Larry C. Johnson
Dejaré que ustedes decidan la respuesta a la pregunta que da título a este artículo. He aquí un ejemplo representativo de cómo los medios occidentales cubrieron la violencia que se produjo anoche entre los manifestantes de Ámsterdam y los aficionados del club de fútbol israelí Maccabi.
Sí, son solo unos inocentes fanáticos judíos del fútbol que se ocupan de sus propios asuntos y que fueron atacados sin ningún otro motivo que el de ser judíos. ¿Verdad?
Pero entonces vi esto. Antes del partido, unos israelíes que deambulaban por las calles de Ámsterdam decidieron destruir las banderas palestinas que colgaban de las casas particulares. Hay otros vídeos, sólo voy a publicar uno.
Luego vi el video de los fanáticos sionistas dirigiéndose al estadio, gritando: “Maten a los árabes, maten a los musulmanes”. ¿Qué tan tontos pueden ser los sionistas? Yo era fanático del equipo de fútbol Washington Redskins. Tenían una intensa rivalidad con los Philadelphia Eagles. Aprendí pronto que era una idea terrible ir a un partido en Filadelfia y gritar: “Que se jodan los Eagles”. Esos fanáticos tienen una reputación probada de golpear a los visitantes de otras ciudades de la NFL. Diablos, incluso arrojaron a un tipo vestido de Papá Noel desde el segundo piso del estadio. Cuando eres un visitante, compórtate.
Y luego, para sellar su condición de los peores visitantes del mundo, los hinchas sionistas abuchearon y abuchearon durante un momento de silencio destinado a conmemorar a las víctimas de las mortíferas inundaciones en Valencia, España. Elegante, ¿eh?
Entonces, ¿qué piensas? ¿Fue un pogromo o algo provocado por los fanáticos rabiosos del Maccabi? ¿O fue una mezcla de las dos cosas?
- La policía holandesa y un ciudadano holandés residente en Amsterdam explican que los ultras del Maccabi Tel Aviv - a quienes los medios de comunicación, políticos y propagandistas etiquetaron como "víctimas de pogromos y antisemitismo" - iniciaron un grave desprecio antes de convertirse en " víctimas", con acoso a los lugareños en las calles, ataques, robo de banderas palestinas en las ventanas de las casas y destrucción de infraestructuras. Además, Sky News dice que las "víctimas" del Maccabi Tel Aviv iniciaron el desacato, incluido el que llevó a su condición de "víctimas".
- "Israel debe eliminar a todos los árabes", corearon los hinchas del Maccabi Tel Aviv en Ámsterda Los fans del club israelí, mientras iban escoltados por la policía holandesa, pedían la eliminación de la raza árabe y gritaban lemas en apoyo de la limpieza étnica en Gaza🇵🇸, acto que incitó la ira de los propalestinos.
- Vemos a los israelíes de Tel Aviv, tras huir y arrojarse a un río en la capital holandesa, Ámsterdam. Los jóvenes árabes dan a los israelíes una opción (quien quiera salir del agua debe decir que Palestina es libre). Tal como hace el ejército de israelí con los detenidos de Gaza y les obliga a decir (el pueblo de Israel está vivo)
- CONFIRMADO Por vocero de la policía holandesa: Los hooligans / alborotadores / matones del club de fútbol Maccabi de Tel Aviv provocaron violencia en Ámsterdam. Luego los medios y funcionarios israelíes anunciaron con orgullo esta provocación. Los agentes provocadores vinieron literalmente de Israel para provocar violencia en Europa y difundir el ODIO CONTRA LOS MUSULMANES. La policía holandesa ha PROHIBIDO posteriormente la entrada de agentes israelíes del Mossad y ShinBet en 2 vuelos que venían con autorización de su gobierno a matar Palestinos y Árabes.
Violencia en Ámsterdam: Un análisis sobre uso erróneo del término pogromo
Xavier Villar
En cientos de videos que han circulado en redes sociales, se puede ver a los seguidores israelíes arrancando banderas palestinas de edificios particulares y entonando cánticos racistas y pro-genocidas como “No hay escuelas en Gaza, porque ya no quedan niños” o “Gaza es un cementerio”. Además, dentro del estadio, antes del inicio del partido, los aficionados del Maccabi interrumpieron el minuto de silencio por las víctimas de las recientes inundaciones en España, que hasta el momento han dejado más de 200 muertos, con el argumento de que España apoya a Palestina.
Según las autoridades de Ámsterdam, los aficionados israelíes fueron los responsables de instigar la violencia al llegar a la ciudad, atacando a seguidores palestinos antes del encuentro. “Comenzaron a atacar las casas de personas en Ámsterdam con banderas palestinas, así que ahí es donde en realidad empezó la violencia”, explicó el concejal Jazie Veldhuyzen en declaraciones a varios medios internacionales.
Por su parte, las autoridades israelíes fletaron dos “vuelos de rescate” el viernes por la mañana, con instrucciones a los seguidores del Maccabi de permanecer en los hoteles y evitar llevar “símbolos judíos” hasta su regreso a casa. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó lo sucedido de “incidente muy violento contra ciudadanos israelíes”.
A raíz de lo ocurrido, varios medios de comunicación, tanto israelíes como occidentales, calificaron lo ocurrido en Ámsterdam como un “pogromo”, una comparación que no solo es errónea, sino que resulta políticamente peligrosa.
La palabra “pogromo”, derivada del verbo ruso gromit — que significa saquear o destruir — se incorporó al inglés a principios del siglo XX, tras la difusión de las atrocidades cometidas contra los judíos en la Rusia Imperial. En ese contexto histórico, los pogromos fueron actos de violencia perpetrados por sectores de la población mayoritaria contra una minoría racializada que carecía de derechos y protección estatal. El objetivo era someter a esa minoría, manteniéndola “en su lugar” dentro de la sociedad.
Comparar los incidentes en Ámsterdam con pogromos no solo minimiza la gravedad de lo que ocurrió en el contexto histórico de las persecuciones antisemitas, sino que también diluye la comprensión de las actuales tensiones políticas entre Israel y Palestina. Esta analogía ignora las profundas diferencias entre el estatus de los judíos en Europa hace un siglo y su posición actual en un Estado que constituye una potencia militar con una mayoría poblacional judía.
Es decir, los pogromos ocurrieron contra los judíos en regiones de Europa donde eran estructuralmente discriminados, donde existían leyes que prohibían su plena participación en la vida cívica y política, y donde los judíos eran considerados portadores de valores e ideologías ajenas.
Como explica el experto en pogromos, Brendan McGeever, describir la violencia ocurrida en Ámsterdam la noche pasada como un pogromo es un error por varias razones. En primer lugar, según las imágenes que se han visto, los aficionados del Maccabi Tel Aviv no fueron atacados por ser judíos, sino por ser israelíes. Esto significa que el término pogromo está confundiendo el antisemitismo con el antisionismo.
Un pogromo, tradicionalmente, implica violencia dirigida específicamente contra judíos debido a su identidad religiosa o étnica, independientemente de su nacionalidad. En este caso, los ataques fueron motivados por la nacionalidad israelí, lo que hace inapropiado el uso del término.
Se puede decir, por tanto, que describir la violencia en Ámsterdam como un pogromo lleva a ignorar la enorme diferencia entre la situación de los judíos en Europa hace un siglo y su posición en Israel hoy, donde constituyen la mayoría en un estado que cuenta con uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
También sirve para continuar invisibilizando la diferencia política existente entre el antisemitismo y el antisionismo. Esta estrategia de intentar ocultar la crítica política al sionismo, entendido como una expresión del colonialismo de asentamientos, no es nueva.
Desde 1880, los líderes del movimiento sionista en Palestina etiquetaron a los palestinos que luchaban contra la colonización de su tierra como antisemitas. Argumentaban que la oposición palestina al sionismo no se basaba en la colonización de Palestina ni en la expropiación de tierras a los campesinos palestinos, sino en el “antisemitismo”.
En 1920, los colonos sionistas en Palestina acusaron a los palestinos que resistían la colonización de llevar a cabo un “pogromo” antisemita contra sus colonizadores judíos.
Como señala Joseph Massad, profesor de historia árabe, en ese momento los sionistas insistían en que su ideología era la verdadera y única expresión del judaísmo, fusionando ambas identidades de manera que, según ellos, no podían separarse. Esta visión consolidó la idea de que cualquier resistencia palestina al sionismo debía ser interpretada como hostilidad hacia el judaísmo en su conjunto.
La utilización de la palabra “pogromo” no solo es inapropiada para explicar los acontecimientos ocurridos en Ámsterdam, sino que tiene un claro objetivo político: presentar cualquier crítica al proyecto sionista de colonización y genocidio como un caso de “racismo antijudío”.
En otras palabras, el antisemitismo se refiere a los judíos en cualquier parte del mundo; mientras que el anti-sionismo se refiere únicamente a Israel. El problema radica en que el sionismo ha secuestrado la identidad judía y pretende borrar la enorme distancia política entre ambos conceptos.
Relatora de ONU: medios “ocultan atrocidades” israelíes en Ámsterdam
Una experta legal de la ONU pide que se investigue a los medios occidentales por su papel en “ocultar” los actos violentos de los israelíes en Ámsterdam.
La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, criticó duramente el sábado a los medios de comunicación occidentales por ser cómplices de Israel, tras los incidentes ocurridos en la capital de los Países Bajos, Ámsterdam, entre un grupo de manifestantes propalestinos y aficionados del equipo de fútbol Maccabi Tel Aviv.
“Una vez más, los medios de comunicación occidentales deberían ser investigados por el papel que desempeñan en ocultar las atrocidades de Israel”, sentenció Albanese en una publicación en su cuenta en la red social X.
Denunció que, “en otros contextos, los tribunales internacionales han encontrado a figuras de los medios responsables de complicidad, incitación y otros crímenes internacionales”.
El llamado de la experta de la ONU se produjo después de que algunos medios de comunicación occidentales no informaran o minimizaran las acciones de los fanáticos del Maccabi Tel Aviv.
¿Qué ocurrió en Ámsterdam?
Previo al juego de un partido del fútbol entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi Tel Aviv de Israel realizado el jueves en Países Bajos, aficionados del equipo visitante arrancaron una bandera de Palestina de un edificio ubicado en una avenida principal y protagonizaron incidentes delictivos.
Por redes sociales circulan vídeos que muestran a los aficionados del conjunto de Israel entonando cánticos que rezaban “muerte a los árabes”. También se les ve celebrando los ataques contra Gaza, los cuales han dejado más de 43 600 muertos.
Cerrando ojos ante las acciones provocadoras de los israelíes, medios occidentales tratan de afianzar la idea de que los choques se debieron a “una atmósfera antisemita”.
Análisis: Medios occidentales pintan a los vándalos israelíes en Ámsterdam como víctimas
Alireza Akbari
Después de las escenas de caos y conmoción en las calles de Ámsterdam, instigadas por los aficionados del Maccabi Tel Aviv a principios de esta semana, los medios de comunicación occidentales se sumaron rápidamente al discurso dominante, exonerando a los alborotadores mientras retrataban a los activistas antimilitaristas neerlandeses como agresores.
Videos virales en las redes sociales capturaron los eventos previos y posteriores al partido de la UEFA Europa League entre el Maccabi Tel Aviv y el Ajax, mostrando a los hooligans israelíes provocando a los manifestantes antimilitaristas en el centro de Ámsterdam, cantando consignas racistas mientras se dirigían al estadio Johan Cruyff Arena.
El comisionado de la policía de Ámsterdam también informó que los seguidores del Maccabi Tel Aviv agredieron a un taxista local neerlandés y quemaron una bandera palestina en un acto provocador lleno de odio.
Relatos de testigos presenciales describieron a grupos de colonos israelíes, protegidos por agentes del Mossad, vitoreando “olé” en respuesta a sus consignas racistas la noche del miércoles. Incluso una persona subió a la fachada de un edificio para arrancar una bandera palestina en Rokin, una calle prominente del centro de la ciudad.
Docenas de residentes locales que resistieron el hooliganismo fueron arrestados por la policía neerlandesa, mientras que funcionarios israelíes y occidentales actuaban con prisa para enmarcar los eventos como un “pogromo antisemita”.
“Coreaban cosas como ‘Muerte a los árabes’ y ‘Dejen que IDF (fuerzas de guerra del régimen de Israel) jod* a los árabes’”, dijo un residente neerlandés. “Sentía que estaban provocando deliberadamente a cualquiera que se les opusiera”, recalcó.
Los colonos también corearon consignas vehementemente pro-genocidio, que muchos tildaron de discurso de odio y una flagrante violación de la Convención sobre el Genocidio de 1948, a la que los Países Bajos son signatarios.
“Estaban arrancando banderas palestinas en las calles y cantando cosas que serían criminalizadas en la mayoría de los países. Ahí fue cuando los residentes locales comenzaron a enfrentarse a ellos”, comentó otro habitante.
Sin embargo, los medios de comunicación israelíes y occidentales fueron rápidos en retratar a los hooligans israelíes en Ámsterdam como víctimas y el acto de resistencia de los locales neerlandeses como “antisemitismo”.
El periódico israelí Times of Israel se refirió al incidente como un “pogromo en Ámsterdam”, incluyendo una foto de un hooligan intentando retirar la bandera palestina, lo que suscitó interrogantes sobre sus motivaciones.
Otro diario israelí, The Jerusalem Post, informó sobre la presencia de agentes del Mossad (servicio de espionaje del régimen sionista) entre los seguidores del Maccabi Tel Aviv, lo que complicaba aún más la narrativa en torno a los disturbios orquestados.
The Jerusalem Post informó sobre la presencia de agentes del Mossad entre los partidarios del Maccabi Tel Aviv.
La difusión de imágenes de los alborotadores israelíes enmascarados, según los observadores, reveló que todo el episodio fue coreografiado por el Mossad en connivencia con agencias locales con fines ocultos.
Esto fue incluso corroborado por un informe publicado en el periódico neerlandés De Telegraaf el martes, que afirmaba que agentes del Mossad acompañarían a los seguidores del Maccabi Tel Aviv en su viaje a Ámsterdam.
En un intento por desviar la atención pública de las provocaciones de los alborotadores israelíes en Ámsterdam, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, describió la violencia como “pogromos antisemitas” durante una llamada con el premier neerlanés, Dick Schoof.
Esta narrativa fue respaldada por los líderes de Francia, Alemania y Estados Unidos, quienes describieron las reacciones de los ciudadanos neerlandesas ante los hooligans como “antisemitismo”.
“Condeno enérgicamente estos actos inaceptables. El antisemitismo no tiene absolutamente ningún lugar en Europa. Estamos decididos a luchar contra todas las formas de odio”, declaró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en X, alineando sus comentarios con las afirmaciones de Netanyahu.
Reforzando esta perspectiva, la Unión de Asociaciones de Fútbol de Europa (UEFA, por sus siglas en inglés) también emitió un comunicado, condenando la violencia en Ámsterdam y culpando a los locales por ello.
El reservista israelí Eliav Klein, que sirvió en el Batallón Golani 51 durante el genocidio de Gaza y la invasión del sur del Líbano, estuvo involucrado en recientes disturbios de los aficionados del Maccabi Tel Aviv en Ámsterdam.
Los medios de comunicación occidentales siguieron la misma línea, presentando a los hooligans como víctimas y retratando a los activistas antimilitaristas como agitadores, distorsionando así los hechos sobre lo que realmente ocurrió.
La emisora pública británica BBC encabezó su cobertura del evento con “La alcaldesa de Ámsterdam condena los ataques de atropello y fuga a los aficionados israelíes de fútbol”.
El informe incluía una rueda de prensa de la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, junto con una nota del editor digital de Europa, Paul Kirby, quien afirmó: “Ahora estamos cerrando nuestra página en vivo sobre la violencia contra los aficionados del Maccabi Tel Aviv en el corazón de la capital neerlandesa”.
No abordó adecuadamente las provocaciones instigadas por las turbas israelíes en Ámsterdam.
BBC dio una importancia desmesurada a los aficionados del Maccabi Tel Aviv, presentándolos como víctimas mientras minimizaba las provocaciones que desataron los enfrentamientos y la violencia.
Las fuentes citadas y el lenguaje empleado reflejaron un sesgo que suavizó la descripción del comportamiento de los seguidores del Maccabi, aplicando un lenguaje más severo para describir la reacción que enfrentaron.
La cadena estadounidense CBS tituló su informe “Aficionados israelíes atacados en Ámsterdam, con 5 hospitalizados y decenas de sospechosos arrestados”, exhibiendo prominentemente las palabras “ATAQUES ANTISEMITAS EN ÁMSTERDAM” en la pared detrás del presentador.
El informe incluía una declaración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien condenó el evento como “despreciable,” siguiendo el ejemplo de otros líderes occidentales, así como de Netanyahu.
Aunque la cobertura incluyó un supuesto relato de testigos sobre los incidentes que involucraron a los hooligans israelíes, notablemente carecía de perspectivas de los ciudadanos neerlandesas.
Esta omisión contribuyó a una narrativa unilateral que enfatizó la perspectiva israelí sin abordar adecuadamente las reacciones de la comunidad local neerlandesa.
CNN, al igual que muchos otros medios de comunicación convencionales, presentó una narrativa notoriamente sesgada sobre los eventos en Ámsterdam, culpando a los neerlandese locales que resistieron el vandalismo de los colonos israelíes.
La cadena estadounidense ofreció una cobertura extensa sobre los eventos en Ámsterdam, con imágenes detalladas y relatos de testigos, mientras que solo mencionó brevemente sus comentarios pro-guerra y racistas.
Bajo el titular “Ámsterdam prohíbe protestas por tres días tras los violentos ataques a aficionados israelíes de fútbol”, CNN informó que la ciudad había prohibido las manifestaciones durante tres días después de que “aficionados israelíes de fútbol fueran golpeados e heridos en enfrentamientos violentos en la ciudad durante la noche”.
Esta presentación posicionó a los hooligans como víctimas de los enfrentamientos en Ámsterdam, sin abordar sus provocaciones. El informe también citó a la embajada israelí en Estados Unidos, afirmando que cientos de aficionados del Maccabi “fueron emboscados y atacados”.
El énfasis de CNN en la victimización de los aficionados del Maccabi oscureció aún más el contexto de los enfrentamientos en Ámsterdam.
NBC tituló su informe sobre los incidentes como “Aficionados israelíes de fútbol atacados en Ámsterdam”.
La presentadora marcó el tono al enfatizar un “horrible ataque contra los aficionados israelíes de fútbol en Ámsterdam”, citando a la alcaldesa local quien declaró que los (aficionados) israelíes fueron blanco de ataques “por ser judíos.
Posteriormente, la corresponsal de NBC, Meagan Fitzgerald, ofreció un resumen de los incidentes, enfocándose en las reacciones de los neerlandeses en lugar de en las acciones de los hooligans israelíes.
Concluyó su informe citando a Biden, quien calificó el incidente como “despreciable”.
El enfoque de NBC en la victimización de los aficionados israelíes se centró enormemente en su sufrimiento, sin ofrecer contexto sobre los eventos que desencadenaron la violencia, especialmente las acciones de los hooligans israelíes.
La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) tituló su informe sobre los incidentes como “Aficionados israelíes de fútbol fueron atacados en Ámsterdam. La violencia fue condenada como antisemita”.
La noticia citaba a las autoridades neerlandesas, quienes afirmaban que “los aficionados israelíes fueron agredidos tras un partido de fútbol en Ámsterdam por hordas de jóvenes aparentemente incitados por llamados en redes sociales para atacar a los judíos”.
En su cobertura, AP utilizó un lenguaje contundente al describir los incidentes vinculados a los disturbios.
“Los informes sobre discurso antisemita, vandalismo y violencia han aumentado en Europa desde el inicio de la guerra en Gaza”, decía el informe.
Esta presentación intentaba contextualizar el disturbio en Ámsterdam dentro del marco más amplio de la guerra en Gaza, desviando potencialmente la atención de las provocaciones iniciadas por los hooligans israelíes y retratando los hechos de una manera que enfatizaba el carácter antisemita del incidente, mientras restaba importancia a las provocaciones de la turba israelí.
The New York Times, alineándose con la narrativa presentada por otros medios occidentales, publicó un informe titulado “Ataques antisemitas provocan vuelo de emergencia para los aficionados israelíes de fútbol”.
El artículo se centró principalmente en la “seguridad” de los hooligans israelíes, haciendo hincapié en la necesidad de su protección tras la violencia que ellos mismos provocaron.
A lo largo del informe, el lenguaje utilizado intentó enmarcar las acciones contra los aficionados del Maccabi como basadas en el antisemitismo, presentando así a los hooligans como víctimas.
Esta representación oscureció las provocaciones de las turbas israelíes que contribuyeron a los enfrentamientos, reforzando una narrativa que priorizaba su seguridad.
A diferencia de muchos medios de comunicación convencionales, Sky News inicialmente preparó un informe que destacó las provocaciones de los aficionados del Maccabi Tel Aviv, incluyendo sus “canciones racistas y antiárabes”.
Sin embargo, la cadena posteriormente eliminó el vídeo que contenía la intervención de su corresponsal en Ámsterdam.
Esta decisión generó interrogantes sobre las decisiones editoriales y la representación de los eventos en la televisión británica de acceso gratuito, con internautas criticando a la cadena por sucumbir a la presión sionista.