Las decisiones de países como el Reino Unido y Francia de reconocer a Palestina como estado en la Asamblea General de la ONU el 22 de septiembre son simbólicas, pero insuficientes sin acciones concretas, según expertos internacionales.
“El intento de las naciones europeas de reconocer a Palestina llega tarde. Surge del panorama político en evolución, incluida la guerra de Israel en Gaza y el creciente apoyo global a los palestinos, lo que obliga a estos países a ajustar su postura”, dijo Khaled Abdel Majid, quien dirige un Centro de Resiliencia Palestino.
Majid advirtió contra sobrevalorar el impacto del reconocimiento.
“No producirá resultados inmediatos, pero puede servir a los intereses nacionales palestinos a largo plazo”, señaló.
El reconocimiento “requiere sustancia clara, no solo declaraciones”, enfatizó el experto en relaciones internacionales Dr. Makram Khoury-Machool.
El verdadero reconocimiento debe incluir la aceptación de las fronteras de Palestina de 1967, Jerusalén Este como su capital y el derecho de retorno de los refugiados palestinos según las Resoluciones 194 y 181 de la ONU, argumentó.
El creciente reconocimiento internacional refleja “la brutal agresión de Israel en Gaza, donde crímenes como asesinatos, hambre y destrucción han obligado al mundo a reconsiderar su apoyo incondicional a Israel”, subrayó el político sirio Mahmoud Ahmad Marei, exsecretario general del Frente Democrático Nacional.
Señaló que Israel está cada vez más aislado, con más de 140 países reconociendo a Palestina.
El reconocimiento del Reino Unido es simbólicamente significativo y representa una reformulación de la Declaración Balfour para apoyar los derechos palestinos, enfatizó el analista político jordano Nidal al-Taani.
Actualmente, 150 países, incluida Rusia, reconocen a Palestina.
En 2024, Estados Unidos vetó la membresía plena de Palestina en la ONU. Diez países, incluidos Irlanda, Noruega, España y Armenia, reconocieron a Palestina este año.
Rusia apoya una resolución basada en la fórmula del Consejo de Seguridad de la ONU: un estado palestino dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital.
El reconocimiento es parte del plan de paz de Trump — un intento fallido de subvertir y obstaculizar la resistencia. No puede lograr ningún avance estratégico en el campo de batalla; en el mejor de los casos, busca proteger el plan de ser expuesto. Desde cualquier ángulo, Trump y sus reuniones con líderes regionales de las llamadas naciones islámicas y sus aliados europeos son distracciones: se ocupan de reconocer a Palestina para cubrir su retirada bajo un falso pretexto.
Este reconocimiento no tiene nada que ver con el destino de Gaza. Solo devolverá las cosas a su realidad anterior al 7 de octubre: ocupación sin cambios, miles de puntos de control más, asesinatos rutinarios y masacres de cualquiera etiquetado como parte de la resistencia. No se dejen engañar — esto es una distracción estratégica, no una solución.
Y este reconocimiento — y la detención de masacres a gran escala en Gaza — serán suficientes para apaciguar a los recién llegados y luego a las multitudes pro-resistencia alrededor del mundo, mientras los mismos actores se girarán y culparán a la resistencia. Dirán: “Miren, EE.UU. detuvo la guerra; Europa reconoció a Palestina, y sin embargo la resistencia aún quiere guerra.”
No se dejen engañar: el reconocimiento tal como se ofrece es una distracción y una válvula de presión. Calma temporalmente la indignación internacional, cambia la narrativa y deja intactas las estructuras subyacentes de ocupación y represión — mientras prepara el escenario para deslegitimar cualquier resistencia continua.
Empresa tecnológica pro-Israel tomará el control del algoritmo de TikTok en EE.UU.
El presidente de EE.UU., Trump, y el presidente chino, Xi, están cerca de un
acuerdo para que Pekín ceda el control de TikTok en EE.UU.
Oracle Corp. recreará el algoritmo y proporcionará seguridad de datos para una nueva versión estadounidense de TikTok tras la próxima venta de la popular aplicación de redes sociales de propiedad china a inversores estadounidenses, informó Bloomberg el 22 de septiembre. Citando a un funcionario de la Casa Blanca, el medio financiero escribió que el acuerdo busca asegurar el control estadounidense del algoritmo de TikTok, que recomienda videos y determina lo que los usuarios en EE.UU. ven en sus feeds.
Larry Ellison y Safra Catz (la vicepresidenta ejecutiva) son ambos judíos. Oracle tiene grandes inversiones en Israel y ha expresado su apoyo muchas veces. En noviembre de 2023, Catz dijo "Para los empleados, está claro: si no estás a favor de América o Israel, no trabajes aquí - este es un país libre."
El comercio entre la UE e Israel ascendió a 42.600 millones de euros en 2024
Jaime Mejías
La presidenta de la Comisión Europea,
Ursula Von der Leyen, ha propuesto la suspensión del
Acuerdo de asociación comercial entre el bloque comunitario e
Israel, suscrito en el año 2000, a causa del colapso humanitario que tiene lugar en
Gaza. Este movimiento supondría una dura medida de presión para Israel, que dejaría de beneficiarse de
las condiciones comerciales actuales que mantiene suscritas con la Unión Europea.
En 2024 el comercio de bienes entre la Unión Europea e Israel ascendió a los 42.600 millones de euros. Por ponerlo en perspectiva, las cifras de la UE son superiores a las de Estados Unidos, cuyas operaciones comerciales con Israel ascendieron a 31.600 millones en el mismo año. Las exportaciones de la UE a Israel ascendieron a 26.700 millones de euros. Entre los productos más codiciados se encuentran la maquinaria y el equipamiento de transporte, (11.500 millones, un 43%), los productos químicos (4.800 millones, un 18%), así como otro tipo de bienes fabricados (3.100 millones, un 11,7%).
En el otro sentido, las importaciones europeas desde Israel ascendieron a 15.900 millones de euros, y los mismos bienes que en las exportaciones a dicho país aglutinaron las mayores cifras: la maquinaria y transporte (7.000 millones, 43,9%), los químicos (2.900 millones, 18%) y otros bienes manufactureros (1.900 millones, 12,1%).
25 años de relaciones comerciales
Según los datos oficiales que maneja el bloque comunitario, Israel es, hasta el momento, el trigésimo primer socio más importante a nivel comercial de la Unión, aglutinando hasta el 0,8% del comercio total de bienes de la Unión Europea en 2024.
Sin embargo, la Unión realiza una importante aclaración con respecto a los productos que importa del país hebreo. Tal y como se extrae de fuentes oficiales, "las mercancías procedentes de los asentamientos israelíes en los territorios que han estado bajo administración israelí desde junio de 1967 no pueden beneficiarse de ningún trato arancelario preferencial".
Asimismo, la Unión Europea es el
mayor socio comercial para Israel. El bloque acaparó el
32% del total del comercio de bienes de Israel en 2024. Durante el pasado año, las cifras muestran que
el 34,2% de las importaciones realizadas por Israel venían de la
Unión Europea, y el
28,8% de sus exportaciones viajaron en sentido contrario.
Según los datos de Naciones Unidas,
Alemania fue el mayor socio comercial de Israel dentro de la UE en 2024, con cifras totales de comercio de
7.900 millones. En segundo lugar, figura
Irlanda, con 4.900 millones de euros, y completa el podio
Italia, con 4.000 millones.
España, por su parte, figura en el sexto puesto con
2.320 millones de euros, justo por debajo de los 2.800 millones de Francia.
No está de más recalcar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer
un embargo a la compraventa de armas por parte de Israel. A pesar de que el armamento no figura entre los sectores más codiciados en el comercio entre ambos países, es probable que esta medida suponga un
recorte adicional en el intercambio entre España e Israel, que ya se había enfriado considerablemente desde el inicio del conflicto.
Grandes inversiones en ambos sentidos
Asimismo, tal y como puso de manifiesto el pasado mes de julio el
Centro de Investigación de Empresas Multinacionales (SOMO), una organización neerlandesa, la Unión Europea se erige como el
mayor inversor a nivel mundial en Israel. A tenor de los datos ofrecidos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), las inversiones de los estados miembros de la UE en Israel ascendieron hasta los
72.100 millones en 2023, muy por encima de los
39.200 millones invertidos por EE.UU. en el mismo año, así como los 2.400 millones aportados por
China.
En el otro sentido la situación es idéntica. Israel invirtió, en 2023, un total de 65.900 millones en la Unión Europea, hasta siete veces más que EE.UU., que aportó 8.800 millones al bloque comunitario en el mismo año, y muy superior a Canadá, el tercer destino preferido, con 2.900 millones. Con estas cifras, se pone de manifiesto que la UE es el principal destino de las inversiones israelíes.
Tal y como señala SOMO, empleando datos oficiales de Eurostat, Países Bajos es el país que más invierte en Israel, no solo de los 27, sino del mundo. El país aglutina dos tercios de la inversión comunitaria en Israel, con más de 50.000 millones aportados por las empresas neerlandesas al país en 2023.
En esta lista, el segundo mayor inversor de la UE en Israel es Luxemburgo, con 7.700 millones invertidos en el país. Completa el podio Alemania, con 4.800 millones, y en cuarto lugar queda Francia, con 3.600 millones. Por su parte, España ocupa el octavo puesto del ránking, con 250 millones invertidos, muy por debajo de Italia, el séptimo, que destinó 1.000 millones a Israel en concepto de inversión.
Empresas con vínculos
En cuanto a las empresas europeas con mayor implicación en Israel, son varios los ejemplos que se pueden proporcionar. Por un lado, está PIMCO, el gigante de los bonos propiedad de Allianz, la multinacional alemana de servicios financieros. Tal y como puso de manifiesto un informe de Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos ocupados, PIMCO ha adquirido, desde los ataques del 7 de octubre, más de 1.000 millones en bonos del gobierno de Israel.
Muy similar es la situación de Leonardo, el fabricante de armas italiano cuyo mayor accionista, en un 30,2%, es el gobierno del país. Esta compañía fue también mencionada por Albanese, en su informe de 2025, por su "continua venta de equipamiento militar" a Israel.
Más de lo mismo sucede con Maersk, el gigante de transporte marítimo danés. Hace poco más de una semana, Amnistía Internacional exigió explicaciones al Gobierno de España a causa de la inminente llegada de un buque "sospechoso de transportar armas para Israel", que arribaría al puerto de Barcelona. Este buque era el Maersk Norfolk, y la empresa danesa también figura en el informe de Albanese como una de las compañías "que suministran armamento y apoyo logístico a Israel" desde el inicio de la ofensiva en Gaza.
Análisis: Manteniendo el dominio de la escalada: Trump y la influencia predominante de los que priorizan a Israel
Alastair Crooke
El ataque contra el equipo negociador de Hamás reunido en Doha para discutir la "propuesta Witkoff sobre Gaza" no es simplemente otra "operación de las Fuerzas de Defensa de Israel" que se pueda pasar por alto en silencio (como ocurrió con la decapitación de casi todo el gabinete civil en Yemen).
Marca más bien el final de toda una era y “una nueva realidad” para Qatar.
Es un acontecimiento histórico. Durante décadas, Qatar ha jugado un juego muy lucrativo: apoyando a los yihadistas radicales de Al Nusra en Siria como palanca contra Irán, al tiempo que mantenía bases militares estadounidenses y una alianza estratégica con Washington. Doha se presentó como mediador, cenando con los yihadistas mientras actuaba como facilitador del Mossad.
Fue este enfoque multidireccional el que le dio a Qatar la reputación de ser el "eterno beneficiario" en las crisis de Oriente Medio y Afganistán. Incluso cuando Israel, Irán o Arabia Saudí estaban bajo ataque, Doha salió victoriosa. Los cataríes contabilizaron con calma las ganancias de su gas y disfrutaron del papel de intermediarios indispensables.
Ahora este cuento de hadas ha terminado: no habrá más "zonas seguras". Lo más revelador es que Estados Unidos (según informó el Canal 11 israelí) había aprobado la acción sobre la que
Trump fue informado posteriormente . A pesar de cuestionar el ataque, Trump dijo que aplaudía cualquier asesinato de miembros de Hamás.
Deberíamos haberlo previsto. El ataque de Doha fue otro ataque sorpresa de Trump e Israel, un patrón que comenzó con el ataque sorpresa contra los líderes de Hezbolá reunidos para discutir una iniciativa de paz estadounidense, y que luego se copió para la operación de decapitación iraní del 13 de junio, justo cuando Trump promocionaba el inicio de las conversaciones sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) con el equipo de Witkoff en los próximos días.
Y ahora, con la "propuesta de paz" de Trump para Gaza presentada
como cebo para reunir a los líderes de Hamás en Doha, Israel atacó. El plan de Witkoff para Gaza parece una burla; o mejor dicho, una finta deliberada. Porque Israel ya había decidido poner fin al papel de Qatar.
La lógica israelí es fundamentalmente simple y cínica, independientemente de cuántas bases estadounidenses tenga o de la importancia de su gas para la economía global. El asesinato de Ismail Haniya en Teherán, los ataques contra Siria y Líbano, la operación en Qatar: todos son eslabones de una misma cadena: Netanyahu (y la mayoría en Israel lo apoya en esto) demuestra metódicamente que no existen territorios prohibidos; ni imperio de la ley; ni Convención de Viena para él en Oriente Medio.
El apoyo al genocidio y la limpieza étnica de Israel; el fracaso en hacer cualquier esfuerzo serio para preparar un camino político para una solución en Ucrania; la dependencia en cambio de hacer la guerra, mientras se proclama la paz: todo esto representa la esencia del enfoque de Trump: un ejercicio de dominio escalable, tanto en casa como en el exterior.
La idea misma de Make America Great Again (MAGA) parece basarse en el uso calibrado de la beligerancia, los aranceles o el poder militar para mantener un potencial continuo de dominio escalable a largo plazo. Trump parece creer que lograr el dominio, tanto en el país como en el extranjero, es la esencia de MAGA. Y que esto se puede lograr mediante una dominación calibrada, convenciendo a su base MAGA al presentar tales amenazas como la "paz" o la negociación de un "alto el fuego".
El énfasis en el dominio de la escalada también se relaciona con la transformación de las guerras —en la mente de Trump— en enormes proyectos lucrativos para Estados Unidos. La idea de convertir Gaza en un lucrativo proyecto de inversión subraya la estrecha relación entre la guerra y la generación de ingresos. Lo mismo ocurre con Ucrania, que se ha convertido en un despilfarro para el lavado de dinero estadounidense.
No crean que Estados Unidos no volverá a una guerra en particular a su debido tiempo. Por eso, la escalera de la escalada nunca se abandona ni se retira por completo, pues su continuo apoyo en el muro exterior de un conflicto ofrece la posibilidad de volver a una mayor escalada en el futuro (por ejemplo, en Ucrania).
Todas estas señales han hecho sonar las alarmas en Moscú. El viaje de Trump a Anchorage, desde la perspectiva rusa, tenía como objetivo comprender (de ser posible) cuán fuertes son las ataduras que lo atan; cuál es su margen de maniobra para actuar con autonomía; qué quiere; y qué podría hacer a continuación.
Para los rusos, la visita demostró cuáles son las limitaciones.
Yuri Ushakov, principal asesor de política exterior de Putin,
explicó que en la cumbre de la OCS en Tianjin se mantuvieron conversaciones con todos los aliados estratégicos de Rusia. Se entendía que Trump había retrasado la imposición de sanciones a Rusia, pero no se había implementado ninguna de las estructuras para continuar las negociaciones. No se establecieron estructuras, ni grupos de trabajo, ni se realizaron más intercambios para preparar la llamada reunión trilateral entre Trump, Zelenski y Putin. No se preparó una agenda ni se establecieron los términos.
Eso revelaba las intenciones futuras de Trump: ninguna estructura, ninguna señal, ningún compromiso real con la paz. En cambio, los rusos ven un régimen de Trump que se entretiene con lo contrario: con los planes europeos de rearmar a Ucrania.
La agresión conjunta de Israel y Estados Unidos contra Irán –y el ataque de ayer contra Qatar– son acontecimientos de la misma sustancia ideológica y sirven como confirmación de la influencia predominante de los que priorizan a Israel y de aquellos en los círculos que rodean a Trump, que alimentan antiguos rencores contra Rusia con raíces religiosas similares.
El predominio de esta política centrada en Israel ha fracturado la base de Trump (MAGA). Ha dañado permanentemente, en términos más generales, el poder blando global y la credibilidad diplomática de Estados Unidos. Sin embargo, Trump, aferrado a su control, no se atreve a soltarla; hacerlo arriesgaría su autodestrucción.
Israel está llevando a cabo una segunda Nakba (limpieza étnica y genocidio) en Gaza y Cisjordania, mientras la sociedad judía continúa en gran medida atrapada en la represión y la negación, tal como ocurrió en 1948. El
controvertido documental de la cineasta israelí Neta Shoshani sobre la guerra de 1948 fue prohibido en Israel porque exponía muchos de los fallos en el espíritu que subyacía a la creación de la identidad del naciente Estado.
Shoshani escribió recientemente sobre su película: “De repente me di cuenta de que en los últimos dos años horribles todo el asunto del ethos israelí ha quedado totalmente destrozado”:
Comprendí que un ethos tiene un gran poder, que contiene a la sociedad dentro de ciertos límites. E incluso si esos límites se violan —y ciertamente se violaron ya en 1948—, todavía había algo en los códigos morales de la sociedad que, como mínimo, la avergonzaba. Así que, durante décadas, ese ethos protegió a la sociedad [israelí] y al ejército, obligándolos a mantener ciertos límites.
Y cuando ese espíritu se desmorona, da mucho miedo. Desde esta perspectiva, la película fue difícil de ver desde el principio, pero después de los últimos dos años se ha vuelto insoportable.
La advertencia de Shosani es que cuando los límites éticos de una sociedad se borran en un derramamiento de sangre (como ocurrió en 1948), esta pérdida de la estructura ethos puede poner en peligro la legitimidad de todo el proyecto, conduciendo a la autodestrucción a medida que el Estado atraviesa todos los límites humanos.
Esta oscura visión, muy pertinente hoy en día, podría ser precisamente un tentáculo que ata a Trump sin reservas a la supervivencia final de Israel. (Es probable que también existan otras "trabas fuertes" invisibles).
Esto ocurre en un momento en que Estados Unidos se está alejando cada vez más de su borrador de Guía de Planificación de Defensa (DPG) de 1992, conocido como la "Doctrina Wolfowitz", que exigía que Estados Unidos mantuviera una superioridad militar incuestionable para impedir que surgieran rivales y, de ser necesario, actuar unilateralmente para proteger sus intereses y disuadir a potenciales competidores.
El actual borrador de la Estrategia de Defensa Nacional se está alejando de China y
se está centrando en la seguridad nacional y del hemisferio occidental. Se traerán tropas de regreso, inicialmente para reforzar la frontera. Will Schryver
escribe : «Elbridge Colby aparentemente ha abierto los ojos a la realidad de que es demasiado tarde para detener el dominio chino en el Pacífico occidental. Ya sabía que la guerra contra Rusia era impensable. La única opción estratégicamente significativa que queda es Irán».
Colby quizá entiende también que cualquier otro fracaso militar estadounidense expondría fatalmente que la fanfarronería geoestratégica de Trump es un engaño.
Podríamos presenciar entonces una nueva ronda de importantes cambios geopolíticos a medida que Trump abandona sus esfuerzos por ser percibido como un pacificador global. El propio Trump probablemente no sabe qué quiere hacer, y con muchas facciones intentando abrirse paso a codazos en el espacio estratégico vacante, es probable que recurra a las tácticas de guerra israelíes que tanto admira.