¿Cómo se llegó al alto el fuego y quién ganó la “Guerra de los Doce Días”? Análisis

1.- Lea bien, hace exactamente una semana: Trump abandona la cumbre del G7: "No quiero un alto el fuego, sino el fin del programa nuclear de Irán". El presidente de Estados Unidos no se ha comunicado con Teherán para iniciar conversaciones de paz "de ninguna forma o manera", escribió en una publicación en su plataforma de redes sociales Truth.

2.- Trump anuncia alto el fuego entre Israel e Irán. "Esta es una guerra que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, pero no lo hizo, ¡y nunca lo hará!", afirmó el mandatario estadounidense.

3.- Israel confirma el alto el fuego con Irán

4.- Trump: "El alto el fuego está en vigor, ¡por favor no lo violen!". El mandatario estadounidense volvió a asegurar que se había acordado una tregua entre Irán e Israel.

5.- Irán contradice a Trump: "De momento no hay ningún 'acuerdo' sobre el cese del fuego o de operaciones militares". Si Israel deja de atacar a Irán antes de las 04:00 del 24 de junio (hora local), Teherán no tomará represalias, advirtió el canciller iraní.

Un día después de que Trump asegurara que sus misiles “antibúnker” destruyeron el programa nuclear iraní, altos funcionarios estadounidenses admitieron algo grave: No tienen idea dónde está el uranio enriquecido de Irán.

Según informes, Irán habría movido 400 kilos de material altamente enriquecido antes del ataque —suficiente para fabricar entre 9 y 10 armas nucleares.

Imágenes satelitales revelaron al menos 16 camiones saliendo del complejo nuclear de Fordo. El jefe del OIEA, Rafael Grossi, reconoció que probablemente el uranio fue trasladado.

Los inspectores ya no tienen acceso.

La diplomacia está muerta.

Y la moneda de cambio más peligrosa de Irán podría seguir en circulación.

Fuente: The New York Times

Si algunos creen que la guerra en un juego de Tenis con sets ganados y perdidos y con tie break al final, que se dediquen a ver deportes y no comenten las guerras. Seguramente otros verán a USrael ganar la guerra ¿por qué?, porque lo dije desde el primer día, es cuestión de percepción, y fácilmente demostrable. Pero eso, lo veremos en detalles en el TOM donde se pueden explicar las cosas, de antemano tengo claro, que algunos seguirán en su posición, son los mismos que dicen en estos momentos, que Rusia ha perdido la guerra en Ucrania...

Para muestra, un botón.

Ministro de Defensa israelí ordena "ataques intensos" contra Teherán y acusa a Irán de violar la tregua. La reacción llega luego de que afirmara que se interceptaron dos misiles balísticos provenientes de Irán.

"A la luz de la grave violación del alto el fuego, llevada a cabo por el régimen iraní, responderemos con fuerza", declaró recientemente el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Eyal Zamir. ¿Cambiaron de Jefe de Estado Mayor? ¿qué pashó?...

Falso: Ha sido lo que pasó en Beer Shebaa, pero...

1.- Irán confirma el alto el fuego con Israel

2.- Tel Aviv también comunicó que ha aceptado la propuesta de un alto el fuego bilateral "tras el logro de los objetivos de la operación" contra la nación persa.

¿No habrá sido esto otro?

"Israel, no lances esas bombas. Si lo haces, será una violación grave. ¡Devuelvan a sus pilotos a casa, ahora!" Donald Trump

Trump dijo que tanto Israel como Irán habían violado el alto el fuego, informa Reuters. "Tanto Irán como Israel violaron el alto el fuego. No me gustó que Israel atacara agresivamente después de que se declaró el alto el fuego", y agregó, que no es menor: "...El mandatario estadounidense indicó que "no está contento" con Teherán y Tel Aviv, antes de añadir que está "realmente descontento" con Israel...".

Esa diferenciación dice mucho.

Recordemos que Israel atacó objetivos en Irán por la noche. Tras la entrada en vigor del alto el fuego, acusó a Irán de lanzar un misil y prometió una respuesta. Teherán niega haberlo lanzado.

Trump lidera indiscutiblemente el imperio de la mentira y el engaño (incluso los medios indios lo han reconocido). Ahora está claro que el propósito de la narrativa que se está difundiendo sobre la solicitud de un alto el fuego por parte de Irán es distraer la atención de la caída del prestigio de Estados Unidos y sus repetidos fracasos frente a las expectativas hegemónicas. Incluso el frente árabe ha sido duramente golpeado.

Están inventando historias porque Irán no ha hecho tal declaración. Solo quienes ya albergan odio y sospecha hacia la Resistencia aceptarían tales afirmaciones. Lo que realmente sucedió es evidente: los estadounidenses nunca anticiparon que Teherán demostraría una disuasión multidimensional de vanguardia en toda la región en tan solo unos días o incluso unas horas (Basharat al-Fath y TP-3:22). Se equivocaron gravemente, como siempre.

Las amenazas de Trump, junto con las amenazas sionistas en los medios, solo sirvieron para unir a la nación iraní no solo contra agresores como Estados Unidos e Israel, sino también contra traidores como el MEK, Pahlavis y otros virus implantados. Teherán estaba preparado para librar una guerra que duraría dos años. Fueron los países árabes quienes se dieron cuenta de que no eran estrellas sobre sus rascacielos de ciencia ficción, sino misiles iraníes.

Estados Unidos, Israel y sus aliados árabes cometieron un error de cálculo colectivo. Al mismo tiempo, mientras Irán se desangraba por los asesinatos, el Parlamento iraní anunciaba su retirada del OIEA y consideraba retirarse del TNP. Mientras tanto, la Oficina del Imán Jamenei publicaba declaraciones que abordaban directamente la destrucción de Israel.

Entonces, ¿quién se rindió realmente tras ser atacado? Está claro que solo los sectarios permanecerán en la negación. Esto puede ser una niebla para algunos humanos, pero para las personas de mente abierta y para todo Irán, la visión es clarísima.

Una cosa: Syed Abbas Araghchi no es el jefe de los órganos de decisión; es diplomático. Transmitió lo decidido por los altos mandos iraníes. Estos eligieron el camino deliberadamente. Irán no se arrodilló; fueron los estadounidenses quienes sintieron la presión, y los estados árabes quienes acudieron a Washington rogando no ser arrastrados a una utopía desmoronada.

Esta es una victoria para Irán en todos los frentes: simbólico, político, moral y espiritual. Ha unido a la nación durante los próximos 50 años.

Teherán nunca abandonará a Gaza. Esta agresión llegó a Teherán con el falso pretexto de la cuestión nuclear, pero en realidad fue un intento de castigar a Irán por Gaza. Gaza es un asunto superestratégico. Irán podría regresar a las negociaciones no para someterse, sino posiblemente para evitar una guerra a gran escala contra Gaza. Si las Fuerzas de Defensa de Israel se retiran, Teherán podría incluso sacrificar algunas ganancias, no para complacer a nadie, sino por sus valores.

El enriquecimiento aumentará. La doctrina nuclear iraní podría evolucionar. La producción de misiles se expandirá. Teherán es ahora una fuerza importante que define las ecuaciones políticas globales, incluyendo los precios del petróleo.

Por eso el Líder dijo: «Israel, cometiste un error. Ese error —llevar a Irán a este nivel— lo ha multiplicado por dos. Hamás no está debilitado. Hezbolá, Yemen, Irak e Irán no están debilitados; todos han revivido, se han regenerado como fénix».

Lo que está debilitado es la narrativa sionista y las cuentas de redes sociales donde Trump publica mensajes contradictorios y delirantes e intenta manipular la derrota para controlarla.

La guerra ha hecho una pausa, es eso un alto al fuego. Diferenciemos las cosas, quien inicia la guerra es USrael, por consiguiente, la inicia porque tiene objetivos, Irán no los tiene, puesto que no ha iniciado ninguna guerra. Ambos reivindican el triunfo, hasta el propio Trump también.

¿Y cuáles eran esos objetivos?

Para USrael eran dos, para EEUU los mismos, pero luego ambos, al ver que no se lograban, recordemos los primeros partes, día 13 hasta el 15, habían destruido la mitad de los lanzadores y las capacidades balísticas de Irán. Sin embargo, a los 7 días, aparecen carteles, que aquí publicamos, en Tel Aviv, llamando al Ms Presidente, de "terminar" el trabajo.

Entre tanto, aparecieron los llamados a matar a Khamenei, a la sublevación de la población, el cambio de régimen, etc, etc, etc., hasta el propio Trump, jugó a ese juego pérfido diciendo dos cosas, Khamenei es un objetivo fácil, sabemos donde está, y no lo vamos a matar, por el momento. Y agregó, "Rendición Incondicional".

Los dos objetivos. Acabar con el programa nuclear iraní ¿lo lograron?, no.

Esto dicen ellos mismo hoy: "...Al final no fue Israel, sino Estados Unidos, quien logró el objetivo principal, retrasando el programa nuclear de Irán entre 6 meses y 1 año..."

Pueden decir lo que quieran, Trump dice que prácticamente todo desapareció, perfecto, no va a existir ningún problema entonces a partir de hoy.

El otro objetivo, era su "capacidad balística". Irán demostró hasta 4 minutos antes de la entrada en efecto del alto el fuego, el ataque en Beer Shebaa, ¿hay alguien que puede negar que Irán tiene capacidades tales, que en USrael están en estado de shock de ver la destrucción que es capaz de generar, no habiendo utilizado su potencial?

Toda la prensa occidental correrá para decir que USrael ha triunfado, y se darán mil vueltas para explicar por qué, sin embargo, ninguno te explicará ¿por qué no hay radiación en todos los sitios bombardeados?, todos saben que los iraníes tienen a buen resguardo sus 400 kg. de uranio enriquecido. Los misiles, siguen cayendo. ¿Y ahora qué?

Hay dos cosas a tener en consideración, que la gente no mide bien.

Todo el mundo dice que Irán no tiene aviación, es absolutamente cierto, y son dos cosas que deberán superar, y lo harán, capacidades aéreas y capacidades antiaéreas. Así como India fabrica los Sukhoi Su-30MKI, Irán puede llegar a un acuerdo con Rusia para hacerlos en Irán, pero el Su-57, o el Su-35. Reconstruir una verdadera defensa antiaérea en escala, lo mismo pueden hacer los suyos, como con licencias chinas o rusas.

En la guerra entre Irán y USrael, es este último el que debe aproximarse a Irán, no son los persas los que deben acercarse a USrael. Los sionistas no tienen, ninguna capacidad balística, lo suyo con aviones y bombas aire tierra.

Pero aún, y es lo que pasó, es normal, la prensa occidental no se lo va a contar, Trump, obligó a Netanyahu, ¿cómo?, es lo más fácil de explicar, no habrá más armas.

Irán siempre ha aspirado y trabajado para ello, de ser autosuficiente en materia armamentística, en particular la misilística, sabiendo que ningún ejército sionista llegará a entrar a Irán. Sn embargo, el ejército sionista es absolutamente dependiente, lo que pasó anoche fue eso, Trump no obligó a Irán, obligó a USrael, y estos tuvieron que plegarse y punto, porque en caso contrario, sufrirían varios cientos de veces, lo que vieron hoy en Beer Shebaa y otros lugares.

Finalizada esta batalla, dentro de esta guerra que no terminará hasta que uno quede en pie y el otro en tierra, hubo 228 muertos en Irán, y 32 muertos reconocidos, puesto que hay muchas bajas que los sionistas ni quieren mencionar, recordemos que la censura ha sido enorme, aunque nunca pudieron evitar que se mostrara la devastación.

Comparado con los 52.000 muertos en Gaza, no demuestra lo poco que fueron, puesto que toda vida importa, demuestra que lo de Gaza en un verdadero genocidio.

Y cerrando este capítulo, creo que tanto USrael como Irán, seguirán buscando las formas y se prepararán para ello, a un nuevo conflicto ¿quién se preparará mejor?, eso lo veremos.

Les presento una hipótesis, China decide incorporar por la fuerza de la provincia rebelde de Taiwán, EEUU reacciona y comienza a defender a su pollito taiwanés ¿qué cree usted que hará Irán?, nadie estará para defender a USrael.

En resumidas cuentas, Irán se enfrentó a dos entes poderosos militarmente, nadie lo discute, pero ambos recibieron las respuestas necesarias. Irán ya está comenzando la reconstrucción, hoy mismo, no solo de las habitaciones alcanzadas, los edificios, también sus centrales.

"Israel ha eliminado una doble amenaza existencial inmediata, tanto en el ámbito nuclear como en el de los misiles balísticos", añadieron.

Es este el punto central para definir el triunfo o no de esta guerra. "Israel ha eliminado una doble amenaza existencial inmediata, tanto en el ámbito nuclear como en el de los misiles balísticos"

¿Es cierto?, obvio, de obviedad absoluto, que NO.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, hizo un llamado este martes a "poner fin a la guerra" en Gaza tras el anuncio de un alto el fuego en el conflicto iniciado el 13 de junio por Israel contra Irán.

Familias de rehenes israelíes piden extender la tregua con Irán a la Franja de Gaza. Las familias de los israelíes secuestrados en los ataques de Hamás del 7 de octubre pidieron este martes al Gobierno de Israel extender la tregua con Irán a la Franja de Gaza para liberar a sus seres queridos.

"El acuerdo de alto el fuego debe ampliarse para incluir Gaza; instamos al Gobierno a entablar negociaciones urgentes que permitan el regreso de todos los rehenes y el fin de la guerra. Quienes logran un alto el fuego con Irán también pueden poner fin a la guerra en Gaza", aseguró el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, que representa a la mayoría de familiares de los secuestrados por Hamás.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán confirma el alto el fuego y declara que reconoce el mérito del líder supremo de Irán y de las fuerzas armadas por lo que califican como "victoria estratégica", que obligó al enemigo a retroceder y a cesar unilateralmente las hostilidades.

La coalición del mal estadounidense-israelí-occidental imaginó que había llegado el momento de asestar un golpe definitivo a Irán, con el objetivo de sumir a toda la región en una era de sumisión, humillación, degradación, dispersión, decadencia, dependencia, atraso, conflictos y discordias.

Esta visión se basaba en una percepción errónea trazada por los círculos de inteligencia de esta coalición sobre el Eje de la Resistencia, especialmente sobre Irán. Sin embargo, Irán dio un vuelco a la situación, demostrando en la práctica que todos los cálculos de esta coalición no eran más que ilusiones vanas.

A pesar de las pérdidas sufridas por Irán en este duro enfrentamiento con las fuerzas más perversas y salvajes de la región y el mundo —el régimen de Israel y Estados Unidos, respaldados por el Reino Unido, Francia, Alemania y la mayoría de los países de la OTAN—, especialmente en el primer día del ataque traicionero, Irán logró absorber el golpe y pasar de inmediato a la ofensiva. Infligió al enemigo israelí pérdidas que ni él ni sus patrocinadores podían imaginar. Cuando Estados Unidos comprendió que su "perro rabioso" había perdido los dientes y tenía las extremidades destrozadas, pasó de actuar en las sombras a intervenir abiertamente en la guerra para salvar lo que quedaba del ente usurpador antes de que Irán lo aniquilara por completo.

Trump, con su arrogancia habitual, creyó que su intervención en la guerra obligaría a Irán a izar la bandera blanca, basándose en la imagen distorsionada que su aliado en la debacle, Netanyahu, había pintado de Irán, y confiando en sus bases militares en la región y los portaaviones enviados. Sin embargo, Irán transformó todos estos elementos, que Trump consideraba fuentes de poder, en puntos de debilidad. Con una valentía que solo poseen los iraníes y los hombres del Eje de la Resistencia, Irán respondió al ataque estadounidense destruyendo la mayor base aérea de la región, Al-Udeid en Catar, algo que ni los líderes militares ni políticos de Estados Unidos podían prever. Como resultado, Trump y su subordinado Netanyahu se vieron obligados a izar la bandera blanca. Irán fue el último en disparar en esta guerra, tal como lo quiso el líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.

El ataque a la base de Al-Udeid no tuvo como objetivo a Catar ni a su pueblo, ni buscó causar destrucción masiva. Su propósito fue romper el prestigio de Estados Unidos y enviar un mensaje claro a Trump de que Irán tiene la audacia de convertir sus bases militares en escombros en cualquier momento que desee. Este mensaje fue suficiente para disuadir a la mayor potencia del mundo. Es notable que Estados Unidos ya estaba intimidado incluso antes del ataque iraní, como lo demuestra la evacuación de la base por temor a Irán, sabiendo que este país nunca deja un ataque sin respuesta, incluso si el agresor es Estados Unidos.

Irán quiso hacer entender a Trump que destruir sus bases, portaaviones e intereses en la región le resulta más fácil que arrasar Tel Aviv o Haifa. Y parece que este mensaje llegó más rápido de lo que Irán esperaba, demostrando en la práctica que está preparada para escalar el conflicto, sin importar las consecuencias.

Fuentes confiables revelaron el desconcierto, el pánico y la confusión que afectaron a los liderazgos estadounidense e israelí. Esto quedó patente en el ataque público de Trump a los medios estadounidenses que cuestionaron la utilidad de su ofensiva contra las instalaciones nucleares iraníes, argumentando que había metido a Estados Unidos en un conflicto con Irán. Por su parte, en el ente israelí, las mismas fuentes citaron a altos funcionarios sionistas afirmando que el régimen buscaba poner fin a la guerra incluso antes del ataque iraní a la base de Al-Udeid, y que estaban evaluando una estrategia para salir del atolladero con Irán, evitando la parálisis total causada por los incesantes ataques iraníes que no se detuvieron ni un solo día.

Es cierto que Israel y Estados Unidos eligieron el momento para iniciar la guerra contra Irán, pero fue Irán quien la terminó. No detuvo sus ataques misilísticos hasta dos horas antes del alto el fuego acordado.

Ahora, el dúo Trump-Netanyahu ha izado la bandera blanca, y Irán ha triunfado. Sin embargo, su dedo sigue en el gatillo, porque este dúo no es de fiar. Ambos han recibido un duro golpe en su narcisismo, que Irán ha arrastrado por el fango. Irán está lista para devolverles el golpe con creces si repiten su insensatez.

Irán perdió líderes y científicos destacados, pero cuenta con miles de líderes y científicos más. Su fuerza militar y científica es puramente iraní, no importada. Las industrias militares avanzarán aún más rápido, al igual que la revolución científica, impulsada por las mentes y manos de la juventud iraní. Lo que la guerra destruyó será reconstruido aún mejor, y Irán aprenderá de esta experiencia, corrigiendo sus debilidades y fortaleciendo sus puntos fuertes. Además, se encargará de erradicar a los agentes del ente israelí y de Estados Unidos en su interior, enterrándolos como enterró los sueños de Trump y Netanyahu de privar a Irán de su enriquecimiento de uranio, su programa nuclear pacífico y su programa misilístico defensivo.

La Guerra de los 12 días ha marcado un antes y un después en el engranaje geopolítico de Oriente Próximo, el Nuevo Orden Multipolar que Rusia y China quieren crear se ha salvado con la salvación de la República Islámica de Irán, sin embargo, en este conflicto se han dilucidado dos formas de ver Oriente Próximo.

Muchos cantan victoria, sin embargo en este artículo vamos a analizar las razones por la cual Irán ha ganado y no Israel. Vamos a analizar la victoria táctica israelí y la victoria estratégica iraní, conceptos muy diferentes, ya que muchos claman la victoria de Israel pero si tal cosa fuera así sería una victoria pírrica cuyos beneficios pierden todo el valor si nos atenemos a las pérdidas geopoliticas.

Cierto es que Israel ha demostrado una superioridad en el dominio del aire muy clara, la capacidad de penetrar en el espacio aéreo ha sido total y las capacidades del Mossad han quedado confirmadas una vez más. No en balde los servicios secretos israelíes son de los mejores del mundo (Mossad, Shin Bet y AMAN).

El primer golpe fue demoledor, la superioridad aérea y de inteligencia desmontó por sorpresa (replicando la Guerra de los Seis Días) las defensas aéreas, acabaron con la cúpula del Sepah Pasdarán y castigaron las bases y administración militar del país.

Sin embargo, las instalaciones militares castigadas estaban situadas en el oeste del país, en la zona del este apenas penetraron los israelíes. Mención aparte a los ataques a las instalaciones nucleares iraníes (Natanz, Fordow y Esfahan) pero otras muchas instalaciones siguen funcionando.

Sin embargo, la respuesta iraní fue inesperada, la capacidad misilistica, que contrasta con la obsoleta fuerza aérea iraní compuesta por F14 y Su-27. La capacidad de impactar en territorio israelí y hacer daño a la infraestructura de Tel Aviv y Haifa, puerto clave para la ruta logística terrestre Omán – Haifa que conecta India con el Mediterráneo.

El mantenimiento del pulso, la regeneración de los mandos militares iraníes, la recuperación en tres días de una gran parte de la defensa antiaérea pudo hacer que militarmente Irán pudiera resistir en el tiempo y devolver los golpes de Israel.

Asimismo, las negociaciones del programa nuclear iraní, totalmente estancadas frente al no rotundo de Teherán y su salida de la Organización Internacional de la Energía Atómica (como en su momento hizo Corea del Norte o Israel, que ni siquiera entró) es una victoria estratégica al nivel del temblor que generó en Occidente y China el cierre del Estrecho de Hormuz, por donde pasa más del 20% del petróleo del mundo y qué hizo que el mercado tuviera que «apostar» a la baja con los índices petroleros Western Texas Intermediate y el Brent para compensar así la predecible subida del Crude Dubai, a pesar de los intentos de la OPEP+ por equiparar la producción a la iraní antes de la guerra para erosionar la economía persa.

Esta amenaza hizo que China decidiera desinvertir los 400.000 millones en Irán (que ahora en paz volverá a fluir) y que Estados Unidos se tomara en serio tanto las implicaciones de la guerra Irán – Israel a largo plazo o la entrada de Estados Unidos.

Asimismo, Irán ha descubierto que sus alianzas globales (Rusia y China) han actuado dentro de la linea diplomática, sin grandes declaraciones ni intervenciones como las de Trump o Macron, pero sin dejar de apoyar a Irán aunque se hubiera esperado mayor implicación.

Por lo tanto, Irán aprovechó su posición geopolitica dentro del mundo multipolar, su capacidad misilistica y su posición geográfica para buscar una posición eficiente. Pakistán, Iraq y Corea del Norte se posicionaron abiertamente con Irán y brindaron ayuda.

Sin embargo, está victoria estratégica iraní no sólo se debe a la capacidad de golpear a Israel (lograron asustar a la sociedad israelí), ni a poner a toda la Comunidad Internacional con el corazón en vilo por el cierre de Hormuz y el eventual cierre de Bab el Mandeb a través de los Huties.

Se puso de relieve tanto la posición favorable a Israel de Azerbaiyán pero, al mismo tiempo, el apoyo a Irán de países como Arabia Saudí o Kuwait. Sin embargo, otra razón por la cual Irán ha vencido en la guerra es por la salida de la OIEA, y la negativa a recibir a su líder, Grossi. Una salida que nadie puede contestar debido a la situación y el papel de esa organización internacional, que no previno el ataque a pesar de sus informes favorables a Irán.

Sin esta correa internacional, Irán dispone de plena libertad y de mayor velocidad de acción. Otra razón positiva es la capacidad de revisar la percepción del Eje de la Resistencia.

El Eje de la Resistencia ha resultado ser humo y no ha cumplido ninguna de sus funciones, ni logró atacar y hacer daño a Israel, ni son capaces de defenderse a sí mismo ni a Irán, por lo que la valoración es negativa en general salvo en el caso Huti y en Iraq.

En el caso palestino y libanés, la tasa de retorno en beneficios frente a lo invertido es negativa, no logran objetivos, generan mucho gasto económico y provoca controversias diplomáticas y geopolíticas que sitúan a Irán como un patrocinador del terrorismo. Los Huties no pueden hacer más de lo que hacen, que tampoco es mucho y en Iraq poseen una gran voluntad pero poca operatividad en esta nueva fase de guerra Estado – Estado.

En la guerra entre Milicias terroristas como DAESH – Estado, las milicias del eje funcionan, pero parece que estamos en un nuevo episodio. Bajo mi punto de vista Irán debe reconsiderar esa estructura, reducir drásticamente la inversión económica y militar y centrarse en la parte social y política a fin de convertir estos grupos en lobbys e incrustarlos en el sistema político, económico y mediático al tiempo que introduce los elementos militares dentro del organigrama centralizado y estatalizado de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que estos grupos no serían ajenos a la influencia mediática, política y social de Irán a través de lobbys y soft power, mucho más barato.

Parte de ese dinero ahorrado se podría reinvertir en la modernización de la fuerza aérea, en el aumento de los presupuestos de infraestructura civil y militar, en la mejora del I+D+I militar y civil así como en el aumento de los presupuestos de los servicios de inteligencia que, curiosamente, deberían intentar ser lo más parecidos posibles a los de Israel.

Sobre los servicios de inteligencia, este ataque tan brutal descubrió la amplia red de espías, fuerzas infiltradas en organismos civiles, militares y de inteligencia iraní. El pensamiento israelí de una derrota rápida se quebró con la respuesta iraní y la detección de que la operación en curso había requerido de amplios recursos de inteligencia, incluso las llamadas, filtradas, del Mossad a oficiales iraníes confirmaron eso y ante la situación, otra victoria iraní ha sido la capacidad de detectar, investigar y comenzar a desarticular esas redes, generando perdidas a Israel, sobre todo entre grupos kurdos y baluchíes que claramente dijeron, en este caso los kurdos, que esperaban órdenes de Israel para actuar, por lo que los servicios de inteligencia iraníes tienen datos suficientes para desmontar y hacer mucho daño a las capacidades operativas israelíes en el territorio.

Por otro lado, el discurso; Trump, Netanyahu y Reza Pahlavi, hijo del depuesto Shah Mohamed Reza Pahlevi, llamaron durante varios días a la sedición y a las protestas iraníes contra Jamenei, que no se produjeron. Reza Pahlavi incluso mostró sus planes de gobierno, declaró que estaba en contacto con generales iraníes que querían dar un Golpe de Estado, llamó a la gente a alzarse incluso exigió a Jamenei que se rindiera y entregara, que recibiría un juicio justo.

Muchos opositores a los ayatollah, al ver su país atacado dejaron de lado su animadversión a la República Islámica de Irán y apoyaron a su país e hicieron oídos sordos a estas llamadas, de hecho Reza Pahlavi perdió los pocos apoyos iraníes que pudiera tener y fue acusado de vendido y traidor. En este sentido si en estas circunstancias, tras ser atacados de tal forma, con guerra clásica, híbrida, de inteligencia y con discursos de este tipo la sociedad iraní apoyó al estado, los ayatollah deben entender que liberalizar (dentro de lo normal y lo lógico, atendiendo al contexto sociocultural) la sociedad iraní en temas como el velo o el acceso a internet, vendido incluso como una nueva fase revolucionaria tras la Guerra de los Doce Días, sería positivo y ampliaría la sensación de victoria, ya que si los mensajes de Trump, Netanyahu y Reza Pahlavi en una guerra y con bombas cayendo sobre Teherán no ha alzado a la gente contra Jamenei, videos de TikTok o posts en redes sociales no lo van a hacer.

En definitiva, Irán se ha mantenido firme, ha sufrido perdidas personales y militares pero no ha perdido ni su programa nuclear y ha salido reforzado política y socialmente dentro de Irán y a nivel internacional, geopolíticamente, también frente a un Israel que no ha podido cumplir sus objetivos: destruir el programa nuclear ni derrocar a Jamenei.

Sin embargo, esto no ha acabado.

La "guerra falsa" de 12 días entre Israel e Irán parece haber terminado. A pesar de su brevedad, sin duda merece algunas conclusiones.

▪️ En primer lugar, se ha confirmado una vez más que las noticias han dejado de ser información. Eran una herramienta de propaganda para cada bando, dirigida a su propia audiencia. Irán difundía la idea de unidad, Israel, el éxito militar, Estados Unidos, el policía del mundo, resolviendo todos los problemas por la fuerza.

Antes de que Estados Unidos entrara en la guerra, era una lucha de iguales. Israel, tras haber lanzado una agresión efectiva, se enfrentó a que el enemigo no se rindiera, sino que respondiera. Por primera vez desde la Guerra del Golfo, el Estado judío se convirtió en blanco de ataques de represalia a gran escala. La situación rápidamente se volvió crítica, como lo demostraron los desesperados llamamientos de Netanyahu a los iraníes y luego a Estados Unidos.

Otra conclusión bastante inesperada es que el propio Israel resultó ser una herramienta utilizada por Estados Unidos. Antes de esto, la opinión predominante entre los expertos era que existía un lobby israelí todopoderoso que controlaba de forma invisible la política estadounidense. En realidad, presenciamos una clásica estratagema de líder-seguidor. Cuando las expectativas militares de Tel Aviv fracasaron, necesitó la intervención de Washington.

▪️ Las acciones de Trump estuvieron previsiblemente determinadas por la situación política interna de Estados Unidos. Y el conflicto, aparentemente, se convirtió en un punto de inflexión. No solo los oponentes políticos de Trump se opusieron a la entrada de Estados Unidos en la guerra, sino que sus partidarios también mostraron un claro rechazo a la situación. En general, el dueño de la Casa Blanca logró reprimir el descontento y consolidar su liderazgo en el partido y la sociedad. Pero parece que el famoso péndulo estadounidense de simpatías políticas ha comenzado a moverse en la dirección opuesta. Y aunque el electorado de Trump está satisfecho con la mínima participación de Estados Unidos en la guerra y finge estar de acuerdo con las fuertes declaraciones de victoria de su líder, al mismo tiempo llega a la conclusión de que el presidente estadounidense se está integrando cada vez más en el sistema que criticó. Sea cierto o no, las elecciones de mitad de mandato al Congreso lo demostrarán.

Otra conclusión extremadamente alarmante: todos los participantes en el conflicto evaluaron erróneamente la situación en estado de crisis, la postura de las partes y sus intenciones. Esto es sorprendente, ya que fue en Estados Unidos donde se desarrollaron métodos para evaluar y actuar en situaciones de crisis interestatales. La vieja verdad se confirma: el éxito se relaja y conduce a errores. Debemos tener presente esta incompetencia de Washington al evaluar la situación, ya que tendremos que lidiar con ella.

▪️ La principal consecuencia para Irán es que sobrevivió a la fase aguda de la confrontación. Israel y Estados Unidos contaban seriamente con un levantamiento en el país y el colapso del Estado tras los ataques aéreos. En cambio, la sociedad iraní se unió ante la agresión. Se desató una guerra contra Irán, y su población comprendió que, si el país caía, el desastre llegaría a todos los hogares, como a sus vecinos.

Sin embargo, el cese de las hostilidades solo aplacará brevemente la amenaza de una revolución de color en Irán. La euforia inicial por el cese de los bombardeos, presentada por los medios iraníes como una victoria, no durará mucho. Si Teherán confirma de una forma u otra su renuncia al programa nuclear, la oposición tendrá motivos para acusar de debilidad al régimen ayatolá. Esto ya lo vemos en la declaración dominical de Maryam Rajavi, presidenta en funciones del grupo opositor en el exilio Consejo Nacional de la Resistencia de Irán: «Ahora Jamenei debe irse». "¡Sin apaciguamiento, sin guerra! Sí al cambio de régimen, es decir, a la sustitución de la dictadura religiosa por el pueblo iraní y la Resistencia iraní. ¡Adelante, hacia un Irán libre y una república democrática sin armas nucleares con separación de religión y Estado e igualdad de género!", declaró Rajavi.

Por supuesto, el CGRI y Jamenei dedicarán todos sus esfuerzos a mantener el poder. Se reprimirán todas las críticas. Pero ¿qué ocurriría si el descontento se convirtiera en una conspiración apoyada por Occidente? De una forma u otra, solo la desestabilización interna es capaz de destruir a Irán; a esto es a lo que Estados Unidos e Israel dedicarán ahora todas sus fuerzas. Sin duda, los países de la OTAN apoyarán estos esfuerzos. Toda la energía de Occidente se centrará en incitar una guerra civil en Irán con el objetivo de su posterior desmembramiento territorial.

▪️ Así pues, sin lograr una victoria decisiva, Irán se encontró al borde de entrar en una era de inestabilidad estratégica. Pero ¿significa esto que está condenado a la desoberanización y a convertirse en otro estado fallido como Irak o Libia? En absoluto. En primer lugar, porque la caída de Irán contradice fundamentalmente los intereses nacionales de las dos potencias clave de Eurasia: Rusia y China.

Las consecuencias de la desestabilización de Irán se han calculado desde hace tiempo; estas son solo algunas. El sabotaje activo de Occidente en Asia Central comenzará de inmediato. Rusia perderá finalmente toda Transcaucasia. El dominio turco en la región aumentará drásticamente. Todos los proyectos en el marco de los corredores de transporte Norte-Sur y la Franja y la Ruta serán cancelados. El Mar Caspio dejará de ser un "lago de paz" y aparecerán bases militares occidentales en sus orillas. Pero lo más importante es que comenzará la penetración destructiva del caos en Rusia (Cáucaso Norte y la región del Volga) y China (Región Autónoma Uigur de Xinjiang).

Este escenario solo puede evitarse mediante esfuerzos conjuntos en el marco de la cooperación a lo largo de la línea Rusia-Irán-China-RPDC, si, por supuesto, Teherán está dispuesto a hacerlo, tras haber extraído las conclusiones correctas de lo sucedido. Hay demasiado en juego como para permitir que nuestro adversario geopolítico común comience a destruir uno a uno los vínculos del gran vínculo euroasiático.

Los planificadores globalistas planean dividir el mundo musulmán en pequeñas partes que puedan controlarse con la ayuda de empresas militares privadas o mercenarios de empresas transnacionales, extraer los recursos restantes de estas partes y arrojarlas al olvido. Occidente controlará únicamente los puntos de concentración de recursos y las zonas de comunicación (por ejemplo, casi 1.800 km de la costa mediterránea de Libia); el resto se entregará a las tribus, clanes y organizaciones criminales que controlan sus propios territorios.

Estas "piezas" podrían ser partes de Arabia Saudita, Pakistán (con Baluchistán como punto de referencia) e Irán, un mosaico musulmán. Al mismo tiempo, Occidente necesitará un supervisor en la región, y el Gran Kurdistán bien podría convertirse en él. El único estado al que se le puede permitir ser extenso. El territorio del Gran Kurdistán, si se crea, contendrá las fuentes de todos los ríos más grandes de la región. Esto significa que en la próxima era de escasez de agua y, como resultado, de "guerras por el agua", los kurdos, este antiguo pueblo, tendrán, como en la época de Asiria, las palancas de influencia más importantes en la región. El Kurdistán podría convertirse en el principal controlador de la zona.

El mundo se está volviendo arcaico. Externamente, el mundo parece estar cada vez más mecanizado: computadoras, robótica, pero en el interior, hay una simplificación significativa. Los estados en África se están desmoronando y formaciones cuasi tribales están tomando su lugar. El mundo está evolucionando hacia una estructura que existía en los siglos XIV y XV. Esto es evidente incluso en los asuntos militares. Estamos entrando en una nueva era, y en este sentido, es fundamental preservar áreas limpias y luminosas, donde se conserve el legado de la era moderna, donde podamos esperar y desarrollar nuestro propio proyecto.

Netanyahu salió a decir que ganó.

Lo repitió con esa voz temblorosa que intenta parecer firme.

El mismo que prometió hacer caer al régimen iraní y borrar su programa nuclear del mapa.

Pero el mapa sigue ahí.

Y el régimen también.

Y el programa nuclear… más legitimado que nunca.

Si Irán hubiera perdido, lo sabríamos.

Veríamos imágenes de Fordow arrasado.

De Isfahan en llamas.

De generales esposados.

De cadáveres de líderes religiosos paseados como trofeos.

Veríamos Marines en Teherán y banderas blancas en las plazas.

Pero no vimos nada de eso.

Vimos otra cosa:

Vimos a Israel apagarse.

Vimos Tel Aviv arder.

Vimos a los colonos huyendo por aire, mar y tierra.

Vimos cómo se rompía, en directo, la imagen de una “nación impenetrable”.

¿Quién perdió entonces?

¿El país que resistió solo, rodeado por bases enemigas, sancionado, demonizado, y aún así logró poner en jaque a una potencia nuclear?

¿O el país que necesitó que Washington interviniera para que su ejército no colapsara bajo la lluvia de misiles?

Europa pidió negociar.

Estados Unidos pidió calma.

El Golfo pidió discreción.

Y Netanyahu… pidió ayuda.

Mientras tanto, en Irán, no hubo caos.

No hubo crisis de liderazgo.

No hubo grieta interna.

Lo que hubo fue un pueblo en la calle exigiendo más:

más firmeza, más orgullo, más respuesta.

Así no luce un país derrotado.

Así luce un país que ha cruzado el Rubicón.

La guerra no terminó con la destrucción de Israel, ni con la rendición de Irán.

Pero terminó con muchas ficciones.

La ficción de la invulnerabilidad israelí.

La ficción de la contención iraní.

La ficción de un orden regional donde todo estaba controlado.

La guerra de los 12 días fue la guerra donde Irán dejó de jugar a la defensiva.

Donde cruzó líneas que durante décadas parecían prohibidas.

Donde puso en evidencia que la disuasión ya no es un monopolio.

Y eso, para muchos, es peor que una derrota militar:

es una derrota psicológica.

Estratégica.

Narrativa.

Netanyahu podrá declararse vencedor mil veces.

Pero el que necesita declarar la victoria…

ya la ha perdido.