Según Bloomberg, esta semana se ha enviado un documento al Capitolio en el que se solicita al Departamento de Defensa que compre 24 aviones, en lugar de los 48 previstos el año pasado.
Dado que la Fuerza Aérea estadounidense es el principal cliente del programa de Lockheed Martin, esta reducción supondrá un duro golpe para la empresa.
Es posible que refleje una de las formas en que la Fuerza Aérea están revisando su financiación para el ejercicio fiscal 2026, en consonancia con el plan del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, de recortar el gasto militar estadounidense en un 8% durante los próximos cinco años.
Ahora, la Fuerza Aérea tiene previsto solicitar 3.500 millones de dólares para los cazas F-35 y otros 531 millones para la compra de componentes para los mismos.
Cabe señalar, no obstante, que la solicitud puede sufrir cambios significativos a medida que avanza su tramitación en el Congreso. Lockheed Martin cuenta con un gran apoyo en entre los legisladores, que podrían modificar las perspectivas presupuestarias del programa F-35.
En cuanto a la variante de cubierta del F-35 para la Armada, el Pentágono tiene previsto solicitar 1.950 millones de dólares para comprar 12 aviones, en lugar de las 17 unidades previstas inicialmente, y 401,5 millones de dólares para preadquisiciones. El Cuerpo de Marines solicitará 1.780 millones de dólares para obtener 11 aviones, en lugar de 13, y otros 113,7 millones para preadquisiciones.
Cómo la Fuerza Aérea canadiense fue víctima del engaño estadounidense: el F-35A resultó ser el doble de caro y no hay infraestructura ni pilotos para él
En solo tres años, el coste estimado de la adquisición de 88 aviones de combate para la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) se ha disparado un 46%, o 20.200 millones de dólares, declaró el 10 de junio la auditora general de Canadá, Karen Hogan.
El aumento de casi el 50% en las estimaciones de costes se debe a varios factores, entre ellos las variaciones de la inflación y los tipos de cambio, así como la ocultación de información por parte de Estados Unidos, según el informe.
La elección del F-35A en 2022 se basó en precios con una antigüedad de tres años, aunque en aquel momento el gobierno estadounidense ya disponía de datos de costes actualizados, que habrían revelado un salto significativo en el precio.
Canadá tendrá ahora que desembolsar 8.910 millones de dólares por los 88 aviones, o 101,2 millones por unidad, que es un componente del coste total del programa. Esa cifra es un 22% superior a la estimación, obsoleta para 2022, de 7.310 millones de dólares, u 83 millones de por cada F-35A.
Mientras tanto, el gasto en infraestructura, cuya construcción se ha estancado, también aumentó en 880 millones de dólares, hasta alcanzar los 1.800 millones.
Aquí también hubo encubrimiento por parte de EEUU
Durante el proceso de evaluación de las ofertas, la RCAF obtuvo información de cada uno de los licitadores sobre los requisitos de la infraestructura terrestre y, a continuación, elaboró diseños de edificios basados en esta información.
Sin embargo, ya después de que fuera adjudicado el contrato, la Oficina del Programa Conjunto F-35 Lightning II envió a la RCAF nuevos requisitos para las instalaciones del F-35, lo que obligó a rediseñarlas. Según el plan del programa, las instalaciones debían estar listas para la llegada de los primeros F-35A a Canadá en 2028, pero ahora no está previsto que estén terminadas hasta 2031.
Aunque las instalaciones estén listas para esa fecha, el plan de la RCAF para alcanzar la plena capacidad operativa (FOC) se enfrenta a otro reto: una escasez crónica de pilotos. En el momento de finalizar la auditoría, el plan de la RCAF para formar pilotos para el F-35 no alcanzaba el número necesario para lograr la disponibilidad operativa en 2032.