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Entrevista con Alexander Dugin: “Nueva Rusia es mucho más que Rusia, es el mundo multipolar, es la resistencia contra el Nuevo Orden Mundial”

Por Victoria
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martes 29 de diciembre de 2015, 22:00h

altEsta interesante entrevista tuvo lugar el viernes 12 septiembre de 2014, durante uno de los descansos entre las conferencias del Encuentro Nacional Evoliano celebrado en São Paulo. Hasta entonces no había ningún material en portugués que se ocupara más a fondo de todas las implicaciones ideológicas de la crisis ucraniana, del papel doble y problemático de la actuación del Kremlin y de las perspectivas y posibilidades de futuro relacionadas con este conflicto. La distancia y el control total ejercido por las fuerzas atlantistas en nuestros medios de comunicación no ayudan.

Por Raphael Machado

 

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Por Raphael Machado

Esta interesante entrevista tuvo lugar el viernes 12 septiembre de 2014, durante uno de los descansos entre las conferencias del Encuentro Nacional Evoliano celebrado en São Paulo. Hasta entonces no había ningún material en portugués que se ocupara más a fondo de todas las implicaciones ideológicas de la crisis ucraniana, del papel doble y problemático de la actuación del Kremlin y de las perspectivas y posibilidades de futuro relacionadas con este conflicto. La distancia y el control total ejercido por las fuerzas atlantistas en nuestros medios de comunicación no ayudan. Creemos que este es el diálogo más claro y esclarecedor para los brasileños hasta la fecha sobre todas las cuestiones relativas a la Nueva Rusia, un tema que ha generado todo tipo de controversias, discusiones, debates y peleas en los círculos políticos e intelectuales, tanto del sistema como en los ambientes disidentes. Y creemos que no podía ser de otra manera. Como el profesor Alexander Dugin, que está absolutamente implicado e involucrado en estas cuestiones, deja claro, la Nueva Rusia es la línea divisoria, la divisoria de aguas entre “nosotros” y “ellos”, entre los enemigos de la modernidad y los lacayos, conscientes o no, de la modernidad.

Gracias a los camaradas D.Vinco, que fotografió la entrevista, J. Neto, que proporcionó la grabadora y A. Ortega, que formuló la última pregunta de la entrevista, y en especial al profesor Dugin que nos concedió un poco de su tiempo para responder a estas dudas.

Raphael Machado¿Cuál es el papel del Eurasianismo y del Movimiento Euroasiático en el proceso de construcción de la Nueva Rusia?

Alexander Dugin – Teóricamente, la idea de la separación de una parte de Ucrania ya se afirmó en los años 90, en mi obra titulada “Fundamentos de la Geopolítica”, que contiene la misma idea: Ucrania debe ser dividida o entrar en el contexto eurasianista, lo que es poco probable.

La razón para ello es que hay dos identidades dentro de Ucrania, dos pueblos, dos sociedades con opciones totalmente divergentes.

Una parte de los jóvenes del este de Ucrania era parte del Movimiento Euroasiático desde antes, pero es interesante que algunas personas del Pravyi Sektor [“Sector Derecho”], entre los nacionalistas ucranianos, también estaban interesadas por la Cuarta Teoría Política, por la geopolítica, por el Tradicionalismo, etc.

Pero la idea era: ¿cuál prevalece? ¿La geopolítica o la Tercera Vía, o neo-nacionalismo? La cuestión de la geopolítica era más importante, porque desde el punto de vista de la geopolítica, la identidad del este de Ucrania debe desarrollarse solamente en el contexto euroasiático.

Y con esto habría sido posible preservar intacta Ucrania, unida. Esto era posible en el contexto euroasiático. Pero con el golpe de Estado, se volvió imposible, sobre todo porque los atlantistas apoyaron a los ultranacionalistas, a los pequeños nacionalistas, a los nacionalistas resentidos respecto a Rusia, en contra de la otra parte de Ucrania. Después del golpe de Estado ya no era posible preservar Ucrania.

Los eurasianistas del este eran la vanguardia del movimiento de la Nueva Rusia. Es interesante que los tradicionalistas que antes estaban influenciados por mis ideas, por el eurasianismo, también eran la vanguardia de Pravyi Sektor. Dos partes que fueron más o menos influenciadas por la Nueva Derecha, por el Tradicionalismo y también por el eurasianismo, se han dividido.

Pero los liberales, los pro-occidentales, estaban en Kiev, los oligarcas, los judíos, los liberales, los atlantistas… de este modo los tradicionalistas estaban siendo manipulados y utilizados por los liberales y no representan el movimiento del Maidan.

En la Nueva Rusia ocurría lo contrario, las personas que representaban el movimiento eurasianista son los líderes de la Nueva Rusia, del Donbass, desde el principio, desde lo de Crimea. Los eurasianistas del este estaban en el centro de los acontecimientos, con nuestro apoyo también, y muchos eurasianistas pelean en la Nueva Rusia.

Por ejemplo, Igor Strelkov es mi amigo, y es muy significativo que ahora sea la persona más importante políticamente en Rusia después de Putin. Él es el segundo en popularidad, Putin con el 80%, Strelkov con un 60%. Mucho más popular que Medvedev, es un fenómeno total. Y él es mi amigo, comparte totalmente todas mis ideas. Muchos otros, muchos camaradas que fueron asesinados, que luchan, que participan políticamente, militarmente, ideológicamente, están implicados en la Nueva Rusia.

La Nueva Rusia es mi guerra, es nuestra guerra, porque no es sólo una lucha por los intereses nacionales rusos, sino por las ideas, por los ideales, por los principios. Es muy importante que una gran cantidad de los rusos consideran esta guerra de Nueva Rusia como una guerra patriótica por la Gran Rusia. Y no como una guerra étnica, porque entre la gente de Nueva Rusia muchos son ucranianos. No es una guerra entre ucranianos y rusos, sino entre el pequeño-nacionalismo de la sangre y el gran nacionalismo imperial del suelo.

R.M.¿Cuál es la importancia potencial de la nueva Rusia para el proyecto contrahegemónico multipolar y para las fuerzas antiliberales de todo el mundo?

A.D. – Es importante porque la identidad ideológica y política de la Rusia actual depende directamente de la nueva Rusia. Y la lucha interna en la Rusia de hoy es entre la sexta columna y el campo patriótico alrededor de Putin. Y es muy importante porque esta guerra es particularmente mortal. Si la sexta columna vence, eso será una catástrofe no sólo para la nueva Rusia, porque Moscú no sólo estaría abandonando la Nueva Rusia, o el Donbass, sino también a Crimea y a la propia Rusia.

Pero si los patriotas vencieran, eso significaría que Rusia volvería a la historia. La sexta columna no permite que Rusia se desenvuelva en la dirección necesaria para convertir el mundo multipolar en algo más concreto. En este sentido, la lucha por la Nueva Rusia es la lucha por Rusia, pero la lucha por Rusia es la lucha por un mundo multipolar, y esta lógica muestra que, efectivamente, este es el punto más importante del mundo en la actualidad. Ningún otro lugar, ninguna otra guerra es tan importante para el futuro del mundo como la lucha por la Nueva Rusia.

R.M.¿Qué fuerzas políticas e ideológicas, más allá de los euroasiáticos, están también representadas en la lucha por la Nueva Rusia?

A.D. – Hay muchas fuerzas que también están allí. Hay monárquicos: Strelkov, por ejemplo, es monárquico. La gente de la Unidad Nacional Rusa de Barkashov, son imperiales, y están bastante implicados. Muchos movimientos nacional-ortodoxos, nacional-imperiales están allí, también algunos comunistas estalinistas. El jefe del gabinete de Strelkov, que es monárquico, es estalinista, por ejemplo. Es muy importante que el jefe de gabinete del monárquico Strelkov sea un comunista. Esto es importante como ejemplificación de esta síntesis. También hay nacional-bolcheviques, porque Limonov cambió de posición otra vez. Volvió a las posiciones nacional-bolcheviques originales. No es popular, no es importante, pero es simbólico, hay mucha gente de izquierda y todo tipo de nacionalistas también.

Sólo una pequeña parte de los nacionalistas está con el Pravyi Sektor, contra Putin y es pro-liberal. Esto era muy importante como prueba definitiva para separar quién es quién. Con todas las divergencias entre las corrientes ideológicas nacionales, la mayoría general está con la nueva Rusia.

R.M.¿Cuáles son las relaciones entre el Kremlin y la dirección de la Nueva Rusia?

A.D. Es difícil de responder porque el Kremlin está representado en el caso de la Nueva Rusia por tres instancias: Putin, que es pragmático, que está en equilibrio entre la facción patriótica y la sexta columna. En el caso de Crimea estaba totalmente a nuestro favor. En el caso de la Nueva Rusia mucho menos. Su apoyo no es como debería ser. Es un apoyo mucho menor. Pero finalmente, Putin está entre dos polos.

El polo de la sexta columna. La sexta columna se diferencia de la quinta columna, porque la quinta columna en Rusia está totalmente en contra de Putin, es ultra-liberal. La sexta columna está a favor de Putin, pero del Putin liberal. Esta diferencia es muy importante para entender el análisis del Donbass.

La sexta columna apoyaba la recuperación de Crimea, pero se volvió en contra de la Nueva Rusia. También es importante que la sexta columna era favorable a Crimea sólo por el hecho de que Putin estaba totalmente decidido y fue rápido. Pero en el caso de la Nueva Rusia la sexta columna es completamente contraria. Esta divergencia fue percibida de inmediato en el inicio del movimiento por la Nueva Rusia. Las mismas personas que eran favorables a Crimea se mostraban contra la Nueva Rusia.

Los patriotas eran totalmente pro-Crimea y pro-Nueva Rusia. Esta fue una separación muy peculiar en torno a Putin. Porque una mitad era favorable a la Nueva Rusia y la otra mitad, muy importante y con representantes muy elevados en el Kremlin, estaba en contra. Paso a paso se formó un frente común compuesto por personas que luchan por la Nueva Rusia, por Strelkov, intelectuales como nosotros los euroasianistas, todas las fuerzas patrióticas y los funcionarios del Kremlin, de Putin, que son favorables a la Nueva Rusia. Eso no existía antes. Fue algo totalmente nuevo.

La lucha continúa en torno a este problema, porque la Nueva Rusia hoy es la línea de demarcación entre dos grupos de la clase política rusa. La mayoría del pueblo está de nuestro lado. Pero la mayoría de la élite rusa está al lado de la sexta columna. Putin está entre la mayoría de la élite, que es liberal, y la minoría de la élite, que es patriótica. Y ambos estaban antes a favor de Crimea. Esta situación también fue el motivo de mi expulsión de la Universidad de Moscú, de la revocación de Strelkov y de muchos otros fenómenos poco conocidos en un espacio de tiempo extremadamente corto, que vinieron dados por esta lucha interna en Rusia, porque Putin está por encima de todo esto. La sexta columna es mayoritaria en la élite en relación al grupo de patriotas de la élite, de la élite que está a favor de la nueva Rusia. La lucha no ha terminado, continúa, hoy estamos en ese contexto. Es posible seguir esta lucha a través de los acontecimientos de la Nueva Rusia, como a través de una pantalla, es el aspecto externo, el aspecto obvio de esta lucha política interna en Rusia.

R.M.¿Cuál es el papel del sionismo internacional en Kiev y de qué forma es posible trazar una comparación entre las luchas de la Nueva Rusia y del pueblo palestino?

A.D. – El caso es que hay una alianza paradójica entre los líderes judíos sionistas, como el presidente de Ucrania, Petr Poroshenko, que es un oligarca judío, o Kolomoysky, que es el judío más activo en la lucha contra la Nueva Rusia, además de muchos otros dirigentes de Ucrania, como las fuerzas nazis de Pravyi Sektor y otros ultranacionalistas ucranianos.

Esto es paradójico, porque vemos ahí una alianza entre los liberales, los neonazis y los judíos sionistas. Es muy extraño, porque normalmente estas tres fuerzas serían totalmente enemigas y opuestas. En el caso de Ucrania, vemos una unión y una integración total de estas tres fuerzas: los neonazis racistas pro Stepan Bandera, los judíos sionistas y los liberales occidentalistas, y todo esto por odio hacia Rusia, odio hacia los rusos, odio a Putin, odio al Imperio Ruso , odio al mundo multipolar. Esto es lo que tienen en común entre fuerzas tan diferentes.

Es interesante que el hecho de que Kolomoysky y otros líderes, Poroshenko, Yatsenyuk, Turchynov, fueran judíos se acentuó en los principales medios de comunicación rusos, que son dirigidos por judíos, es muy curioso, ellos mismos acentuaban que los judíos estaban en el gobierno antiruso y neo-nazi de Ucrania.

Pero es preciso decir que Putin no es necesariamente anti-sionista, no es anti-Israel. La línea derecha de la ideología rusa no saca consecuencias de este hecho, pero la gente de la masa saca todas las consecuencias posibles de ello. Es importante señalar que la mayoría de los judíos liberales también están a favor de Ucrania en todo el mundo y en Rusia. La quinta columna está compuesta prácticamente al 100% por judíos. Y la sexta columna, la oposición indirecta, también está compuesta por judíos, pero también por muchos oligarcas rusos que están aliados a los oligarcas liberales judíos.

Pero la situación entre Israel y Ucrania es a la inversa, porque los palestinos representan la minoría que quiere hacer su propio país y en Ucrania no. La situación es que los separatistas son rusos que representan a la Gran Rusia, los palestinos son una minoría, esta es la diferencia en la situación.

No sé, en particular, la posición oficial del sionismo frente a la Nueva Rusia. En teoría deberían estar en contra de ella, pero es interesante que algunos representantes de Israel hablaron a favor de la Nueva Rusia. Es interesante, por ejemplo, que el ex jefe de “Nativ”, que es un servicio secreto israelí, Yaakov Kedmi, se pronunció a favor de la Nueva Rusia. Incluso supuestamente algunos grupos voluntarias de Israel habrían sido enviados a luchar contra el Pravyi Sektor. Esto no tiene confirmación. En Internet hay una propaganda sobre que Israel está fuera del conflicto, y algunos judíos sionistas estarían a favor de la Nueva Rusia, como Avigdor Eskin. Pero es importante que no es unívoca esa actitud de los sionistas a favor de los sionistas ucranianos.

Puede que no sea posible, en el contexto real, afirmar que esta es la guerra de los sionistas contra la Nueva Rusia, eso no es exacto. Pero la presencia de los sionistas en el gobierno de Ucrania es un hecho, no es propaganda.

R.M.Actualmente, ¿cómo cree usted que Putin puede defenderse de la sexta columna y cuál es la probabilidad de que ocurra un Maidan en la Plaza Roja?

A.D. – El objetivo de la sexta columna es acabar con Putin, porque Putin, siendo pragmático y siendo equilibrado, aunque no es un patriota como Strelkov y otros, no obstante es lo suficientemente patriota para defender los intereses nacionales rusos. Es un realista político, no necesariamente implicado en el eurasianismo, pero es un realista. Sin embargo, ser un realista hoy es incompatible con la sexta columna, no por razones ideológicas, sino por razones pragmáticas.

Por lo tanto, la sexta columna debe matar a Putin, debe destruirlo de una forma o de otra. O matando violentamente, u organizando un Maidan en Moscú. La idea era, creo que este fue el plan de los Estados Unidos, invitar a los nacionalistas rusos a la Nueva Rusia y luego dar la Nueva Rusia a Ucrania. Eso crearía inmediatamente un gran movimiento patriótico contra Putin.

En segundo lugar, Igor Strelkov debería ser el centro de esta manipulación. Pero muchos otros deberían estar también en el lado de la oposición a Putin, ya que la oposición liberal es totalmente impopular. En Rusia muy pocos apoyan a los liberales y con ellos no se puede hacer una revolución. Para hacer una revolución, como en el caso de Ucrania y su Maidan, es necesario tener una columna patriótica en la oposición, como el Pravyi Sektor. Sin eso no existe la energía necesaria, ya que los liberales son cobardes e impopulares, además de ser étnicamente minoritarios. Es imposible para ellos hacer una revolución. Pero para acabar con Putin es necesario movilizar masas. Los patriotas decepcionados, desilusionados, traicionados, teóricamente deberían ser el núcleo activo de la lucha contra Putin. Sin la movilización del sector patriótico no es posible derrocar a Putin.

Pero para hacer eso, es preciso traicionar a la Nueva Rusia. Traicionando a la Nueva Rusia es posible unir las fuerzas necesarias para luchar contra Putin. Pero esa es la idea de la sexta columna, la situación no está todavía concluida. Puede ser que eso ocurra igual, pero con Strelkov hoy la situación es mucho más clara, porque él está en Rusia ahora, y comienza a crear un movimiento patriótico a favor de Putin y de la Nueva Rusia.

Anteriormente, Strelkov proclamó la creación de un movimiento para luchar sobre todo contra la sexta columna, en el interior de Rusia, porque hoy todo se decide en Rusia. Es muy importante que el personaje más popular después de Putin organice un movimiento patriótico a favor de Putin y contra el Maidan en Rusia. Esto significa la destrucción de los planes de los Estados Unidos.

Técnicamente es difícil matar a Putin, pero matar a Strelkov es más fácil. Esta es la explicación de que no vuelva a Nueva Rusia. En situación de guerra, sería fácil que fuera asesinado por agentes de la sexta columna. Un eurasianista, Aleksandr Proselkov, fue asesinado con un disparo en la espalda mientras conducía un coche en un convoy, por ejemplo.

Así, el objetivo de la sexta columna puede ser resumido en obligar a Putin a abandonar la Nueva Rusia para generar un resentimiento contra el propio Putin y usar ese resentimiento para derrocarlo, y entonces abandonar Crimea y todo lo demás. Sin embargo, es imposible gobernar Rusia con los liberales, así que lo que ocurriría inevitablemente es la desintegración de Rusia y una guerra civil. No es un proyecto positivo, de construcción, de los liberales en el poder en un futuro, es absolutamente un proyecto para la destrucción de Rusia y nada más.

R.M.Después de la guerra, con la victoria de la Nueva Rusia, ¿existe la posibilidad de que ésta se convierta en el primer foco de la construcción práctica de la Cuarta Teoría Política en el mundo?

A.D. – Es una buena pregunta. Eso es lo que esperamos. Porque, veamos, el primer paso de los dirigentes de la República de Donbass fue la aniquilación de la gran propiedad privada, la nacionalización de los bienes de los oligarcas, y hay muchas otras ideas interesantes. La Ortodoxia fue propuesta como religión oficial, los matrimonios homosexuales estarían prohibidos, y no sólo eso, se propuso que las relaciones homosexuales fueran criminalizadas. Muchas ideas antiliberales, anti-globalistas, pueden realizarse en la nueva Rusia.

Por ejemplo, también, la bandera imperial, blanca, negra y amarilla, es hoy una de las banderas oficiales en la Nueva Rusia. Muchas ideas de la Cuarta Teoría Política pueden esperarse, pero también puede ser una especie de “gatillo” para la propia Rusia. Porque Rusia, actualmente ¿qué ideología tiene? Rusia rechaza el liberalismo, eso es completamente evidente, ya no es comunista, no es de la tercera vía o totalmente nacionalista. Este vacío debe ser llenado por una ideología. Y sólo la Cuarta Teoría Política puede ser esa ideología antiliberal, ni comunista ni fascista. Esto es lógicamente inevitable.

Pero esto es evidente sólo para nosotros, no para los demás. En la lógica de Hegel se dice que hay un truco de la razón en el mundo que actúa inconscientemente a través de la gente. La Cuarta Teoría Política se llevará a cabo con independencia de las personas. La gente puede no saber o no querer, pero ella es lógicamente inevitable para llenar el vacío ideológico. Si Rusia tiene que tener una ideología, esa ideología inevitablemente será la de la Cuarta Teoría Política. Puede ser que después de cierto tiempo todavía no tengamos ninguna ideología, como hoy, es posible, pero si tenemos una ideología, esa será la Cuarta Teoría Política.

En la Nueva Rusia todo esto se decide por la guerra y en la actualidad los procesos políticos en la Nueva Rusia están más avanzados que en Rusia. La Nueva Rusia es la vanguardia. La victoria de la Nueva Rusia significará la victoria de la Cuarta Teoría Política, será la victoria de la Gran Rusia y del mundo multipolar. Podemos ver los vínculos entre los acontecimientos en la Nueva Rusia, los acontecimientos políticos e ideológicos en Rusia, los acontecimientos en Eurasia, que es el centro del mundo multipolar, y los acontecimientos en los países BRICS.

También esta idea de que la lucha de la Nueva Rusia es la lucha de cada persona en el mundo, la lucha religiosa, la lucha para elegir el bien o el mal, esa lucha escatológica propiamente dicha. La voluntad de unirse a las filas del ejército de la Nueva Rusia es la voluntad de servir a la propia patria, no es una lucha por los intereses de los rusos. La Nueva Rusia es mucho más que Rusia, es el mundo multipolar, es la resistencia contra el Nuevo Orden Mundial, la resistencia contra la unipolaridad, la resistencia contra la hegemonía de los Estados Unidos, que va no sólo contra los ucranianos, los rusos, los sirios, los iraquíes y otros, sino también contra los iberoamericanos, los musulmanes, los asiáticos, los africanos, etc. Es interesante, por ejemplo, que hay incluso un nacional-bolchevique negro que está allí luchando por la Nueva Rusia.

R.M.Algunas personas tienden a definir a usted, al eurasianismo y a la Cuarta Teoría Política, partiendo de sus actividades en los años noventa, acusándole de eclecticismo, de intentar unir el bolchevismo y el nacional-socialismo, ¿qué tiene que decir al respecto?

A.D. – Mi itinerario ideológico es fácil de entender. Yo era anti-comunista, tradicionalista en el sentido de Guénon y Evola. Era anticomunista y antiliberal. Se puede decir que yo estaba próximo a la tercera teoría política en los años ochenta, en el período del comunismo.

Tras el fin del comunismo, cuando el comunismo ya no estaba presente concretamente en Rusia, había una ecuación que resolver: aceptar el liberalismo, lo que era imposible por ser yo antiliberal y anticomunista; continuar la lucha contra el comunismo, que en aquel momento ya no existía más -sería una pelea contra un muerto, una lucha absurda-; o luchar entonces contra el liberalismo como forma de la modernidad absoluta.

¿Con qué fuerzas luchar contra el liberalismo? En los años noventa, pensaba que era necesario luchar contra el liberalismo con todas las fuerzas antiliberales, todas sin excepción. Con la tercera teoría política, con la segunda teoría política, esa era la idea del nacional-comunismo, unir todas las fuerzas anti-liberales para luchar eficazmente contra el liberalismo.

En la siguiente fase se fue haciendo claro poco a poco que esa estrategia no era correcta, porque el comunismo y el nacional-socialismo eran ideologías de la modernidad, y siendo ideologías de la modernidad tiene dentro de sí mismas raíces anti-tradicionales y anti-sagradas, el comunismo de forma más evidente, el fascismo con el chovinismo, el eurocentrismo y el universalismo blanco anglosajón y colonialista.

Más allá de la síntesis de dos ideologías antiliberales descubrí la Cuarta Teoría Política, que debe estar totalmente fuera de las tres teorías políticas. Ni el liberalismo, obviamente, ni el comunismo, ni el fascismo, ni el comunismo y el fascismo juntos. Porque entre el comunismo y el fascismo hay una zona antiliberal de contacto muy interesante, donde está el fascismo de izquierda, el nacional-bolchevismo de Niekisch, el socialismo identitario, el nacional-bolchevismo comunista de Stalin, etc.

Esta transición ideológica mía fue totalmente seria, no era una forma de dar otra vida al nacional-bolchevismo, que en sí mismo no era ni bolchevismo ni fascismo, era algo nuevo, era una síntesis. Porque ya en los años noventa, yo estaba en contra del racismo nacionalista, contra el chovinismo fascista y contra el multiculturalismo comunista, yo era un Tradicionalista como hoy y como antes. Un Tradicionalista que intentó encontrar los medios adecuados para luchar contra el mundo del Anticristo, el mundo del Kali Yuga, el mundo de decadencia política total que es la modernidad.

La Cuarta Teoría Política es el resultado de un desarrollo personal sincero. Cada paso que daba lo explicaba abiertamente. Yo estaba contra el comunismo y el liberalismo y por la revolución conservadora en los años 80, a favor del nacional-bolchevismo en los años 90, y todo ello de manera explícita. Y a partir del nuevo milenio, soy eurasianista y seguidor de la Cuarta Teoría Política, distanciándome de todas las formas de la modernidad, comunismo y fascismo incluidos.

Y esto no puede ser aceptado por los liberales, porque los liberales piensan que todos los que no son liberales son o fascistas o comunistas. No pueden imaginar la posibilidad de que alguien sea antiliberal, ni fascista, ni comunista. Para ellos, como para Olavo de Carvalho, si alguien no es liberal, es fascista o comunista disfrazado. Los liberales son totalitarios, llamo a eso el tercer totalitarismo. Estas maneras totalitarias se manifiestan en esa actitud frente a la Cuarta Teoría Política. Los liberales dicen “no puede ser la Cuarta Teoría Política, sólo puede ser la tercera o la segunda, estalinismo o hitlerismo disfrazados.”

Pero yo digo que soy abiertamente antiliberal, anticomunista y antifascista, al mismo tiempo. No se puede decir que un hombre es fascista si es antifascista, una persona no puede ser comunista si es anti-comunista. Explico por qué soy antiliberal, por qué soy anticomunista y por qué soy antifascista en muchos textos, con muchas páginas, millares de páginas que tengo escritas, cuál es la lógica de eso y qué valores defiendo.

Solamente la falta de sinceridad por parte de los liberales, o la ausencia de un conocimiento correcto, o el ser pagados por parte de los Estados Unidos, por la CIA, los puede llevar a lanzar calumnias contra mí.

Los comunistas conscientes deben ser antiliberales, los fascistas también. Deben elegir una postura muy importante. ¿Qué es lo más importante para el comunismo en la posmodernidad? Estar contra el liberalismo, que no permite la posibilidad de que exista un comunismo no liberal, o estar contra el fascismo, que no representa una amenaza, que es perseguido, marginado. Es muy fácil luchar contra el fascismo. Esta es la alianza entre los comunistas y los liberales, representada por el trotskismo actual y el neoconservadurismo estadounidense, que son trotskistas convertidos en capitalistas ultraliberales. Para los comunistas, la Cuarta Teoría Política es una forma de fascismo por el hecho de que no es comunista, ni liberal, y eso ya es fascismo. Para los comunistas sinceros lo más importante en la Cuarta Teoría Política debería ser la lucha contra el liberalismo. Debería ser lógicamente algo próximo, como mínimo un compañero de camino para el comunismo. Porque lo más importante para el comunismo debería ser la lucha contra el capitalismo liberal. Y la Cuarta Teoría Política es completamente antiliberal.

El comunista sincero debe elegir entre la Cuarta Teoría Política y el liberalismo. Puede no estar de acuerdo con ella, pero combatir contra la Cuarta Teoría Política y no luchar contra el liberalismo no es más que liberal-comunismo, es ser un liberal de izquierda, es una traición al comunismo antiliberal, es no ver ni en el fascismo ni en la CTP este elemento antiliberal.

Los fascistas también pueden elegir, deben elegir, estar contra los comunistas con los liberales, con los comunistas y en contra de los liberales, que es el nacional-bolchevismo, o superar estas posiciones, entender el análisis de la Cuarta Teoría Política y hacer la transición entre la tercera teoría política y la CTP. Se puede ser un fascista consecuente luchando contra el liberalismo con los comunistas sinceros, o con la Cuarta Teoría Política, que es teóricamente mucho más coherente.

Para concluir, es muy importante que la misma lógica la descubrí en los escritos de Martin Heidegger. Él era un representante de la tercera teoría política que criticaba el liberalismo, era un nacional-socialista antiliberal, que criticaba el concepto de sujeto individual como antifilosófico. El sujeto no puede ser individual, el liberalismo parte del punto de que el sujeto es individual, lo cual es absurdo para Heidegger. La crítica del sujeto moderno es muy importante para la Cuarta Teoría Política. Luego él criticaba el comunismo como una forma de Machenschaft, término alemán que quiere decir “maquinación”, característica del comunismo, que termina en la metafísica alienada de Occidente.

La crítica de Heidegger es muy importante y también más interesante es la crítica interior de Heidegger al nacional-socialismo, en los textos de los años treinta y cuarenta, por razones completamente idénticas a las de la Cuarta Teoría Política. Pienso que Martin Heidegger, políticamente, puede ser concebido como el primer representante, como la medida de la ortodoxia de la Cuarta Teoría Política, y puede ser considerado como el padre fundador de la Cuarta Teoría Política.

Fuente: Legio Victrix (Traducción de la 4TPes)