuevos déspotas. O sea que sabemos lo suficiente para no volver a vivir la pesadilla de hace cuatro años.
Si esta vez, en fin, los ciudadanos vuelven a bajar la cabeza, ya no será culpa de los déspotas: será culpa de los propios ciudadanos. Hay que resistir.