Alfredo Jalife-Rahme
El locuaz presidente electo argentino Javier Milei ha echado deshonrosa reversa debido a las fuertes presiones de su aliado, el expresidente Macri, verdadero poder tras el trono con la incrustación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad, y la espada de Damocles perenne del FMI, lo que en conjunto ha detenido su dolarización deslactosada.
Financial Times, portavoz de la monarquía globalista neoliberal,
apunta que "Milei retrocede de su dolarización".
Sucede que el teórico de la dolarización, Emilio Ocampo, profesor de historia económica y anterior banquero de inversiones,
rechazó el puesto de gobernador del Banco Central, carente hoy de reservas.
Ocampo se iba a abocar a la tarea de sepulturero para abolir el disfuncional Banco Central y ceder la soberanía de la emisión de la moneda a la Reserva Federal de EEUU que imprime a su antojo y de acuerdo con los ciclos económicos del propio Washington la emisión de los billetes verdes que hoy se están devaluando frente a una importante canasta de divisas y sufre los embates geoeconómicos de la "desdolarización" apadrinada por los BRICS.
La dolarización de Milei, con una economía prácticamente quebrada, va contra la dinámica futurista de la desdolarización de los BRICS, cuyas poderosas economías han
superado al G7.
Una cosa son las alucinógenas promesas electoreras, como cuando Milei espetó que la dolarización y el cierre del Banco Central "no eran negociables", y otra es la triste realidad argentina que sigue hipotecada por los buitres de Wall Street y la voluntad nada negociable del FMI que controlan EEUU y la Unión Europea.
En forma pusilánime, el cacofónico Milei comentó que prevalecía ante todo la "situación del mercado": un eufemismo para someterse a Wall Street y al FMI.
Lo real es que el expresidente globalista neoliberal Mauricio Macri, quien fracasó para lidiar con la situación intratable de la economía argentina en su momento —lo cual dio pie al retorno circular del peronismo— está despojando a Milei de los principales puestos gubernamentales: desde Demian Reidel, anterior vicepresidente del Banco Central, pasando por Luis Caputo (a no confundir con su homónimo Sebastián, gurú electorero de Milei), anterior mandamás comercial de JP Morgan para Latinoamérica, quien fue Ministro de Finanzas con Macri de 2017 a 2018 y ahora suena como ministro de Economía de Milei, hasta Patricia Bullrich, quien repite como Ministra de Seguridad con Milei después de haberlo sido en el gobierno de Macri.
¿Cuánto vale en realidad un peso argentino?
La tasa oficial de cambio es de 350 pesos por dólar, mientras que en el mercado negro ronda a 1.000 pesos por dólar, por lo que O'Grady sentencia que "nadie conoce el verdadero valor del peso", que requiere de un "ajuste doloroso" cuando los argentinos detentan bajo sus colchas o en el exterior más de 230.000 millones de dólares, en contraste a su adeudo de 44.000 millones con el FMI.
El portavoz globalista del jázaro, Michael Bloomberg, exulta la felicidad de los “mercados” debido a que “Milei hace caer la dolarización” para favorecer a un ministro cercano a Macri,
en referencia a Luis Caputo.
Según Bloomberg, "dos veteranos de Wall Street", Luis Caputo y Demian Reidel, durante la presidencia de Macri, desplazan a los “duros” de la dolarización y la extinción del Banco Central: Emilio Ocampo y el ex Chicago Boy Carlos Rodríguez.
El júbilo de Wall Street es ilimitado cuan insaciable debido a las señales de la postura más moderada de Milei": el principal índice accionario Merval se disparó un 42%, mientras planea la privatización de la petrolera estatal YPF que disparó sus acciones a la estratósfera.
Según Bloomberg, "Milei suavizó también su postura sobre China y Brasil después de haber amenazado romper las relaciones diplomáticas" con ellos. De paso, agradeció al mandatario chino Xi Jinping por sus felicitaciones e invitó al presidente brasileño Lula a asistir a su asunción el 10 de diciembre, mientras se daba el lujo de responder una llamada del papa Francisco, a quien había denostado.
A juicio de Bloomberg, "desde la economía hasta la política exterior, su nuevo tono exhibe el abordaje pragmático de Milei para gobernar un Congreso fragmentado, donde necesitará a los partidos de la oposición amigables a los negocios para implementar sus reformas".
Ya en la década del "corralito" de la dupla Carlos Menem/Cavallo, Argentina había experimentado una forma de dolarización, que denominaron “convertibilidad” cuando el peso equivalía miríficamente a un dólar: experimento que tuvo que ser abandonado en 2002 después de una aguda recesión y
violentas protestas callejeras.
En la gira relámpago de Milei con su reducida comitiva a Nueva York y Washington, el portal Infobae, que muchos analistas señalan como portavoz oficioso del Comando Sur y del Mossad, dio mucho vuelo a su reunión con el Asesor de Seguridad Nacional jázaro Jacob Jake Sullivan, quien le comentó a su atónito interlocutor que
"su éxito es el éxito de EEUU".
Tampoco pasó desapercibido el almuerzo de Milei con Chris Dodd, enviado especial de Biden para Latinoamérica, y el expresidente muy oxidado Bill Clinton.
Detrás de tanta bondad de Sullivan, Dodd y Clinton, se insinúa el enorme interés de las trasnacionales estadounidenses para invertir en los pletóricos yacimientos de litio de Argentina.
De acuerdo con los resultados de las cuatro dolarizaciones en Latinoamérica desde inicios del siglo XX —Panamá (1904), Argentina("corralito"/convertibilidad de 1991), Ecuador(2000), El Salvador(2001)—, su único beneficio, si lo hubiere, consistió en combatir la inflación, en detrimento de la "soberanía" de la emisión de la moneda y con el consecuente pago de un "señoraje" anual a la Reserva Federal de EEUU por su emisión de dólares.
Entre sus múltiples defectos prevalecen la obligatoriedad de ajustarse a los ciclos económicos de EEUU, y la facilitación del manejo financiero del crimen organizado que cotiza sus insumos en una divisa dura, el dólar, como es el caso desquiciante de Ecuador y la misma Argentina en su fase de la dupla Menem/Cavallo.