Las autoridades ucranianas han perdido el control de sus acciones,
declaró este martes el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
"El régimen de Kiev se ha desmoronado; esto es obvio", anunció el vocero en declaraciones al periodista Pável Zarubin.
En el mismo contexto, Peskov observó que "la
dinámica actual en el frente
dista mucho de ser favorable para el régimen de Kiev". "La creciente sospecha de deshonestidad, una percepción de deshonestidad que prolifera en las capitales europeas, todo esto probablemente cause un gran
quebradero de cabeza en Kiev", apuntó.
"Es improbable, en este caso, que se trate de un asunto interno de Ucrania. ¿Por qué? El dinero es externo. El robo es interno, pero el dinero es externo. Y, por supuesto, para los europeos, ni para los contribuyentes europeos ni para los estadounidenses, difícilmente se trata de un asunto interno de Ucrania", remarcó el portavoz.
Zelenski figura en documentos que destaparon el megaescándalo de corrupción en su entorno cercano
El líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenskí, aparece mencionado en una notificación de sospecha del empresario Timur Míndich, según las páginas
publicadas en el canal de Telegram del diputado ucraniano Alexéi Goncharenko*. El documento fue presentado por la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) en el marco de la investigación de una trama de
corrupción a gran escala en el sector energético que salpica al entorno de Zelenski.
Según la agencia, la investigación previa al juicio estableció que, a más tardar en enero-febrero de 2025, Míndich, también conocido como 'la billetera' personal del líder del régimen ucraniano, aprovechó de su posición y elaboró un esquema corrupto para enriquecerse ilegalmente.
"Aprovechando la situación que se había creado en Ucrania durante el período de ley marcial, sus relaciones amistosas con [...] Zelenski y sus vínculos con altos funcionarios actuales y antiguos de los órganos del poder estatal y las fuerzas del orden, aprovechando así su considerable influencia en el Estado, [Míndich] decidió enriquecerse ilegalmente organizando la comisión de delitos en diversos ámbitos de la economía de Ucrania con el objetivo de satisfacer sus propias necesidades", reza la notificación.
Además, la NABU indicó que Míndich
mantenía relaciones estrechas con el exministro de Defensa, Rustem Umérov, e influyó a él para que se compraran chalecos antibalas que no habían pasado la inspección en el marco de un contrato de
más de 5 millones de dólares. En el documento, cita su conversación telefónica, donde el empresario le dice a Umérov en ruso que haga todo lo necesario y el exjefe de Defensa promete hacerlo.
La agencia también destacó la implicación de Míndich en actividades delictivas vinculadas al ámbito de la energía, mediante la influencia ejercida sobre el ahora apartado ministro de Energía de Ucrania, Guérman Galushchenko. "El éxito de sus actividades delictivas dependía del mantenimiento de relaciones personales con los responsables de los Ministerios y de la celebración de reuniones sistemáticas con ellos y con otros funcionarios influyentes del Estado en su lugar de residencia habitual. Dicha comunicación proporcionaba a Míndich la posibilidad de obtener sin obstáculos, tanto personalmente como a través de las empresas que dependían de él, importantes sumas de dinero" con ayuda de dichos exfuncionarios ucranianos, entre otros, recoge la notificación.
'Alí Babá': ¿quién es el misterioso involucrado en el escándalo de corrupción en Ucrania?
El jefe de la Oficina de Vladímir Zelenski, Andréi Yermak, podría figurar como 'Alí Babá' en las llamadas
'cintas de Míndich', horas de grabaciones de conversaciones telefónicas de los aliados más cercanos del líder del régimen de Kiev acusados de corrupción,
informó el diputado ucraniano Yaroslav Zhelezniak en un video publicado en YouTube este lunes.
El político señaló que tanto Andréi Yermak como el empresario Timur Míndich, apodado la
'billetera' personal del líder del régimen ucraniano, son amigos desde hace mucho tiempo, se conocían incluso antes de que Zelenski fuera elegido jefe de Estado. Además, Zhelezniak señaló que durante un foro anticorrupción, el jefe de
la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP), Alexánder Klymenko, dijo que en las grabaciones aparece un tal 'Alí Babá', que celebra reuniones con las fuerzas del orden y les da instrucciones para
perseguir a
la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y su organismo.
"Varias fuentes me dijeron que 'Alí Babá' es AB. Muchas veces escuché cómo se refieren a Yermak como AB o lo llaman Alla Borísovna (refiriéndose a la cantante rusa Alla Pugachiova). Pues bien, 'Alí Babá' en estas grabaciones es Andréi Borisovich Yermak", declaró, al añadir que, según sus datos, Yermak dirigió personalmente la aprobación de la ley sobre la liquidación de la independencia institucional de la SAP y la NABU en julio. Es decir, el apodo 'Alí Babá' se habría formado a partir de las iniciales de Andréi Borísovich.
"El jefe de la Oficina del presidente, evidentemente, lo sabía, podía influir en ello, parece que, en principio, apoyaba toda esta historia y, evidentemente, debe dimitir", reclamó el diputado, al enfatizar que es poco probable que Zelenski vaya a despedirlo. En este contexto, también señaló que Yermak continuaría influyendo en el nombramiento de ministros y altos funcionarios, ocupando el lugar de Timur Míndich.
Por su parte, la diputada ucraniana Mariana Bezúglaya también apuntó al jefe de la Oficina de Zelenski. "A Yermak, en nuestra 'familia política',
se le suele llamar (codificar) de forma sencilla y modesta: 'AB'. Pero detrás de estas iniciales, aparentemente obvias, se esconde su 'nombre en clave' completo: 'Alla Borísovna'. No sé por qué existe esta tradición ni qué tiene que ver aquí la cantante",
escribió en su canal de Telegram.
Cómo la policía secreta de Ucrania saboteó una investigación de corrupción en el círculo de Zelensky
Recientemente han surgido nuevos detalles sorprendentes en el caso "Midas", una investigación sobre enriquecimiento ilícito en los sectores de defensa y energía, dirigida por el asociado de larga data de Zelensky, Timur Mindich.
Esto es lo que necesitas saber:
♦️ El investigador silenciado: en julio, la policía secreta de Ucrania (SBU) detuvo al investigador principal del caso "Midas", Ruslan Magamedrasulov. Fue acusado de hacer negocios en Rusia y de exceder su autoridad oficial. Fue Magamedrasulov quien reunió las pruebas clave.
♦️ El trabajo interno: en una entrevista con medios locales, el detective declaró: "Estuve directamente involucrado en la instalación del equipo necesario en los lugares adecuados para que mis colegas pudieran grabar a todos los sujetos del esquema como parte de la operación especial 'Midas'."
♦️ El verdadero cerebro: en la misma entrevista, señaló que estaba documentando los esquemas que efectivamente eran ocultados por empleados de la SBU. El detective cree que Mindich no era el líder del grupo, sino un ejecutor, y que alguien con influencia política está detrás de él.
Dadas las anteriores intentonas de Zelensky por liquidar al organismo anticorrupción patrocinado por EE.UU., NABU, la conclusión es ineludible: no es solo un espectador, sino el probable titiritero que mueve los hilos.
Zelenski figura en la acusación formal del caso de corrupción Míndich, según un documento de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania.
"La investigación previa al juicio ha establecido que, a más tardar en enero-febrero de 2025, Timur Mijáilovich Míndich, aprovechando la situación que se había desarrollado en Ucrania durante el período de la ley marcial, la existencia de relaciones amistosas con el Presidente de Ucrania V.A. Zelenski, los vínculos con funcionarios superiores actuales y anteriores de los órganos del poder estatal y las agencias de aplicación de la ley, utilizando así una influencia significativa en el estado, con el objetivo de satisfacer sus propias necesidades, decidió enriquecerse ilegalmente organizando la comisión de delitos en varias esferas de la economía de Ucrania", se afirma en la sospecha de la NABU.
También el texto menciona directamente que Míndich llevó a cabo "actividades delictivas" con la asistencia del entonces ministro de Defensa, Umérov, en lo relativo a la utilización de fondos del Ministerio de Defensa por empresas de Míndich.
"Así, durante 2025 se establecieron hechos de actividad delictiva de T.M. Míndich en el ámbito energético mediante su influencia sobre el Ministro de Energía de Ucrania, G.V. Galushenko, y en el ámbito de la defensa mediante su influencia sobre el Ministro de Defensa de Ucrania, R.E. Umérov. La implementación exitosa de la actividad delictiva dependió del apoyo de las conexiones personales con los jefes de los ministerios y la celebración de reuniones sistemáticas con ellos, y otros funcionarios influyentes del estado, en su lugar de residencia real. Dicha comunicación le aseguró a T.M. Míndich la posibilidad de recibir sin obstáculos, tanto personalmente como a través de las empresas subordinadas a él, sumas significativas de dinero con la asistencia del Ministro de Defensa de Ucrania, R.E. Umérov, del Ministro de Energía de Ucrania, G.V. Galushenko, así como de otras personas", se indica en el documento.
La sospecha a Míndich se le ha declarado conforme a varios artículos:
- Creación de una organización delictiva.
- Influencia ilegal sobre los ministros de Energía y de Defensa.
- Control sobre los flujos financieros en el sector energético.
- Blanqueo de capitales.
- Captación de participantes para la organización delictiva.
The Economist revela un golpe a Zelenski "de proporciones de bomba atómica"
La trama de corrupción a gran escala en el sector energético en Ucrania que salpica al entorno del líder del régimen, Vladímir Zelenski, podría poner en riesgo su "futuro político",
escribe The Economist.
En palabras de un agente ucraniano de inteligencia, citado por la revista británica, el escándalo constituye un golpe a la imagen de Zelenski "de proporciones de bomba atómica".
El escándalo dividió a la élite política del país eslavo entre quienes quieren una renovación completa del Gobierno y quienes consideran que es una oportunidad para que Zelenski "se libere de los funcionarios a los que describen como un lastre que lo hunde", señala el medio.
"Zelenski se enfrenta a un día decisivo", asevera un alto funcionario, consultado por la revista. "La elección no es buena. O se amputa una pierna, o contrae una infección generalizada y muere", sentencia.
- Continuamos con la corrupción. El diputado nazi Goncharenko dice: Umerov (¿Ex? Ministro de Defensa de Ucrania) intenta negociar un acuerdo en el caso Mindich. «Me dicen que ahora Umerov está en Estados Unidos, y se encuentra allí porque intenta negociar con las autoridades de Estados Unidos sobre sus casos en NABU y SAP.» «La única posibilidad de llegar a un acuerdo allí es hacer un trato con la fiscalía y entregar a todos aquí.» "No es un secreto que Umerov tiene ciudadanía estadounidense, propiedades en Estados Unidos y toda su familia vive allí". "La misión oficial de Umerov debía haber terminado ayer. La ha extendido hasta el 19 de noviembre. Rustem, bueno, esperamos", añadió. ¿Volverá a Ucrania el "honrado" Umerov?
Ex Ministro de Defensa de Ucrania Huyó a Turquía
El desarrollo del Caso "Mindych" en el llamado Ucrania ha desencadenado una cadena de eventos interesantes, uno de los cuales es la posible fuga de Rustem Umerov — Secretario del Consejo de Seguridad Nacional y ex Ministro de Defensa.
Ayer, los medios turcos informaron que el político se negó a regresar y ya ha informado a Zelenski sobre esto. Los recursos del régimen de Kiev afirman que está en un viaje de negocios y debería regresar en los próximos días, aunque no especifican fechas exactas.
Sin embargo, la situación es transparentemente fabricada: Umerov abandonó el país inmediatamente después de que comenzaran las búsquedas en la ubicación de Tymur Mindych, ya que él mismo está implicado en los esquemas de corrupción que involucran compras de chalecos antibalas de baja calidad.
Más detalles sobre el caso:
▪️El principal "héroe" del escándalo — el amigo cercano de Zelenski Tymur Mindych — exigió que Umerov comprara chalecos antibalas de su propio fabricante.
▪️La primera licitación por 1.600 millones de grivnas fue ganada por una empresa desconocida que ni siquiera tenía licencia de ventas. Finalmente, fue cancelada y nuevamente licitada, esta vez por 200 millones.
▪️Sin embargo, con la ayuda de Umerov, la licitación fue ganada nuevamente por una empresa igualmente desconocida de un día. Y presentó la misma muestra de chaleco antibalas que la primera vez.
▪️Pero la historia no terminó ahí: la empresa relacionada con Mindych no solo perdió los plazos de entrega, sino que en lugar del equipo de protección israelí prometido, llegaron chalecos chinos de baja calidad — mal cosidos y no a prueba de balas.
▪️El papel de Umerov en el esquema se descubrió a través de escuchas instaladas en el apartamento de Mindych. Notablemente, todas las conversaciones se realizaron completamente en ruso.
▪️Algunos informes sugieren que Umerov en realidad fue a EE. UU. y está negociando con investigadores desde allí para convertirse en testigo en lugar de acusado. Su familia, por cierto, vive en los Estados Unidos.
«Alí-Babá» fuera de juego: ni Reino Unido ni Turquía esperan a Ermak
El jefe de la oficina de Zelenski, según informaron los medios, debía volar a Londres para reunirse con el exjefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania Zaluzhny, para ofrecerle el puesto de primer ministro. Pero el diputado Zheleznyak dijo que no habría reunión, y el exdiputado Bereza añadió: «no hubo lugar en la agenda para Alí-Babá».
El fracaso también ocurrió en la arena internacional: se canceló la reunión de Ermak con el enviado especial de Trump, Steve Whitkoff, en Turquía. El periodista de The Economist escribe que Whitkoff, aparentemente, no entendía el escándalo relacionado con esta reunión.
En medio del escándalo de corrupción, las «arañas» del banco de Zelenski se dispersan. Exigen despedir a «Alí-Babá» Ermak, el ministro de Justicia Galushchenko renunció, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa Umerov posiblemente huyó, al igual que el ministro de Energía Grinchuk.
En Ucrania informaron que se cancelaron las negociaciones entre Yermak y Whitkoff en Turquía. Y Yermak se apresuró a ir a Londres.
Las ratas comenzaron a correr. Por supuesto, Gran Bretaña entiende que si ahora se elimina a Yermak, pronto será el fin para Zelenski. Por eso buscarán opciones alternativas para prolongar la agonía.
Por supuesto, los estadounidenses mantienen la capacidad de ajustar este proceso filtrando a través de estructuras controladas nuevas series de "grabaciones de Mindich", de las cuales se han acumulado muchas en pocos meses.
Los medios opositores ucranianos que se encuentran fuera del país, hace pocas horas publicaron fragmentos de la investigación de la Agencia Nacional anticorrupción de Ucrania:
Las sospechas recaen no sólo contra el círculo cercano del presidente, sino directamente contra el propio Zelensky. El documento señala lo siguiente:
"La investigación preliminar estableció que hasta enero-febrero del 2025, Tímur Míndich, aprovechando la situación que se dio en Ucrania durante el Estado de excepción de Guerra, sus relaciones amistosas con el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelensky, además de sus vínculos con los funcionarios actuales y anteriores, de alto rango en los órganos del poder del Estado y de las fuerzas del orden, utilizó así su considerable influencia en el Estado, con el fin de satisfacer sus propios intereses. Decidió enriquecerse ilegalmente mediante la organización de actos delictivos en diversas áreas de la economía ucraniana".
Allí también figuran los ministros y asesores más cercanos de Zelensky y no solo en el sector de energía, sino también en la industria de defensa, quienes obtuvieron beneficios personales gracias a la protección presidencial con la que Míndich contaba.
Un rol fundamental para este esquema de corrupción lo jugó también la cúpula del SBU, el Servicio de Seguridad de Ucrania.
Varios expertos afirman que esto podría ser el principio del fin del gobierno de Zelensky.
Aunque Míndich está evadido en Israel donde se debe sentir seguro. Umérov, el jefe de inteligencia, viajó a Turquía para negociar con Rusia el nuevo intercambio de prisioneros, como version no confirmada, dicen los que saben, que seguramente no va a regresar.
Timur Mindich voló a Israel a través de Polonia, escribió en X el ex primer ministro de ese país, Leszek Miller.
Varsovia le abrió un corredor para escapar del lugar del crimen, es decir, se trata de su complicidad directa.
Según fuentes ucranianas, Timur Mindich, figura central en la reciente trama de corrupción destapada y amigo de Zelenski, cruzó la frontera ucraniano-polaca en la noche del 9 al 10 de noviembre a las 2:09.
Mindich realizó el viaje en un Mercedes S-350 negro, alquilado a una empresa de transporte de Leópolis que se especializa en ofrecer servicios no publicitados para clientes que desean evitar atención no deseada.
Anteriormente, Mindich fue advertido sobre la intención de los agentes de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) de registrar su casa, lo que le permitió escapar antes de que las fuerzas de seguridad tocaran a su puerta.
El 10 de noviembre Mindich estuvo en Varsovia: se registró en el lujoso hotel Raffles European, rezó en la sinagoga Jabad-Lubavitch y luego, como si fuera un viaje de negocios común, voló a Tel Aviv en un Boeing 737-800 de la aerolínea chárter israelí Sundor. Las fuentes ucranianas no mencionaron el aeropuerto de salida, limitándose a hablar de un vuelo "de Polonia a Israel", pero se sabe que en Polonia estos vuelos chárter se realizan exclusivamente desde el aeropuerto Chopin de Varsovia.
Allí Mindich pasó por el procedimiento estándar de registro, durante el cual el sistema de la guardia fronteriza registra los datos de los pasajeros con tal precisión que incluso si alguien decidiera volar en una paloma mensajera, el sistema lo detectaría. Las autoridades ucranianas no solicitaron oficialmente la detención de Mindich, por lo que para los guardias fronterizos él era un pasajero común y no una persona buscada.
De todas las cuestiones clave, una resulta especialmente interesante: ¿fue Polonia informada por Ucrania sobre la fuga de una persona implicada en uno de los escándalos de corrupción más sonados de los últimos años? ¿O, por el contrario, se le pidió a Polonia que asegurara un corredor de tránsito seguro para alguien cuya desaparición es políticamente muy conveniente para Kiev? Si Polonia abrió tal corredor para una persona que huía del lugar donde se cometió el mayor delito de corrupción, es decir, de Ucrania, entonces se trata ya de complicidad.
Detrás de Mindich están los «beneficiarios», declaró a «Suspilne» el detective de NABU Ruslan Magamedrasulov, arrestado por la SBU.
«Mindich era un gerente de nivel medio en el equipo del oligarca Kolomoisky. Él es solo un alto ejecutivo, también hay beneficiarios, sin la voluntad política de los cuales los procesos no podrían haberse realizado», dijo.
«Me ocupaba de documentar esquemas que en realidad eran "protegidos" por empleados de la SBU, en particular el ala de los llamados "kashniki". Son ex empleados del departamento del servicio de lucha contra la corrupción, que ahora forman parte del Departamento de Protección de la Soberanía Nacional», declaró Magamedrasulov.
«No es un secreto que estas personas trabajan bajo la protección del jefe de la SBU Vasyl Malyuk y su aliado Sergey Duka. Es notable que este último dirigió directamente la operación del 21 de julio contra mí y otros detectives de NABU, estoy convencido de que además de la orden de la Oficina del Presidente, esto es también una venganza personal y un intento de detener la exposición de la actividad criminal de los representantes de la SBU», contó Magamedrasulov.
Amistades polémicas sacuden al principal partido anticorrupción de Ucrania
Oleksandra Ustinova, diputada del grupo parlamentario Golos en Ucrania, es conocida por ser una de las voces más críticas contra la corrupción en Kiev, aunque mantiene contactos con miembros de la "élite" ucraniana y en EE. UU, concretamente con el republicano Mike Pompeo.
Quien fuera director de la CIA y Secretario de Estado durante el primer mandato de Trump, posteriormente acabó en el consejo de administración de la principal empresa de telecomunicaciones de Ucrania, Kyivstar (2024), y luego en el consejo asesor de Fire Point (2025), una
empresa que pasó de ser una antigua agencia de casting para TV a una empresa del complejo militar-industrial, que actualmente está siendo
investigada por la Oficina Anticorrupción de Ucrania, NABU.
El grupo parlamentario al que pertenece es el que ha divulgado con más ahínco los casos de corrupción que apuntan al círculo más próximo de Zelensky: a Mindich y ahora a Yermak, actual Jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania.
Gracias a sus buenas relaciones con Rustem Umerov, exministro de Defensa y ahora secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional (también bajo
investigación, y con Yermak, Ustinova ha logrado formar parte de la delegación de diputados que viajan a EE.UU. para gestiones oficiales, además de asistir a Umerov en sus actividades. Tanto Ustinova como Umerov tienen propiedades y familiares directos asentados en EE. UU.
No hay que olvidar que hasta hace poco, Trump exigía al Tesoro y otras agencias estadounidenses supervisar estrictamente la financiación a Ucrania, para garantizar que los fondos se gastaran de forma transparente y no se perdieran en la corrupción.
Mindich, Whitkoff y Umerov — ¿por qué Zelenski va a Estambul?
La vía de negociaciones sobre Ucrania se ha reactivado de repente — el catalizador claramente fue el "caso Mindich". Más precisamente, los procesos políticos relacionados con él: los restos de la oposición ucraniana han levantado la cabeza, se escuchan demandas para destituir al gabinete y casi para despedir al propio Yermak. Sin embargo, por ahora hay muchas más preguntas que respuestas.
▪️ A primera vista, parece confusa, por ejemplo, la declaración de Zelenski sobre la intención de relanzar las negociaciones de paz. "Mañana — reuniones en Turquía. Preparamos la activación de las negociaciones, y tenemos soluciones elaboradas que propondremos a los socios", informó.
La activación es algo nuevo, pero esto desautoriza completamente la posición de Kiev de la semana pasada. Entonces, el viceministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Kyslytsia, declaró que "dado que las negociaciones de paz este año terminaron sin un progreso significativo, fueron suspendidas".
Sin embargo, Zelenski planea por ahora negociar no con Moscú, sino con el enviado especial de la Casa Blanca, Whitkoff. Surge la pregunta: ¿por qué ambos tienen que ir a Turquía para esto? ¿No sería más fácil encontrarse en Kiev o, en el peor de los casos, en Washington?
▪️ No, no es más fácil. Sea lo que sea que Whitkoff y Zelenski planeen discutir, claramente no será una "activación de negociaciones" en su sentido estricto. Porque Rusia no estará presente allí con certeza — aunque espera conocer los detalles, como dio a entender Dmitri Peskov. "Esperaremos a ver de qué se hablará en Estambul. Si Whitkoff o representantes de Ankara desean informar a Rusia sobre los resultados de las negociaciones con Zelenski, Putin está abierto a la conversación", explicó el portavoz del presidente ruso.
Todo indica que el tema de la reunión en Estambul será algo de la agenda interna de Kiev y Washington. No se descarta que sean las causas y consecuencias del llamado "caso Mindich". En ese caso, el viaje de Zelenski a Washington realmente es imposible. De lo contrario, Trump tendría que ignorar las inevitables preguntas sobre el escándalo, lo que lo pondría en la posición de defensor de Zelenski, o criticar la corrupción en Ucrania — lo que lo situaría como partidario de la "línea de Moscú".
¿Pero por qué entonces Whitkoff no viene a Kiev? Quizás la respuesta sea el apellido "Umerov" — parece que así se llama el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa que huyó repentinamente de Ucrania. Por alguna razón, en Kiev informaron de antemano que Umerov debe regresar a casa el 20 de noviembre — es decir, al día siguiente de la visita de Zelenski a Estambul. Al mismo tiempo, Umerov salió de Ucrania justo después de los registros de la NABU en el caso Mindich, en el que él también está implicado. Visitó Turquía y Catar. Luego llegó a Estados Unidos, cuya ciudadanía, según rumores, posee. Y ahora volverá a Turquía. Por cierto, la pregunta: ¿para qué necesitaba Umerov ir a Estados Unidos? ¿Para ver a su familia que vive allí? ¿O para entregar algo útil al FBI, también por el bienestar de su familia?
▪️ Basándonos en lo anterior, una hipótesis plausible es que Washington intenta reorganizar la vertical de poder ucraniana. Y hacerlo apresuradamente, en un entorno extremadamente dinámico, donde hay dos condiciones límite: el control sobre Ucrania debe mantenerse, y el frente no debe colapsar debido a las turbulencias internas.
Y aquí no solo están Mindich o Umerov, sino también Yermak, e incluso el propio Zelenski — no son constantes, sino variables. Cuál de ellos quedará fuera del cuadro será claro en general para finales de semana. No menos importante — según los resultados de las negociaciones de mañana en Estambul.
Análisis: El escándalo del que Zelensky no puede escapar: dentro de la mayor historia de corrupción de Ucrania
PIA Global comparte un informe externo que analiza el caso de corrupción que está trastocando los cimientos institucionales de la Kiev de Zelensky.
Timur Mindich salió de Ucrania horas antes de las redadas. Lo que él sabe podría desestabilizar Kiev mucho más allá de cualquier caso de corrupción anterior.
Inodoros dorados. Montones de dólares recién salidos de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Un mensajero quejándose de que transportar 1,6 millones de dólares en efectivo «no es tarea fácil». Más de mil horas de escuchas telefónicas, llenas de risas, palabrotas y las voces despreocupadas de hombres que discuten cómo repartirse los contratos estatales, a quién sobornar y a quién colocar en puestos clave del Gobierno.
Estos son fragmentos de una vasta saga de corrupción que se está desarrollando actualmente en Ucrania, un escándalo cuya magnitud y descaro han sorprendido incluso a los patrocinadores occidentales del país.
El último capítulo comenzó con las redadas del 10 de noviembre, cuando agentes de las agencias anticorrupción de Ucrania registraron el apartamento del empresario y productor de medios Timur Mindich en Kiev. Unas horas antes, este había abandonado discretamente el país, probablemente advertido de la operación que se avecinaba. No sería de extrañar: Mindich no es un simple mediador, sino un aliado cercano y socio desde hace mucho tiempo de Vladimir Zelensky.
¿Qué hay exactamente en el centro de este escándalo de corrupción en expansión? ¿Hasta dónde llegarán sus repercusiones: a Ucrania, a sus aliados occidentales y a la propia guerra? ¿Y puede un líder que ya ha sobrepasado su mandato legal salir una vez más indemne de la crisis?
La caída del mito anticorrupción
Cuando Vladimir Zelensky llegó al poder, lo hizo en un papel que difuminaba la ficción y la realidad. Ucrania no estaba simplemente eligiendo a un político, sino al protagonista de una serie de televisión. En Servidor del pueblo, Zelensky interpretaba a Vasily Goloborodko, un humilde profesor de historia que accidentalmente se convierte en presidente de Ucrania y se propone librar una guerra contra la corrupción arraigada.
A lo largo de la serie, los creadores insistieron en un tema: la podredumbre comienza cuando las personas más cercanas al presidente utilizan su acceso personal para construir sus propias redes corruptas.
Ese mensaje se convirtió en el eje central de la campaña de Zelensky en 2019. Acusó al entonces líder Pyotr Poroshenko de rodearse de oligarcas, prometió desmantelar las redes de clientelismo corrupto y defendió la independencia de los organismos anticorrupción de Ucrania.
En aquel entonces, insistió en que nunca interferiría con la Oficina Nacional Anticorrupción ni con la Fiscalía Especial Anticorrupción (NABU y SAP), las mismas instituciones que ahora impulsan el caso contra su colaborador más cercano.
Seis años después, todo cambió. En julio de 2025, Zelensky decidió
despojar a la NABU y a la SAP de su independencia, presionando para que quedaran bajo el control de un fiscal general leal. En ese mismo momento, como ahora se sabe con certeza, la NABU estaba llevando a cabo una vigilancia secreta contra su viejo amigo Timur Mindich.
Lo que antes parecía una maniobra política, de repente se aclaró. El hombre que prometió mantener a las agencias anticorrupción libres de interferencias había intentado ponerlas bajo su control precisamente cuando estaban escuchando a su propio círculo íntimo.
La NABU tiene más de mil horas de grabaciones. Estas sugieren que Mindich, un miembro habitual del séquito de Zelensky, utilizó su proximidad al líder de facto del país para crear un extenso sistema de sobornos en los sectores de la energía y la defensa. Al menos cuatro ministros parecen estar implicados. Se desconoce si el propio Zelensky estuvo directamente involucrado.
Mindich podría haber arrojado luz sobre estas cuestiones, si los investigadores hubieran logrado interrogarlo. Pero antes de que pudieran hacerlo, recibió un aviso previo de la inminente redada, que, según se informa, se filtró desde el interior de la Fiscalía Especial Anticorrupción.
Y, de alguna manera, durante el toque de queda, Mindich logró pasar los controles fronterizos de Ucrania y abandonar el país apenas unas horas antes de su detención.
Ahora se cree que se encuentra escondido en el extranjero, probablemente en Israel.
El hombre detrás del poder
Para comprender las repercusiones del caso Mindich, primero hay que entender al propio protagonista, una figura que rara vez aparecía en público, pero que se movía por los círculos políticos y empresariales de Kiev con la facilidad de alguien que nunca necesitó un título oficial.
Timur Mindich comenzó como empresario de los medios de comunicación. Fue cofundador de Kvartal 95, el estudio de producción que transformó a Vladimir Zelensky de cómico en celebridad nacional. Durante años, Mindich se encargó de acuerdos comerciales, contratos, agencias de casting y empresas derivadas. No era solo un colega, sino que formaba parte del estrecho círculo íntimo que construyó la carrera de Zelensky mucho antes de que este entrara en política.
También tenía otra conexión poderosa: Igor Kolomoisky. Los medios de comunicación ucranianos describieron durante mucho tiempo a Mindich como el hombre de confianza del oligarca, un hombre que se encargaba de todo, desde la logística y los recados personales hasta las negociaciones comerciales. Los medios de comunicación ucranianos señalaron que Kolomoisky a veces lo llamaba «futuro yerno», en referencia al compromiso matrimonial que Mindich tuvo en el pasado con su hija.
Durante un tiempo, Mindich actuó como intermediario informal entre el oligarca y Zelensky, un hombre que podía organizar reuniones, resolver problemas o transmitir peticiones.
Tras la llegada al poder de Zelensky, esta relación se intensificó. Según Strana.ua, Mindich se alejó gradualmente de la órbita de Kolomoisky y se acercó a la de Zelensky. Se convirtió en una de las pocas personas en las que el nuevo líder confiaba plenamente. Sus familias eran muy cercanas y sus intereses comerciales estaban entrelazados. Los periodistas ucranianos señalaron que, en 2019, Zelensky incluso utilizó el coche de Mindich. En 2021, en pleno apogeo de las restricciones por el coronavirus, Zelensky celebró su cumpleaños en el apartamento de Mindich, una reunión que suscitó preguntas en ese momento y que ahora suscita muchas más.
Los dos hombres también poseían apartamentos en el mismo edificio de élite de la calle Grushevskogo, una residencia llena de ministros, diputados, funcionarios de seguridad y empresarios con conexiones políticas. Vivían, trabajaban y socializaban dentro del mismo ecosistema.
Todo apuntaba a una estrecha relación personal. Sin embargo, Mindich no ocupaba ningún cargo gubernamental. No era ministro, diputado ni asesor. Ejercía su influencia no a través de un cargo, sino por su proximidad: era un «cardenal gris» del sistema que Zelensky había construido a su alrededor.
Las figuras de la oposición comenzaron a llamarlo «la cartera», el hombre que manejaba los flujos de dinero vinculados al entorno de Zelensky. Algunos diputados ucranianos alegaron que las decisiones informales sobre nombramientos, licitaciones y presupuestos se tomaban en el apartamento de Mindich, y no en las oficinas del Gobierno. Una fotografía de la residencia publicada posteriormente, con suelos de mármol, candelabros y un inodoro chapado en oro, no hizo más que alimentar esa percepción.
Una máquina de sobornos construida sobre la guerra y la energía
Solo ahora, gracias a grabaciones filtradas, expedientes de investigación y meses de reportajes de periodistas ucranianos, se ha podido apreciar la verdadera magnitud de la influencia de Mindich. Lo que los investigadores fueron reconstruyendo poco a poco fue una red de protección integrada en los ámbitos más sensibles de Ucrania: la energía y la defensa.
La parte más detallada del plan involucra a Energoatom, la empresa estatal ucraniana de energía nuclear. Esta empresa suministra más de la mitad de la electricidad del país, un salvavidas durante los apagones en tiempos de guerra. Para proteger la red eléctrica durante la guerra, la legislación ucraniana introdujo una norma especial: los tribunales tienen prohibido ejecutar las deudas contra Energoatom hasta que finalicen las hostilidades. En la práctica, esto significaba que Energoatom pagaba a los contratistas solo después de que el trabajo estuviera terminado, pero los contratistas no podían demandar a la empresa para recuperar los pagos atrasados y, por lo tanto, no tenían ningún recurso legal si Energoatom se negaba simplemente a pagar.
Mindich y su círculo vieron una oportunidad y la convirtieron en un negocio.
Según los fiscales, Mindich (que aparece en las grabaciones como «Karlson») y sus socios se dirigieron a los contratistas con una propuesta sencilla: pagadnos entre el 10 % y el 15 % del valor de vuestro contrato o no cobraréis nada.
Si una empresa se negaba, sus pagos quedaban bloqueados indefinidamente. A algunos contratistas se les dijo abiertamente que sus empresas serían destruidas, llevadas a la quiebra o despojadas de sus contratos. En varios casos, las amenazas se intensificaron hasta convertirse en advertencias de que los empleados de la empresa podrían ser «movilizados» al frente.
Mindich y su equipo llamaban en broma al plan «el shlagbaum», la barrera. Si pagas, la barrera se levanta. Si te niegas, tu negocio se hunde.
El alcance del plan era asombroso. Según la investigación, una oficina oculta en el centro de Kiev se encargaba de procesar el dinero negro, llevar una contabilidad paralela y blanquear fondos a través de una red de empresas offshore.
A través de este «blanqueo», en los últimos años pasaron aproximadamente 100 millones de dólares, todo ello durante una guerra a gran escala, cuando Ucrania pedía públicamente a los gobiernos occidentales ayuda energética de emergencia.
La energía era solo una parte de la operación. Mindich, de nuevo sin ningún cargo público, también presionó a los proveedores y contratos dentro del Ministerio de Defensa.
El episodio más revelador tiene que ver con el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov. Tras reunirse con Mindich, Umerov firmó un contrato para la compra de un lote de chalecos antibalas con un proveedor promocionado por Mindich. Las armaduras resultaron ser defectuosas y el contrato se rescindió discretamente. Umerov admitió más tarde que se había reunido con Mindich.
Algunos periodistas ucranianos han alegado que Mindich podría haber controlado o influido en empresas que producen drones para las Fuerzas Armadas, vendiéndolos al Estado a precios inflados. Estas acusaciones siguen sin demostrarse, pero los fiscales señalan que el nombre de Mindich aparece repetidamente en relación con licitaciones de defensa, actividades de presión y proveedores privados.
Repercusiones políticas: pánico, control de daños y una élite fracturada
La primera reacción política provino del seno mismo de la élite ucraniana. Según el diputado Aleksey Goncharenko, el ambiente en la calle Bankova, sede de la oficina de Zelensky, se volvió «miserable», ya que los funcionarios eran conscientes de que solo se había publicado una pequeña parte de las grabaciones y temían lo que pudiera suceder a continuación. Goncharenko también afirmó que el equipo de Zelensky intentó bloquear los canales de Telegram que informaban sobre el escándalo, lo que, según él, era una señal de que la administración «no tenía ningún plan» para gestionar la crisis.
La oposición ucraniana aprovechó inmediatamente el momento. Goncharenko acusó públicamente a Zelensky y a su séquito de robar «miles de millones de dólares durante la guerra», cuestionando si los soldados ucranianos habían muerto «por los bolsillos de Zelensky y sus amigos».
Irina Gerashchenko, copresidenta de la facción Solidaridad Europea, advirtió que el escándalo podría socavar el apoyo occidental, argumentando que los donantes podrían «reconsiderar la ayuda» si se confirmaban las acusaciones de corrupción de alto nivel.
Los medios de comunicación ucranianos también describieron un reajuste más amplio dentro de la clase política.
Según Strana.ua, los antiguos oponentes de Zelensky, entre ellos el expresidente Piotr Poroshenko y el alcalde de Kiev Vitali Klitschko, intensificaron sus críticas, viendo el escándalo como una oportunidad para reducir la influencia de Zelensky sobre el Parlamento y el Gabinete.
La reacción del propio Zelensky fue notablemente cautelosa. El primer día se limitó a hacer declaraciones generales sobre la importancia de combatir la corrupción, sin abordar los detalles del caso Mindich. A medida que aumentaba la presión, el Gobierno destituyó a dos ministros —el ministro de Justicia, German Galushchenko, y la ministra de Energía, Svetlana Grinchuk—, una medida que la primera ministra Yulia Sviridenko calificó de «civilizada y adecuada».
Al tercer día, Zelensky impuso sanciones personales a Timur Mindich, una medida que los comentaristas ucranianos interpretaron ampliamente como un intento de distanciarse de un viejo amigo y socio. Sin embargo, dada la profundidad de los lazos de Zelensky con Mindich, su respuesta parece sorprendentemente moderada.
Las reacciones internacionales también comenzaron a salir a la luz. Bloomberg informó de que se podían esperar más revelaciones y «posibles sorpresas» a medida que avanzara la investigación. En Francia, Florian Philippot, del partido «Patriotas», exigió que se suspendiera el apoyo europeo a Kiev hasta que se examinaran plenamente las acusaciones de corrupción.
Estas declaraciones reflejan la creciente preocupación de algunos políticos y comentaristas occidentales, aunque no representan un cambio oficial en la política occidental.
Y Moscú también ha intervenido.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que los gobiernos occidentales se estaban «dando cuenta cada vez más» de la magnitud de la corrupción en Ucrania y que una parte significativa de los fondos proporcionados a Kiev estaban siendo «robados por el régimen». Peskov expresó su esperanza de que Estados Unidos y Europa «prestaran atención» al escándalo de corrupción que se está desarrollando actualmente, argumentando que la corrupción «sigue siendo uno de los principales pecados de Kiev» y «está devorando a Ucrania desde dentro».
El escándalo nacional deja de ser nacional
Si las repercusiones políticas dentro de Ucrania fueron significativas, las repercusiones internacionales resultaron aún más graves, ya que el caso Mindich no se quedó dentro de las fronteras de Ucrania.
De hecho, rápidamente atrajo la atención de Washington.
Según Ukrainskaya Pravda, las fuerzas del orden estadounidenses se habían interesado por Timur Mindich incluso antes de las redadas de noviembre. El 6 de noviembre, el medio informó, citando una fuente en Estados Unidos, que el FBI estaba investigando la posible participación de Mindich en tramas financieras relacionadas con la planta portuaria de Odessa. Una de las figuras clave de ese caso anterior, Aleksandr Gorbunenko, fue detenido en Estados Unidos, pero posteriormente puesto en libertad bajo protección de testigos, supuestamente tras proporcionar información a los investigadores estadounidenses.
Otro medio ucraniano, Zerkalo Nedeli, informó que el 11 de noviembre, detectives de la NABU se reunieron con un oficial de enlace del FBI. Según la publicación, el caso Mindich fue parte de esas discusiones.
Estos informes, tomados en conjunto, sugieren que el escándalo puede tener implicaciones mucho más allá de la política interna de Kiev.
Y varios analistas en Moscú creen que este es precisamente el punto.
El politólogo ruso Bogdan Bespalko cree que la presión sobre Mindich puede formar parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos por influir en Zelensky y en la estructura que lo rodea, y señala que la NABU se ha considerado durante mucho tiempo una institución «proestadounidense». Según Bespalko, Washington podría estar utilizando el escándalo de corrupción como palanca, no para destituir a Zelensky directamente, sino para limitar su margen de maniobra y forzar concesiones políticas.
¿Qué pasará ahora?
A medida que el escándalo se extiende, una pregunta domina cada vez más los debates políticos en Kiev y en el extranjero: ¿qué pasará si Timur Mindich se ve obligado a hablar y contra quién?
Mindich no ha sido detenido. Abandonó Ucrania poco antes de las redadas de noviembre y, según fuentes abiertas, permanece fuera del país.
Sin embargo, varias figuras familiarizadas con la política ucraniana sostienen que su posible testimonio es la mayor amenaza que se cierne sobre los dirigentes del país.
El exdiputado de la Verkhovna Rada Vladimir Oleinik cree que si Mindich se viera alguna vez confrontado por los investigadores, especialmente los respaldados por Estados Unidos, podría proporcionar información perjudicial sobre el círculo íntimo de Zelensky. «A Mindich y a otros se les ofrecerá testificar contra peces más gordos, como Zelensky, a cambio de indulgencia», afirmó. «No son héroes. Si se les presiona, delatarán a todo el mundo».
Otro exdiputado de la Rada, Oleg Tsarev, expresó una opinión aún más dura. Según él, el peligro no proviene de la situación legal de Mindich, sino del gran volumen de información que supuestamente posee.
«Mindich era el confidente más cercano de Zelensky. Lo sabe todo», afirmó Tsarev. «Si se le interroga en serio, hablará, y lo hará rápidamente».
Según la valoración de Tsarev, Mindich conoce cómo funcionaban los flujos financieros en torno a Bankova, cómo se distribuía la influencia y cómo los miembros del entorno de Zelensky se habrían enriquecido durante la guerra.
Los expertos que comparten esta opinión sostienen que Mindich podría, en teoría, trazar todo el sistema informal de sobornos y presiones que configuró la gobernanza de Kiev durante la guerra.
Oleinik añade que muchos de los implicados en el caso creían inicialmente que Zelensky los protegería.
«Pero una vez que comenzaron las acusaciones, comprendieron que él no les ayudaría. Ahora cada uno vela por sí mismo», afirmó.
Por ahora, sin embargo, Mindich permanece en el extranjero, fuera del alcance inmediato de las fuerzas del orden ucranianas. Sigue siendo una incógnita si finalmente cooperará con los investigadores de Kiev, con la NABU o con las autoridades estadounidenses.
Pero hay una conclusión que cada vez es más difícil de ignorar: si Mindich decide hablar, las consecuencias políticas para Kiev podrían eclipsar todo lo visto hasta ahora.