Thierry Meyssan
Lo que está en juego con el programa nuclear iraní no es lo que todos creen saber. Irán renunció a la bomba atómica desde 1988. Pero, con la cooperación de Rusia, la República Islámica ha venido tratando de descubrir los secretos de la fusión nuclear de uso civil. Si tuviese éxito, Irán ayudaría los Estados del sur a independizarse definitivamente de sus antiguas metrópolis liberándolos del yugo del petróleo.
Desde la caída de Irak bajo los embates y finalmente la invasión de los británicos y los estadounidenses, los gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos propalaron la falacia del programa nuclear militar iraní, como antes habían impuesto en los medios la mentira sobre las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía el presidente iraquí Sadam Husein. Los sionistas revisionistas israelíes (no confundir con los sionistas a secas) y su cabecilla, Benyamin Netanyahu, se apoderaron de la fábula de la bomba atómica que Irán querría fabricar y desde hace unos 20 años han inundado los medios occidentales con ese problema inexistente que la opinión pública occidental hoy considera una verdad absoluta, sin ver que hace cerca de 2 décadas que nos repiten a diario que Irán va a fabricar “la bomba” el año que viene.
Sin embargo, aunque las 3 principales potencias mundiales, que son Rusia, China y Estados Unidos, hoy coinciden en reconocer que el programa nuclear “militar” iraní simplemente no existe, todos pueden ver que en las instalaciones nucleares iraníes se desarrolla algún tipo de investigación. Entonces, ¿de qué se trata?
En 2005, Mahmud Ahmadineyad fue electo presidente de la República Islámica, al término del mandato de Mohammad Khatami. Ingeniero civil de profesión, Mahmud Ahmadineyad es un científico interesado en poner la ciencia al servicio de la liberación de los pueblos colonizados y considera que los secretos de la energía atómica pueden permitir a todos los pueblos liberarse del yugo de las transnacionales occidentales del petróleo.
Por iniciativa del presidente Ahmadineyad, Irán desarrolla entonces la formación de científicos nucleares en sus universidades. Pero no se trata de crear una pequeña élite de algunos cientos de especialistas, sino de formar batallones de ingenieros. Por eso Irán cuenta hoy con decenas de miles de científicos nucleares.
El objetivo de Irán es hallar la manera de realizar la fusión nuclear, mientras que la ciencia occidental se conforma con haber logrado la fisión. La fisión es la división del átomo, mientras que la fusión es el proceso inverso, la unión de varios núcleos atómicos, capaz de liberar un ingente volumen de energía. La fisión nuclear es el proceso que se utiliza en las centrales nucleares actuales, mientras que, por ahora, la fusión se utiliza sólo en las bombas termonucleares. El proyecto de Mahmud Ahmadineyad consiste en utilizar la fusión nuclear para generar electricidad y poner ese beneficio a la disposición de los Estados en vías de desarrollo.
Se trata de un saber revolucionario, en el sentido khomeinista del término, o sea de un saber que permitiría poner fin a la dependencia de los Estados del sur y favorecer su desarrollo económico. Pero ese saber contradice directamente la visión británica del colonialismo, según la cual Su Majestad debía “dividir para reinar”, siguiendo el clásico «divide y vencerás», e impedir el desarrollo de los pueblos colonizados. Londres aplicó ese principio, por ejemplo, prohibiendo a los indios hilar el algodón que ellos mismos cultivaban en la India e imponiendo que el algodón indio fuese enviado al Reino Unido para ser utilizado allí en la confección de los tejidos que salían de las fábricas de Manchester. En respuesta, Ghandi, el líder histórico de la India, dio el ejemplo a su pueblo hilando él mismo el algodón indio que utilizaría para hacer sus ropas, desafiando así la monarquía británica. Idénticamente, el proyecto del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad constituye un desafío para el poder de Occidente y de las transnacionales anglosajonas del petróleo.
Inquietarse ante la intensa actividad de Irán en el sector nuclear es una reacción normal ya que se trata del uso de tecnologías que son, por definición, de doble uso, civil y militar. Es evidente que no se trata del uso civil habitual y que la investigación detallada de los procesos de la fusión nuclear podría utilizarse también con fines militares, pero lo que Irán investiga es la obtención de una fuente inagotable de energía.
China y Rusia han destacado constantemente que Irán no tiene un programa nuclear de carácter militar desde 1988. Y, contrariamente a los occidentales, Rusia sí sabe de qué habla… porque está asociada a las investigaciones que Irán realiza. En otras palabras, hay rusos en numerosos centros nucleares iraníes.
Es evidente que Rusia se preocupa tanto como Occidente por evitar todo peligro de proliferación de las armas nucleares. Pero, a diferencia de Occidente, Rusia no considera necesario impedir el desarrollo del uso civil de la energía nuclear. Apoyándose en los trabajos de Andrei Sajarov, el gigante estatal ruso Rosatom y la Academia de Ciencias de Rusia mantienen sus propias investigaciones sobre el uso civil de la energía nuclear, principalmente en el marco del proyecto Tokamak. Otros países –concretamente China, Corea del Sur, Reino Unido y Francia realizan sus propias investigaciones en ese ámbito.
No debemos olvidar, además, que Irán firmó el Tratado de No Proliferación de las armas nucleares (TNP). Y, como Estado firmante del TNP, Irán se somete a las inspecciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Desde 1988, el OIEA no ha encontrado nunca algo que permita suponer la existencia del hipotético programa nuclear iraní de carácter militar. A pesar de esto último, el OIEA ha hecho a las autoridades iraníes numerosas preguntas para aclarar ciertos aspectos de su programa civil y no ha obtenido respuestas, lo cual es perfectamente comprensible dada la importancia de la inversión en la investigación irano-rusa sobre la fusión.
Pero esa falta de respuestas se ve incluso justificada por el hecho que los documentos israelíes obtenidos por la inteligencia de Irán –revelados justo antes de la agresión israelí contra Irán– demuestran que el director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, se comporta como un espía al servicio de Israel, transmitiendo a Tel Aviv toda la información confidencial que sus inspectores obtenían. Y no está de más recordar que Israel ni siquiera es miembro del OIEA [
1].
El 4 de mayo de 2010, la República Islámica de Irán presentó a la Conferencia de las Partes (los Estados firmantes del Tratado de No Proliferación de las armas nucleares) de la ONU, una propuesta de «
Creación de una Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente» [
2]. La propuesta de Irán fue acogida favorablemente por todos los Estados de la región… con excepción de Israel. Una vez más nos vemos obligados a recordar que Israel sí posee la bomba atómica… gracias a la ayuda que recibidó de Francia, en los años 1950 [
3].
Finalmente, si Estados Unidos no interviene poniéndose del lado de Israel, utilizando su bomba penetrante para tratar de destruir la instalación nuclear iraní de Fordow, el gobierno de Israel podría recurrir a la «
Opción Sansón» [
4], o sea al uso de la bomba atómica israelí contra Irán, incluso si Israel se viese así expuesto a una respuesta también nuclear [
5].
El general Mohsen Rezaee, oficial superior de los Guardianes de la Revolución y miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la República Islámica, declaró en una entrevista, el 14 de junio, que «Pakistán nos ha asegurado que si Israel utiliza una bomba nuclear contra Irán, igualmente atacará Israel con una bomba nuclear».
El ministro de Defensa de Pakistán, Khwaja Asif, no confirmó esa declaración. Pero tampoco la desmintió. Simplemente dijo: «Israel ha atacado Irán, Yemen y Palestina. Si los países musulmanes no se unen ahora, todos sufrirán la misma suerte. Apoyamos a Irán y lo defenderemos en todas las instancias internacionales para proteger sus intereses.»
En definitiva, la administración ya había expresado una convicción cuando Karoline Leavitt, la portavoz de la Casa Blanca, declaró: «Seamos claros, Irán tiene todo lo necesario para obtener un arma nuclear. Todo lo que necesitan es una decisión del Guía Supremo en ese sentido, y sólo les tomaría una quincena de días para lograr producir esa arma.»
La Operación Midnight Hammer se preparó en secreto, desde principios de junio, bajo la instigación del general Michael Kurilla, el jefe del CentCom (el mando de las fuerzas de Estados Unidos en el Medio Oriente).
Durante los preparativos, el general Kurilla viajó a Israel, para reunirse con los jefes militares israelíes, el 25 de abril, y reunir la información más detallada posible sobre los blancos. El 10 de junio presentó a la Cámara de Representantes su análisis estratégico de las oportunidades que los acontecimientos registrados en el Medio Oriente ofrecían a Estados Unidos. De paso, reveló a los congresistas que había presentado al presidente Trump una amplia serie de opciones sobre cómo explotar esos acontecimientos [
6].
El 11 de junio, el Departamento de Estado emitió una orden de evacuación para todo su personal no esencial y las familias de sus funcionarios en Bahréin, Qatar e Irak.
El 16 de junio, el presidente Donald Trump abandonaba precipitadamente la Cumbre del G7, en Kananaskis (Canadá). Mientras volaba de regreso a Washington en el Air Force One, Trump publicó un duro mensaje sobre sus “aliados”: «
Buscando publicidad, el presidente Emmanuel Macron, de Francia, declaró erróneamente que me fui de la cumbre del G7, en Canadá, para regresar a Washington a trabajar en un “alto al fuego” entre Israel e Irán. Es falso. Él no sabe por qué estoy ahora regresando a Washington, pero no tiene ciertamente nada que ver con un alto al fuego. Es mucho más grande que eso. Deliberadamente o no, Emmanuel siempre se equivoca. Manténganse a la escucha.» [
7]
En la noche del 21 al 22 de junio, el presidente estadounidense Donald Trump violó la Carta de las Naciones Unidas al lanzar un ataque contra las principales instalaciones nucleares de Irán. Pero no atacó la central nuclear de Bushehr, donde hay personal ruso. Además, parece que Washington avisó al gobierno de Irán sobre su decisión de bombardear las tres instalaciones finalmente atacadas y se habla de que pudo verse, a través de los satélites, una columna de camiones evacuando material de la instalación de Fordow.
En resumen, el sorpresivo bombardeo estadounidense contra 3 instalaciones nucleares iraníes puede interpretarse de 2 maneras: el presidente Trump salvó a Israel de las masivas destrucciones que provocan los misiles hipersónicos iraníes Fatah-1 o, por el contrario, salvó a Irán de un bombardeo nuclear israelí. El hecho que el Pentágono no haya bombardeado las instalaciones de lanzamiento de los misiles iraníes Fatah-1, a pesar que están mucho menos protegidas que las instalaciones nucleares atacadas, parece confirmar la segunda interpretación.
En todo caso, al destruir el programa de investigación nuclear iraní, el presidente Trump priva al primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, del argumento que este último venía utilizando desde hace 20 años para justificar su «guerra en 7 frentes».
Debemos recordar que durante su primer mandato presidencial Donald Trump ordenó la eliminación del “califa” del Emirato Islámico (Daesh), Abu Bakr al-Bagdadi –el 27 de octubre de 2019–, seguido del asesinato del general iraní Qassem Soleimani –el 3 de enero de 2020. Para Trump, se trataba de eliminar al principal cabecilla sunnita y al jefe militar más importante del bando chiita para “meter en cintura” los dos bandos. Y funcionó.
Según esa lógica, cabe esperar una mala noticia para un dirigente israelí en los próximos meses… por ejemplo, que la justicia israelí finalmente arreste a Benyamin Netanyahu.
Final del formulario
[
1] Israel ni siquiera ha firmado el Tratado de No Proliferación de las armas nucleares y no se somete a ningún tipo de control o inspección internacional de sus instalaciones nucleares.
[
4]
The Culture of War, Martin van Creveld, Presido Press, 2008.
NOTA
Un Doctor, Dr. Jeffrey Lewis, su CV: El Dr. Lewis recibió su doctorado en Estudios Políticos (Seguridad Internacional y Política Económica) de la Universidad de Maryland y su licenciatura en Filosofía y Ciencias Políticas del Augustana College en Rock Island, Illinois.
Antes de llegar a CNS, fue Director de la Iniciativa de Estrategia Nuclear y No Proliferación en la Fundación Nueva América.
Anteriormente, el Dr. Jeffrey Lewis fue Director Ejecutivo del Proyecto de Gestión del Átomo en el Centro Belfer para la Ciencia y Asuntos Internacionales, Director Ejecutivo de la Asociación de Escuelas Profesionales de Asuntos Internacionales, Profesor Visitante en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y Oficial de Sección en la Oficina del Subsecretario de Defensa para Políticas. También es Investigador Académico en el Centro de Estudios Internacionales y de Seguridad de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Maryland (CISSM).
Es decir, sabe algo de centrales nucleares y demases, ha escrito esto el día de ayer.
¿Por qué me impresionan tan poco estos ataques? Israel y Estados Unidos no han logrado atacar elementos significativos de los materiales nucleares y la infraestructura de producción de Irán. RISING LION y MIDNIGHT HAMMER son tácticamente brillantes, pero podrían resultar fracasos estratégicos.
La justificación de Netanyahu para llevar a cabo este ataque fue que "Irán ha producido suficiente uranio altamente enriquecido para nueve bombas atómicas, nueve". Se refiere a las reservas iraníes de unos 400 kg de U-235 al 60% que, de enriquecerse aún más, serían suficientes para fabricar entre nueve y diez armas. Consideremos...
Los 400 kg de uranio altamente enriquecido (HEU) se almacenaron principalmente en túneles subterráneos cerca de la Planta de Conversión de Uranio de Isfahán. A pesar de los extensos ataques israelíes y estadounidenses contra la planta, no parece que se haya hecho ningún esfuerzo por destruir estos túneles ni el material que contenían.
¡Nadie sabe dónde está el uranio altamente enriquecido ahora! @rafaelmgrossi dice que Irán lo trasladó. El pequeño @marcorubio dice que nada puede moverse en Irán. Pero los camiones se están moviendo en Irán. Camiones y maquinaria pesada llegaron hace al menos dos días para sellar los túneles y protegerlos. @planet tomó una foto.
Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, declaró por mensaje de texto que el combustible había sido visto por última vez por sus equipos de inspectores de las Naciones Unidas aproximadamente una semana antes de que Israel comenzara sus ataques contra Irán. Sin embargo, declaró en CNN que "Irán no ha ocultado que ha protegido este material". Al ser preguntado por mensaje de texto más tarde ese mismo día si se refería a que las reservas de combustible —almacenadas en contenedores especiales lo suficientemente pequeños como para caber en el maletero de unos diez coches— habían sido trasladadas, respondió: "Sí".
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirma que Estados Unidos cree que una cantidad significativa de las reservas iraníes de uranio enriquecido al 60 % se encontraban en las instalaciones de Isfahán antes del ataque de Washington a las instalaciones nucleares iraníes, incluyendo Isfahán, esta mañana. En una entrevista en el programa "Meet the Press" de la NBC, Rubio afirma que, si bien "nadie lo sabrá con certeza durante días", duda que las reservas de uranio de Irán se hayan reubicado antes de la operación. "Dudo que las hayan movido... no pueden mover nada ahora mismo dentro de Irán. Es decir, en cuanto un camión empieza a circular por algún lugar, los israelíes lo ven, y...
También llegaron camiones a la FEP de Fordow el día anterior al ataque, posiblemente para reubicar equipo sensible y, sin duda, para cubrir las entradas con tierra. Irán no es una zona de exclusión vial en este momento.
Para ser justos, algunos trumpianos reconocen que Irán aún tiene el material. @JDVance dice que van a "conversar con los iraníes al respecto". El punto clave es que EE. UU. ha anulado la capacidad de Irán para enriquecerlo y convertirlo en metal, así que no hay problema.
NO ESTÁ BIEN. Sí, los ataques a las plantas de enriquecimiento de Qom (Fordow FEP) y Natanz (PFEP y FEP) parecen tener éxito. Pero no se ha hecho ningún esfuerzo por atacar la enorme instalación subterránea junto a Natanz, donde Irán puede fabricar más centrifugadoras y quizás otras cosas.
En 2022, Irán trasladó una línea de producción de centrifugadoras al corazón de la montaña. Esta instalación es enorme (estimamos 10.000 m² o más) y desconocemos qué más podría albergar (como enriquecimiento o conversión).
Además, Irán anunció recientemente una "nueva instalación de enriquecimiento en un lugar seguro" e informó al OIEA que estaba listo para comenzar a instalar centrifugadoras. El OIEA tenía previsto inspeccionar la instalación, cerca de Isfahán, antes del bombardeo. Que yo sepa, no ha sido bombardeada.
Permítanme repetirlo: Irán afirmó tener una nueva instalación de enriquecimiento. El @iaeaorg estaba a punto de ir a verla. Pero antes de que eso sucediera, Israel atacó otras instalaciones en Irán, pero no la nueva. ¿Ven el problema?
Esto significa que Irán ha conservado 400 kg de uranio altamente enriquecido (HEU) al 60 %, la capacidad de fabricar centrifugadoras y uno o posiblemente dos sitios subterráneos de enriquecimiento. Y eso sin mencionar los posibles sitios secretos, que los opositores al PAIC invocaban constantemente.
Supongamos que Irán decide fabricar una bomba rápidamente. Irán puede instalar aproximadamente 1,5 cascadas por semana. En seis semanas, podría tener 9 cascadas de máquinas IR-6. Estas máquinas tardarían unos 60 días en enriquecer los 400 kg a WGU. En total, son unos cinco meses, aunque IMMV (ndlr, es un término nuclear, que no pude encontrarlo).
LEÓN ASCENDENTE y MARTILLO DE MEDIANOCHE no han ralentizado el programa iraní ni de lejos tanto como el PAIC. Exigimos a la diplomacia estándares mucho más altos que los bombardeos. Quienes se quejaban sin cesar de la "finalización" del PAIC ahora se conforman con retrasar el bombardeo iraní mucho menos.