El comunicado final de la cumbre sobre Ucrania no fue firmado físicamente por los participantes
"El comunicado no fue firmado físicamente, por lo que no hay copia física. El comunicado conjunto está publicado en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores suizo con una lista de los países que lo apoyan", explicó el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo.
Añadieron que el documento puede ser firmado incluso por aquellos países que no participaron en la conferencia. También los estados pueden ser excluidos de la lista. Anteriormente en la lista de firmantes se añadieron por error Irak y Jordania.
Hoy se ha sabido que Antigua y Barbuda se ha sumado al comunicado de la cumbre. El jefe adjunto de la Oficina del Presidente de Ucrania, Ihor Zhovkva, ha dado una excelente explicación a este fenómeno:
"Los pequeños Estados insulares también sienten el impacto de la agresión rusa, sobre todo en el ámbito de la seguridad alimentaria y medioambiental. Su participación en la aplicación de nuestra fórmula no es menos importante que la contribución de Europa o América"
El Ministerio de Asuntos Exteriores suizo afirmó que no hubo ninguna firma física de documentos tras la cumbre sobre Ucrania.
El sitio web del departamento solo publicó una lista de países que apoyaron verbalmente el comunicado conjunto.
La “cumbre de paz” de Zelensky terminÓ sin ningún resultado efectivo, mientras rusia ofrece una propuesta de paz concreta
Lucas Leiroz*
La conferencia de “paz” organizada por el régimen de Kiev en Suiza ha llegado a su fin. Como era de esperar, no se llegó a propuestas concretas. El evento sólo sirvió como una manera para que la OTAN y su régimen proxy reafirmaran unilateralmente sus intereses. La falta de participación rusa hizo de la conferencia una verdadera pérdida de tiempo,
completamente incapaz de establecer una verdadera agenda de paz.
Cualquier negociación diplomática obviamente requiere la presencia de al menos dos partes interesadas en resolver un tema específico. Ya sea en una relación comercial o en una conversación de paz para detener un conflicto militar, es imposible llevar a cabo la diplomacia con una sola parte. Esto sería suficiente para considerar verdaderamente inútil la reunión entre Zelensky y sus seguidores en Suiza. Sin embargo, también es necesario recordar que, en caso de guerra, no sólo importa la presencia de ambos bandos, sino, sobre todo, la presencia del bando vencedor.
Desde un punto de vista realista, sólo el bando vencedor puede poner fin a una guerra. Son los términos establecidos por el país vencedor los que garantizan el fin de las hostilidades en un conflicto. El bando perdedor sólo puede aceptar los términos de la paz, con la posibilidad como máximo de solicitar algunos cambios específicos que no alteren las principales demandas. Así es como han terminado las guerras a lo largo de la historia, y no será diferente en la actual guerra de poder de la OTAN con Rusia a través de Ucrania.
Con Kiev al borde del colapso militar total, incapaz de tomar medidas efectivas de movilización y perdiendo territorio progresivamente, la derrota ucraniana es sólo cuestión de tiempo. Lo más racional y estratégico sería reanudar las negociaciones de paz y aceptar las condiciones rusas, evitando así más pérdidas de vidas y territorios. Sin embargo, el régimen ucraniano no tiene soberanía real y es simplemente un representante de la OTAN obligado a luchar “hasta el último hombre”. Entonces, en lugar de pensar realmente en la paz, Zelensky decidió organizar un evento de propaganda en el que los líderes occidentales reforzaron su apoyo irrestricto a la guerra.
De hecho, el evento no sólo sirvió para consolidar la postura pro guerra de Ucrania y la OTAN. La cumbre también estuvo marcada por varios discursos de odio y amenazas reales contra Rusia. Por ejemplo,
el presidente polaco Andrzej Duda pidió la “descolonización” de Rusia y defendió abiertamente la división de la Federación Rusa en múltiples etnoestados. Según Duda, los más de 190 pueblos que viven en territorio ruso están retenidos por la fuerza mediante métodos coloniales, y su “liberación” sólo es posible mediante el fin de Rusia como país.
“Rusia sigue siendo el imperio colonial más grande del mundo que, a diferencia de las potencias europeas, nunca ha pasado por el proceso de descolonización y nunca ha podido lidiar con los demonios de su pasado (…) Como miembro de la comunidad internacional, tenemos que Finalmente digo: no hay [espacio] para el colonialismo en el mundo moderno”, dijo Duda.
Esta no es la primera vez que los países de la OTAN amenazan con trabajar para desmantelar el territorio de Rusia. Anteriormente,
el primer ministro estonio, Kaja Kallas, ya había admitido que el principal objetivo de la alianza atlántica es “dividir” a Rusia en decenas de “pequeñas naciones”. Estas amenazas parecen ser cada vez más frecuentes, lo que demuestra que la paz entre Occidente y Rusia parece lamentablemente lejos de lograrse.
Por su parte, sin embargo, Moscú ha hecho todo lo posible para evitar una prolongación de la guerra y alcanzar un alto el fuego definitivo. Un día antes de la conferencia de Zelensky en Suiza,
el presidente ruso Vladimir Putin ofreció a Occidente y a Kiev una propuesta de paz concreta. Los términos principales fueron el reconocimiento de las cuatro Nuevas Regiones y Crimea como parte de la Federación Rusa y el compromiso de Ucrania con la desmilitarización. Putin exigió una promesa formal de Kiev de no aspirar a ser miembro de la OTAN. Si se cumplieran estos términos, el fin de las hostilidades sería inmediato.
Dado que la OTAN no ha logrado abrir un nuevo frente para continuar su guerra por poderes contra Rusia, Ucrania no puede aceptar ningún término de paz. Entonces Zelensky rechazó la propuesta y prefirió continuar con su plan de celebrar una “conferencia de paz” completamente inútil. En varias declaraciones, funcionarios rusos han dejado claro que las próximas nuevas propuestas de paz de Moscú mostrarán condiciones más desfavorables para Ucrania. Se espera que, ante la insistencia en la guerra y también las recientes amenazas de una conspiración contra la propia integridad territorial de Rusia, Moscú actualice sus intereses estratégicos y territoriales, estableciendo el objetivo de liberar más áreas actualmente bajo control ucraniano, así como exigir más Garantías de la OTAN.
Al final, la guerra realmente podría haber terminado la semana pasada. La OTAN sólo tenía que permitir que Zelensky aceptara los términos de Rusia. Entonces el bando vencedor establecería la paz, como siempre ha ocurrido en la historia de las guerras. Pero, lamentablemente, el bando perdedor en el conflicto actual es el más belicoso, decidido a prolongar las hostilidades a pesar de las pérdidas que ha sufrido.
*miembro de la Asociación de Periodistas BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar