Si el cambio climático se debiera al incremento del efecto invernadero por el aumento de CO₂ deberían suceder dos cosas. La primera es que la Tierra se calentaría debido a emitir menos energía infrarroja. Es decir, retendría más calor. La segunda es que la atmósfera se calentaría más que la superficie, debido al CO₂ que causa la retención.
El cambio climático actual falla ambas pruebas. Los satélites demuestran que las emisiones infrarrojas están aumentando, no disminuyendo, y que el calentamiento se debe al aumento de la radiación solar absorbida. Y también demuestran que la atmósfera se calienta más despacio (0,14°C/década) que la superficie (0,2°C/década).
Es decir, el calentamiento se crea en la superficie por el aumento de la energía solar absorbida y se transmite después a la atmósfera. Lo contrario de lo esperable si fuésemos culpables. Un
artículo de Roy Spencer muestra el error de los modelos al predecir el calentamiento de la atmósfera.
BUENA PARTE DE LA PÉRDIDA DE HIELO DEL ÁRTICO PODRÍA SER NATURAL
Un
artículo publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences por científicos rusos, chinos y noruegos reconstruye los cambios en la banquisa de hielo del Ártico desde 1900. La reconstrucción muestra que los niveles de hielo en el mes de septiembre a finales de los años 30 eran similares a los de hace unos pocos años, y que el declive de hielo Ártico desde 1979 hasta 2007 que tanto alarmó a los científicos es similar al declive natural que tuvo lugar entre 1915 y 1939.
El mayor fallo de la teoría actual del clima, que culpa a la humanidad del calentamiento, es su incapacidad para explicar los cambios naturales del pasado, lo que demuestra la falsedad de sus conclusiones.
The Washington Post publica un informe sobre la temperatura del planeta de los últimos 485 millones de años
El informe señala que la tierra está ostensiblemente por debajo de la temperatura promedio de la serie histórica, tras más de 300.000 años de enfriamiento.
El gráfico muestra que el calentamiento volvió a empezar en los últimos 20.000 años.
La emisión de gases industriales (CO2, SO2 NOx, y otros contaminantes), que empezaron hace menos de 200 años, es la responsable del aumento en la velocidad de dicho calentamiento: casi 4°C en los últimos 300 años tras situar lo “normal” en torno a 8°C en 50.000 años.
Conclusión Estudio: El calentamiento global es un fenómeno natural que se incrementó con la actividad humana industrial, y la reducción de dichos contaminantes ya estaría solventando mayoritariamente el problema del 'factor humano', aunque siga su curso natural.
Poseer un auto eléctrico en el Reino Unido "es estresante" y cuesta el doble que uno convencional
En el Reino Unido, cuesta el doble mantener un vehículo eléctrico (VE) que uno de gasolina, y el costo de recarga de los VE aumentó en 2024, señala 'The Times'. Como resultado, el elevado costo de recarga está frenando el entusiasmo por los automóviles eléctricos y ralentizando su expansión por este país, añade.
Conducir un auto eléctrico puede costar más de $0,19 por km, frente a $0,1 por km de un automóvil diésel, informa el medio, citando datos de la aplicación ZapMap. Mientras tanto, cargar un VE en una estación rápida o ultrarrápida puede costar hasta $1,07 por kilovatio hora (kW⋅h).
De acuerdo con el periódico, el problema se agrava por el hecho de que casi la mitad de las familias británicas viven en pisos o adosados, lo que significa que la mayoría no dispone de una entrada o garaje donde recargar un vehículo eléctrico en su domicilio.
En las ciudades más grandes del Reino Unido, tres cuartas partes de las familias viven en apartamentos, y tender un cable a través de la acera para cargar un VE desde una casa adosada, incluso con un dispositivo de seguridad, no está legalmente permitido.
El número de estaciones de recarga rápida y ultrarrápida en el país ha aumentado un 40%, superando ya las 12.500. Sin embargo, las ventas de autos eléctricos se han ralentizado, representando el 17,2% de las nuevas matriculaciones en 2024, frente al 18,7% de finales de 2022, reporta el medio.
"La situación es difícil. El nivel de demanda es mucho, mucho más débil", señaló el director ejecutivo de la Sociedad de Fabricantes de Automóviles británica, Mike Howes.
El estudio publicado por el portal Auto Trader ilustra la magnitud del reto al que se enfrenta el sector: un VE medio cuesta casi un tercio más que el modelo equivalente de gasolina o diésel, pero nueve de cada diez compradores no están dispuestos a pagar más por un automóvil eléctrico, por lo cual el comercio de este tipo de vehículos "es estresante y a menudo resulta contraproducente",
concluye el periódico británico.
El Reino Unido no es la única nación europea que se enfrenta a un reto similar. En cuanto a ventas de los VE en el continente europeo, esos van incluso peor que en el Reino Unido, con una caída de nuevas matriculaciones del 44% en agosto pasado.
Si bien Europa pretende dejar de vender automóviles alimentados con combustibles fósiles para 2035 y anima a los ciudadanos europeos a utilizar los VE, su difusión se está viendo frenada no solo por los elevados precios, sino también por algunas decisiones políticas de Bruselas.
Con los recientes avances chinos en fusión nuclear, Pekín "le gana a EEUU en su propio terreno"
Aunque Estados Unidos fue uno de los primeros países del mundo en iniciar la investigación de la fusión, China, que empezó mucho más tarde, avanza rápidamente y es líder mundial en número de patentes de fusión nuclear, escribe el portal 'Oilprice'. Esto, según la prensa estadounidense, causa en Washington "un creciente malestar".
Pekín destina unos 1.500 millones de dólares anuales a la investigación de la fusión nuclear, reconoce el director de la Oficina de Ciencias de la Energía de Fusión del Departamento de Energía estadounidense, Jean Paul Allain, citado por el portal.
Para comparar, esta cifra es casi el doble de los 800 millones de dólares por año que Washington destina a los mismos proyectos. Como resultado, esto se traduce en que China ahora posee más patentes de fusión que ningún otro país, según datos del sector publicados por Nikkei.
Pero, escribe el medio, "aún más alarmantes" son los éxitos de la pequeña y desconocida Energy Singularity desde Shanghái, que haya sido capaz de lograr lo que "ni siquiera el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) en Francia, financiado y gestionado por siete países desde 2006, pudo".
En concreto, la mencionada empresa completó la verificación de la viabilidad técnica de la superconducción de alta temperatura para su dispositivo tokamak Honghuang 70 (HH70).
Tokamak (en español: cámara toroidal con bobinas magnéticas) es un aparato cuyo objetivo es obtener la fusión de partículas de plasma, lo que generaría grandes cantidades de energía. Con ello se consigue una reacción nuclear de fusión de dos partículas ligeras en una partícula más estable de peso medio y se produce una energía en relación con la equivalencia de Einstein.
"
Eso daría a China la ventaja de ser pionera en el campo crítico de la fusión por confinamiento magnético superconductor de alta temperatura",
pronostica el portal. Igualmente, la compañía se ha convertido en la primera empresa comercial del mundo en construir y explotar un tokamak totalmente superconductor.
En palabras del director general de la empresa china, Yang Zhao, al iniciar el proyecto en marzo de 2022 y completarlo a finales de febrero de 2024, fue establecido "un récord mundial de investigación y construcción" de este tipo de tokamaks.
En cambio, los tokamaks de Estados Unidos "son cada vez más obsoletos", compartió el director de la Asociación de la Industria de la Fusión, Andrew Holland. En consecuencia, el país norteamericano depende de los aparatos de sus aliados en Japón y Europa para avanzar en su investigación.
"Nosotros no tenemos nada parecido [a lo de China] (...) El Laboratorio de Física de Plasma de Princeton lleva 10 años modernizando su tokamak. El otro tokamak operativo en EEUU —el DIII-D— es un aparato de hace 30 años. No hay instalaciones de fusión modernas en los laboratorios nacionales estadounidenses", detalló.
Con el dinero que Pekín invierte en investigación, el concepto de tokamak evoluciona rápidamente, mientras que en Washington existe "un creciente malestar" por el hecho de que China "le esté ganando a Estados Unidos en su campo",
resume el medio.