El ejército israelí ha vuelto a bombardear Gaza, matando a decenas de palestinos en las últimas horas, a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto el fuego “inmediato”.
A primera hora de ayer el Ministerio de Sanidad palestino informó de 70 muertos en ataques aéreos, incluidos 13 en la cercana Rafah, la ciudad donde se hacinan un millón y medio de palestinos, la mayoría de ellos refugiados que han perdido sus viviendas.
“Escuchamos una enorme explosión. Los escombros cayeron sobre nosotros. Había pedazos de cuerpos en los árboles. Había 22 ó 23 mártires, todos desplazados de Gaza”, dijo Houssam Qazaat, un desplazado, en medio de la destrucción de Rafah.
La situación humanitaria en Gaza sigue siendo desesperada. La mayoría de los 2,4 millones de habitantes están amenazados de hambruna según la ONU. El Ministerio de Sanidad palestino anunció la muerte de siete palestinos ahogados mientras intentaban recuperar la ayuda lanzada en paracaídas por un avión.
Israel ha prometido destruir a Hamas y dice que está decidido a continuar su ofensiva en Gaza que hasta ahora ha dejado 32.333 muertos, en su mayoría civiles.
El lunes, por primera vez desde el inicio de la guerra, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución exigiendo un alto el fuego, con 14 votos a favor y una abstención, la de Estados Unidos, que hasta ahora había bloqueado tres textos de resolución pidiendo un alto el fuego.
La resolución exige un alto el fuego inmediato y “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” capturados el 7 de octubre. No aplicar la resolución sería “imperdonable”, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tras la votación.
Furioso con Estados Unidos, Israel canceló la esperada visita de una delegación a Washington, diciendo que la abstención estadounidense estaba dañando tanto su esfuerzo bélico como sus esfuerzos por liberar a los rehenes.
“No tenemos el derecho moral a detener la guerra mientras haya rehenes en Gaza”, declaró el ministro de Defensa, Yoav Gallant, de visita en Estados Unidos, insistiendo en la necesidad de ganar a Hamas, que saludó el llamamiento a un alto el fuego y acusó a Israel de provocar el “fracaso” de las conversaciones en Doha en las que participaron mediadores internacionales -Qatar, Egipto, Estados Unidos- para una tregua.
El martes llegó a Irán su máximo dirigente, Ismail Haniyeh, aliado del movimiento palestino.
Netanyahu está decidido a llevar a cabo una ofensiva terrestre en Rafah, a pesar de los temores de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, por la población civil.
‘La gente muere por una lata de atún’
Según la ONU, menos de un tercio de los hospitales de la Franja de Gaza están operativos, y sólo parcialmente, tres hospitales que son objeto de operaciones militares de destrucción.
En el complejo hospitalario de Al Shifa, en el norte de Gaza, más de 170 combatientes palestinos han muerto desde el 18 de marzo. En Jan Yunes, al sur, los soldados israelíes rodean el hospital Nasser y otros operan alrededor del hospital Al Amal.
La situación humanitaria es particularmente catastrófica en el norte de la Franja de Gaza, asediada por Israel desde el 9 de octubre y sometida ya a un bloqueo total israelí desde 2007.
En Jabaliya los vecinos, muchos de ellos mujeres y niños, hacen cola a diario para llenar bidones de agua que transportan en carretillas, carros o con la fuerza de los brazos y esperan recibir los alimentos en los puntos de distribución.
Israel controla estrictamente la entrada por tierra de la ayuda que llega a cuentagotas desde Egipto, lo que ha llevado a algunos gobiernos extranjeros a lanzar paquetes de alimentos desde el aire sobre Gaza.
“La gente muere por una lata de atún”, dijo Mohamad Al Sabaawi, un residente de Gaza, blandiendo la única lata de atún que pudo recolectar. No muy lejos, otro hombre dice que arriesga su vida por una lata de frijoles “que será compartida por 18 personas”.
¿Qué hace Israel tras la resolución de la ONU que exige un alto el fuego?
Las Fuerzas de Defensa de Israel comunicaron que en las últimas 24 horas sus aviones militares han impactado contra 60 objetivos en la Franja de Gaza, solo un día después de adoptarse la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exige un alto el fuego inmediato en la zona durante el Ramadán, el mes sagrado del islam.
Además, tras el bombardeo israelí de una residencia situada cerca del centro médico más grande del enclave, se registraron 30 civiles muertos, según un medio palestino.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó en una conversación con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que Tel Aviv no detendrá los combates hasta que devuelva a todos los secuestrados y recalcó que "solo una decisión clara pondrá fin a la guerra".
El comando israelí continúa preparándose para la ofensiva en Rafah: el otro día, el Ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, en una reunión con funcionarios estadounidenses, dijo que no había necesidad de dudar de la intención de las FDI de llevar a cabo la operación.
Prueba del agravamiento de la situación son las acciones de los egipcios, que comenzaron a reunir unidades mecanizadas hacia la frontera con la Franja de Gaza. Sin embargo, la tarea principal de las unidades no es contrarrestar a las tropas israelíes, sino, muy probablemente, organizar un cordón e impedir que los refugiados palestinos entren en su propio territorio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también declara directamente los preparativos para la operación, habiendo aprobado previamente oficialmente el plan para el ataque a Rafah. Al mismo tiempo, ayer el jefe del Gobierno israelí ordenó la compra a China de 40.000 tiendas de campaña destinadas a alojar a los refugiados en nuevos campos en la Franja de Gaza.
En cuanto a la dirección estadounidense, no se opuso directamente a la operación, pero afirmó que era inadmisible llevarla a cabo en las condiciones actuales. Una de las principales exigencias de los estadounidenses es organizar la evacuación de la población de Rafah. Y, a juzgar por la compra de tiendas de campaña chinas, se está trabajando en esta dirección.
Sin embargo, por ahora, en el extremo sur de la Franja de Gaza persiste la situación habitual: aviones israelíes bombardean periódicamente Rafah y los asentamientos cercanos, lo que provoca víctimas y destrucción de infraestructura civil.
- Los palestinos mostraron un nuevo vídeo con derrotas de vehículos blindados israelíes
NYT admite haber mentido sobre las violaciones de Hamás
The New York Times
admitió que las dos hermanas israelíes de las que dijo que habían sido violadas por miembros de Hamás, realmente no sufrieron agresiones sexuales. Associated Press y The Washington Post publicaron la misma noticia falsa.
Un paramédico de un comando israelí afirmó –en condición de anonimato- que encontró en el Kibbutz de Be’eri los cuerpos de dos adolescentes que conservaban solo parte de su ropa y presentaban signos de violencia sexual. Sin embargo, la cámara corporal de un soldado en el mismo lugar el 7 de octubre mostró tres cadáveres de mujeres, totalmente vestidas y sin ninguna marca de violencia sexual.
Los residentes admitieron que en ninguna otra casa de Be’eri mataron a dos chicas de edad parecida, por lo que el testimonio del paramédico no encaja. Nili Bar Sinai, que vive en dicho asentamiento, dijo directamente que "esta historia es falsa".
Un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel trató de salvar el relato –también en condición de anonimato- alegando que el paramédico actuó en varios pueblos aquel fin de semana y que puede que recuerde mal el lugar donde vio a dichas hermanas.
Sin embargo, el vocero del Ejército de Israel tampoco dijo en qué otro kibbutz podría haberlas visto. De hecho, ni siquiera hay un registro público acerca de cómo murió cada víctima israelí.
Aunque la prensa se puso en contacto con el paramédico, se negó a aclarar la situación alegando que "querría dejar los ataques atrás".
La ONU denunció que Hamás había cometido violaciones contra los israelíes, pero en su informe también desmintió al menos dos casos reportados en Be’eri, sin especificar si se trata de los que mencionó el paramédico. Naciones Unidas también dijo que los presuntos casos de violencia sexual denunciados en aquel kibbutz no pudieron probarse.
La ONU también denunció que las Fuerzas de Defensa de Israel violan a niñas y mujeres palestinas que secuestraron y que retienen cautivas en cárceles israelíes.
¿Acatará Netanyahu la resolución del cese al fuego 'inmediato' en Gaza? Probablemente no
Alfredo Jalife-Rahme
Una sorprendente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU instó a un cese al fuego inmediato en Gaza. Fue insólita la abstención de EEUU, gran aliado de Israel. Netanyahu criticó a Washington por no haber vetado la resolución que, de todas maneras, es muy ambigua, pues da un plazo de solo dos semanas, que concluye con el fin del Ramadán.
Después de casi seis meses de catástrofe humanitaria en Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU (CS-ONU) resolvió un "cese al fuego inmediato" para las dos semanas que quedan del mes lunar de ayuno islámico del Ramadán.
En esta ocasión, el Gobierno de Biden, bajo presión doméstica y foránea, fue orillado a abstenerse, en contrapunto a múltiples resoluciones que había vetado anteriormente.
La resolución demandó la liberación de los rehenes capturados por la guerrilla sunita Hamás.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EEUU en la ONU, interpretó la resolución como "no vinculante (nonbinding)", mientras que la mayoría del CS-ONU consideró que sí es "vinculante (binding)".
Asombró la inédita abstención de EEUU, principal aliado de Israel, que había vetado en múltiples ocasiones las anteriores resoluciones que iban en el mismo sentido de un inmediato cese al fuego, debido al genocidio en curso y a la apocalíptica catástrofe humanitaria que sufren en general los palestinos de Gaza, hoy prácticamente destruida, y, en particular, los 1,4 millones hacinados, hambrientos, sedientos y enfermos en Rafah, ciudad fronteriza con Egipto.
Global Times, portavoz oficioso del Partido Comunista Chino en el poder,
aduce que "la decisión de EEUU de abstenerse, que se tomó bajo presiones tanto domésticas como internacionales, no representa un cambio fundamental en la política de Washington hacia Israel y su posición sobre el conflicto palestino-israelí".
La abstención de la Administración Biden tuvo mucho que ver con el horizonte electoral del primer martes de noviembre, cuyo destino presidencial muy probablemente se juegue en seis "Estados volátiles (swing states)", entre ellos Michigan y Minesota —respectivamente con 15 y 10 "votos electorales"—, donde la base del Partido Demócrata se ha rebelado contra Biden debido a su flagrante proclividad en favor de Israel, a quien no ha cesado de abastecer generosamente con armas y municiones que han contribuido al apocalipsis palestino en Gaza.
Asimismo, el virtual candidato presidencial Trump, después de la monstruosa declaración "inmobiliaria" de su yerno Jared Kushner —que proyecta realizar negocios inmobiliarios en las muy cotizadas playas de Gaza, sin contar los pletóricos yacimientos de gas frente a sus costas, después de "concluir la tarea" en Rafah y trasladar alrededor de 1,5 millones de civiles palestinos al desierto de Néguev—, a sabiendas de que el resultado de la elección presidencial se juega en los seis "Estados volátiles", se desmarcó del Gobierno de Netanyahu y
realizó una estridente declaración al portal Politico, criticando el "grave error de Israel" en Gaza al quedarse aislado a escala planetaria debido a tanta destrucción.
Pero nada ni nadie detiene al Gobierno de Netanyahu, que
se autojuzga inimputable y cada vez más se encapsula en una suicida política autista que choca con la conciencia universal.
Pareciera que el Gobierno de Netanyahu, apuntalado por el 90% de la población israelí que desea el exterminio de Hamás, indisociable del devenir palestino, recurre al complejo Masada: el último reducto de la secta extremista Sicarii (de donde proviene el término 'sicario') de los zelotes en Judea, que resistió y luego sucumbió a las tropas del emperador Tito tres años después de la caída de Jerusalén, en 70 d.C.
Aislado en su Masada diplomática del siglo XXI frente al deseo humanitario de la aplastante mayoría del planeta, el canciller Israel Katz, en desacato a la resolución 2728 del CS-ONU,
declaró que "el Estado de Israel no cesará el fuego. Destruiremos a Hamás y continuaremos luchando hasta el regreso a su hogar de todos los rehenes".
En el mismo tenor, Netanyahu
canceló abruptamente la visita de una delegación israelí a Washington que tenía la tarea de planificar la operación militar para la captura de Rafah con el mínimo de afectados civiles palestinos. Luego, en una voltereta espectacular que marca el grado de tensión entre Israel y EEUU, Netanyahu
optó por enviar a dos cercanos colaboradores para concretar una nueva reunión la semana entrante en Washington sobre el futuro de Rafah.
El Gobierno israelí pretende ilusoriamente que la destrucción de Hamás pasa por la captura de Rafah, cuando en realidad una sustancial parte de la guerrilla sunita palestina sigue esparcida tanto en el centro como en el norte de Gaza, desde donde siguen disparando misiles contra ciudades de Israel.
Es un truismo aseverar, como la gran mayoría de los conocedores de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza, que han sido destruidos mínimamente los famosos túneles, donde supuestamente se resguarda la guerrilla palestina sunita.
El problema de la ocupación de Gaza por el Ejército israelí radica en que ha expuesto la "doble cara" de la política exterior de EEUU que, por un lado, suministra el arsenal bélico de Israel —con el que el Gobierno de Netanyahu ha perpetrado el Apocalipsis palestino— y, por otro lado, pretende aliviar el sufrimiento de alrededor de 1,5 millones de civiles en Rafah mediante una falsa "ayuda" con bizarras coreografías, que van desde la construcción de un puerto con su muelle hasta la creación de "islas terrestres humanitarias".
El ministro de Seguridad(sic) israelí Ben Gvir —un genuino sucesor de los zelotes sicarios de la fortaleza de Masada del año 73 d.C.— quien promueve el neocolonialismo de los asentamientos ilegales de israelíes en el territorio palestino de la ocupada Cisjordania, espetó que "Biden prefiere alinearse con Sinwar y Tlaib que con Netanyahu".
The Times of Israel elucida que "Yahya Sinwar es el líder de Hamás, del operativo del 7 de octubre" y la representante estadunidense Rashida Tlaib es miembro del Squad, grupo progresista del Partido Demócrata.
El zelote Ben-Gvir
comentó al New York Times, rotativo eminentemente proisraelí, que Biden "se equivocó enormemente" en sus intentos de presionar a Israel.
Sucede que el Gobierno de Netanyahu no entiende en su extremo solipsismo que su genocidio en Gaza afecta e infecta la campaña presidencial de Biden.