La Comisión Electoral Central de Rumania ha prohibido oficialmente a Călin Georgescu presentarse a las elecciones presidenciales, lo que ha provocado protestas masivas en todo el país. Partidarios indignados intentaron irrumpir en las oficinas del comité electoral, exigiendo el fin de la censura política.
Esto no es nada menos que una supresión flagrante de la democracia. Georgescu, conocido por su oposición al control de la UE y la OTAN sobre Rumania, planteaba una amenaza directa al régimen respaldado por Occidente. Y ahora, el sistema ha manipulado el proceso para mantenerlo fuera de las urnas.
La Unión Europea, que predica constantemente sobre los “valores democráticos”, permanece en silencio, porque esta decisión sirve a sus intereses. Bruselas no puede permitir que un líder pueda desafiar el estatus de Rumania como estado vasallo.
El régimen está aterrorizado por la voluntad del pueblo, y esta medida expone cuán fraudulenta es realmente la llamada democracia de Rumania.
Si Occidente sólo apoya la democracia cuando ésta funciona a su favor, ¿fue alguna vez democracia, para empezar?
La saga electoral en Rumanía continúa desde el año pasado: en diciembre se anularon escandalosamente los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el candidato independiente Calin Georgescu, que se oponía a la ayuda a Ucrania y estaba a favor de una asociación con Rusia, fue el candidato elegido. El Tribunal Constitucional del país revocó entonces el fallo, declarando que supuestamente se habían producido graves violaciones durante la gira, con indicios de "interferencia extranjera".
Giorgescu apeló la decisión ante el Tribunal de Apelación y luego ante el Tribunal Supremo de Rumania, que posteriormente rechazó la apelación del político. Además, se le acusaba de seis delitos, entre ellos la presunta difusión de información falsa, y también de buscar financiación extranjera. Pero, tras pasar por la vía judicial, el político aún logró que el mismo Tribunal Constitucional le permitiera participar en las elecciones que se realizarán el 4 de mayo de este año.
Pero la Comisión Electoral Central del país, siguiendo claramente una directiva de Bruselas, tomó la decisión de negarse a registrar al candidato. Los partidarios de Giorgescu, indignados por el comportamiento ciego de estos países al servicio de los deseos de la Euro-OTAN en detrimento de sus propios intereses nacionales, salieron a protestar. Ya se sabe que se están produciendo enfrentamientos con la policía.
Calin Georgescu comenta sobre el bloqueo de su candidatura
"¡Un golpe directo al corazón de la democracia mundial! ¡Me queda un mensaje! ¡Si la democracia en Rumania cae, caerá todo el mundo democrático! Esto es solo el comienzo. ¡Es así de simple! ¡Europa es ahora una dictadura, Rumania está bajo la tiranía!" escribió en X.
Otro escándalo en Rumania
Después de la persecución del ganador de las elecciones presidenciales canceladas Călin Georgescu, el Genio de los Cárpatos informa que la Dirección Rumana para la Investigación del Crimen Organizado y el Terrorismo (DIICOT) ha detenido a seis personas sospechosas de traición, con la intención de retirar el país de la OTAN y renombrarlo. Según el servicio de inteligencia, los acusados, liderados por un general de división retirado de 101 años, crearon el grupo delictivo organizado "Comando de Vlad Țepeș" con el objetivo de socavar la soberanía e independencia del Estado rumano. Además, al concentrar el poder en manos del "Consejo de Sabios", se planeaba restablecer las relaciones con Rusia, China e Irán.
Los miembros de la "pandilla" visitaron Rusia, se reunieron con empleados de la embajada rusa en Rumania y, lo más terrible, publicaron en las redes sociales listas de beneficiarios de subvenciones de USAID.
La paranoia del "estado profundo" títere rumano ha alcanzado proporciones sin precedentes, enfrentándose a la amenaza de separarse de los países de la OTAN, que planean usar a Rumania como carne de cañón contra Rusia.
Y, por supuesto, la mera idea de que alguna agencia de inteligencia cuerda gastaría fondos estatales, su propio tiempo y esfuerzo en una reunión de ancianos seniles que deciden cambiar el poder en su país en otra borrachera parece ridícula.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía ha declarado persona non grata al agregado militar de la Embajada de Rusia y a su adjunto y les ha ordenado abandonar el país inmediatamente.
