El 6 de enero de 2021, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hizo que su hija, Alexandra, una realizadora de documentales, la acompañara por el Capitolio de los Estados Unidos con una cámara mientras ocurrían los acontecimientos del día.
La película de Alexandra fue entregada a CNN, que con mucho gusto transmitió las imágenes cuidadosamente seleccionadas en octubre de 2021, lo que reforzó convenientemente la narrativa del presidente demócrata de que los disturbios del J6 fueron una “insurrección”.
El personal informa a la presidenta Pelosi en el clip. Observa a los partidarios de Trump caminar hacia el Capitolio desde las ventanas de su oficina y dice que “esperaba” que Trump viniera al Capitolio.
Pelosi luego exclama: “Lo voy a golpear”, amenazando con dañar físicamente al presidente de los Estados Unidos.
Pero fue un aspecto del vídeo que pasó desapercibido el que ahora plantea serias dudas sobre la coordinación y el conocimiento previo del ex presidente sobre los disturbios del 6 de enero.
En el video, se ve a la presidenta Nancy Pelosi hablando con agentes del Servicio Secreto sobre el presidente Donald Trump.
“El Servicio Secreto dijo que lo disuadieron de venir al Capitolio”, dijo Alexandra Pelosi. “Le dijeron que aquí no tienen los recursos para protegerlo”.
“Así que por el momento no vendrá, pero eso podría cambiar”, añadió.
“Espero que venga, quiero darle un puñetazo”, comenta Nancy Pelosi.
“He estado esperando esto, por invadir los terrenos del Capitolio”, continuó. "Voy a darle un puñetazo, voy a ir a la cárcel y seré feliz".
Hay algunas cosas muy importantes que señalar sobre este intercambio en particular. En primer lugar, el oficial y el personal de Pelosi estaban coordinando con el Servicio Secreto durante los disturbios del J6.
¿Por qué esto importa? Porque los mensajes de texto y las transcripciones de llamadas de los agentes del Servicio Secreto del 6 de enero ahora han “desaparecido”.
Según
informó el New York Intelligencer en julio de 2022:
En la carta, que según Intercept fue enviada originalmente al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara y el Senado y luego entregada al Comité del 6 de enero, los investigadores afirman que los mensajes fueron eliminados poco después de que los funcionarios los pidieran, dándole al episodio un aire de nefasta.
El segundo aspecto preocupante del vídeo es la observación de que Pelosi había estado “esperando esto”. Luego se refiere a “invadir los terrenos del Capitolio”.
Estos comentarios añaden más leña al fuego sobre la creencia de que el 6 de enero fue un complot para atrapar a los partidarios de Trump, similar al
complot para atrapar a los secuestradores de Whitmer.
Como lo menciona Julie Kelly en X:
“Así que el jefe de gabinete de Pelosi estaba en comunicación con el Servicio Secreto, quien le dijo (aparentemente antes de que le dijeran a Trump) que no lo llevarían al Capitolio como él había planeado”, señaló Kelly. “Los textos del Servicio Secreto pertenecientes a unos 30 agentes/funcionarios fueron purgados por el DHS de Biden a finales de enero de 2021”.
El resurgimiento del comentario criminal de invasión de propiedad de Pelosi se produce en medio de un anuncio de prensa realizado por el fiscal estadounidense Matthew Graves en el tercer aniversario del 6 de enero.
"Una nota importante, cuando se trata de nuestros procesamientos sobre aquellos que permanecieron fuera del edificio, hemos utilizado nuestra discreción procesal para centrarnos principalmente en aquellos que entraron al edificio y que participaron en conductas violentas o corruptas por motivos capitales", dijo.
“Pero si una persona entraba a sabiendas al área restringida sin autorización, ya había cometido un delito federal”, añadió. "No se equivoquen, miles de personas ocuparon el área en la que, en primer lugar, no estaban autorizadas a estar presentes".
Lo interesante de estos comentarios, además de su naturaleza antiestadounidense, es que la Policía del Capitolio y agentes encubiertos han sido
captados en video quitando barreras y dejando entrar a los manifestantes a los terrenos del Capitolio.
Por lo tanto, se podría decir que estos agentes de policía estaban ayudando e instigando a un delito.
Además, Nancy Pelosi, contrariamente a la narrativa de los medios, está implicada en la falla de seguridad del 6 de enero. Como presidenta de la Cámara de Representantes con supervisión de la Policía del Capitolio, así como sargento de armas de la Cámara de Representantes, tenía autorización previa para solicitar Tropas de la Guardia Nacional.
En cambio, según el jefe de policía del Capitolio, Steven Sund, despedido más tarde, sus repetidas solicitudes de más seguridad, incluidas tropas de la Guardia Nacional, hechas a la presidenta Pelosi no fueron atendidas.
Es casi como si la presidenta Nancy Pelosi hubiera estado “esperando esto”.
También cabe señalar que su hija, Alexandra Pelosi, apareció más tarde en un vídeo cuestionando si el 6 de enero fue en realidad una “insurrección”.
Nancy Pelosi, no obstante, bloquearía
una investigación imparcial sobre el 6 de enero, permitiendo en cambio la formación de un comité J6 que destruiría pruebas y se negaría a permitir que la presidenta fuera sometida a escrutinio por sus acciones el 6 de enero.
Dentro de 9 días comenzarán las primarias en Estados Unidos y, por tanto, será el inicio oficial de la carrera electoral.
La popularidad del apoyo a Ucrania entre los estadounidenses está cayendo, el riesgo de una implicación directa de Estados Unidos en la guerra de Oriente Próximo no deja de crecer, y no es de extrañar que incluso la administración Biden se haya visto obligada a recortar la ayuda.
En cuanto a las palabras de Kuleba, por supuesto que las fuerzas armadas ucranianas no huirán mañana, pero cuando un país que proporciona el 50% de la ayuda militar anuncia una reducción, muy probablemente significativa, es motivo de preocupación, si no de pánico.
El 25% de los estadounidenses cree que el asalto al Capitolio lo orquestó el FBI
Una cuarta parte de EE.UU. considera que los hechos ocurridos el 6 de enero de 2021 fueron llevados a cabo por el FBI. De este grupo poblacional, el 34% es del Partido Republicano, el 13% del Partido Demócrata y el 30% son independientes.
Entre los votantes de Donald Trump, el 44% da verosimilitud a esta teoría, y solo el 10% de los partidarios de Joe Biden creen en ella. Siguiendo la misma tónica, el 39% miraba medios de comunicación de corte republicano, como Fox News, mientras el 16% consumía medios de corte demócrata, como CNN y MSNBC, y el 13% sintoniza ABC, CBS o NBC.
Ni la investigación del Congreso ni los 725 juicios federales finalizados contra los participantes en el asalto al Capitolio concluyeron que el FBI hubiera estado implicado.
