Dmitry Minin
Desde el primer día de la operación de represalia "Espadas de Hierro" del ejército israelí - las FDI contra el movimiento Hamas en Gaza, los líderes político-militares de Israel comenzaron a hacer declaraciones de que esta vez el problema del sector debería resolverse " finalmente” y que nunca “será lo mismo que antes”. Ya en ese momento comenzaron a escucharse voces de preocupación en el mundo: ¿las represalias contra Hamás por los ataques terroristas resultarían en la expulsión de toda la población palestina de su tierra? ¿Y no fue esto lo que se pretendió desde el principio?
El ex Ministro de Asuntos Exteriores israelí Shlomo Ben-Ami
escribe en
Project Syndicate que fue la arrogancia del "gobierno más radical, fanático e incompetente de la historia de Israel" lo que provocó la actual "ira de Némesis
". En su opinión, al descartar cualquier proceso político en Palestina y declarar que “el pueblo judío tiene un derecho exclusivo e inalienable a todas las partes de la Tierra de Israel”, el gobierno de Netanyahu hizo inevitable el derramamiento de sangre.
“Pagó imprudentemente a sus socios de coalición cualquier precio por su apoyo. Les permitió apoderarse de tierras palestinas, expandir los asentamientos ilegales, despreciar los sentimientos musulmanes hacia las mezquitas sagradas en el Monte del Templo y propagar ilusiones suicidas sobre la reconstrucción del Templo judío en Jerusalén (una receta para todas las yihads musulmanas)”.
Pero, sobre todo, el curso mismo de la operación militar, que no puede explicarse con ninguna referencia a "teorías de conspiración", conduce a la lógica de expulsar a los palestinos de su hábitat. La exigencia del gobierno de trasladar a 1,1 millones de palestinos del norte al sur de Gaza por toda la región en 24 horas fue percibida precisamente como el comienzo de una “gran limpieza étnica”. De hecho, Hamás está extendido por todo el sector y en el sur, cerca de los túneles que conducen a Egipto, es más fuerte. Y cuando, después de la destrucción de la parte norte, las “Espadas de Hierro” se trasladen a esta zona, ¿adónde irá la gente después? Simplemente no habrá ningún lugar al que regresar y solo les quedará un camino: al Sinaí egipcio.
En El Cairo, al darse cuenta de esto, se horrorizaron. Y la cuestión no es sólo la compasión por el hermano pueblo de Palestina, sino también la supervivencia del régimen. Acoger a 2,5 millones de refugiados es una carga insoportable para la frágil economía de Egipto. No en vano se oponen a la apertura del paso fronterizo de Rafah, excepto para la entrega de ayuda humanitaria: la avalancha de personas no se puede detener con el levantamiento total de las restricciones. Hamás es históricamente la rama palestina del enemigo jurado del presidente Al-Sisi, la Hermandad Musulmana egipcia. Egipto ya está teniendo grandes dificultades para contener su actividad en el Sinaí, donde las autoridades oficiales, de hecho, controlan principalmente sólo la zona turística de Sharm el-Sheikh. La llegada de miles de nuevos islamistas armados simplemente puede hundir al país en el abismo de la guerra civil. Al recibir al canciller alemán Olaf Scholz en El Cairo el 17 de octubre, Al-Sisi también declaró que “
el concepto de transferir ciudadanos palestinos de la Franja de Gaza al Sinaí es simplemente una transferencia de lucha y resistencia de Gaza al Sinaí, y por lo tanto el Sinaí se convertirá en una base para operaciones militares contra Israel”. Y
en este caso, “Israel intentará protegerse enviando sus fuerzas armadas a Egipto y el Sinaí”. Es decir, describió la perspectiva de una posible nueva guerra egipcio-israelí. Los egipcios también están abiertamente molestos por la posición de Occidente, encabezados por Estados Unidos, que pide no cancelar la deportación anunciada, sino sólo darle tiempo adicional, dicen, no tienen tiempo en un día. Por cierto, la amenaza de Egipto de transportar refugiados a Europa cuando comiencen a ser empujados a su territorio es bastante real. No hundir cientos de barcos con palestinos cuando se dirigen a costas europeas.
Jordania, que ha vivido las protestas masivas más fuertes por lo que está sucediendo, también se ha alarmado, ya que hasta un tercio de sus 10 millones de habitantes son ex refugiados de Palestina. El rey jordano Abdullah II es muy consciente de la posición del actual gobierno israelí de que su país es la Palestina “ya realizada” y no sin razón teme que el ejemplo de Gaza se extienda al territorio de Cisjordania en Jordania. Además de que 4,5 millones de refugiados provenientes de allí serían realmente insostenibles para Jordania, su llegada podría significar el fin de la dinastía Hachemita en el reino. Ya había experimentado levantamientos palestinos apenas reprimidos (“Septiembre Negro”), y es casi seguro que una nueva afluencia de refugiados habría arrasado con el trono real. No es coincidencia que Abdullah II (inglés por parte de madre), considerado el líder árabe más pro occidental, haya comenzado recientemente a adoptar una línea cada vez más dura hacia Israel. Tras un ataque aéreo contra un hospital en Gaza que mató a cientos de civiles,
canceló la cumbre "cuádruple" entre Estados Unidos, Egipto, Jordania y Palestina (Fatah) en Ammán que le había impuesto Washington durante la anunciada visita "histórica" de Joe Biden a la región el 18 de octubre.
La afirmación de este último de que la explosión en un hospital de Gaza, contrariamente a lo obvio y a la filmación disponible, “parece haber sido causada por otro equipo”, es decir, no las FDI, corre el riesgo de socavar los últimos vestigios de confianza en la política estadounidense en el medio Oriente.
Anteriormente, El Cairo y Ammán, representados por sus líderes, ya habían anunciado su rechazo categórico a cualquier plan de deportación de la población palestina. Si no se les escucha, también podrían romper relaciones diplomáticas con Israel, lo que, después de muchos años de esfuerzos de normalización, lo devolverá nuevamente a la posición de paria regional.
La sociedad israelí, indignada por el martirio de sus compatriotas, por supuesto, todavía no puede evaluar racionalmente la situación y está dispuesta a apoyar al gobierno del país, que se ha ampliado a expensas de los centristas, en todas sus duras acciones. Pero esto no elimina la cuestión de la responsabilidad. Incluso ahora, el 80% de la población cree que la oficina de Netanyahu es la principal culpable del ataque de Hamás, pero será posible preguntarlo una vez finalizadas las operaciones militares, dependiendo de su resultado. La simple destrucción del sector con un intento de transferir el poder de Fatah, más moderado que Hamás, desde Cisjordania, no convendrá a nadie. Los palestinos en Gaza ya están llenos de venganza y no harán más que aumentar las filas de los radicales islámicos. En estas condiciones, es poco probable que los funcionarios de Fatah liderados por M. Abbas quieran regresar al sector, donde serán percibidos como traidores y títeres de Israel. Los residentes de este último volverán a mirar con alarma a Gaza y con ira a Netanyahu. Y además, los actuales procesos por corrupción, de los que huye a través de diversas aventuras, pueden parecerle un ligero soplo de viento antes de una auténtica tormenta. La probabilidad de que, en un esfuerzo por evitar consecuencias, continúe por el camino de la escalada del conflicto es muy alta.
Teniendo en cuenta el cambio de actitud de la opinión pública mundial hacia lo peor para Israel debido a sus brutales acciones contra enormes masas de la población civil de Palestina, que de ninguna manera tiene relación con Hamás, el apoyo moral hacia los israelíes puede perderse gradualmente. Al mismo tiempo, se hace evidente la consolidación de todo el mundo árabe e islámico sobre una base antiisraelí, especialmente después de actos como la destrucción por bombas de muchos cientos de personas en un hospital en el sur de Gaza, que fue una especie de de designada por el propio Israel como zona segura. Habiendo derrotado a oponentes no tan serios por medios militares, puede encontrarse en una situación política y estratégica extremadamente peligrosa para él. El riesgo de un boicot petrolero por parte únicamente de los Estados del Golfo, que ya está en el aire, podría cambiar de la noche a la mañana la disposición de Occidente hacia la “única democracia” en Medio Oriente. Pero existen otras opciones mucho más severas.
No es de extrañar que Moshe “Boogie” Ayalon, un ex ministro de Defensa muy respetado en Israel y jefe del Estado Mayor del país en gobiernos de izquierda, diga estos días: “Netanyahu plantea una amenaza existencial para Israel. Debería dimitir ahora".
Netanyahu y el Sionismo: Ávidos de Sangre - Parte II
Pablo Jofré Leal
La agresión del sionismo, crónico, con todo el poder de fuego que posee, eleva las cifras en las filas de la sociedad palestina en 4 mil asesinados y 13 mil heridos.
En la primera parte de este trabajo mencionaba el asesinato de cientos de palestinos en este año 2023, previo a la operación militar de las fuerzas de la Resistencia antes del día 7 de octubre, que significó un duro golpe a la ocupación nacionalsionista del territorio palestino y que significó la muerte de al menos 1500 soldados, policías y colonos paramilitares de asentamientos ubicados frente a la bloqueada Franja de Gaza, incluyendo también población civil dentro del cruce de fuego. Por su parte la agresión del sionismo, crónico, con todo el poder de fuego que posee, con todo el desequilibrio existente con las fuerzas palestinas de la Resistencia eleva las cifras en las filas de la sociedad palestina en 4 mil asesinados y 13 mil heridos, junto a la destrucción de miles de casas y edificios, con la ruina de la escasa infraestructura sanitaria, industrial. Una Franja de Gaza sin energía eléctrica ni agua, sometida a una catástrofe propia de aquellas escenas del nacionalsocialismo atacando a los países europeos a inicios de la segunda guerra mundial, en una política de tierra arrasada.
La agresión militar del régimen de Netanyahu —crónica a pesar de la desmemoria respecto a que los hechos de este mes de octubre no son nuevos, sino que hunden sus raíces desde el momento mismo del nacimiento de la entidad nacionalsionista en mayo de 1948. Una acometida que, en estos doce días ha significado, al cierre de este articulo miles de asesinados, de los cuales mil son niños menores de 16 años. Cifra incrementada salvajemente en función del bombardeo, por parte de Israel del Hospital Al-Ahli en la ciudad de Gaza, ubicado en la parte norte del bloqueado enclave costero palestino. Lugar donde además de enfermos, heridos y personal sanitario se encontraban, en sus inmediaciones, miles de refugiados expulsados de zonas al norte de la ciudad de Gaza. El régimen civil-militar sionista, como suele ser habitual, ha querido culpar a las fuerzas palestinas de la Resistencia de esta explosión en Al-Ahli, que ha significado al menos 900 víctimas, entre ellos 500 muertos y para ello presentó profusamente un video en la cuenta oficial del gobierno de Netanyahu donde afirmaba que un cohete disparado desde Gaza provocó la explosión. Sin embargo, esto se eliminó más tarde después de que un periodista del New York Times notara que la marca de tiempo en el video era 40 minutos después de que ocurriera la explosión del hospital (1) según consignó el medio Newsweek, en su verificación sobre la veracidad de noticias publicadas.
Un baño de sangre que tiene como responsable a Israel y que ha significado una ola de indignación en gran parte de los países árabes y en la comunidad del islam, que lanzó a la calle a millones de manifestantes exigiendo castigar al régimen nacionalsionista. Con ataques a las embajadas de Estados Unidos e Israel en capitales como Beirut, Amán, Bagdad: las airadas protestas contra el binomio imperialismo-sionismo tuvieron lugar también en Marruecos, Siria, Catar, Túnez, Ankara y Estambul en Turquía. Igualmente, en ciudades y capitales europeas que han mostrado su indignación ante esta horrible masacre llevada a cabo por el ejército nacionalsionista. El gobierno israelí anunció el día miércoles 18 de octubre la evacuación total de sus representaciones diplomáticas en Marruecos y Egipto, ante el riesgo de la toma y destrucción de dichos recintos.
El presidente estadounidense Joe Biden quien estuvo algunas horas en Israel, entidad que ocupa los territorios de la palestina histórica defendió a ultranza a su aliado e hijo putativo y se sumó a la narrativa falsaria del régimen civil-militar israelí, para sostener que la explosión fue obra de un movimiento de la Resistencia palestina. Acusación que no tiene sustento alguno más allá de la retórica indignante y despreciable con que Israel suele cubrir sus ataques y crímenes contra el pueblo palestino. Se ha dado a o conocer un trino de un colaborador directo del primer ministro sionista Benjamín Netanyahu, el denominado portavoz digital de su gobierno, Hananya Naftali, quien en un mensaje en la red X, que más tarde eliminó, anunció que la Fuerza Aérea Israelí golpeó “una base terrorista de HAMAS dentro de un hospital en Gaza. Muchos terroristas están muertos. Es desgarrador que HAMAS esté lanzando cohetes desde hospitales, mezquitas, escuelas, y usando a los civiles como escudos humanos. #Hamas_es_ISIS”
Ante tamaña confesión y visto el efecto demoledor que esta masacre estaba ocasionando, volvió a mostrar la verdadera cara del terror de Israel, Hananya eliminó dicho mensaje señalando “Hoy compartí un informe publicado en @reuters sobre el bombardeo al hospital de Gaza que afirmaba falsamente que Israel atacó el hospital. Compartí por error esta información en una publicación eliminada en la que hacía referencia al uso rutinario de hospitales por parte de Hamas para almacenar escondites de armas y llevar a cabo actividades terroristas. Pido disculpas por este error. Como las FDI no bombardean hospitales, supuse que Israel estaba apuntando a una de las bases de Hamas en Gaza” (2). A confesión de parte relevo de pruebas se suele decir en el mundo del derecho y que está haciendo difícil que los aliados del sionismo sigan en silencio.
Ese occidente aliado de Washington, principalmente el llamado occidente europeo agrupado en la asociación delictiva militar especialista en invasiones como es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha guardado un mutismo encubridor, salpicado en ocasiones con algún gesto más propio de la teoría del Buenismo —donde se suele equiparar al victimario con la víctima— que no oculta esa mudez despreciable de un occidente capaz de apoyar a regímenes golpistas como el de Ucrania y entregar cientos de miles de millones de dólares. Armas, apoyo logístico, alimentos, refugio y condenas a quien acusan de agresor pero que protegen y tratan con guante de seda al régimen nacionalsionista israelí. ¿Dónde están los llamados a establecer un bloqueo aéreo, naval, cercar el espacio aéreo israelí para que no masacre a la población civil? ¿Dónde la decisión de establecer un bloqueo comercial contra Israel para que deje de asesinar a la población palestina? La doble moral de Occidente genera vergüenza, impotencia y un dolor infinito frente a los crímenes monstruosos de un ente dotado de manga ancha e impunidad para asesinar.
Frente a los cohetes lanzados desde suelo palestino por la Resistencia palestina se responde con fuego de artillería, bombardeo aéreo, incursiones militares, controles a todo lo largo de los territorios ocupados. En ese escenario resulta pusilánime, además de irracional tratar de equiparar el poderío sionista con las armas de las milicias palestinas. Que vergüenza seguir hablando de Israel como la única democracia de la región cuando su comportamiento como potencia ocupante y colonizadora revela una conducta racista, exterminadora, criminal, violatoria de los derechos humanos de la población palestina mostrando la verdadera cara de régimen israelí: Una existencia política, a la cual hay que denominar como nacionalsionista, como un régimen criminal. Las críticas al actuar demencial de las fuerzas militares de Israel
El derecho de la Resistencia a la opresión interna o externa —a través de una potencia ocupante— es un derecho reconocido y que permite y autoriza la desobediencia civil y el uso de la fuerza. Sea recurriendo a Platón, Tomás de Aquino, a la declaración de independencia de Estados Unidos o la Declaración de Los Derechos del Hombre y del ciudadano de la revolución francesa. La Declaración Universal de Derechos Humanos del año 1948, consigna en su preámbulo “Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; Washington, las sociedades occidentales aupadas por los medios de comunicación afines al sionismo llenan sus páginas, editoriales, imágenes de muestras de dolor y velatones frente a la muerte de miembros de la violenta sociedad israelí pero…¿quién prende velas en occidente, quien se indigna en los medios de comunicación de Washington, Londres, Madrid, Buenos Aires o Santiago frente a la muerte diaria en territorio palestino? ¿Qué papel cumple la ONU y su Consejo de Seguridad para detener esta barbarie? ¿Qué se ha hecho, en el plano práctico para detener a los criminales de guerra y violadores de los derechos humanos del pueblo palestino? Masacres como la cometida en el Hospital Al-Ahli, en toda Gaza, en Yenín, Nablus, en Al-Quds.
¿Quién es capaz de detener la masacre, por parte de estos gobiernos, capaces de intervenir con toda la fuerza de su potencia económica, política y militar en Serbia, Libia, Irak, Yemen, ¿tratando de fragmentar a Siria y sin embargo frente a los crímenes del régimen israelí callan en forma cómplice o simplemente sostienen que se trata de represalias frente a las “acciones terroristas” de Hamas? Israel —su gobierno y parte de su población— en muchas de sus acciones —se comporta con los palestinos como el Tercer Reich con los judíos, gitanos, y gente con discapacidad mental durante el régimen nacionalsocialista. El pueblo palestino en Al Quds (Jerusalén), Cisjordania y la Franja de Gaza soporta diariamente el sufrimiento, la represión, el encarcelamiento, la limpieza étnica y la agresión constante por parte de los ocupantes israelíes alienados en su papel de tropas y sociedad autollamados a ocupar un territorio que no les pertenece, como si de un destino manifiesto se tratase.
Para el Dr. Norman Filkenstein, un cientista político, hijo de europeos de creencia judía que fueron prisioneros en campos de concentración del nazismo, en una interesante conferencia donde fue interpelada por una llorosa joven que decía ser de creencia judía que criticaba la comparación que hacia Filkelstein de la política israelí y los nazis sostuvo y me hago eco total de su palabras “no existe nada más despreciable que usar el sufrimiento y el martirio de las víctimas del nazismo para intentar justificar la tortura , la brutalidad, la demolición de hogares que Israel comete diariamente contra los palestinos y por eso me niego a ser intimidado o presionado por las lágrimas de cocodrilo” si tuvieras un corazón dentro tuyo, le dijo Filkelstein a la sollozaste joven “estarías llorando por los palestinos no por lo que tú le has hecho” duro pero veraz, firme pero honesto (3)
Una de las falacias más extendidas de la ideología y de la propaganda del sionismo y que de tanto repetirse ha llegado a considerarse que tiene algo de seriedad y razón para justificar la ocupación israelí de los territorios palestinos es la que afirma el derecho de aquellos que se denomina “pueblo judío” a la Alía, o “retorno” a Palestina del cual, según el sionismo fueron arrojados hace más de 20 siglos. Para el analista Said Alami “Nada en la Historia documentada y académica rubrica el derecho de los judíos a regresar a ninguna parte y mucho menos a Palestina, tierra donde este pueblo, según sus propias mitologías y sus propios textos sagrados, había pisado la tierra de Palestina como invasor, ocupante extranjero y usurpador, y donde estuvo siempre en guerra con la población autóctona palestina que existía allí” ¿Qué pretende Israel? ¿Que el pueblo palestino siga sojuzgado, que no reaccione frente a décadas de ocupación y desprecio a los derechos humanos de millones de palestinos? Israel, ya sea con Laboristas o los ultraderechistas del Likud no han dejado ni un solo día de humillar, despreciar y reprimir al pueblo palestino, empujando sus acciones hacia la desesperación de una manera calculada y bestial para justificar así sus acciones de represalia bárbaras y brutales. Dadas a conocer al mundo, a través de los medios de comunicación occidentales como lógicas y razonables frente al terrorismo palestino.
Para ello se cuenta con la bendición de los gobiernos de Washington y sus socios occidentales. Para ello cuenta con una Palestina dividida en bantustanes al estilo del apartheid sudafricano, cuenta con la creación de enormes campos de concentración llamados Franja de Gaza y Cisjordania. El plan israelí de opresión al pueblo palestino está cargado de odio y desprecio no sólo al pueblo palestino, sino que a todo el mundo árabe, como también al desprecio a las leyes internacionales con el objetivo de expulsar a la población palestina en aras de conseguir concretar el Gran Israel y darle cabida así a los millones de judíos que los gobiernos de Israel han ido instalando en suelo palestino “Tu tierra Israel es desde el Éufrates hasta el Nilo”; reza el conocido lema sionista, repetido hasta la saciedad por todos aquellos que son cómplices de una ideología criminal como es el nacionalsionismo incluyendo gobiernos, parlamentarios, empresarios, medios de desinformación y manipulación, periodistas, líderes de opinión, creyentes evangélicos entre otros.
Israel es una entidad fundamentalista y no está interesada en lograr nada que huela a paz ni en Palestina ni en Asia Occidental, multiplicando su influencia nefasta en diversas regiones del mundo Israel no ceja en su ocupación y colonización de palestina, ni en la agresión contra sus vecinos a pesar de los costos que ello trae consigo a su propia población. Han sido los gobiernos israelíes los responsables de la podredumbre moral de una sociedad cuesta bajo en la rodada y que justifican absolutamente la necesaria respuesta de la Resistencia palestina frente a décadas de crímenes y expolio. No es posible hacerse parte de esa teoría del buenismo que trata de equiparar fuerzas o sindicar a aquellos que buscan la autodeterminación de su pueblo como terroristas. Hablamos de una ocupación que se repite, con un alumno aventajado de las políticas sionistas, la de la Monarquía de Marruecos contra el pueblo saharaui. Con muros que los hermanan y que dan cuenta que en materia de atrocidades tanto la monarquía marroquí como el sionismo israelí tienen objetivos similares: eliminar a las poblaciones que ocupan aquellos territorios que dicen pertenecerles. ¿Cómo razonar ante el enajenamiento? ¿Cómo lograr que el nacionalsionismo deje de asesinar?
Pablo Jofré Leal
Articulo para HispanTV
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Deleted Israeli Video Adds to Confusion Around Gaza Hospital Blast. 17 october 2023. https://www.newsweek.com/deleted-israeli-video-adds-confusion-around-gaza-hospital-blast-1835596
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https://www.youtube.com/watch?v=TvvSjgr4a1w