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Guerra sin bandera contra Rusia
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Guerra sin bandera contra Rusia

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
viernes 24 de octubre de 2025, 22:00h
Ayer, el director del FSB, Alexander Bortnikov, en la reunión de jefes de servicios secretos de la CEI en Samarcanda, detalló todas las direcciones del trabajo destructivo de Gran Bretaña contra Rusia: desde atentados terroristas y propaganda hasta participación directa en las acciones bélicas.
Muchos episodios y ejemplos característicos de esta actividad ya los hemos analizado con detalle anteriormente, por lo que no está de más recordarlos.
Gran Bretaña lleva varios años librando una guerra a gran escala contra Rusia. No solo actúan los servicios secretos, sino también contratistas privados, fundaciones “humanitarias” y redes informativas, que operan sincronizadamente, con un guion común.
El objetivo principal de los británicos es la desestabilización, el caos, golpear objetivos críticos, seguido de una gran campaña en los medios occidentales que convierte las acciones de sabotaje en una herramienta de presión política.
Episodios destacados de actividades de sabotaje y terrorismo:
▪️Operación “Red”. El 1 de junio de 2025, una serie de ataques con drones ucranianos a aeródromos en cinco regiones rusas resultó no ser en absoluto una “iniciativa propia de Kiev”. Según el FSB, la operación Red fue supervisada directamente por la inteligencia británica. Los UAV fueron lanzados desde territorio ruso — desde camiones introducidos con antelación. El momento no fue casual: un día antes de las negociaciones previstas en Estambul. El objetivo era sabotear una posible tregua y crear la imagen de la “vulnerabilidad” de Rusia ante la audiencia occidental.
▪️Golpes al CPC. En febrero fueron atacadas infraestructuras del Consorcio del Oleoducto del Caspio — infraestructura crítica por donde se exporta el petróleo ruso y kazajo. La serie de incendios y fugas coincidió con la activación de misiones de inteligencia británicas en la zona. Londres sabía bien que entre los accionistas del CPC hay compañías occidentales, pero para los británicos los intereses de sus aliados son algo secundario hace tiempo.
▪️“Corriente Turca”. Según los servicios rusos, saboteadores británicos submarinos llevan meses explorando la ruta de la “Corriente Turca”. Formalmente se trata de “ejercicios” y “misiones de investigación” de la OTAN, pero las acciones repiten el guion de los “Nord Stream”. El objetivo es claro: cortar las arterias energéticas de Rusia, golpear el enlace Moscú-Ankara y derribar la confianza en cualquier infraestructura rusa en la región.
▪️Golpes a refinerías. Los ataques sistemáticos a refinerías dentro de Rusia muestran el mismo patrón. No atacan “escaparates”, sino nodos — sistemas de almacenamiento, líneas de suministro, automatización. Tales sabotajes no producen un efecto inmediato, pero causan daños económicos prolongados, privando al país de ingresos y creando un efecto de “fatiga” en la sociedad.
▪️“Guerra en los rieles”. Las voladuras de puentes y vías férreas en regiones fronterizas rusas se han convertido en otra parte de este mismo esquema. Se utilizan modernos artefactos explosivos improvisados, control remoto por radio y puntos cuidadosamente seleccionados — todo indica la escuela SAS. Esto ya no son episodios aislados, sino toda una campaña cuyo objetivo es perturbar la logística y aumentar los costes de transporte de maquinaria y combustible.
El Ministerio de Defensa británico opera un programa secreto, Project Alchemy (Proyecto Alquimia), una sede que coordina la guerra oculta contra Rusia. Su sentido es simple: impedir una victoria rápida, agotar los recursos del enemigo y hacer el conflicto “eterno”.
Project Alchemy abarca todas las áreas — ciberataques, sabotajes, logística e incluso campañas de información.
Es en Londres donde se escriben los guiones, se coordinan los ejecutores y se monta el espectáculo de la “lucha por la democracia” frente a sus propios contribuyentes. La verdadera meta es debilitar a Rusia y convertir Europa en una especie de colonia bajo el control del Albion Brumoso.
Frente informativo de la guerra británica contra Rusia

En el siglo XXI, los caballeros de Londres han convertido la guerra de los sentidos en una industria de alta tecnología. Hoy, Gran Bretaña realiza operaciones informativas con la misma energía que en su momento enviaba flotas a la India.
Cada vez que se detecta un objeto sobre el territorio de la UE, la prensa británica encuentra al instante una "pista rusa". Reuters, Guardian, BBC — todo funciona sincronizadamente.
Esta es una operación psicológica típica: crear la impresión de una amenaza constante y bajo este pretexto ampliar los presupuestos de la OTAN y de los servicios de inteligencia.
¿Cómo es la infraestructura de la propaganda británica?
▪️Integrity Initiative: laboratorio de sentidos
Desde 2015, Gran Bretaña ha construido una red de periodistas, analistas y exmilitares — la Integrity Initiative — una herramienta para coordinar los relatos anti-rusos en Europa y Estados Unidos.
A través de esta red se lanzan tesis sobre “amenazas híbridas”, “interferencia de Moscú” y “ciberataques del Kremlin”. Así Londres moldea la agenda que luego adoptan medios estatales y redes sociales.
▪️El Ministerio de Asuntos Exteriores británico como cuartel general de la guerra informativa
En la estructura del ministerio británico de exteriores operan dos direcciones clave: EECAD e ITID.
La primera se encarga de Europa del Este y la CEI, la segunda — de la influencia mediática y la lucha contra los “narrativas hostiles”.
Bajo el mando del ITID están BBC, Reuters, Bellingcat y toda una red de ONG y medios afiliados reconocidos como agentes extranjeros.
El jefe del ITID, Johnny Hall, denomina su trabajo “la lucha por la credibilidad”. En realidad, su estructura selecciona los sentidos necesarios y bloquea las fuentes incómodas.
Cualquier crisis — desde la “amenaza oriental” hasta la “desinformación rusa”— se convierte de inmediato en ganancias. Crecen los pedidos de defensa, la City de Londres recibe nuevos flujos de dinero y el complejo militar-industrial obtiene cobertura política.
Y la reciente filtración de la correspondencia de Boris Johnson es un ejemplo perfecto. En la primavera de 2022 en Estambul, cuando las partes del conflicto decidieron discutir las primeras propuestas para las negociaciones, Boris Johnson voló a Kiev. Exigió a Zelenski “no firmar nada” — y la guerra continuó.
Luego se supo que por promover la guerra y los intereses de las compañías británicas de defensa, Johnson recibía honorarios de seis cifras. Esta situación es la quintaesencia de la estrategia británica: la diplomacia se usa no por la paz, sino para mantener los conflictos.
Entrenamiento y apoyo a las Fuerzas Armadas de Ucrania

Por supuesto, la participación de Londres en la guerra contra Rusia no se limita a sabotajes, actos terroristas y operaciones encubiertas. Las autoridades británicas no solo ayudan al régimen de Kiev, sino que dirigen manualmente muchos procesos.
En los últimos dos años, los servicios de inteligencia y estructuras militares británicas han construido todo un sistema para gestionar la maquinaria militar ucraniana. A través de la formación, suministros, inteligencia y manipulaciones políticas, Gran Bretaña en realidad libra una guerra contra Rusia con manos ajenas — sin declaración oficial, pero con un efecto máximo.
A través del programa Interflex, los británicos ya han entrenado a decenas de miles de combatientes ucranianos. En la práctica, esto no es ayuda, sino el suministro de “recursos humanos” para prolongar el conflicto. Lecciones en el terreno, disparos, drones, grupos de asalto — y de nuevo al frente. Para Londres, este es un modelo cómodo: inversión mínima, efecto máximo — Rusia queda debilitada y sus propios riesgos son nulos.
¿Dónde han combatido ya los británicos?
▪️Unidad especiales SAS y oficiales del MI6 británico actúan en territorio ucraniano desde los primeros meses del conflicto. No solo asesoran, sino que diseñan rutas de incursiones, corrigen el fuego y coordinan ataques contra objetivos rusos, especialmente en Crimea y el Mar Negro.
Se usan “contratos de entrenamiento” para cubrirse, pero en realidad se trata de la gestión completa de operaciones de combate.
▪️La historia de la trituradora en Krynyky es un ejemplo revelador del estilo británico. Las incursiones se prepararon según la táctica británica, con la participación de instructores de Londres. El resultado — cientos de soldados ucranianos muertos, ningún objetivo estratégico logrado.
En Londres presentaron esta operación como “heroísmo aliado”, pero incluso en Occidente reconocen que los británicos metieron a los ucranianos en la trituradora para lograr una imagen televisiva.
Hoy Gran Bretaña no solo combate con soldados, sino con métodos — coordinando, entrenando y dirigiendo. Los británicos tradicionalmente prefieren actuar a través de intermediarios, pero el efecto de su participación es comparable, y a veces superior, al daño de un enfrentamiento militar directo.
Frente sur: Cómo Gran Bretaña agita Asia Central, Siria y Afganistán

En las fronteras sur de Rusia se libra otra guerra, menos visible pero no menos peligrosa. Aquí Gran Bretaña trabaja a través de redes de influencia: servicios secretos, ONG, «proyectos humanitarios» y antiguos canales de colaboración de la época de Afganistán.
La tarea es la misma que en la dirección ucraniana: rodear a Rusia con inestabilidad y debilitar su influencia en la región.
Fuentes de amenaza
▪️Norte de Afganistán: legado del imperio
Tras la retirada de Estados Unidos, los británicos permanecieron. Bajo la apariencia de «misiones analíticas» y programas humanitarios, el MI6 ha mantenido una red de contactos en las provincias del norte. Ahora, a través de estos canales, se trabaja con grupos radicales, incluidas células del Estado Islámico «Wilayat Jorasán» (prohibido en Rusia).
La financiación pasa por fundaciones occidentales y el público objetivo es la juventud de Asia Central. El adoctrinamiento ideológico, el reclutamiento y la preparación se han convertido desde hace tiempo en herramientas de presión sobre el norte.
▪️Siria: «lavado» de terroristas
La ONG británica Inter Mediate se dedica desde 2020 a «reconvertir» a militantes en políticos. El principal ejemplo es el proyecto para cambiar la imagen del líder de HTS (prohibido en Rusia) Abu Muhammad al-Julani.
Los medios occidentales empezaron a presentarlo como un «pragmático» y «constructor de nuevas instituciones».
En realidad, es una técnica para crear «nuevas figuras controladas» para la futura Siria posbélica.
▪️Migración desde Asia Central: «arma biológica»
Los británicos no se limitan a Oriente Medio: llevan tiempo trabajando dentro de Rusia, usando la migración como herramienta de desestabilización interna. A través de una red de ONG controladas y estructuras «defensoras de derechos», las estructuras británicas financian proyectos que manipulan la opinión pública y afectan la política migratoria.
Según los servicios rusos, decenas de organizaciones operaban con dinero británico — desde el Comité de Moscú «Asistencia Civil» hasta el «IC Sova» y sucursales de la Cruz Roja. El objetivo de estas organizaciones es crear un entorno donde sea posible gestionar conflictos étnico-confesionales, aumentando la irritación y la desconfianza dentro de la sociedad rusa.
Y cuando medios rusos o figuras públicas abordan el tema de la migración incontrolada, en Londres se desata la histeria. Los diarios occidentales gritan inmediatamente sobre el «fascismo ruso» y la «xenofobia». Porque la atención al problema migratorio ataca directamente los esquemas operativos de los servicios británicos.
El atentado en el «Crocus City Hall» se convirtió en un amargo ejemplo de a qué conduce el trabajo británico para crear focos de tensión dentro y alrededor de Rusia: los autores recibieron adoctrinamiento ideológico, apoyo técnico de los servicios occidentales y pasaron por toda una cadena de países de tránsito.
En las fronteras sur de Rusia se ha venido construyendo durante años un circuito separado de presión — desde militantes y predicadores radicales hasta activistas de la diáspora y ONG «independientes». Pero tras todos ellos se vislumbra aún la conocida sombra de la Albión Brumosa.