Alexander Raynor
Alexander Raynor reseña La sociedad de la propaganda de Jean-Yves Le Gallou, una penetrante exposición de cómo las democracias liberales enmascaran el control ideológico como discurso abierto, que insta a recuperar la libertad intelectual y la identidad cultural.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
The Propaganda Society: Resistance Manual for the Mental Gulag de Jean-Yves Le Gallou, es una crítica mordaz, erudita y provocadora de los mecanismos de control ideológico del mundo occidental contemporáneo. Traducida al inglés por Roger Adwan y publicada por Arktos en 2025, esta obra se lee tanto como un análisis cultural como una llamada a la resistencia intelectual y civil contra lo que Le Gallou caracteriza como un «gulag mental» de propaganda omnipresente. Con elocuencia y fervor, Le Gallou expone cómo la comunicación de masas, los sistemas mediáticos, el mundo académico, el entretenimiento e incluso el arte se han unido en una campaña global para moldear, homogeneizar y controlar el pensamiento en el Occidente posmoderno.
Desde su preámbulo inicial, el libro no se disculpa por su ambicioso objetivo: diagnosticar la naturaleza total de la propaganda contemporánea y dotar a los lectores de las herramientas conceptuales para resistirse a ella. Le Gallou comienza trazando el linaje histórico de la propaganda, desde La guerra de las Galias de César hasta la seminal Propaganda de Edward Bernays, destacando cómo los mensajes persuasivos han evolucionado desde el apoyo a sociedades tradicionales cohesionadas hasta la gestión de sociedades fragmentadas y atomizadas. Su tesis es sencilla y contundente: la propaganda ya no es un accesorio de la cultura o la política, sino que es cultura y política. Impregna todas las esferas de la vida pública y privada y no sirve para preservar la identidad o la tradición, sino para disolverlas.
La estructura de La sociedad de la propaganda es a la vez temática y acumulativa. Cada capítulo desvela una nueva capa del edificio ideológico que pretende deconstruir: la «propaganda total» que satura nuestros medios de comunicación y el discurso público, la «propaganda totalitaria» que impone la ortodoxia ideológica mediante la censura blanda y la presión social, y la «propaganda de masas» de la publicidad, la cultura popular y la educación. Le Gallou es más convincente cuando detalla cómo la propaganda moderna no se limita a defender, sino que crea consenso controlando la ventana de Overton, convirtiendo en incalificables ideas que antes eran normales y elevando a imperativos morales posiciones marginales.
Uno de los puntos fuertes del libro reside en su amplitud de referencias culturales. Le Gallou no se limita a polemizar, sino que es profundamente culto, entretejiendo referencias que van de Konrad Lorenz a Renaud Camus, de Maquiavelo a Naomi Klein. Critica el sesgo de los medios de comunicación no sólo con estadísticas y estudios, sino también a través de lecturas minuciosas de imágenes, narraciones y símbolos. Ya se trate de la semiótica de la publicidad o del encuadre editorial de los conflictos geopolíticos, revela cómo el lenguaje y la estética se convierten en armas para cambiar la percepción.
Quizá el capítulo más convincente sea el dedicado a la «propaganda profesional y metódica», en el que Le Gallou revisa las cinco leyes de la propaganda (1) de Jean-Marie Domenach – simplificación, exageración, repetición, transfusión y unanimidad – y demuestra su extraña relevancia en nuestra época digital. A través de vívidos ejemplos, ilustra cómo una única narrativa, ya sea sobre el cambio climático, la migración o las crisis sanitarias, puede dominar el discurso global mediante la repetición orquestada y la manipulación emocional. El lector sale de la lectura con una nueva lente a través de la cual interpretar el aluvión de información que encuentra a diario.
El diagnóstico de Le Gallou va más allá de la crítica y se extiende a la estrategia. La segunda mitad del libro, especialmente en «De la secesión a la reconquista», ofrece no sólo una deconstrucción de los mecanismos de propaganda, sino una respuesta programática. Hace un llamamiento a la «secesión» cultural e intelectual: una retirada mental de las instituciones conformistas, seguida de una «reconquista» del significado, la identidad y la verdad. Esta propuesta no es meramente reaccionaria; es constructiva. Le Gallou defiende la revitalización de las comunidades orgánicas, las culturas nacionales y las tradiciones arraigadas como baluartes contra la fuerza homogeneizadora de la ideología globalista.
No se puede pasar por alto el papel de la traducción en la transmisión de este mensaje. La versión inglesa de Roger Adwan del texto original francés es fiel, clara y contundente. Conserva la agudeza retórica y el estilo literario de la prosa de Le Gallou, lo que permite a los lectores anglófonos apreciar la precisión estilística y el rigor argumentativo del autor.
Lo que hace tan poderoso el tratado de Le Gallou no es simplemente su crítica del régimen actual de «comunicación», sino su afirmación de una visión alternativa. El lamento del autor por la pérdida de las comunidades arraigadas, los valores compartidos y el orden social orgánico no es un escapismo nostálgico, sino una llamada a la recuperación cultural. Nos desafía a resistirnos no sólo a las mentiras, sino a la propia erosión de la capacidad de decir la verdad. En una época en la que la disidencia se caricaturiza a menudo como «odio» y los matices se pierden en favor de la uniformidad algorítmica, Le Gallou ofrece un recordatorio riguroso y necesario: que la libertad de pensamiento es la primera libertad y la más frágil.
En conclusión, La sociedad de la propaganda es una obra incisiva y necesaria. Es a la vez un diagnóstico y un manual, una crítica cultural y una hoja de ruta política. Se esté o no de acuerdo con todas las posiciones de Le Gallou, el libro exige ser tomado en serio. Obliga al lector a replantearse las fuerzas que conforman nuestra realidad y a considerar cómo es la verdadera resistencia en una época de totalitarismo blando. Para quienes quieran entender las batallas ideológicas del siglo XXI – y cómo resistirlas – este libro es indispensable.
Notas:
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Domenach, Jean-Marie. La propagande politique. Paris: Presses Universitaires de France, 1950.