Desde que Israel inició su bloqueo marítimo a la franja de Gaza, en 2007, han surgido numerosas iniciativas para llevar ayuda humanitaria a ese territorio palestino por vía marítima. La primera quizás fue más o menos improvisada, pero las siguientes han sido organizadas por la Hermandad Musulmana y por su rama palestina, que es el Hamas.
El bloqueo marítimo que Israel impone a la franja de Gaza es en definitiva ilegal y es legítimo que la Hermandad Musulmana trate de romperlo, sobre todo porque al convertirse en miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Israel se comprometió a respetar la Carta y las decisiones de esa organización internacional… compromiso que ha violado constantemente. De hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU ha tipificado claramente el bloqueo israelí contra Gaza como un “castigo colectivo”.
El caso del Mavi Marmara, en 2010, tendría que haber servido al mundo para comprobar cómo se instrumentalizaban políticamente las operaciones de aquellas flotillas. Aquel año, cuando las fuerzas especiales de Israel tomaron por asalto el Mavi Marmara, varios de los pasajeros heridos fueron hospitalizados en Turquía. Entre los heridos estaba el turco-irlandés El-Mehdi El-Hamid, cuya foto besando en la frente al presidente turco Recep Tayyip Erdogan dio entonces la vuelta al mundo. Después resultó que El-Mehdi El-Hamid era simultáneamente miembro de la Hermandad Musulmana y agente de la CIA.
Al año siguiente, en 2011, la OTAN puso a ese personaje en el poder en Trípoli, la capital libia, luego del derrocamiento de Muammar el-Kadhafi
En 2012, El-Mehdi El-Hamid, quien nunca antes había puesto los pies en Siria, aparecía en ese país como número 2 del “Ejército Libre Sirio”, los supuestos “rebeldes sirios”.
Según el ministerio de Exteriores de Israel, uno de los organizadores de las flotillas por Gaza de los 15 últimos años es agente de la Conferencia Popular para los Palestinos del Exterior (PCPA), al parecer «subordinada al Hamas» y «ala del movimiento». Otro que parece ser un agente de la PCPA es Saif Abu Kashik, quien dirige una empresa que «posee decenas de barcos que participan en la Global Sumud Flotilla».
Según el ministerio de Exteriores de Israel eso demuestra que «esos barcos son en secreto propiedad del Hamas». El ministerio israelí afirma que existe una carta de 2021 en la que Ismail Hanniyeh, el jefe del Buró Político del Hamas, recientemente asesinado en Irán por Israel, «había aprobado públicamente la organización PCPA».
El nombre de otro miembro de la Hermandad Musulmana, Zaher Birawi, salió a la luz en junio, en
un artículo del
Telegraph británico. Al parecer fue Zaher Birawi quien organizó la Global Sumud Flotilla. Este personaje es periodista del canal de televisión satelital Al-Hiwar (El Diálogo), propiedad de otro miembro de la Hermandad Musulmana, Azzam Tamimi, quien se encarga de la publicidad de la cofradía y de su rama palestina, el Hamas.
Por su parte, la CIA estadounidense y el MI6 británico se encargan de manipular a los participantes que se involucran en las flotillas sinceramente movidos por el deseo de llevar ayuda a la población de Gaza. Pero el objetivo de los servicios secretos anglosajones es mucho menos loable: alimentar e incrementar la animosidad entre los judíos israelíes y los árabes palestinos.
La operación israelí de intercepción de la flotilla Sumud es parte de todo este gran montaje. El arresto de los participantes que viajaban en los barcos, entre ellos la sueca Greta Thunberg, garantiza el impacto mediático. Desde posiciones encontradas, tanto la Hermandad Musulmana como el ejército de Israel garantizan el éxito de esta “estrategia de la tensión”.
¿Cómo HAMAS desconcertó a Trump y superó a Netanyahu ante “plan” para Gaza?
En un movimiento que sorprendió a muchos analistas políticos perspicaces, el movimiento de resistencia con base en Gaza, HAMAS, publicó el viernes una respuesta muy estratégica y diplomática al “plan para Gaza” de 20 puntos del presidente estadounidense Donald Trump.
El grupo aceptó, en principio, liberar a todos los retenidos israelíes restantes y transferir la autoridad administrativa a un organismo transitorio como parte de un marco para poner fin a la guerra genocida de un año contra Gaza.
Sin embargo, HAMAS subrayó que cualquier decisión sobre el futuro gobierno de Gaza debe basarse en un consenso nacional y ser determinada por el propio pueblo palestino, no por actores externos.
Los analistas políticos describieron la respuesta de HAMAS como una jugada diplomática magistral que tomó por sorpresa al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y dejó al descubierto sus planes para volver a frustrar el proceso.
Trump acogió con satisfacción la respuesta, hasta el punto de publicar la declaración completa de HAMAS en las redes sociales, señalando que el grupo está “listo para una paz duradera” y pidiendo a Israel que “detenga inmediatamente el bombardeo de Gaza”.
¿Qué incluía el plan de 20 puntos de Trump?
El muy promocionado “plan” de 20 puntos de Trump afirmaba ofrecer a Gaza un camino hacia la paz: una “zona desradicalizada y libre de terrorismo” reconstruida bajo supervisión internacional y dirigida por el propio Trump.
Aunque se presentó como un plan de paz y reconstrucción, los observadores lo ven como un intento de redefinir el futuro de Gaza reafirmando el control israelí y estadounidense sobre sus asuntos, tanto políticos como económicos.
La propuesta tiene una promesa engañosamente simple: si ambas partes aceptan, la guerra termina de inmediato. Israel detendría sus bombardeos genocidas y se retiraría hasta las líneas acordadas, congelando el frente hasta que se cumplan las condiciones para una retirada escalonada.
En un plazo de 72 horas tras la aceptación por parte de Israel, todos los cautivos serían devueltos —vivos o fallecidos—. A cambio, Israel liberaría un número limitado de prisioneros palestinos, incluidos 250 que cumplen cadena perpetua y otros 1700 detenidos desde el 7 de octubre de 2023.
Más allá de eso, el acuerdo esboza un orden político que equivale a una administración externa de Gaza, con un gobierno local subordinado a un llamado “Consejo de la Paz” presidido por Trump e integrado por figuras pro-guerra y controvertidas, como el ex primer ministro británico Tony Blair.
El consejo supervisaría la reconstrucción de Gaza, la planificación económica e incluso su transición política durante cinco años, hasta que se considere que una Autoridad Palestina reformada esté “lista” para asumir el control.
Muchos afirman que se asemeja alarmantemente a un protectorado del siglo XXI: una zona despojada de soberanía y reconstruida de acuerdo con las prioridades de potencias hegemónicas extranjeras e inversores privados.
Según el plan, la reconstrucción de Gaza estaría impulsada por lo que se denomina el Plan de Desarrollo Económico de Trump, inspirado en las relucientes ciudades modernistas del Golfo Pérsico.
Una zona económica especial ofrecería aranceles preferenciales e incentivos a la inversión, mientras que un panel de expertos diseñaría un modelo de “gobernanza moderna y eficiente” destinado a atraer capital.
En teoría, los empleos, la infraestructura y las oportunidades sustituirían la desesperación y la radicalización. En la práctica, el plan busca afianzar la dependencia del dinero y la influencia extranjera, marginando la capacidad política local, de acuerdo con el modelo que los estadounidenses aplicaron en Afganistán durante casi dos décadas.
Incluso las disposiciones humanitarias de la propuesta están condicionadas. El flujo de ayuda sería controlado por completo por instituciones internacionales como la ONU y la Media Luna Roja, excluyendo a los palestinos. El cruce de Rafah se reabriría únicamente bajo el mismo mecanismo del acuerdo humanitario de enero de 2025, reforzando el aislamiento de Gaza respecto a sus propias fronteras y vecinos.
La seguridad, además, dejaría de estar en manos palestinas. Una nueva llamada Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por sus siglas en inglés), organizada por Estados Unidos y sus socios, asumiría la responsabilidad del orden interno y del control fronterizo. La ISF entrenaría a policías palestinos seleccionados y coordinaría con Israel y Egipto.
Las fuerzas de ocupación israelíes se retirarían gradualmente, manteniendo un “perímetro de seguridad” hasta que se considere que Gaza está completamente estable, una condición vaga que, en la práctica, deja a Israel en control por un período indefinido.
El proceso de desmilitarización, aunque se presenta como esencial para la paz, parece un desarme total bajo ocupación. Todos los túneles, armas e instalaciones de producción serían destruidos, con monitores independientes verificando el cumplimiento.
Aunque el plan insiste en que nadie será obligado a abandonar Gaza, también indica que los miembros de HAMAS tendrían que irse. El lenguaje de la “desradicalización” genera mayores preocupaciones sobre cómo se definiría o reprimiría la disidencia, la resistencia o incluso la expresión política bajo el régimen dirigido por Trump.
¿Qué dijo HAMAS en su respuesta al plan de Trump?
En su respuesta, que llegó tras la teatral amenaza de Trump de que “se desataría el infierno”, HAMAS dejó categóricamente claro que busca la paz y el orden sin hacer concesiones.
“Con el fin de detener la agresión y la guerra de exterminio a la que está siendo sometido nuestro pueblo firme en la Franja de Gaza, y sobre la base de la responsabilidad nacional, y en aras de los principios, derechos e intereses supremos de nuestro pueblo, el Movimiento de Resistencia Islámica, HAMAS, llevó a cabo consultas en profundidad dentro de sus instituciones de liderazgo, amplias consultas con las facciones y fuerzas palestinas, y consultas con mediadores y amigos hermanos, para alcanzar una posición responsable en el tratamiento del plan del presidente estadounidense Donald Trump”, decía la declaración.
El movimiento expresó su aprecio por los esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, así como por los de Trump, por buscar el fin de la guerra genocida, el intercambio de cautivos, la entrada de ayuda, el rechazo a la ocupación de la franja y al desplazamiento del pueblo palestino.
En este contexto, HAMAS anunció su aprobación para liberar a todos los cautivos israelíes, vivos y fallecidos, conforme a la fórmula de intercambio mencionada en la propuesta de Trump, siempre que se garanticen las condiciones sobre el terreno, reafirmando su disposición a entrar inmediatamente en negociaciones a través de los mediadores para discutir los detalles.
HAMAS también aceptó entregar la administración de Gaza a un organismo palestino de tecnócratas “basado en el consenso nacional palestino” y con apoyo árabe e islámico.
“En cuanto a los demás temas mencionados en la propuesta del presidente Trump relativos al futuro de la Franja de Gaza y a los derechos legítimos del pueblo palestino, estos están vinculados a una posición nacional integral basada en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes, y serán discutidos dentro de un marco nacional palestino global del cual HAMAS formará parte y al cual contribuirá con plena responsabilidad”, señalaba la declaración.
En esencia, la respuesta de HAMAS se dividía en dos partes. En la primera, el grupo abordaba los temas que entran dentro de su mandato de negociación: la liberación de cautivos a cambio del fin de la guerra, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la entrega de ayuda y esfuerzos de reconstrucción.
La segunda parte trataba la cuestión del futuro de Gaza. Aquí, HAMAS pidió alcanzar un consenso nacional, afirmando que son el pueblo palestino y sus instituciones —no las potencias externas— quienes deben determinar su propio destino político y administrativo.
¿Cómo reaccionaron los movimientos de resistencia a la respuesta de HAMAS?
En una serie de declaraciones que reflejan tanto pragmatismo como líneas rojas firmes, los líderes de HAMAS expresaron su disposición a entablar negociaciones directas sobre un posible alto el fuego y el intercambio de cautivos, al tiempo que rechazaron enfáticamente cualquier propuesta que colocara a Gaza bajo administración extranjera.
En declaraciones a Al-Araby, el alto funcionario de HAMAS, Osama Hamdan, dijo que el movimiento está preparado para comenzar “negociaciones directas inmediatas” para organizar el intercambio de cautivos israelíes y prisioneros palestinos, y establecer las condiciones necesarias para implementar dicho acuerdo.
“Este asunto requiere entrar en negociaciones directas para definir sus disposiciones”, dijo Hamdan en la entrevista. “Creemos que, una vez que entremos en los detalles, se necesitará más tiempo del que se menciona en la propuesta, esas 72 horas.”
Hamdan subrayó que HAMAS está dispuesto a involucrarse en todos los temas que entran en su mandato, incluidos la liberación de cautivos, el fin de la guerra genocida y la reconstrucción de Gaza, pero trazó una línea clara respecto a la idea de una administración no palestina del territorio.
“No aceptamos que los asuntos de Gaza, como parte de Palestina, sean gestionados por ninguna parte no palestina. La entrada de fuerzas o de una administración extranjera en la Franja de Gaza es un asunto inaceptable para los palestinos”, afirmó.
En su lugar, HAMAS reafirmó su apoyo a entregar la administración de Gaza a un organismo palestino tecnocrático, compuesto por profesionales y vinculado a la Autoridad Palestina.
“Existe un acuerdo nacional palestino”, dijo Hamdan, “de que un organismo nacional palestino, conectado con la Autoridad Palestina, gestionará la Franja de Gaza”.
Subrayó que la cuestión del futuro político de Gaza —y, en un sentido más amplio, el futuro del Estado palestino— debe resolverse dentro de un “amplio marco nacional”.
HAMAS, dijo, no reclama el derecho exclusivo de tomar tales decisiones. “Las cuestiones futuras relacionadas con el Estado palestino deben resolverse dentro de un amplio marco nacional... HAMAS no monopoliza el derecho a responderlas por sí solo”.
Al mismo tiempo, Hamdan rechazó los intentos de marginar políticamente a HAMAS. “Los intentos de excluir a HAMAS del proceso político palestino no tendrán éxito”, advirtió.
Por su parte, Musa Abu Marzuq, miembro del buró político de HAMAS, declaró a Al-Jazeera que el movimiento está preparado para negociar no solo el acuerdo de intercambio, sino todos los aspectos del plan propuesto, incluidos los temas delicados relacionados con la gobernanza y las armas.
También abordó el despliegue propuesto de una fuerza multinacional de mantenimiento de la paz —uno de los elementos más controvertidos del plan—. “Todos los detalles relacionados con la fuerza de mantenimiento de la paz requieren comprensión y clarificación”, afirmó.
Marzuq insistió en que HAMAS sigue siendo un movimiento de liberación nacional, rechazando la etiqueta de terrorismo contenida en el plan. “La definición de terrorismo en el plan no puede aplicarse a HAMAS”, declaró.
El movimiento Yihad Islámica Palestina también emitió una declaración en apoyo de la postura de HAMAS.
Describió la respuesta de HAMAS al plan de Trump como “una expresión de la posición de las fuerzas de resistencia palestinas”, confirmando que la Yihad Islámica “participó responsablemente en las consultas que condujeron a esta decisión”.
¿Cómo reaccionó Israel a la respuesta de HAMAS?
Tras el anuncio de la respuesta de HAMAS a la propuesta de Trump, las fuerzas de ocupación israelíes intensificaron su campaña de bombardeos en el norte de la Franja de Gaza.
Según los informes, se registraron intensos bombardeos aéreos y ataques de artillería en toda la ciudad de Gaza.
Más de diez ataques aéreos israelíes golpearon el barrio de Al-Sabra, en la ciudad de Gaza, el sábado, provocando incendios y dejando grandes zonas del área en ruinas.
Testigos informaron que también se detonaron tres vehículos blindados en medio del bombardeo, que se ha intensificado en varios frentes de la ciudad.
Dos de los ataques impactaron cerca del Centro Al-Nour para Ciegos, levantando columnas de humo sobre bloques residenciales cercanos. El continuo fuego de artillería y las ráfagas de disparos provenientes de vehículos terrestres y aeronaves israelíes resonaban en los ejes norte, este y sur de Gaza, atrapando a los residentes en un círculo cada vez más estrecho de violencia.
Mientras las explosiones sacudían la noche, se veía a un gran número de civiles desplazados moviéndose por las calles de Al-Sabra, familias cargando con lo poco que habían podido rescatar, buscando refugio en una ciudad donde los espacios seguros prácticamente han desaparecido.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado el plan propuesto por Trump. Según un informe de Axios, Netanyahu instruyó a su equipo para que se ciñera a su estrategia actual en lugar de seguir el marco planteado por el presidente estadounidense.
Axios informó además que Netanyahu se sorprendió con el anuncio de Trump y quiso asegurarse de que no se estableciera la idea de que HAMAS había dado una respuesta positiva al plan de Trump.
Los pacificadores
Manlio Dinucci
En el plan del presidente estadounidense Donald Trump, modificado por el primer ministro de Israel Benyamin Netanyahu, no hay calendario de retirada para las tropas israelíes. Israel se prepara para mantener indefinidamente su presencia militar en la franja de Gaza y planea seguir absordiendo territorio en Cisjordania.
El anuncio de Donald Trump en la conferencia de prensa junto a Benyamin Netanyahu
«Hoy es un día muy importante, posiblemente uno de los días más importantes en la historia de la civilización. Conflictos que duran desde hace cientos y miles de años, estamos muy muy cerca de resolverlos. Quiero agradecer a Bibi [Netanyahu] por haberse implicado verdaderamente y haber hecho un excelente trabajo. Hemos trabajado bien, juntos, como lo hemos hechos, juntos, con numerosos países. Esta es la única manera de resolver toda la situación. Acuerdo completo, todo resuelto. Esto se llama “paz en Medio Oriente”.»
Las estimaciones de los expertos sobre el «excelente trabajo» de Netanyahu en Gaza
«Los niños están extremadamente vulnerables: su alimentación mediante el seno materno es muy problemática para las madres de Gaza, gravemente traumatizadas, sin agua, sin comida, sin alojamiento, sin higiene, sin leche artificial, sin electricidad y sin otros bienes de primera necesidad.
Estimando que un 33% de las muertes violentas en Gaza son niños, 21% son mujeres y un 46% son hombres y que las mismas proporciones son válidas para los fallecidos debido a las privaciones, se estima que en Gaza la violencia y las privaciones han matado alrededor de 479 000 niños, incluyendo 370 000 niños de menos de 5 años, 63 000 mujeres y 138 000 hombres: en total, alrededor de 680 000 personas.»
Según el plan de Trump, ¿quién gobernará Gaza?
«Gaza será gobernada por un comité tecnocrático y apolítico, responsable del manejo cotidiano de los servicios públicos. Ese comité se compondrá de palestinos calificados y expertos internacionales, bajo la supervisión y el control de un nuevo organismo internacional de transición, el Consejo de la Paz, que será dirigido y presidido por el presidente Donald J. Trump con otros miembros y jefes de Estado que serán anunciados, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair.»
El plan de Trump: la fuerza internacional de “estabilización” y la presencia israelí de “seguridad”
«Estados Unidos colaborará con los socios árabes e internacionales para constituir una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) que se desplegará inmediatamente en Gaza. La FIE entrenará y apoyará fuerzas de policía palestinas cuidadosamente seleccionadas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) cederán progresivamente el territorio de Gaza a la Fuerza Internacional de Estabilización, con excepción de una presencia de seguridad perimétrica que se quedará mientras que Gaza no esté protegida adecuadamente de toda amenaza terrorista.»
Según el plan de Trump, ¿cómo “reconstruir y reactivar” Gaza?
«Se elaborará un plan de desarrollo económico de Trump para reconstruir y reactivar Gaza convocando un grupo de expertos que han contribuido al nacimiento de ciertas florecientes ciudades modernas en el Medio Oriente. Numerosas proposiciones juiciosas de inversiones y apasionantes ideas de desarrollo han sido elaboradas por grupos internacionales bien intencionados y se tomaran en consideración para sintetizar los marcos de seguridad y la administración con el fin de atraer y de facilitar esas inversiones. Se establecerá una zona económica especial con tarifas preferenciales y tasas de acceso que deben negociarse con los países participantes.»
Cisjordania como Gaza
El Washington Post escribe: «Las acciones radicales de Israel están transformando Cisjordania a la sombra de la guerra de Gaza. Mientras la atención del mundo se concentra en la guerra de Israel contra Gaza, el gobierno de Netanyahu y los colonos israelíes en el terreno han redefinido la realidad de Cisjordania, un territorio mucho más amplio, que la mayor parte del mundo considera el corazón de un futuro Estado palestino.»
Las zonas del territorio que la Autoridad Palestina todavía administra son cada vez más reducidas y fraccionadas. La mayor parte de Cisjordania ahora se halla bajo control de Israel, que la ocupa con nuevas colonias. Los ataques del ejército de Israel contra los habitantes palestinos se intensifican con destrucciones y operaciones militares. Con apoyo del ejército de Israel, bandas de colonos israelíes atacan a los palestinos, incendian sus propiedades y cometen actos de violencia criminal.
El pacto militar Italia-Israel
La legitimidad de toda forma no violenta de protesta contra el genocidio que se comete contra el pueblo palestinos está más que demostrada. Los hechos demuestran que la gran movilización en marcha [en Italia] debería tener como objetivo central lograr la abrogación de la Ley Nº 94 del 17 de mayo de 2005. Esa ley establece una estrecha colaboración e incluso la integración entre las fuerzas armadas y las industrias militares de Italia y las de Israel. Sin embargo, la existencia de ese acuerdo militar, que convierte a Italia en cómplice del genocidio contra el pueblo palestino, está siendo ampliamente ignorada, incluso por los manifestantes que salen a las calles [en Italia] en apoyo a Palestina.
El nuevo centro internacional de entrenamiento de pilotos para los aviones de combate F-35 en Trapani-Birgi (Sicilia)
La base aérea de Trapani-Birgi, en Sicilia, va a convertirse en el primer centro internacional de entrenamiento de pilotos para los aviones de combates estadounidenses F-35 que se instala fuera de Estados Unidos. Ese proyecto prevé la creación de una estructura similar a la Luke Air Force Base ya existente en Arizona (Estados Unidos), que es actualmente el principal centro de entrenamiento para los pilotos de F-35.
Italia ya tiene un papel clave con el centro de Cameri (en Piamonte), donde se fabrican aviones de combate F-35 y piezas de repuesto, no sólo para la fuerza aérea y la marina de guerra italianas sino también para otros países que también disponen de F-35. Eso incluye, probablemente, la aviación de Israel.
Análisis: HAMAS da un giro estratégico en respuesta calculada al “plan” de Trump para Gaza
Musa Iqbal *
Desde el aislamiento y la condena del régimen de ocupación israelí en la Asamblea General de la ONU, el hallazgo de genocidio en Gaza por parte de una comisión de la ONU, y el respaldo internacional a la Flotilla Global (Sumud) para romper el bloqueo naval, hasta los golpes decisivos que la resistencia ha propinado en el campo de batalla, el régimen de ocupación claramente ha sido llevado a la defensiva.
La realidad es evidente: los crímenes del régimen sionista en los últimos dos años son repudiados por la mayoría mundial, desde Italia y España hasta los propios Estados Unidos.
Incluso en el núcleo imperial de EE.UU. y sus aliados europeos, una nueva generación abraza abiertamente la causa palestina y la resistencia legítima, rompiendo con las narrativas sionistas arraigadas en la cultura dominante occidental.
En respuesta, la ocupación ha intensificado su genocidio, invadiendo la ciudad de Gaza, bombardeando los restos de edificios residenciales, y colaborando con la administración Trump para imponer un alto al fuego que no garantiza el fin de las hostilidades ni define el camino hacia la autodeterminación de Gaza o del pueblo palestino en general.
El llamado
“Plan de 20 puntos” presentado por Trump está intencionadamente cargado de contradicciones y ambigüedades, en un intento por forzar un acuerdo con HAMAS, pero sin abordar demandas clave de la Resistencia, como el fin de la ocupación en Gaza y un intercambio integral de prisioneros.
Cabe destacar que muchas de estas demandas ya habían sido aceptadas por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en múltiples ocasiones, pero fue la ocupación israelí la que rompió y abandonó los acuerdos repetidamente.
Aunque Trump fijó como fecha límite el domingo 5 de octubre para que HAMAS respondiera al acuerdo de alto al fuego, el movimiento de resistencia basado en Gaza emitió una respuesta calculada la noche del viernes.
“En el nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Más Compasivo
En un esfuerzo por detener la agresión y la guerra de exterminio que se está llevando a cabo contra nuestro pueblo firme en la Franja de Gaza, y basado en la responsabilidad nacional y la preocupación por los fundamentos, derechos e intereses supremos de nuestro pueblo, el Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) ha llevado a cabo consultas profundas dentro de sus instituciones de liderazgo, extensas consultas con fuerzas y facciones palestinas, y diálogos con mediadores y amigos para alcanzar una posición responsable frente al plan del presidente estadounidense, Donald Trump.
Tras un estudio exhaustivo, el movimiento tomó su decisión y entregó la siguiente respuesta a los hermanos mediadores:
El Movimiento de Resistencia Islámica, HAMAS, valora los esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, así como los del presidente estadounidense Donald Trump, que llaman al fin de la guerra en la Franja de Gaza, al intercambio de prisioneros, a la entrada inmediata de ayuda, al rechazo de la ocupación de Gaza y a la devolución de nuestro pueblo palestino desplazado.
En este contexto, y para lograr la cesación de hostilidades y una retirada completa de la Franja de Gaza, el movimiento anuncia su acuerdo para liberar a todos los prisioneros israelíes, vivos y muertos, según la fórmula de intercambio contenida en la propuesta del presidente Trump, siempre que se cumplan las condiciones de campo para el intercambio. Asimismo, reafirma su disposición para entrar de inmediato en negociaciones a través de los mediadores para discutir los detalles de este acuerdo.
El movimiento también renueva su acuerdo para entregar la administración de la Franja de Gaza a un cuerpo palestino de independientes (tecnócratas), basado en un consenso nacional palestino y en el apoyo árabe e islámico.
Los otros asuntos mencionados en la propuesta de Trump sobre el futuro de Gaza y los derechos inherentes del pueblo palestino están ligados a una posición nacional integral y fundamentados en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes. Deben ser discutidos dentro de un marco nacional palestino amplio, del cual HAMAS formará parte y al que contribuirá con plena responsabilidad.
Movimiento de Resistencia Islámica – HAMAS
Viernes: 11 de Rabi al-Thani, 1447 AH
Corresponde a: 3 de octubre de 2025 d.C.”
En lugar de rechazar de plano el plan estadounidense-israelí de 20 puntos, el movimiento de Resistencia aceptó estratégicamente la demanda inmediata de un intercambio de prisioneros, un acuerdo que ha apoyado en múltiples ocasiones, bajo la condición de que la ocupación cese inmediatamente sus hostilidades para crear un entorno propicio para un intercambio adecuado y fluido.
Al priorizar medidas humanitarias —un alto al fuego, el fin de las hostilidades, la distribución de ayuda y el retorno de desplazados— HAMAS sitúa la responsabilidad de la continuación de la agresión en el régimen sionista. Esto redefine a Israel como el principal obstáculo para la paz, desafiando las narrativas erróneas de los medios occidentales que han presentado a HAMAS como el principal impedimento en los últimos dos años.
Simultáneamente, la respuesta abre un diálogo sobre el futuro de Gaza, su gobernanza y la cuestión palestina en sentido amplio, afirmando un compromiso con la “responsabilidad plena”.
Lo más importante es que afirma que el destino de Gaza debe ser determinado por el “consenso nacional palestino” y no impuesto por actores extranjeros, incluidos los Estados Unidos.
La respuesta de HAMAS apunta estratégicamente a las mismas ambigüedades incrustadas en el plan original de 20 puntos, diseñado inicialmente para atrapar al movimiento y que ahora se usa para presionar al eje estadounidense-israelí a poner fin a la prolongada guerra genocida. Cabe destacar que la respuesta omite cualquier mención al desarme, dejando ese asunto para ser abordado dentro del marco más amplio del futuro gobierno de Gaza.
Tras el comunicado de HAMAS, Trump lo acogió rápidamente, llegando a publicar la declaración del movimiento palestino —que explícitamente acusa a la ocupación israelí de genocidio—
en sus redes sociales. Además, instó a la ocupación a
detener los bombardeos en Gaza.
Quien conozca al régimen sionista sabe que no se le puede confiar. Su historia está marcada por mentiras flagrantes, acuerdos rotos y tácticas manipuladoras para beneficio propio.
Informes desde Gaza describen un intensificado bombardeo de la ciudad y sus alrededores poco después de la emisión y aceptación del comunicado por parte de Estados Unidos. Aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió una declaración vaga sobre cumplir el intercambio de prisioneros, la realidad sobre el terreno es muy distinta.
Un análisis más profundo de la declaración de HAMAS puede enriquecerse examinando los medios sionistas desde la óptica de quienes perpetran el genocidio.
El multimillonario sionista y manipulador de influencias Bill Ackman calificó la respuesta de HAMAS como
“no buena”, pese a que Trump la recibió abiertamente.
Emily Schrader, propagandista sionista conocida por su racismo hacia los iraníes, expresó su frustración por la acogida de la Casa Blanca a la respuesta de HAMAS, afirmando que
no beneficia a nadie.
Mientras que la frustración sionista suele indicar avances significativos, algo celebrado por gran parte de la población mundial, los próximos días serán cruciales.
Los detalles del plan y su implementación serán determinantes. Por ejemplo, la entidad sionista acordó un alto al fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en noviembre de 2024, pero lo ha violado más de
3000 veces desde entonces.
El desarrollo de los próximos días dependerá exclusivamente del régimen sionista y sus patrocinadores estadounidenses.
HAMAS ha demostrado diplomáticamente su compromiso con la paz, algo que ha afirmado en repetidas ocasiones. La combinación de fracaso militar, aislamiento político y la amenaza creciente de aislamiento económico podría obligar al régimen sionista a cambiar de rumbo y aceptar un “alto al fuego permanente”.
Sin embargo, también puede retractarse, rechazar la ambigüedad de la respuesta de HAMAS sin diálogo, y persistir en su campaña genocida. Mientras la campaña de bombardeos se extiende al segundo año, un hecho permanece indiscutible: la responsabilidad recae plenamente en el eje estadounidense-israelí.
* investigador radicado en EE. UU. y editor en Vox Ummah.