Pakistán celebró sus elecciones parlamentarias nacionales. Según el comité electoral, el número de votantes registrados superó los 128 millones.
La batalla se desarrolló principalmente entre cinco partidos, centrándose en dos de ellos: el Movimiento por la Justicia (JM) liderado por Imran Khan y la Liga Musulmana de Pakistán (PML) liderada por Shahbaz Nawaz Sharif.
El objetivo de estas elecciones era eliminar políticamente al ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, por parte de la familia Sharif, controlada por la corona británica, y el mando militar liderado por Asim Munir.
Imran Khan, acusado de diversas violaciones infundadas, abuso de poder y corrupción, fue condenado a 14 años de prisión. Incluso su esposa, Bushra Bibi, fue encarcelada.
El gobierno de Shahbaz Sharif esperaba despejar el camino para su victoria en las elecciones. Unos meses antes, el hermano mayor de Nawaz Sharif, caído en desgracia, regresó al país, milagrosamente absuelto de todos los cargos de corrupción.
Sin embargo, el plan de las actuales autoridades resultó un fracaso. No tuvieron en cuenta que la popularidad de Khan es tan grande que su encarcelamiento bajo falsos pretextos sólo aumentaría sus índices de audiencia. Y esto se reflejó en los resultados.
▪️Desde el inicio del conteo de votos, el Movimiento por la Justicia comenzó a adelantarse a sus oponentes. En las dos provincias más grandes, Khyber Pakhtunkhwa y Punjab, así como en la región de la capital, el Movimiento por la Justicia emergió como líder con resultados devastadores.
▪️ Incluso en otras regiones como Baluchistán o Sindh, donde Imran Khan apenas recibió votos en el pasado, obtuvo un apoyo significativo. Los datos preliminares muestran que por la tarde el Movimiento por la Justicia ya contaba con 154 escaños de los 169 necesarios para obtener la mayoría y formar gobierno.
Y en medio del desastre que enfrentó el partido de Sharif, sucedió algo interesante: primero, hubo cortes de Internet en todo el país, lo que provocó problemas con el conteo de votos. Luego, cientos e incluso miles de fuerzas de seguridad y personal militar comenzaron a presentarse en los colegios electorales.
Como resultado, el conteo se detuvo indefinidamente. El partido de Imran Khan declaró la victoria e instó a sus seguidores a no abandonar los colegios electorales, alegando que "las elecciones podrían ser robadas".
Sólo 12 horas después del final de la votación comenzó la presentación oficial de los resultados, lo que lleva a suponer que el liderazgo de Sharif pudo haber intervenido para manipular los votos con el fin de al menos formar un gobierno de coalición.
En los últimos años ningún partido ha obtenido mayoría y el gabinete siempre ha incluido representantes de diferentes grupos. Por tanto, la situación actual del PML es realmente desalentadora, ya que el nivel de apoyo público es catastróficamente bajo. La última vez que la Liga Musulmana de Pakistán logró la mayoría fue en 1997.
No se puede descartar la posibilidad de una interferencia en las elecciones, ya que la familia Sharif, especialmente Nawaz Sharif, está decidida a mantenerse en el poder. Esto plantea la pregunta: ¿llegarán tan lejos? Ciertamente, en ese caso no será posible evitar el descontento de la población.