geoestrategia.eu

La tecnología que usan los hombres: o cambias o "¡viva el hombre de las cavernas!"

Por Elespiadigital
x
infoelespiadigitales/4/4/19
miércoles 19 de abril de 2023, 20:00h

La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), es una tecnología informática que revoluciona la forma en que los humanos interactúan con las máquinas y las máquinas entre sí. Gracias a la inteligencia artificial es posible (al menos este es el objetivo final) hacer que las máquinas sean capaces de realizar acciones complejas y “razonar”, aprender de los errores y realizar funciones hasta ahora exclusivas de la inteligencia humana.

Matteo Castagna

Matteo Castagna

 

La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), es una tecnología informática que revoluciona la forma en que los humanos interactúan con las máquinas y las máquinas entre sí. Gracias a la inteligencia artificial es posible (al menos este es el objetivo final) hacer que las máquinas sean capaces de realizar acciones complejas y “razonar”, aprender de los errores y realizar funciones hasta ahora exclusivas de la inteligencia humana.

Hoy en Italia y en todo el mundo, la inteligencia artificial se utiliza en empresas y más allá, para llevar a cabo tareas que llevarían mucho tiempo a los humanos. A menudo, cuando las personas hablan o escriben sobre inteligencia artificial, uno de los componentes se denomina aprendizaje automático. Para lidiar con la IA se requieren componentes de hardware y software especializados para escribir y entrenar algoritmos de aprendizaje automático. Los lenguajes de programación, por otro lado, no son sinónimos de inteligencia artificial, pero están involucrados en la construcción de sistemas informáticos y están muy extendidos, como Python, R y Java. La programación de IA requiere tres habilidades cognitivas: aprendizaje, razonamiento y autocorrección.

La Inteligencia Artificial se está volviendo cada vez más decisiva en la vida de la sociedad del siglo XXI. Y esto es un hecho. Al mismo tiempo, ¿provoca problemas éticos? ¿Hasta dónde puede llegar la tecnología? ¿Tenemos que hacernos a la idea de vivir con máquinas sensibles? ¿Se puede confiar en la Inteligencia Artificial?

En el siglo XXI estas serán las preguntas que deberíamos hacernos, en una sociedad donde el poder está preparando el terreno para este nuevo modelo de vida. Un potente algoritmo de Inteligencia Artificial es capaz de emular las capacidades cognitivas humanas de forma auténtica, casi imperceptible. Llegados a este punto, la pregunta del siglo podría ser: ¿se puede confiar en la Inteligencia Artificial?

Hay implicaciones notables que conciernen a los sistemas sociales, económicos y políticos ya las personas que forman parte de ellos, tales como el respeto a los derechos humanos fundamentales en cuanto a la libertad, tanto individual como colectiva, la igualdad y las relaciones interpersonales; salvaguardar el bienestar emocional y profesional de los trabajadores de acuerdo con el desarrollo de algoritmos cada vez más eficaces, incluso para tareas complejas; la moralidad declinó a nivel religioso, por ejemplo católico; la personalidad subjetiva, que, en este punto, iguala a todas las IA.

La centralidad de la cuestión ética en el uso de la Inteligencia Artificial es, pues, palpable desde varios puntos de vista. La Agencia ANSA informa, el día 17 de enero de 2023, el comentario del músico y compositor, Nick Cave,  quien, luego de escuchar una canción compuesta por una Inteligencia Artificial, expresó  “Una schifezza” y “una burla grotesca de lo que significa ser humano”.

Los de Sperling & Kupfer han editado un libro muy interesante de Francesco Borgonovo, titulado “ ¡Parad las máquinas! Cómo nos están robando el trabajo, la salud y hasta el alma ”

El autor indaga en el lado oscuro de la revolución digital, con las consecuencias en el mundo laboral, en materia de salud, en la sociedad y explica las razones para empezar a dudar de un sistema que está convirtiendo el mundo en un paraíso para los robots y una pesadilla para los humanos.

Por eso, esta frase que extraemos del prefacio de Mario Giordano impacta y nos hace reflexionar: “Detener la máquina no es un acto ludita. Es un acto que devuelve al hombre a su verdadera naturaleza, que ciertamente no será perfecta, pero no puede reducirse a una cadena matemática manejada por una computadora. Ya puedo escuchar las voces críticas: ¿quieres volver a la caverna? No me gustaría vivir en un mundo sin tecnología, de la que soy, además, un abundante consumidor. Pero tengo la impresión de que, ahora, la relación se está invirtiendo: ya no son los hombres los que usan la tecnología, sino que es la tecnología la que usa a los humanos. Así que cambiemos de dirección y demos vuelta la mesa. O mejor las cavernas”.

¡Sí, o cambiamos, o vítores para los cavernícolas!