Humaira Ahad
Yahya Muhammed al-Batran despertó al sentir el frío contacto de una gota de lluvia que se filtraba por el techo de su improvisada tienda. Al abrir los ojos, se encontró mirando al abismo.
Su esposa, que había dado a luz a gemelos solo un mes antes, estaba inmóvil, paralizada por el horror. Su mirada estaba fija en uno de los gemelos, el pequeño Jumaa.
“Mi esposa estaba despierta. Le pregunté qué pasaba, y ella señaló a Jumaa y negó con la cabeza. Me dijo: ‘Ali parece medio vivo. Pero Jumaa, he intentado despertarlo durante un rato, y no logra despertarse’”.
El recuerdo de ese momento quedó grabado en la mente de Batran. La pequeña cabeza de Jumaa se sentía helada bajo su toque, su piel tan pálida como un cielo invernal, y su diminuto cuerpo completamente sin vida.
El padre en duelo envolvió a su hijo en una manta delgada y corrió al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa en Deir al-Balah, en el norte de la sitiada Franja de Gaza.
“Cuando llegué, el doctor me dijo: ‘Que Dios te dé paciencia; está muerto’”, recordó el devastado padre con el corazón pesado y un profundo dolor.
Pero la crueldad del destino no terminó allí. Solo un día después, el gemelo de Jumaa, Ali, también sucumbió en el mismo hospital. Fuentes médicas atribuyeron sus trágicas muertes a la hipotermia, un asesino silencioso que golpea cuando la temperatura central del cuerpo cae por debajo de los 35°C.
En el gélido abrazo del implacable invierno de Gaza, la supervivencia se ha convertido en una lucha despiadada. En solo una semana,
ocho niños en el territorio bloqueado han perdido la vida a causa del frío mortal.
Los nombres de estas pequeñas víctimas resuenan como un réquiem: Ali Youssef Ahmed Kloub, de 35 días; Aisha al-Qassas, de 21 días; Ali Essam Saqr, de 23 días; Ali Hussam Azzam, de solo cuatro días; Sila Mahmoud al-Fassih, de 14 días; y los gemelos, Jumaa y Ali al-Batran, ambos de un mes.
El más reciente en fallecer fue el pequeño Kloub. Su familia había buscado refugio en una frágil tienda en la playa azotada por el viento, donde la supervivencia era una lucha diaria. El sábado, el frío helado reclamó su vida, convirtiéndolo en otra cifra más de la tragedia humanitaria de Gaza.
La madre del niño, devastada, lamentó que ni siquiera tuvieran lo más básico.
“Tuvimos que pedir prestada ropa de cama y cobijas a otras familias desplazadas”, puntualizó, según se reportó. “Pero ellos también están tratando desesperadamente de proteger a sus hijos de este frío amargo”, recalcó.
El reportero de Press TV en el norte de Gaza, Abubaker Abed, afirmó que los padres de la mayoría de estos niños, especialmente los bebés, “no pueden proporcionarles ropa” en medio de la crisis humanitaria.
“Lo que vi es espantoso, la mayoría de los niños no tienen ropa, sandalias, botas, ni nada. Viven en tiendas frágiles, húmedas y frías, sin medios de subsistencia. Ni siquiera tienen comida, agua o medicinas”, le dijo Abed a Press TV sobre las angustiosas condiciones de los niños en Gaza.
“Pasan la mayor parte de la noche o el día fuera, porque los refugios son inhabitables, así que sus vidas son miserables. He visto niños con solo una prenda de ropa, y niños descalzos la mayor parte del tiempo. Fue desgarrador”, añadió rápidamente.
Descenso de temperatura, aumento de problemas
Según el reportero de Press TV, la temperatura está descendiendo considerablemente en Gaza y el territorio está “a punto de enfrentar otro frente de baja presión”.
“Estuve hoy en la sala de operaciones del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, y un hombre estaba buscando su manta empapada de sangre. Parece que los limpiadores la habían tirado. Sus ojos estaban llenos de lágrimas porque no tenía más mantas y no sabía cómo dormir esa noche. Seguía diciendo que la limpiaría y les suplicaba a los trabajadores que la encontraran para él”, escribió Abed en su cuenta de X el viernes.
Este invierno, las personas en el territorio bloqueado están enfrentando dificultades especialmente grandes después de haber sido desplazadas por la guerra genocida en curso, según se citó a funcionarios de salud de Gaza.
“Sila murió por el frío, yo la estaba calentando y sosteniéndola. Pero no teníamos ropa extra para abrigar a la niña”, remarcó la madre de Sila, Nariman al-Fasih, según informaron varios medios.
“Hacía mucho frío durante la noche y no podíamos soportarlo, ni siquiera los adultos. No podíamos mantenernos calientes,” indicó el padre de Sila, Mahmoud al-Fasih. “Sila se despertó llorando tres veces durante la noche y por la mañana la encontraron sin respuesta, su cuerpo rígido”, señaló.
“Estaba como madera”, añadió el padre lleno de dolor. Sila fue llevada de urgencia a un hospital de campaña donde los médicos intentaron reanimarla, pero su corazón ya había dejado de latir.
Aún en shock, la madre de Sila detalló que no puede soportar el recuerdo de su hija congelada por el frío.
Tres de los ocho bebés que murieron la semana pasada vivían en Al-Mawasi, cerca de la ciudad sureña de Jan Yunis, en la Franja de Gaza. Al-Mawasi ha sido atacada repetidamente por el régimen israelí, a pesar de estar designada como una “zona humanitaria”.
La séptima víctima adulta, un médico llamado Dr. Ahmed al-Zaharna, también fue encontrado muerto en su tienda en Al-Mawasi, Jan Yunis, debido a la hipotermia.
“Tras las investigaciones, el equipo de medicina forense dijo que murió por el frío. Este frío amargo y la vida en las tiendas es difícil, y nadie puede soportarlo”, declaró el Dr. Alaa al-Zaharna, hermano de Ahmad.
“El frío es severo y duro, y puede llevar a un paro cardíaco”, añadió Al-Zaharna.
El Ministerio de Salud, en un comunicado, informó que el Dr. Ahmed al-Zaharna, quien trabajaba con sus equipos en el Hospital Europeo de Gaza, “murió a causa del frío amargo.”
Al-Zaharna había estado viviendo en una tienda en la zona de Mawasi durante más de un año, tras haber sido desplazado de Gaza City. “Hemos sido desplazados por más de un año. En verano no soportamos el calor intenso, y en invierno morimos de frío,” comentó Al-Zaharna.
Edouard Beigbeder, director regional de UNICEF para Asia Occidental, aseveró que las lesiones por frío representan una amenaza seria para los palestinos, especialmente los niños, que actualmente se alojan en tiendas de campaña.
“Las lesiones por frío, como las congelaciones y la hipotermia, representan graves riesgos para los niños pequeños en tiendas y otros refugios improvisados que están mal equipados para soportar el clima helado”, declaró.
“Con las temperaturas previstas para bajar aún más en los próximos días, es trágicamente previsible que más vidas de niños se pierdan debido a las condiciones inhumanas que están soportando, que no ofrecen ninguna protección contra el frío.”
Muriendo de hambre y de frío
El Dr. Ahmed Al-Farra, jefe de pediatría y obstetricia en el Hospital Nasser de la ciudad de Jan Yunis, anotó que el personal de la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital presencia al menos cinco casos de hipotermia cada día.
El pediatra palestino culpó la falta de lactancia materna y la disponibilidad limitada de leche infantil por aumentar el riesgo de hipotermia en los bebés.
Informando desde el norte de Gaza, Abed puso de relieve que las madres en Gaza no pueden amamantar a sus hijos.
“No hay comida, no hay agua, no hay cuidados higiénicos. Es casi imposible cubrir todas estas necesidades básicas en este momento debido a los precios exorbitantes, por lo que la mayoría de las familias viven sin servicios básicos, lo cual es completamente desgarrador”, afirmóel reportero de Press TV mientras visitaba las tiendas improvisadas de los palestinos desplazados.
Según los expertos, la desnutrición hace que las personas, especialmente los niños y los bebés, sean más susceptibles a condiciones como la hipotermia.
Los bebés mueren cada día por el “frío extremo y la falta de necesidades básicas como comida, agua y leche para bebés”, adujo Muhammad Abu Afash, director de ayuda médica en Gaza.
Un informe de finales de diciembre de la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS NET), que proporciona información sobre la inseguridad alimentaria global, había advertido que un “escenario de hambruna” se estaba desarrollando en el norte de Gaza en medio de la guerra genocida de Israel contra el territorio, que hasta ahora ha cobrado más de 45 000 vidas.
El informe de FEWS NET, fechado el 23 de diciembre, señaló que Israel ha mantenido un “bloqueo casi total de los suministros humanitarios y comerciales de alimentos hacia las áreas sitiada” del norte de Gaza durante casi 80 días.
“Con base en el colapso del sistema alimentario y el empeoramiento del acceso al agua, el saneamiento y los servicios de salud en estas áreas … es muy probable que los umbrales de consumo de alimentos y desnutrición aguda para la Hambruna (IPC Fase 5) hayan sido superados ya en la Gobernación del Norte de Gaza”, destacó el informe.
La red añadió que, sin un cambio en la política israelí sobre los suministros de alimentos hacia la zona, se espera que entre 2 y 15 personas mueran por día entre enero y marzo, lo que superaría el “umbral de hambruna”.
Estados Unidos, que ha estado proporcionando un apoyo militar y diplomático sustancial al régimen israelí en su guerra genocida contra Gaza, solicitó a FEWS NET que retire el informe. La organización está financiada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Según los informes oficiales, hay muy poca información sobre los casos recientes de desnutrición y muertes en el norte de Gaza, donde los niveles de hambre son los más altos.
“El hambre, la desnutrición y la mortalidad excesiva debido a la desnutrición y enfermedades están aumentando rápidamente” en el norte de Gaza, precisó la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria en una alerta emitida el 8 de noviembre.
Falta de necesidades básicas
Durante meses, las fuerzas israelíes han estado bloqueando a los grupos humanitarios de introducir necesidades básicas como ropa, tiendas de campaña y suministros para el invierno en Gaza. La Organización de las Naciones Unidas (ONU )puso de manifiesto recientemente que casi 1 millón de palestinos en Gaza, aproximadamente la mitad de la población, carecen de suministros adecuados para el invierno.
El director de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philippe Lazzarini,
ha dicho que los suministros de invierno siguen almacenados en camiones de ayuda alineados afuera de la frontera durante meses, esperando la aprobación de Israel, que a menudo nunca llega.
En julio del año pasado, el relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Michael Fakhri, declaró que la hambruna se había extendido por toda Gaza.
“Los padres y las comunidades alimentan a sus hijos antes de alimentarse a sí mismos, por lo que cuando un niño muere, nos dice que las estructuras sociales están colapsando y que todo un pueblo está siendo atacado”, apuntó Fakhri.
Poco se sabe sobre cuántas personas en Gaza han muerto por causas no relacionadas con la violencia desde que comenzó la guerra.
Según funcionarios en la franja sitiada, muchas familias entierran a sus muertos sin reportar las muertes debido al costo, los peligros y las dificultades de moverse por Gaza.
A finales de octubre de 2024, un funcionario del Ministerio de Salud de Gaza presentó una lista de 38 personas cuyas muertes fueron atribuidas a desnutrición o deshidratación. La mayoría eran niños, incluidos bebés menores de un año. Los funcionarios creen que el número real de muertes es considerablemente mayor.
Destrucción de la infraestructura causa muertes por frío
La destrucción de la infraestructura está causando que los palestinos mueran de frío. El invierno actual en Gaza es especialmente duro, ya que la franja sitiada enfrenta una guerra genocida que lleva ya 14 meses en curso.
La campaña genocida de Israel en Gaza ha desplazado a más del 90 % de sus 2,3 millones de palestinos, la mayoría de ellos viviendo en campamentos de tiendas de campaña en condiciones precarias.
A medida que las temperaturas en Gaza cayeron por debajo de los 8 grados Celsius la semana pasada, los palestinos se encontraron en un estado desesperado para hacer frente al frío invernal. Las lluvias también inundaron más de 1500 tiendas que albergaban a familias palestinas desplazadas en toda la franja, según la agencia de Defensa Civil de Gaza.
Los fuertes vientos y las lluvias intensas han destruido las cubiertas temporales de estas tiendas, empapando a los habitantes y sus pertenencias.
Las imágenes satelitales del año pasado proporcionadas por la ONU mostraron el grado de destrucción de la infraestructura civil vital en Gaza durante la guerra genocida del régimen contra los palestinos.
A estas alturas, el número total de edificios destruidos probablemente sea aún mayor.
En ausencia de la infraestructura necesaria, los expertos dicen que la probabilidad de muertes por hipotermia es mucho mayor de lo que han registrado los funcionarios de salud de Gaza. Tales muertes no se contabilizan en el número oficial de muertes del genocidio reportado por los funcionarios de salud de la franja sitiada.
Se cuentan como muertes “indirectas”, no causadas por algo como un bombardeo o disparos de las fuerzas israelíes.
A medida que Gaza lucha por la falta de servicios básicos, los casos de hipotermia pueden aumentar cuando las temperaturas sigan cayendo en toda la franja sitiada.
El frío invernal actual ha incrementado las condiciones estresantes para los padres palestinos, que temen que sus hijos sean las próximas víctimas del frío mortal.
Israel intensifica su propaganda y destina $150 millones para encubrir el genocidio
Alireza Akbari
En medio del genocidio desatado contra los palestinos en Gaza, el régimen israelí está intensificando su ofensiva propagandística, destinando fondos sin precedentes para moldear la opinión pública global.
El presupuesto anual del ministerio de asuntos exteriores de Israel para la llamada “diplomacia pública”, también conocida como Hasbará, ha aumentado a una asombrosa cifra de 150 millones de dólares en 2025, lo que representa un incremento de 20 veces en comparación con el año anterior.
Este movimiento tiene como objetivo blanquear los atroces crímenes de guerra del régimen de apartheid en Gaza y reparar su dañada imagen internacional, mientras crece la condena global ante su campaña genocida en curso.
La generosa asignación de fondos, destinada a amplificar la propaganda prosionista, se produce mientras la opinión pública mundial se ha vuelto en contra del régimen de Tel Aviv debido a su guerra de exterminio en Gaza.
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, el régimen israelí ha lanzado 88 000 toneladas de explosivos sobre el pequeño territorio sitiado, destruyendo casas, hospitales, escuelas y campos de refugiados.
La guerra ha causado la muerte de casi 46 000 personas y ha dejado alrededor de 109 000 heridos en los últimos 15 meses. Entre los mártires se encuentran más de 17 800 niños y 12 300 mujeres, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El ministerio ha documentado más de 9000 masacres contra palestinos durante este período, con decenas de miles desplazados y sin hogar, y muchos más luchando contra el hambre.
Bajo el nuevo presupuesto anunciado a principios de esta semana, se espera que el ministerio de asuntos exteriores del régimen israelí reciba fondos masivos para sus esfuerzos de “diplomacia pública”, con el fin de borrar las manchas de su imagen.
En este programa, el ministerio tiene la intención de contratar influenciadores de redes sociales, líderes de opinión pública y celebridades para reparar la imagen deteriorada del régimen infanticida de Tel Aviv.
¿Qué es Hasbará?
Hasbará hace referencia a los esfuerzos de “diplomacia pública” del régimen israelí de apartheid, que están destinados a moldear las percepciones internacionales y justificar sus interminables crímenes de guerra genocidas contra los palestinos.
El término fue popularizado a principios del siglo XX por el activista sionista polaco Nahum Sokolow, quien lo describió como una estrategia que “busca explicar las acciones, sean o no justificadas”.
Históricamente, Hasbará evolucionó de los primeros esfuerzos propagandísticos sionistas, cuando los judíos de habla árabe intentaron camuflar los verdaderos objetivos del sionismo ante las comunidades árabes.
Hoy en día, abarca métodos de comunicación modernos, incluidas las campañas en redes sociales, para contrarrestar diversas narrativas sobre las ofensivas mortales y las políticas de Israel en los territorios palestinos ocupados.
Según observadores sionistas, Hasbará funciona como un eufemismo para propaganda, distorsionando los hechos para presentar al régimen de ocupación como víctima, mientras retrata a los palestinos ocupados como agresores.
Grupos destacados de lobby sionista como el Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí (AIPAC, por sus siglas en inglés) y la Agencia Judía para Israel (JAI, por sus siglas en inglés) proporcionan recursos y formación para que los defensores participen en Hasbará.
Por ejemplo, la Agencia Judía tiene la tarea de patrocinar Becas Hasbará en diferentes países, que entrenan a estudiantes para promover puntos de vista prosionistas y antipalestinos en los campus universitarios.
El régimen israelí apoya directamente estas iniciativas, con oficinas dedicadas dentro de ministerios como los de asuntos exteriores y asuntos de la diáspora.
Desde octubre de 2023, y en medio de la guerra genocida contra los palestinos en Gaza, estos esfuerzos han aumentado dramáticamente, como lo demuestra el aumento de 20 veces en el presupuesto de Hasbará de este año.
Según expertos, el aumento pronunciado en el presupuesto de Hasbará del régimen israelí este año está relacionado con la creciente ira e indignación en todo el mundo por los crímenes de guerra genocidas en curso del régimen israelí en Gaza.
Las órdenes de arresto emitidas contra Benjamín Netanyahu y Yoav Gallant por la Corte Penal Internacional (CPI), así como las sentencias históricas de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el genocidio en Gaza, han contribuido al aumento del sentimiento antisionista a nivel mundial.
Los crímenes de guerra y las masacres diarias en Gaza, según los expertos, han puesto al régimen israelí en una posición peligrosa, con incluso voces pro-régimen pidiendo el fin de la ocupación en Palestina.
La reciente incursión militar israelí en el Hospital Kamal Adwan en el norte de la franja de Gaza, que condujo a la detención masiva del personal médico, incluido el director del hospital, el Dr. Hussam Abu Safiya, desató protestas generalizadas en todo el mundo, que aún continúan.
En la ciudad de Nueva York, los manifestantes frente al consulado israelí corearon “¡Liberen Gaza!” y “¡Paren el cerco!”. En Londres, las multitudes en Trafalgar Square sostenían carteles que decían “La salud es un derecho humano” y “Fin al apartheid israelí”.
Activistas en París marcharon cerca de la Torre Eiffel, gritando “¡Solidaridad con Palestina!” y “¡No más crímenes de guerra!”.
En Berlín, los manifestantes en la Puerta de Brandeburgo mostraron pancartas que decían “¡Defender las instalaciones médicas!” y “¡Justicia para Gaza!”. En Toronto, las manifestaciones en la plaza Nathan Phillips resonaron con llamados a la “Paz en Palestina”.
Estas manifestaciones indican un creciente sentimiento antisraelí en todo el mundo occidental, donde los gobiernos han sido cómplices del genocidio en curso en Gaza.
Según el diario israelí The Times of Israel, la asignación de presupuesto llega en un momento en que la “opinión pública” sobre el régimen israelí en Estados Unidos y otros países ha sido “intensamente afectada”.
El ministro de asuntos exteriores del régimen israelí, Gideon Sa’ar, fue citado diciendo que el presupuesto se destinaría a influir en el “sentimiento de la prensa extranjera y en las redes sociales”.
Sa’ar también expresó su intención de enfocarse en los “campus universitarios estadounidenses”, agregando que la iniciativa se llevaría a cabo en cooperación con grupos sionistas estadounidenses.
En abril de 2024, una ola de protestas estudiantiles recorrió Estados Unidos, marcando una importante escalada en el activismo estudiantil respecto a la guerra genocida israelí en Gaza.
El movimiento comenzó en la Universidad de Columbia el 17 de abril, cuando los estudiantes instalaron el “Campamento de Solidaridad Gaza” con alrededor de 50 tiendas, exigiendo que la universidad desinvirtiera de las compañías que apoyan a Israel.
Tras la intervención policial y las detenciones masivas el 18 de abril, los campamentos de solidaridad se expandieron rápidamente a más de 100 campus a nivel nacional, los cuales fueron reprimidos por las fuerzas del orden.
El diario israelí Maariv citó a Sa’ar diciendo que estaba decidido a provocar un cambio.
“Cada shéquel [moneda israelí] destinado a esta causa es una inversión, no un gasto, y fortalecerá a Israel y su posición en el mundo”, dijo, refiriéndose al proyecto Hasbar’a.
Según informes, ha realizado sesiones con influenciadores de redes sociales, figuras culturales y defensores de la diplomacia pública en el extranjero para discutir estrategias para implementar el plan. Entre los asistentes a estas sesiones se encontraban exfuncionarios israelíes, influenciadores de los medios e incluso comediantes.
El jueves, Sa’ar celebró una reunión con un grupo de candidatos y subrayó la necesidad de un cambio estratégico en el enfoque del régimen, refiriéndose al esfuerzo como “guerra de conciencia” en lugar de “Hasbará”.
A lo largo de la sesión, Sa’ar reiteró cómo la imagen distorsionada del régimen israelí en el mundo ha limitado la capacidad de maniobra del liderazgo político de Tel Aviv en el escenario internacional.
Mientras tanto, los activistas han criticado y ridiculizado el movimiento, argumentando que busca justificar la campaña genocida del régimen en Gaza, la cual ha provocado una condena internacional generalizada.
El aumento del presupuesto para la llamada “diplomacia pública” coincide con los intensificados ataques militares israelíes contra las instalaciones de salud en Gaza, incluyendo el Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza.
La última instalación de salud funcional en el norte de Gaza fue evacuada recientemente, y el personal médico fue detenido, sin que se disponga de información sobre su paradero.
Desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, 1068 miembros del personal médico han sido martirizados. Además, 331 miembros del personal médico han sido detenidos, muchos de los cuales han sido ejecutados dentro de las prisiones.
Los ataques israelíes han dejado 34 hospitales fuera de servicio, forzaron el cierre de 80 centros de salud y atacaron 162 instalaciones sanitarias. Se han identificado al menos siete fosas comunes dentro de los hospitales.
Cuando el ministerio de asuntos exteriores de Israel anunció el aumento de su presupuesto para influenciadores, la figura corporativa Van Jones apareció junto a Noa Tishby, productora, actriz y ferviente defensora de las políticas israelíes.
El 29 de diciembre, Tishby compartió un vídeo en su cuenta de X (anteriormente Twitter) en el que Jones participaba en la iluminación de la “primera vela de Janucá”.
“@VanJones68 se une a mí para encender su primera vela de Janucá. Hablamos sobre el fuerte vínculo entre las comunidades negra y judía y la importancia de apoyarnos mutuamente”, escribió ella, vinculando el acto al nuevo proyecto de Hasbará.
Tishby describió a Jones como “uno de los aliados más fuertes que la comunidad judía ha tenido en los últimos años”. El autor estadounidense respondió diciendo que buscan “reparar el mundo”.
El vídeo generó una fuerte reacción en las redes sociales. Algunos comentaron en la publicación de Tishby señalando casos de maltrato a personas negras por parte de colonos ilegales en los territorios ocupados.
“Así es como su gente trata a los negros en IsraHell”, escribió un usuario llamado Truth Seeker.
En su cuenta de X, Drop Site compartió un vídeo mostrando a jóvenes plantando un barril y explicó que las “campañas de Hasbará coordinadas” generalmente involucran a prominentes propagandistas (Hasbaristas), quienes difunden la misma desinformación a pesar de la evidencia sustancial en contra.
También documentó cómo el mismo vídeo no fechado fue compartido por cuentas propagandísticas, todas afirmando que los jóvenes eran miembros del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) plantando bombas cerca de un hospital en Gaza.
La página también señaló que el vídeo fue inicialmente compartido por COGAT, el organismo del régimen israelí responsable de coordinar la ayuda a Gaza, y amplificado por prominentes Hasbaristas.
Según la cuenta, esta liberación coincidió con la indignación global por el ataque de Israel al Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza, durante el cual el hospital fue incendiado, su director secuestrado y supuestamente enviado a una de las cárceles más notorias de Israel para ser torturado.
Israel publica guía para que sus soldados eludan detención por crímenes de guerra
Xavier Villar
Recientemente, la prensa israelí dio a conocer un documento interno que ha generado controversia a nivel internacional. Se trata de una guía destinada a instruir a los soldados israelíes sobre cómo eludir posibles detenciones fuera de los territorios ocupados palestinos debido a su participación en las ofensivas militares en Gaza, que han sido calificadas por diversos organismos internacionales como crímenes de guerra.
La guía, cuya existencia ha sido confirmada por fuentes gubernamentales, incluye una serie de recomendaciones que buscan mitigar la exposición de Israel ante posibles investigaciones por parte de organismos como la Corte Penal Internacional (CPI). Entre los fragmentos filtrados, destacan consejos relacionados con la presentación pública de operaciones militares, la documentación de bajas civiles y la preparación de argumentos jurídicos para justificar las acciones cometidas en Gaza.
Diversos analistas han subrayado que la mera existencia de este tipo de guías evidencia la preocupación del régimen israelí por las posibles consecuencias legales de sus acciones en los territorios ocupados. En este sentido, los expertos jurídicos ven en estas recomendaciones un intento de evadir responsabilidades en lugar de prevenir posibles violaciones al derecho internacional humanitario.
Esta estrategia llega en un momento en el que el escrutinio sobre Israel es cada vez mayor. La Corte Penal Internacional mantiene abierta una investigación por crímenes de guerra cometidos en los territorios palestinos, incluyendo operaciones militares que han dejado un saldo elevado de víctimas civiles. En lugar de asumir un compromiso real con la rendición de cuentas, la guía refleja la preocupación de los líderes israelíes por blindarse ante los tribunales internacionales y preservar su impunidad.
Uno de los puntos más llamativos de la guía interna distribuida por las autoridades israelíes es la advertencia explícita sobre el riesgo que supone para los soldados compartir vídeos y fotos de sus agresiones en línea. Según el documento, este tipo de publicaciones pueden ser utilizadas como pruebas en investigaciones internacionales por crímenes de guerra.
“Definitivamente, subir vídeos en línea aumenta el riesgo legal”, señala la guía. “Los soldados que comparten imágenes proporcionan a organizaciones hostiles pruebas potenciales para respaldar sospechas en su contra”, añade el texto.
El aviso refleja una preocupación creciente por el uso de las redes sociales como herramienta de documentación por parte de las organizaciones de derechos humanos y los propios ciudadanos en los territorios ocupados. Las imágenes difundidas por soldados o civiles han permitido documentar incidentes que de otro modo podrían haber quedado ocultos.
En los últimos años, vídeos que muestran detenciones violentas, disparos a manifestantes desarmados o demoliciones de viviendas han circulado ampliamente en internet, alimentando denuncias contra Israel ante la Corte Penal Internacional y otras instancias legales. El régimen israelí, lejos de fomentar la transparencia, parece centrado en mitigar el riesgo de que estas pruebas visuales sean utilizadas en su contra.
Otro de los puntos más controvertidos de la guía interna distribuida por las autoridades israelíes es la advertencia sobre los riesgos legales que puede implicar algo tan cotidiano como elegir un destino de vacaciones. Los soldados y altos mandos que han participado en operaciones militares en los territorios palestinos deben tener cuidado al viajar al extranjero, ya que podrían ser objeto de detenciones o investigaciones judiciales basadas en la jurisdicción universal.
El documento plantea la pregunta “¿Cómo puedo verificar si mi destino supone un riesgo antes de viajar?”, y ofrece una recomendación clara:
“Las organizaciones de derechos humanos publican informes en línea que detallan la aplicación de la jurisdicción universal en varios países. Se recomienda encarecidamente consultar a un experto en derecho penal internacional antes de viajar”.
Esta advertencia refleja el creciente temor de las autoridades israelíes a que sus soldados y funcionarios sean detenidos en el extranjero por posibles crímenes de guerra cometidos en los territorios ocupados. La jurisdicción universal permite a los tribunales de ciertos países procesar a responsables de crímenes graves, como torturas, ejecuciones extrajudiciales o ataques indiscriminados contra civiles, sin importar dónde se hayan cometido los delitos.
La inclusión de este apartado en la guía refleja que, para muchos militares israelíes, su exposición no termina en el campo de batalla. Los viajes al extranjero, incluso por motivos personales, pueden convertirse en una amenaza legal si no toman las precauciones necesarias. Lo que para otros turistas es una cuestión de ocio y descanso, para estos soldados puede convertirse en un trámite legal complejo que requiere asesoramiento especializado.
La guía muestra, una vez más, que el foco del gobierno israelí está puesto en blindar a sus responsables ante posibles procesos judiciales, más que en garantizar que no se cometan abusos que puedan motivar esas mismas investigaciones.
Uno de los puntos que más comentarios ha suscitado en redes sociales se refiere a la difusión de contenido racista, con énfasis en que “incluso actos aparentemente menores pueden ser tratados como delitos graves”.
El texto advierte que “algunos países podrían tratar contenido aparentemente menor, como canciones racistas, como incitación al genocidio”.
En una de las secciones más controvertidas de la guía interna distribuida entre los altos mandos israelíes, se plantea una cuestión inquietante: ¿Debería Israel financiar la defensa legal de los soldados arrestados en el extranjero por crímenes de guerra? Esta pregunta, aparentemente administrativa, refleja una preocupación profunda por las crecientes acusaciones de abusos cometidos por las fuerzas israelíes durante sus operaciones en los territorios palestinos. En otras palabras: “Hay simplemente demasiados crímenes de guerra para defender”.
Por último, resulta relevante poner el foco en cómo las autoridades israelíes abordan una cuestión crucial: ¿Será más seguro viajar después de que termine el conflicto? La respuesta, lejos de ofrecer consuelo, pone de manifiesto una creciente preocupación sobre las posibles repercusiones a largo plazo de las operaciones militares israelíes, incluso tras el cese de las hostilidades. Según la guía oficial, “la amenaza puede no disminuir e incluso podría intensificarse a medida que Gaza se abra a los grupos de derechos humanos y periodistas extranjeros”. En otras palabras, ¿Las cosas mejorarán eventualmente? La respuesta parece clara: No, empeorarán cuando descubran lo que realmente hiciste.
Se puede decir, por tanto, que la existencia de la guía interna emitida por las autoridades israelíes y sus recomendaciones son, en muchos aspectos, una admisión voluntaria de las violaciones que el régimen de Israel ha cometido en Gaza durante más de un año de conflicto. Aunque la entidad sionista intenta presentar el documento como una herramienta preventiva para proteger a sus militares de acusaciones infundadas, el contenido de la guía puede interpretarse como una confesión pública, de los abusos y crímenes cometidos en los territorios palestinos.
Análisis: Genocidio: la nueva normalidad
Chris Hedges*
La donación de despedida de Joe Biden de 8.000 millones de dólares en ventas de armas al Estado de apartheid de Israel reconoce la espantosa realidad del genocidio en Gaza.
Pero este no es el final. Este ni siquiera es el principio del fin.
Se trata de una guerra permanente, sin fin, diseñada no para destruir a Hamás ni para liberar a los rehenes israelíes, sino para erradicar, de una vez por todas, a los palestinos de Gaza y Cisjordania. Es el impulso final para crear un Gran Israel, que incluirá no sólo Gaza y Cisjordania, sino también partes del Líbano y Siria. Es la culminación del sueño sionista. Y se pagará con ríos de sangre: palestina, libanesa y siria.
El Ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Israel, Avi Dichter, probablemente estaba dando estimaciones conservadoras cuando dijo: “Creo que estaremos en Gaza por mucho tiempo. Creo que la mayoría de la gente entiende que [Israel] estará en una especie de situación en Cisjordania durante años en la que entrarás y saldrás y tal vez te quedarás a lo largo del [corredor] Netzarim”.
El exterminio masivo lleva tiempo. También es caro. Afortunadamente para Israel, su lobby en Estados Unidos tiene un dominio absoluto sobre el Congreso, nuestro proceso electoral y la narrativa de los medios. Los estadounidenses, aunque el 61% está a favor de poner fin a los envíos de armas a Israel, pagarán por ello. Y aquellos que expresen su desacuerdo serán arrastrados a un agujero negro sionista, donde sus voces serán silenciadas y sus carreras puestas en peligro o destruidas. Donald Trump y los republicanos sienten un abierto desprecio por la democracia, pero también lo tienen los demócratas y Joe Biden.
Estados Unidos proporcionó 17.900 millones de dólares en ayuda militar a Israel entre octubre de 2023 y octubre de 2024, un aumento sustancial con respecto a los 3.800 millones de dólares en ayuda militar que Estados Unidos otorga a Israel cada año. Este es un récord de un solo año. El Departamento de Estado ha informado al Congreso que tiene intención de aprobar 8.000 millones de dólares adicionales para la compra por parte de Israel de armas fabricadas en Estados Unidos.
Esto le dará a Israel más sistemas de bombas guiadas GPS, más proyectiles de artillería, más misiles para aviones de combate y helicópteros, y más bombas, incluidas 2.800 bombas MK-84 no guiadas, de las que Israel está acostumbrado a lanzar sobre campamentos de tiendas densamente poblados en Gaza. La onda de presión de las bombas MK-84 de 2.000 libras pulveriza los edificios y extermina la vida en un radio de 400 metros.
La explosión, que rompe los pulmones, desgarra las extremidades y explota las cavidades nasales a cientos de metros de distancia, deja un cráter de 50 metros de ancho y 36 metros de profundidad. Israel parece haber utilizado esta bomba para asesinar al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en Beirut el 27 de septiembre de 2024.
El genocidio y la decisión de alimentarlo con miles de millones de dólares marcan un inquietante punto de inflexión. Es una declaración pública de Estados Unidos y sus aliados en Europa de que el derecho internacional y humanitario, aunque descaradamente ignorado por Estados Unidos en Irak, Afganistán, Libia, Siria y, una generación antes, Vietnam, no tiene sentido. Ni siquiera hablaremos de ello de labios para afuera. Éste será un mundo hobbesiano donde las naciones que poseen las armas industriales más avanzadas marcarán las reglas. Los pobres y vulnerables se arrodillarán en señal de sumisión.
El genocidio de Gaza es el modelo del futuro. Y los del Sur Global lo saben.
Los "condenados de la tierra" que no tienen armas sofisticadas, que no tienen ejércitos, unidades de artillería, misiles, armadas, unidades blindadas y aviones de combate modernos, reaccionarán con instrumentos toscos. Combinarán actos aislados de terrorismo con campañas masivas de terrorismo de Estado.
¿Nos sorprende que nos odien? El terror engendra terror. Lo vimos en Nueva Orleans, donde un hombre supuestamente inspirado por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) mató a 14 personas cuando atropelló con su camioneta a una multitud el día de Año Nuevo. Veremos más. Pero seamos claros. Nosotros lo empezamos. El vacío moral del terrorista suicida surge de nuestro vacío moral.
La frustración de Israel por la tenaz resistencia en Gaza, Cisjordania, Yemen y el Líbano aumenta la sed de sangre. Miembros del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de Israel enviaron una carta al Ministro de Defensa, Israel Katz, pidiendo al gobierno que intensifique el asedio de Gaza.
“El control efectivo del territorio y de la población es el único medio para despejar las líneas enemigas de la Franja y, por supuesto, lograr una victoria decisiva, en lugar de quedarse a flote en una guerra de desgaste, donde los más desgastados es Israel”, escriben. “Así que terminamos insertando a nuestros soldados una y otra vez en barrios y callejones que ya han sido conquistados muchas veces”.
Israel, se lee en la carta, debe llevar a cabo "la eliminación remota de todas las fuentes de energía, es decir, combustible, paneles solares y todos los medios pertinentes (tuberías, cables, generadores, etc.)". Debe garantizar “la eliminación de todas las fuentes de alimentos, incluidos almacenes, agua y todos los medios pertinentes (bombas de agua, etc.)” y debe facilitar “la eliminación remota de cualquier persona que se mueva por la zona y no salga con una bandera blanca durante los días del asedio actual”.
La carta concluye que “después de estas acciones y de los días de asedio a los que quedan, [las] FDI deben entrar gradualmente y llevar a cabo una limpieza exhaustiva de los escondites enemigos”. Esto debería hacerse en el norte de la Franja de Gaza, y de manera similar en cualquier otro territorio: cerco, evacuación de la población a una zona humanitaria y asedio efectivo hasta la rendición o la eliminación completa del enemigo. Así es como actúa todo ejército y así es como deben actuar las FDI”.
En definitiva, exterminar a los brutos.
Shamsud-Din Jabbar, el veterano del ejército estadounidense de 42 años que atropelló con su camioneta a una multitud que celebraba la víspera de Año Nuevo en Nueva Orleans, matando a 14 personas e hiriendo a otras 35, nos habló en el idioma que usamos para hablar al mundo árabe. Muerte indiscriminada. El objetivo son los inocentes. La insensible indiferencia ante la vida. La sed de venganza. La demonización de los demás. La creencia de que el destino, Dios o la civilización occidental han decretado que tenemos derecho a imponer nuestra visión del mundo mediante la violencia. Jabbar, que publicó vídeos en línea profesando su apoyo al Estado Islámico, es nuestro doble asesino. No será el último.
Cuando una sociedad es expropiada, cuando las injusticias que se le infligen parecen insolubles, cuando el "enemigo" es omnipotente, cuando el propio pueblo es bestializado como insectos, cucarachas, "bestias de dos patas", entonces la mente va más allá de la razón" escribe Robert Fisk en La Gran Guerra por la Civilización. Queda fascinada en dos sentidos: por la idea de una vida futura y por la posibilidad de que esta creencia pueda de alguna manera proporcionar un arma con más potencial que el nuclear”.
Cuando Estados Unidos estaba convirtiendo a Beirut en una base de la OTAN en 1983 y usando su poder de fuego contra guerrillas musulmanas en las montañas del este, la Guardia Revolucionaria iraní en Baalbek prometió que Dios liberaría al Líbano de la presencia estadounidense. En ese momento escribí que sería una batalla titánica: la tecnología estadounidense contra Dios. ¿Quién ganaría? Luego, el 23 de octubre de 1983, un atacante suicida solitario condujo un camión cargado con explosivos hacia el complejo de los marines estadounidenses en el aeropuerto de Beirut y mató a 241 militares estadounidenses en seis segundos... Más tarde entrevisté a uno de los pocos marines supervivientes que había visto en el agresor. “Lo único que recuerdo”, me dijo, “es que el tipo estaba sonriendo”.
Estos actos de terrorismo o, en el caso de Gaza, Cisjordania, el Líbano y Yemen, la resistencia armada, se utilizan para justificar interminables matanzas en masa. Esta Vía Dolorosa conduce a una espiral de muerte global, especialmente a medida que la crisis climática reconfigura el planeta y los organismos internacionales, como las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional, se convierten en apéndices vacíos.
Estamos sembrando el Medio Oriente con los dientes de un dragón y, como en el antiguo mito griego, estos dientes emergen del suelo como guerreros enfurecidos empeñados en destruirnos.
*Periodista ganador del premio Pulitzer, fue corresponsal extranjero del New York Times durante quince años, donde se desempeñó como editor jefe para Oriente Medio y los Balcanes.