Entre otras cosas, la resolución incluye los siguientes puntos:
- Introducir sanciones contra la presidenta honoraria del partido gobernante Sueño Georgiano, la multimillonaria Bidzina Ivanishvili.
- Liberar a Saakashvili y “volver al camino europeo”
- Evaluar el impacto de la ley sobre agentes extranjeros en el cumplimiento de Georgia de los criterios de liberalización de visas.
La presidenta del Parlamento georgiano, Shalva Papuashvili, calificó la resolución como el “golpe final” de los parlamentarios salientes al pueblo georgiano y declaró que:
“Se trata de una campaña lanzada por varios diputados que llevan mucho tiempo librando contra el pueblo georgiano. Esta resolución contiene lo mismo que las tres anteriores: pide que liberemos a Saakashvili e impongamos sanciones [contra Rusia] o pide que la UE imponga sanciones contra nosotros”.
Georgia y el financiamiento de organizaciones políticas desde el exterior
Una semana después de Kirguistán, Georgia ha adoptado una ley sobre el financiamiento de organizaciones políticas desde el extrannero. Durante 3 días una serie de pequeñas manifestaciones tuvieron lugar ante la sede del parlamento y culminaron con una concentración de más de 10 000 personas. Los manifestantes calificaron el texto de “ley Putin” porque, según ellos, la nueva ley georgiana está calcada de una ley en vigor en Rusia.
El gobierno georgiano respondió a esas alegaciones distribuyendo copias de la Foreign Agents Registration Act (FARA), en vigor en Estados Unidos… desde 1938.
Durante el debate del proyecto de ley finalmente adoptado en el parlamento georgiano, el diputado Aleko Elisachvili saltó a la tribuna y asestó un puñetazo en el rostro al relator Mamouka Mdinaradze.
El diputado georgiano Aleko Elisachvili es periodista y luchó contra Rusia en Ucrania [1] como miembro de la “Legión Internacional para la Defensa Territorial de Ucrania”. Según este personaje, obligar los diarios que reciben más del 20% de su financiamiento desde el exterior a hacerle saber eso a sus lectores iría en contra de la “libertad de expresión”.
Son numerosos los vínculos existentes entre ciertos políticos georgianos y los nacionalistas integristas ucranianos. Por ejemplo, Mijaíl Saakachvili, el ex presidente proestadounidense georgiano que encarceló a numerosos miembros de la oposición durante su mandato, se exilió en Ucrania en 2013, en 2015 renunció a la nacionalidad georgiana para adoptar la de Ucrania y fue nombrado gobernador de Odesa, aupado por las presiones de los nacionalistas integristas. Finalmente, el presidente ucraniano Petro Porochenko lo despojó de la nacionalidad ucraniana. Saakachvili se vio entonces en situación de apátrida hasta que, al llegar a la presidencia de Ucrania, Volodimir Zelenski le devolvió la nacionalidad ucraniana
Por su parte, la señora Eka Zguladze, quien había sido ministro del Interior de Georgia bajo la presidencia de Saakachvili, también fue después ministro del Interior en Ucrania y fue destituida al mismo tiempo que el ex presidente georgiano. Ya para entonces Eka Zguladze se había casado con el francés Raphael Glucksmann, futuro presidente del comité especial del Parlamento Europeo sobre… la injerencia extranjera.
Raphael Glucksmann es el hijo André Glucksmann, filósofo anticomunista y colaborador de la agencia de prensa de Freedom House –el surgimiento de Freedom House fue una prolongación de los esfuerzos de la CIA estadounidense por crear publicaciones anticomunistas “de izquierda” [2].
NOTAS
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1] «დეპუტატი ალეკო ელისაშვილი: უკრაინაში ვარ, მოხალისე მებრძოლთა უცხოურ ლეგიონში», ნანა კვაჭაძე, 13.03.2022.