MOSCÚ (Sputnik) — Violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes estallaron en Dublín a última hora del jueves después de que un norteafricano atacara con arma blanca cerca de una escuela femenina en el centro de la capital irlandesa, informó el periódico 'The Irish Independent'.
"Se produjeron escenas violentas en el centro de Dublín después de que tres niños y una mujer fueran atacados cerca de una escuela", comunicó el medio.
La policía se dedicó a reprimir a los manifestantes, en su mayoría de los barrios obreros de la capital.
Los
manifestantes cargaron contra el cordón policial que rodeaba el lugar del ataque y prendieron fuego a un coche patrulla. "Tenemos una facción de hooligans completamente lunáticos movidos por una ideología de extrema derecha", declaró el comisario de policía Drew Harris, según el periódico.
Unas horas antes, un argelino de 50 años acuchilló a una familia de cinco miembros y ahora se encuentra detenido. Madre e hija sufrieron laceraciones y se encuentran en estado grave. Muchos irlandeses de “extrema derecha” están hartos de las políticas de inmigración del gobierno y han salido a las calles para vengar el apuñalamiento, informa Skynews.
Imágenes de los enfrentamientos:
En Dublín, Irlanda, se prendió fuego al hotel Holiday Inn Express, que se rumoreaba que albergaba a inmigrantes.
La información más reciente es que el atacante es norteafricano, pero no es un refugiado ni un solicitante de asilo.
Es ciudadano irlandés y vive en Irlanda desde hace 20 años. Hay una orden que le impide ver a sus hijos, una de las niñas a las que atacó es su propia hija. Luego se apuñaló. Otros niños y un profesor también resultaron heridos. El atacante fue desarmado por un repartidor de comida brasileño (o sea un extranjero desarmó al atacante)
El partido que boicoteó el discurso de Zelensky gana las elecciones en Países Bajos
El Partido por la Libertad (PVV), de corte nacionalista y de ultraderecha, ganó las elecciones parlamentarias de Países Bajos, obteniendo un 23% de los votos y 35 escaños, 10 más que su rival más cercano y el doble de lo que obtuvo en los pasados comicios electorales.
El líder del PVV, Geert Wilders, propuso expulsar a los inmigrantes indocumentados, prohibir las mezquitas y las escuelas islámicas y vetar el velo islámico en los edificios gubernamentales.
También se negó a enviar más dinero y equipo militar a Ucrania, como los F-16, y boicoteó un discurso de Vladímir Zelensky en el Parlamento neerlandés: “Mientras nuestras Fuerzas Armadas ya ni siquiera son capaces de defender su propio territorio, enviamos nuestro escaso equipamiento a Ucrania".
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, logra así el dudoso honor de que su formación, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), no sea el más votado por primera vez desde 2010.
Los comicios electorales no debían celebrarse hasta 2025, pero Rutte, dimitió al no obtener un acuerdo con la coalición gobernante sobre el manejo de la migración.
Rutte se une así a la larga lista de líderes de países que apoyaron las sanciones contra Rusia y han terminado fuera su cargo, sea perdiendo las elecciones o dimitiendo: el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins), la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, el primer ministro de Italia, Mario Draghi, la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas (temporalmente), la primera ministra de Moldavia, Natalia Gavrilita, y los primeros ministros del Reino Unido Boris Johnson y Liz Truss.
El triunfo de Geert Wilders en los Países Bajos: euroescepticismo y la tendencia anti-Kiev en la UE
La contundente victoria del referente del Partido por la Libertad, considerado un "outsider" de la política holandesa, ratifica el buen momento de los dirigentes euroescépticos y contrarios a seguir armando a Ucrania.
Wilders, un diputado de 60 años que hizo campaña reclamando el fin de las ayudas a Kiev, criticando las políticas de migración de la Unión Europea y proponiendo un referendo para que el país se vaya del bloque regional, fue el sorpresivo ganador de las elecciones generales realizadas en los Países Bajos el pasado miércoles 22 de noviembre.
Su formación, el Partido por la Libertad (PVV) resultó la más votada de los comicios, obteniendo 37 escaños, unos 12 más que la alianza socialdemócrata y ecologista (GroenLinks-PvdA), que todas las encuestas previas indicaban que sería el triunfador de la jornada.
De esta manera, Wilders es ahora el favorito para encabezar el nuevo gobierno, que podría nacer de una coalición de partidos liberales, de centro-derecha y nacionalistas que también ocupan escaños en el muy fragmentado parlamento holandés.
"Ningún partido puede ignorarnos por más tiempo después de que obtuvimos 35* escaños", dijo Wilders durante su discurso tras conocerse los resultados electorales de la quinta economía más grande de la UE.
*(Esa previsión ha aumentado desde entonces a 37 escaños, lo que sitúa al PVV muy por delante de sus principales rivales, que obtuvieron 25 y 23 escaños, respectivamente).
Y añadió: "La esperanza del pueblo holandés es recuperar su país".
El tono de sus palabras coincidía con lo que ha sido históricamente el posicionamiento del dirigente con respecto a algunos de los temas más calientes de la agenda política holandesa, como lo son la migración, que Wilders prometió "regular" aunque "sin hacer distingos de credo u origen", y la necesidad de bajar el alto costo de vida y "poner a los holandeses primero", evocando el mantra de America First ("Estados Unidos primero") del expresidente y actual favorito para la nominación republicana, Donald Trump.
"Una línea del incendiario discurso de Geert Wilders a los votantes holandeses perseguirá a Bruselas más que ninguna otra: un referendo sobre la salida de la UE. Siete años después de que los británicos votaran a favor del Brexit, la llamada votación Nexit era uno de los pilares de la oferta del líder en los Países Bajos [...] no hay indicios de que quiera suavizar su euroescepticismo tras su sorprendente victoria electoral", escribe Politico.
"Incluso si no se convence a los votantes holandeses para que sigan a los británicos fuera de la UE —las encuestas sugieren que es poco probable—, todo indica que un gobierno dirigido por Wilders seguirá siendo una pesadilla para Bruselas", señala el medio. "Un asiento para Wilders en la mesa de la cumbre de la UE transformaría la dinámica [...] De repente, políticas que van desde la acción climática hasta la reforma de la UE y las armas para Ucrania serán objeto de debate, e incluso de revocación", reitera el medio.
El triunfo del diputado holandés ratifica además la popularidad electoral en la Unión Europea de los candidatos que se oponen a la adopción de políticas decididas en Bruselas, especialmente en relación con cuestiones migratorias y de política climática, como también en términos de brindar apoyo a Kiev y cortar lazos con Rusia.
Apenas en septiembre, el ex primer ministro de Eslovaquía, Robert Fico, regresó al poder tras una sorpresiva victoria electoral apoyada en un discurso muy duro contra la corrupción de Kiev (a finales de octubre anunció que el país dejaría de enviarle armas a Volodímir Zelenski) y prometiendo un mayor gasto social.
En un mismo sentido, la primer ministro Georgia Meloni ganó las elecciones del año pasado en Italia con la promesa de abordar el aumento de migrantes que llegan a las costas del país europeo y endurecer el control para evitar tragedias como el "naufragio de Lampedusa", cuando un barco de migrantes provenientes de África se hundió, dejando casi 370 víctimas mortales.
Además, formaciones como Alternativa para Alemania, o Agrupación Nacional (Francia), comandado por la diputada Marine Le Pen, han hecho grandes avances parlamentarios en los últimos dos años, y según todas las encuestas podrían sorprender en los comicios parlamentarios de sus países el año próximo.
Al otro lado del Atlántico también ha llegado la ola antiucraniana que domina la política electoral europea. Según una encuesta publicada en agosto pasado por la cadena CNN, un 55% de los estadounidenses se niega a seguir financiando la escalada bélica de Kiev, mientras se han estancado en el Congreso los nuevos pedidos de fondos destinados para Kiev del presidente Joe Biden debido a la oposición de la bancada republicana.
Los legisladores opositores argumentan que ese dinero debe utilizarse para abordar la crisis fronteriza con México o luchar contra la epidemia de fentalino en el país, que ha provocado muertes récord en lo que va del 2023.
"Punto de inflexión": se paraliza el gasto público en Alemania al quedarse sin fondos
El Tribunal Constitucional alemán prohibió al Gobierno pedir nuevos préstamos: se trata de 260.000 millones de euros y, como resultado, de la auténtica quiebra de Alemania, que ya no podrá compensar las pérdidas de la "fuga" del gas ruso. Ahora Berlín tiene que congelar el gasto público, lo que supone un nuevo fracaso para Europa, señalan medios.
De acuerdo con el periódico alemán Die Welt, los 200.000 millones de euros del Fondo de Estabilización Económica, junto a los 60.000 millones de euros del presupuesto del fondo climático, con los que contaba el vicecanciller Robert Habeck, no podrán utilizarse, ya que eso contraviene la Constitución alemana, y el Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto.
El medio advierte de que esto pone a los alemanes en una situación en la que el freno del Gobierno a los precios de la energía "está llegando a su fin", mientras que el propio Habeck, ya está preparando de antemano a los ciudadanos para el hecho de que "subirán los precios de la electricidad y posiblemente también los del gas".
A su vez, la copresidenta del gobernante Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Saskia Esken, ya se ha pronunciado en repetidas ocasiones a favor de desobedecer la sentencia del Tribunal Constitucional y acumular nuevas deudas en 2023 y en 2024. Sin embargo, para ello sería necesario volver a declarar el estado de emergencia, explica Die Welt.
De este modo, sigue sin estar claro si el presupuesto alemán para 2024 podrá acordarse y aprobarse en noviembre, como había previsto el Gobierno de la coalición. Los partidos del bloque opositor han dejado claro que se opondrán a ello,
informa el diario alemán.
Según The Wall Street Journal (WSJ), esas circunstancias impedirán a Scholz reconstruir una economía que está perdiendo competitividad y complicará los planes de reconstrucción y rearme. Además, la medida "está perturbando la labor de reconstrucción de Europa y frustrando los esfuerzos por reforzar su defensa y reducir las emisiones de carbono".
"La sentencia del tribunal ampliará sin duda la brecha de crecimiento económico entre Europa, cuya economía lleva estancada más de un año, y EEUU", subraya el medio estadounidense.
La mayor economía de Europa
se contrae 14 veces más de lo previsto a medida que la subida de los precios de la energía y las tensiones comerciales ponen en jaque su modelo empresarial orientado a la exportación. Además, el envejecimiento de la población y la disminución prevista de la mano de obra "limitarán sin duda" el potencial de crecimiento, precisa el periódico.
"La decisión adoptada tendrá un impacto colosal en las prácticas de gestión del Estado", declaró el ministro de Finanzas, Christian Lindner, citado por WSJ.
Desde el inicio de la operación especial de Rusia en Ucrania, Alemania ha aumentado fuertemente el gasto para apoyar a Kiev y reducir su dependencia del gas y el petróleo rusos. También prometió financiar la transición a una economía de emisiones cero, y amplió "su ya generoso sistema de seguridad social" para no perder el apoyo de los votantes. Pero ahora "todos estos proyectos están en peligro",
concluye el medio.
Alemania vive una crisis económica al subirse Berlín al carro de las sanciones antirrusas de Estados Unidos y aislarse de las importaciones económicas de energía rusa. Mientras que la economía del país
logró resistir el consiguiente embate económico, los mismos países que introdujeron estas sanciones han experimentado un drástico aumento de los precios de los combustibles y la energía, obligando a sus propios ciudadanos a pagar literalmente por las decisiones de sus líderes.