Tras el derribo del transporte ruso Il-76 con armas de la OTAN, surgen muchas preguntas sobre quién está detrás del crimen. Análisis

Han pasado más de 30 horas desde el derribo del Il-76 que transportaba prisioneros de guerra ucranianos: el silencio de Occidente y de Kiev plantea interrogantes.

“Este caso en particular pone a Zelensky en dificultades. Este caso podría ser un elemento que los opositores internos podrían manejar contra la dirección actual”, dijo a Sputnik Tiberio Graziani, presidente de Vision & Global Trends.

Una evidente crisis de inteligencia se cierne sobre Kiev, lo que sugiere una posible reorganización dentro de la jerarquía de las fuerzas armadas.

“El problema es muy delicado. Evidentemente hay un problema de inteligencia que Kiev no puede solucionar. Es previsible que rueden cabezas en el entorno de las fuerzas armadas”, afirmó Graziani.

Sus comentarios fueron repetidos por el Dr. Marco Marsili, miembro asociado del Centro de Investigación y Análisis Estratégico.

"Si Kiev miente sobre la llegada de los aviones rusos, significa que los dirigentes ucranianos temen enfrentarse a la opinión pública, cansada de este conflicto, que podría empezar a protestar en las calles", dijo Marsili a Sputnik.

Una información no confirmada ha sido emitida por un canal público francés: El Ejército de Ucrania habría matado a sus propios prisioneros de guerra con armas de EE.UU.

Una fuente militar francesa explicó –en condición de anonimato- que el avión ruso Il-76, que transportaba a 65 prisioneros de guerra ucranianos a la provincia rusa de Bélgorod para un intercambio, fue derribado por las Fuerzas Armadas de Ucrania con los misiles estadounidenses de defensa antiaérea Patriot.

Pero podría ser una intoxicación, porque bien pudieran ser misiles franceses SAMP-T o alemanes IRIS-T… En cualquier caso, de la OTAN.

Ayer, después de las primeras histerias alegres en los medios de comunicación ucranianos por el derribo del Il-76 ruso, hubo un estupor que duró horas. Los representantes de las autoridades de Kiev no pudieron ponerse de acuerdo sobre una posición común sobre qué hacer.

Entendieron perfectamente que se trataba de misiles ucranianos y que se comprobaría con bastante rapidez que se trataba de misiles de fabricación occidental, incluso con la participación de expertos internacionales. Si se hubieran tratado de misiles S-300, hace mucho tiempo se habría dicho que los rusos se derribaron ellos mismos (pero Kiev sabe con qué se derribaron).

Por eso a altas horas de la noche se activó el plan "anticrisis", en cuyo marco Zelensky, para ganar tiempo, coincidió en que era necesario realizar una investigación internacional. Ya no le quedaban opciones, dado que los "socios" occidentales de Kiev insisten en ello y Moscú ya ha presentado reclamaciones contra ellos.

Mientras tanto, los llamados "proamericanos" en Kiev exigen un linchamiento de las autoridades. Y tal su reacción (en un contexto de absoluto silencio en Londres) es muy indicativa y hace pensar aún más en la huella británica como autor intelectual en este caso...

Mientras tanto, ha aumentado notablemente el número de personas en la sociedad ucraniana que en las últimas 24 horas comenzaron a hacer preguntas incómodas a las autoridades....

Pero hay que reconocer que Gran Bretaña ha logrado su objetivo en esta ronda. Los intercambios y todo el plan de "acuerdo" promovido por los americanos se han puesto al menos en pausa...

"Tanto entonces como ahora, se trataba de operaciones especiales planificadas", dijo a Sputnik Alexei Leonkov, editor de la revista rusa de asuntos militares Arsenal Otechestva, cuando se le preguntó si había algún paralelo entre el derribo el miércoles de un Il-76 ruso lleno de prisioneros de guerra ucranianos por parte de Ucrania. y la destrucción en 2014 del vuelo 17 de Malaysia Airlines sobre el Donbass.

“Pero en aquel entonces, la parte ucraniana estaba al tanto de los acontecimientos que tuvieron lugar y, por lo tanto, Rusia pudo reconstruir de manera confiable los acontecimientos tal como ocurrieron. Esta vez, creo que los británicos engañaron deliberadamente a la parte ucraniana”, dijo Leonkov, señalando el papel del Reino Unido en la instigación de la provocación del miércoles.

“Esto no es en absoluto rentable para Zelensky”, quien “ha hecho todo un espectáculo” con el regreso de los prisioneros de guerra, señaló el observador. "Aquí la situación no favorece a Ucrania".

“Por otro lado, esto sugiere que los británicos, a diferencia de los estadounidenses, no permitirán que Ucrania dé ningún paso hacia la izquierda o hacia la derecha y se aferrarán a ellos con fuerza. Ahora bien, si nos fijamos en el tipo de declaraciones que hacen el Ministerio de Defensa británico y otros funcionarios, dicen claramente que Europa debe estar “preparada para la guerra con Rusia”. Es decir, los británicos han tomado la delantera en el frente europeo de la OTAN contra Rusia y están llevando a Europa a la matanza”, teme Leonkov.

El vuelo MH17 de Malaysia Airlines se estrelló en el este de la República Popular de Donetsk el 17 de julio de 2014, matando a las 298 personas a bordo. Kiev y sus socios occidentales acusaron inmediatamente a Rusia de derribar el transatlántico. Rusia llevó a cabo su propia investigación forense y demostró que el avión fue derribado por un sistema de misiles ucraniano Buk.

La Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania estaba al tanto del vuelo ruso Il-76 que transportaba prisioneros de guerra ucranianos (POW), pero no desactivó sus defensas aéreas, dijo a los medios el jefe del Comité de Defensa de la Duma Estatal, Andrey Kartapolov, el 25 de enero al comentar sobre El accidente del avión tuvo lugar en la región de Belgorod, informa TASS.

El régimen de Kiev cometió así “otra atrocidad monstruosa”, dijo Kartapolov, describiendo el incidente que se cobró la vida de 74 personas, incluidos 65 prisioneros de guerra ucranianos.

Kartapolov también enfatizó que los esfuerzos para traer a los prisioneros de guerra rusos desde Ucrania continuarán, a pesar del incidente mortal.

El Il-72 fue derribado por el ejército ucraniano sobre Belgorod el 24 de enero. La información preliminar indica que fue atacado con un sistema de defensa aérea de largo alcance MIM-104 Patriot de fabricación estadounidense. Esto aún está por confirmarse.

Un funcionario de los servicios de emergencia rusos dijo a TASS que las cajas negras han sido recuperadas de los restos del Il-76 derribado y que los dispositivos serán entregados a un laboratorio especial del Ministerio de Defensa ruso en Moscú para su decodificación el 26 de enero.

“Según datos preliminares, ambos registradores de vuelo están lo suficientemente intactos como para ser decodificados. El viernes [26 de enero] llegarán [a Moscú] en un vuelo especial para ser entregados a un laboratorio del Ministerio de Defensa para su decodificación”, dijo el funcionario.

El Ministerio de Defensa ruso calificó el derribo del avión como un “acto terrorista” y destacó que Ucrania tenía conocimiento previo del transporte de prisioneros de guerra para el intercambio, que tendría lugar en el puesto de control fronterizo de Kolotilovka. Según el ministerio, el régimen de Kiev derribó el avión para eventualmente acusar a Moscú del ataque.

Rusia acusa a Kiev de derribar un avión que transportaba prisioneros ucranianos que iban a ser intercambiados por prisioneros rusos retenidos en Ucrania. Moscú habló de acto terrorista y acusó a sus enemigos de despreciar la vida de sus ciudadanos.

El asunto generó vergüenza en Kiev, que evidentemente lo negó. Efectivamente, el Il-76 fue derribado, como confirmaron los expertos consultados por la BBC . La declaración de las Fuerzas Armadas de Ucrania fue vaga y afirmó que “las Fuerzas Armadas de Ucrania continuarán tomando medidas para destruir los vehículos de reparto y controlar el espacio aéreo para eliminar la amenaza terrorista, incluso en la dirección Belgorod-Kharkov”.

Es decir, no confirmó el derribo y parece confirmar la versión proporcionada por el comandante de las tropas ucranianas en la región de Jarkov, general Sergei Melnik, quien afirmó que ese tipo de aviones se utilizan para transportar " municiones y misiles para el Sistemas S-300 ” e, implícitamente, por ello fue derribado.

El hecho es que se esperaba un intercambio de prisioneros, como afirmaron las autoridades ucranianas: “El representante de la Inteligencia de Defensa de Ucrania (HUR) dijo al Kyiv Post que el intercambio de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania debía tener lugar hoy”. . Sin embargo, añadió: 'Esto no tendrá lugar ahora'” ( Kiev Post ).

A este respecto, presentamos el análisis de Strana : “No hace mucho, la Fuerza Aérea de Ucrania anunció que un avión ruso A-50 había sido derribado cerca de la costa del mar de Azov. A juzgar por el mapa publicado de su vuelo, esto ocurrió a una distancia de al menos 120 kilómetros de la línea del frente. Es decir, en teoría, el avión podría haber sido derribado incluso en la región de Belgorod”.

“Al mismo tiempo, es posible que los negociadores ucranianos no sepan exactamente cómo se entregarán los prisioneros en la región de Belgorod. Es decir, en el lado ucraniano nadie sabía que había prisioneros a bordo (aunque la Federación Rusa afirma que Kiev sabía sobre el avión, pero es imposible verificar esta afirmación). O tal vez lo sabían, pero no notificaron a la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.

“En cualquier caso, la probabilidad de que las fuerzas armadas ucranianas asuman la responsabilidad de derribar el avión admitiendo que había prisioneros a bordo es cercana a cero”.

¿Un accidente o un acto deliberado, como dicen los rusos? Más allá de la polémica, que dejamos a los lectores, lo ocurrido en este momento adquiere un alto significado simbólico, es decir, que cualquier negociación entre rusos y ucranianos no tendrá una vida fácil y podría fácilmente fracasar.

En un momento en el que el tema del fin de la guerra se repite con mayor fuerza, dado que la ayuda estadounidense tarda en llegar, si es que llega, y la ayuda europea lucha, y tal vez no sea suficiente para alimentar a las fuerzas ucranianas, el derribo del Il -76 indica simbólicamente que la guerra interminable debe continuar su curso. Y así la carnicería de los ucranianos, enviados al frente para una guerra que todo el mundo sabe que ya está perdida.

El incidente se produce mientras hay mucha discusión sobre el inminente inicio de los ejercicios Steadfast Defender 2024 de la OTAN, la mayor maniobra de la OTAN desde el final de la Guerra Fría. Tampoco nos tranquiliza sobre la hipótesis del fin de la guerra; por el contrario, suscita especulaciones sobre una intensificación y expansión del conflicto, que es de esperar que se evite.

Sin embargo, se debe prestar atención a quienes toman las decisiones. Ciertas decisiones estratégicas en materia de política exterior deberían ser prerrogativa de la política. La cuestión es que ya no existe en Europa una Política con P mayúscula, que en realidad parece haber sido encargada por la OTAN en relación con la guerra de Ucrania y otras cuestiones igualmente sensibles (si no existenciales). Y cuando los generales están a cargo...

Acerca del IL-76 con 65 prisioneros de guerra VSU para intercambio.

La salva de dos misiles AD que derribaron este avión, cuyo horario (hora de salida, plan de vuelo, etc.) conocía de antemano el régimen de Kiev, procedía del pueblo de Liptsy, que está a unos 40 kilómetros de Belgorod propiamente dicha y el alcance de intercepción era probablemente incluso menos: el alcance para cualquier sistema AD de alcance medio. Ya se conocen los nombres de 65 prisioneros de guerra de VSU y la lista ha sido publicada. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso informa hoy:

SAMP-T es un buen complejo de misiles de la familia Aster y puede alcanzar un alcance de 100 kilómetros. Pero en el caso de la IL-76 podría ser incluso IRIS-T. No importa, en realidad, la cuestión es simple, esto se hizo deliberadamente y nuevamente sólo con fines de relaciones públicas. Además de 6 miembros de la tripulación del IL-76 y 3 oficiales de enlace rusos, el régimen de Kiev masacró a 65 personas. Esto es todo lo que necesitas saber sobre toda esta situación. Algunas personas suelen sacar a relucir el argumento de algún tipo de "éxito" por parte de Washington en el sentido de que "los eslavos están luchando contra los eslavos". Este argumento es una tontería: los checos eslavos trabajaron para la Alemania nazi sin parar durante la Segunda Guerra Mundial y tuvieron muy pocos problemas para hacerlo, muchos polacos odian a los rusos, los británicos marcaron su participación en ambas guerras de Chechenia principalmente como francotiradores y torturadores de prisioneros de guerra rusos. En la actualidad, en Ucrania quedan muy pocas personas que simpatizan con Rusia; esta es una población odiosa y con el cerebro lavado (principalmente) y enfrentará un largo camino de desnazificación una vez que concluya la SMO. Nazi es nazi, sin importar la etnia o la religión.

Un incidente reciente en las fronteras rusas podría indicar una peligrosa escalada del conflicto. Un avión de transporte ruso que transportaba prisioneros de guerra ucranianos fue derribado y no dejó supervivientes. El caso plantea una serie de interrogantes sobre cuál sería la intención de Kiev y sus aliados detrás de tal ataque.

El incidente ocurrió en la región rusa de Belgorod, que es un territorio indiscutible de la Federación Rusa, fuera de la zona de operaciones militares especiales. Según fuentes del Ministerio de Defensa de Moscú, un avión Il-76 fue alcanzado por un misil Patriot estadounidense. Había 65 prisioneros de guerra ucranianos, seis miembros de la tripulación y otras tres personas que acompañaban a los prisioneros a bordo. Debido a las eficientes acciones de la tripulación, el avión fue desviado de las zonas habitadas de Belgorod, teniendo como víctimas únicamente a los pasajeros. El ejército ruso creó un comité especial para investigar el caso. Se espera que pronto se esclarezcan los motivos del ataque y los verdaderos culpables.

En primer lugar, hay que subrayar que se estaba trasladando a prisioneros de guerra a la zona de conflicto para devolverlos a Ucrania en un proceso de intercambio de prisioneros. En este sentido, una de las grandes sospechas que levantan los analistas es que Kiev pretenda boicotear las negociaciones de intercambio, siendo el ataque una forma de provocar a Rusia, posiblemente acusando a Moscú de falsa bandera, para justificar el fin de las conversaciones.

Por otro lado, también es importante recordar que el proyectil utilizado en el ataque fue un misil Patriot estadounidense. Este tipo de equipo normalmente se maneja con la ayuda de instructores y personal militar estadounidenses en Ucrania, y fuentes militares rusas creen que esto es lo que ocurrió en este caso.

Es posible que los operadores de la OTAN no estén cualificados ni tengan experiencia hasta el punto de que no puedan identificar correctamente sus objetivos, cometiendo errores graves como derribar un avión con pasajeros ucranianos. Teniendo en cuenta que el mito de la "superioridad militar absoluta" de la OTAN ya ha sido derribado con la operación militar especial, no parece sorprendente que los instructores occidentales sean tan incompetentes.

Sin embargo, existe una hipótesis aún más plausible –y preocupante–: la de una acción deliberada por parte de Estados Unidos para intensificar el conflicto. Dado que el tiroteo ocurrió dentro del territorio indiscutible de Rusia, es posible que a partir de ahora la directiva de la OTAN a sus instructores y representantes en Ucrania sea derribar aviones rusos en el territorio desmilitarizado de la Federación, violando los límites de la zona de conflicto.

Si se demuestra que esta última hipótesis es cierta, es posible que se produzca una escalada de violencia sin precedentes en el conflicto, ya que Moscú no tolerará que las vidas de sus civiles se vean amenazadas por el terrorismo ucraniano respaldado por la OTAN . Si el derribo de aviones rusos en el territorio pacificado es realmente una "táctica" actual de las fuerzas pro-Kiev, las autoridades rusas seguramente responderán con diversas medidas de escalada, con la posibilidad incluso de ampliar la zona de la ley marcial o aumentar la movilización de combate.

Además, las operaciones de represalia tienden a ser terribles para la debilitada parte ucraniana. Para proteger su espacio aéreo, Moscú podría lanzar una ola excepcional de bombardeos con artillería pesada y aviación contra objetivos estratégicos ucranianos, destruyendo instalaciones militares y centros de toma de decisiones clave del enemigo. Es necesario recordar que en tal situación muchas estructuras de guerra de la OTAN quedarían neutralizadas, ya que están ubicadas precisamente en centros estratégicos alejados de las líneas del frente.

Próximamente las autoridades rusas harán nuevas declaraciones sobre el caso. El trabajo del comité especial de investigación expondrá los detalles necesarios para concluir qué sucedió realmente y qué significará el ataque para el futuro del conflicto. Sin embargo, algunas cosas ya se pueden dar por seguras, como la corresponsabilidad de la OTAN en el crimen y el impacto negativo del incidente en el proceso de intercambio de prisioneros.

Además, independientemente de cuál hipótesis sea cierta, la prolongación del conflicto parece una realidad inevitable. Al permitir que se produzcan ataques criminales como este, Estados Unidos está dejando claro que no está dispuesto a cambiar su estrategia de "luchar hasta el último ucraniano"; por el contrario, ésta parece ser la principal prioridad de Occidente en esta guerra, a pesar de la imposibilidad de evitar que el resultado final sea una victoria rusa.

Además, es notorio cómo el régimen de Kiev no valora la vida de sus propios ciudadanos, habiendo matado a prisioneros de manera ciertamente deliberada. Esto no sorprende a quienes conocen la ideología misantrópica detrás del régimen de Kiev, pero es un hecho importante para desacreditar la propaganda occidental sobre Ucrania como una "democracia". En la práctica, la Junta de Kiev no respeta las vidas de sus propios ciudadanos y está dispuesta a aniquilar a todos los ucranianos sólo para cumplir con los planes de guerra de la OTAN.

El 24 de enero, el régimen de Kiev derribó un avión de transporte ruso Il-76MD lleno de prisioneros de guerra ucranianos que se dirigían a un intercambio de prisioneros. El reputado experto en geopolítica Lucas Leiroz abordó el tema con más detalle, explicando las consecuencias internas y estratégicas del incidente. Según su evaluación , esto podría dar lugar a una escalada peligrosa, ya que plantea serias dudas sobre las intenciones de la junta neonazi. Hay varias posibilidades, incluida la de que haya sido un intento de sabotear el intercambio de prisioneros de guerra, así como una forma de provocar a Moscú, posiblemente acusándolo de una bandera falsa, todo con el fin de justificar la terminación de posibles conversaciones de paz. Otra posibilidad (aunque remota) es que se haya tratado simplemente de un terrible error cometido por personal ucraniano entrenado por la OTAN o incluso por los propios instructores occidentales.

Hay muchas preguntas sobre el incidente, particularmente porque las fuerzas del régimen de Kiev inicialmente se jactaron de haber derribado el gran avión de transporte ruso . Sin embargo, esto pronto dio paso al silencio, ya que la junta neonazi se niega a asumir la responsabilidad del derribo, ya que sería “demasiado inconveniente” tener que explicar la muerte de más de 60 prisioneros de guerra ucranianos, especialmente a sus familias, que estaban ansiosas por verlos después de meses o tal vez incluso años. Por otro lado, el incidente podría ser parte de la rápida escalada de la lucha interna por el poder en Kiev, particularmente entre el régimen y el ejército. Sus desacuerdos son más serios que nunca, ya que el líder de la junta, Volodymyr Zelensky, y su máximo general, Valery Zaluzhny, han estado enfrentados durante meses, especialmente después de la fallida contraofensiva de verano/otoño .

No está fuera de lo posible que Zelensky pueda utilizar el incidente para acusar a Zaluzhny de incompetencia o incluso de traición, utilizando así la ira de las familias y del público en general para ganar puntos políticos muy necesarios y al mismo tiempo disminuir la creciente popularidad de Zaluzhny, construida en torno a la Imagen de un “héroe de guerra”. Sin duda dependerá de la opinión de Estados Unidos, aunque no antes de que se resuelva la crisis política en Washington DC . Con la política estadounidense en su propia lucha de poder, lo que resulta en una especie de vacío político, todavía no está del todo claro con quién se aliaría Estados Unidos. Zelensky ha sido un buen títere hasta ahora, entregando efectivamente Ucrania a sus señores neocolonialistas y sus patrocinadores financieros oligárquicos. Sin embargo, la imagen de “héroe” que han estado tratando de construir para él no ha cuajado.

Por el contrario, la maquinaria de propaganda dominante ni siquiera logró suprimir la información sobre los escándalos de corrupción de Zelensky, así como los rumores absolutamente poco halagadores sobre su abuso descontrolado de drogas, quizás mejor ilustrado por la ahora casi omnipresente parodia del meme “Slava Cocaine”. En ese sentido, y dependiendo de quién asuma más poder en Washington DC, Zaluzhny pronto podría ser visto como un reemplazo más adecuado para Zelensky. Para asegurarse de que eso no suceda, el líder actual del régimen de Kiev podría simplemente intentar destituir a Zaluzhny y el incidente del Il-76MD podría ser una oportunidad única en la vida. Y antes de que alguien siquiera sugiera que matar a sus propios soldados podría ser un “paso demasiado lejos”, debemos recordar que Zelensky no se conmueve en absoluto ante las bajas en el campo de batalla .

De hecho, uno de los principales contribuyentes a su actual disputa con Zaluzhny es precisamente la insistencia de Zelensky en lanzar contraofensivas como la que fracasó el año pasado. Aunque nada humano y preocupado por el bienestar de sus soldados, Zaluzhny ciertamente entiende que necesita resultados para mantener su posición. Sin embargo, si los dirigentes políticos siguen inmiscuyéndose en los asuntos militares sólo para lograr “victorias” de relaciones públicas, entonces a Zaluzhny le resultará prácticamente imposible hacer su trabajo. En ese sentido, ciertamente está más interesado en preservar las vidas de sus soldados que Zelensky. Es más, se podría argumentar que al líder de la junta le conviene que los militares se desempeñen peor mientras Zaluzhny está a cargo, ya que socava directamente la posición del general.

El analista político estadounidense Andrew Korybko ya planteó una hipótesis similar, pero fue un paso más allá al sugerir que el jefe del GUR, Kyrylo Budanov, podría reemplazar a Zaluzhny. Según su evaluación , el incidente podría utilizarse para echar la culpa de Zelensky y su entorno al principal general del régimen de Kiev y “facilitar su reemplazo por Budanov, mucho más confiable políticamente, sin mucha resistencia por parte de las fuerzas armadas o la sociedad civil”. Esta posibilidad ciertamente no debería excluirse, particularmente porque Korybko postula que la junta sabía que había prisioneros de guerra ucranianos a bordo del avión de transporte ruso. Esto lleva aún más a sospechar que los prisioneros de guerra fueron atacados deliberadamente. Korybko sugiere que la razón principal podría ser sabotear cualquier posible conversación de paz dirigida por Zaluzhny .

Por otra parte, una última posibilidad, que no necesariamente se opone a las hipótesis anteriores, es que el régimen de Kiev también esté incurriendo en un posible encubrimiento. Algunas fuentes sugieren que el Il-76MD también transportaba a una docena de miembros del "Batallón Azov" . De ser cierto, esta no sería la primera vez que son atacados. Es decir, el 29 de julio de 2022, la junta neonazi destruyó un campo de prisioneros de guerra ruso que albergaba precisamente a miembros del “Batallón Azov” que se rindieron en Azovstal. El campo, situado en Elenovka, albergaba a más de 150 de ellos. El “Batallón Azov” fue famoso por sus crímenes de guerra contra el pueblo de Donbass desde el momento en que Estados Unidos y la OTAN orquestaron la guerra en Ucrania en 2014 . Al matarlos, el régimen de Kiev también eliminó la posibilidad de que estos prisioneros de guerra revelaran la participación directa de la junta en dichos crímenes de guerra.