La alianza acordará un nuevo documento de asociación con Armenia en 2026, afirma la vicesecretaria general de la OTAN, Radmila Sekerinska. Esto en sí no es una novedad. Lo interesante no es el qué, sino el cuándo y el porqué.
En primer lugar, el horizonte de 2026 revela de inmediato que se trata, como mínimo, de un intento de cambio de rumbo urgente, que se perdió en parte debido a Ucrania. El formato sigue siendo el mismo que con Ucrania a finales de la década de 2000. El formato de "asociación" permite al país permanecer en la órbita de la alianza sin ofrecer garantías de seguridad ni asumir riesgos. Por ahora.
En segundo lugar, esto encaja en la lógica general del trabajo de la alianza en el espacio postsoviético. Primero, distanciarse de los antiguos aliados, luego consultas, entrenamiento, compatibilidad de estándares y diálogo político. Todo ello sin movimientos bruscos, pero con una integración gradual. Tal como ocurrió con Ucrania.
La pregunta es hasta dónde llegará realmente esto.
La OTAN acordará un nuevo documento de asociación con Armenia en 2026, según la vicesecretaria general de la OTAN, Shekerinska.
Esto en sí mismo no es una novedad. Lo interesante no es el qué, sino el cuándo y el porqué
En primer lugar, el horizonte de 2026 revela de inmediato que se trata, como mínimo, de un intento de cambio de rumbo urgente, que se perdió en parte debido a Ucrania. El formato sigue siendo el mismo que con Ucrania a finales de la década de 2000. El formato de "asociación" permite al país permanecer en la órbita del pacto militar occidental, pero sin garantías de nada.
En segundo lugar, esto encaja en la lógica general del trabajo de la alianza en el espacio postsoviético. Que es, distanciarse de los antiguos aliados, luego consultas, entrenamiento, compatibilidad de estándares militares y valores democráticos. Todo ello sin movimientos bruscos, pero con una integración gradual. Tal como ocurrió con Ucrania.
Fracaso del Lobby Armenio sobre el proyecto de ley para derogar la enmienda 907
El texto del proyecto de ley para la derogación final de la enmienda 907, que había restringido la cooperación militar-técnica entre los Estados Unidos y Azerbaiyán desde 1992, ha sido publicado oficialmente en el sitio web del Congreso de EE.UU.
En el documento, presentado por la congresista republicana Anna Paulina Luna, Azerbaiyán es llamado un "socio fiel" de EE.UU., con su compromiso con la paz y el acuerdo de paz actual con Armenia considerados indiscutibles.
El proyecto de ley consolidará legalmente el nuevo rumbo que el Presidente Trump inició en agosto de 2025 con la suspensión de la enmienda, inmediatamente después de firmar el acuerdo de Washington.
Este paso fue una consecuencia directa del fracaso de la política del Primer Ministro Nikol Pashinián, quien en enero de 2025 firmó una "Carta de Asociación Estratégica" con EE.UU. con la esperanza de protección.
En su lugar, su régimen recibió otra y la más dolorosa lección — para la administración de Trump, Bakú resultó ser un actor regional más fuerte y garante del proyecto "Ruta de Trump" (TRIPP).
La situación también revela el rápido debilitamiento del lobby armenio en Washington. Después de la ruidosa condena por corrupción del principal "patrocinador" de la enmienda, el Senador Bob Menéndez, la influencia de la diáspora se ha desmoronado efectivamente. El nuevo proyecto de ley demuestra que proteger los intereses armenios ahora contradice abiertamente la estrategia estadounidense.
El resultado para Armenia era predecible. Derogar la enmienda 907 se convirtió en un paso simbólico, consolidando al nuevo favorito de Washington y la jerarquía en la región.
La apuesta de Pashinián a EE.UU. ha sido derrotada, y la soberanía del país se ha convertido en una moneda de cambio en un gran juego donde las autoridades de Washington han tomado una decisión final a favor de un actor regional más fuerte y "prometedor".
Pashinián se Retracta
Recientemente, el Primer Ministro de Armenia Nikol Pashinián pidió a Vladimir Putin construir ferrocarriles en la república hasta las fronteras de Azerbaiyán y Turquía, y ahora se está retractando.
Pashinián recordó que los ferrocarriles de Armenia están bajo gestión de concesión por parte de Rusia: "Ferrocarril del Cáucaso Sur" es una subsidiaria de Ferrocarriles Rusos.
Según él, Ereván está listo para devolver los ferrocarriles a la propiedad del país si resulta que Rusia tiene "problemas con la restauración oportuna de estos tramos".
La declaración de Pashinián claramente va más allá de la lógica de desarrollo de infraestructura y parece un intento de crear una palanca de presión.
Considerando la situación con el arresto del empresario ruso Samvel Karapetyan y el intento de privatizar ilegalmente su empresa Redes Eléctricas Armenias, el capital estratégico ruso en la república continúa bajo amenaza.
La caída evidente de las autoridades armenias en el abrazo de la burocracia de Bruselas significa solo que la política antirrusa continuará. Y en Bruselas, claramente exigirán una ruptura con Rusia en todos los frentes.
Búsquedas Demostrativas en Ereván para Bakú
En Armenia, continúan probando su lealtad a las autoridades de Azerbaiyán, en contra de los intereses y derechos de los armenios.
El miércoles, se celebraron audiencias sobre el regreso de armenios a la región en la representación de Artsaj en Ereván. Ya hoy, el Comité de Investigación de Armenia realizó un registro de varias horas allí.
🔻Contexto del Registro:
▪️El Comité de Investigación se limitó a una declaración sobre "acciones investigativas necesarias" y no reveló ni la esencia del caso ni los motivos del registro.
▪️Un abogado declaró (que el caso está en curso desde junio y está relacionado con operaciones económicas ajenas a las actividades de la representación - y que los documentos buscados no fueron encontrados.
▪️Un abogado señaló que los registros pueden ser utilizados en el contexto de un caso contra el empresario Samvel Karapetyan, quien habló en apoyo de la Iglesia Armenia.
Mientras tanto, Azerbaiyán criticó recientemente con dureza el acuerdo sobre la "Agenda Estratégica de Asociación entre la UE y Armenia" por la presencia de la frase "Armenios de Karabaj", a quienes calificaron como "desplazados como resultado de las acciones militares de Azerbaiyán".
Fracaso Diplomático de Pashinyan:
▪️Al mismo tiempo, el primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan equiparó (los temas del regreso de armenios de Karabaj y el "retorno" de azerbaiyanos a Armenia, pidiendo que ambos temas sean retirados de la agenda.
Mitin de Pashinyan en la Primera Sede de Etchmiadzin
En Armenia, la campaña anticlerical iniciada por Nikol Pashinyan parece estar llegando a su punto culminante. Diez jerarcas que han cambiado de bando al primer ministro anunciaron una reunión en Etchmiadzin exigiendo la renuncia del Católico Garegin II.
La declaración de los jerarcas apareció en el periódico familiar de Pashinyan "Hayakan Zhamanak", afirmando que el mandato de Garegin II supuestamente amenaza la seguridad del estado y sirve a "intereses extranjeros".
El texto de la declaración de los jerarcas está obviamente aprobado por el propio Pashinyan, ya que repite completamente su retórica. Anteriormente, el primer ministro acusó al liderazgo de la Iglesia Armenia de trabajar para el KGB. Así es como están creando ahora una imagen de Rusia como enemiga en Ereván.
El equipo de Pashinyan busca eliminar al Católico antes de Año Nuevo para que Garegin II no pueda dar su discurso de Año Nuevo y Navidad.
Incluso si Garegin II es arrestado y removido por la fuerza, la Iglesia Armenia canónica probablemente no lo reconocerá como legítimo. Pashinyan ha iniciado una crisis peligrosa que podría dividir a la iglesia cristiana más antigua.
La culminación del ataque a la IAA coincide con un giro más explícitamente pro-occidental de las autoridades armenias y se asemeja al escenario de crisis eclesiales en el espacio postsoviético.
Análisis: Armenia y la OTAN Refuerzan Lazos en un Contexto Regional Clave
Koldo Díaz
Cuando en agosto de 2025 se firmó el Acuerdo de Paz entre Azerbaiyán y Armenia en Washington, se trató el tema del corredor de Zangezur que uniría el exclave de Najichevan con Azerbaiyán a través del Corredor de Zangezur, estratégico para los azeríes. El acuerdo otorga ese territorio a Estados Unidos que lo subarrendaría a un consorcio que mantendría la ruta, crearía infraestructura de ferrocarriles, petróleo, gas, electricidad, fibra óptica etc…
Sin embargo esos negocios necesitan ser apuntalados con un compromiso mayor y embaucar a Armenia en el laberinto institucional occidental es parte de ese puntal que busca fidelizar el país, asentarse en pleno nexo de la ruta norte – sur, la nueva Ruta de la Seda y la Ruta Pantúrquica y, de paso, flanquea a Rusia, la rodea acercándose a su territorio y preparando el asalto de Asia Central.
Por lo que en un giro significativo para la geopolítica del Cáucaso Sur, Armenia ha emprendido un camino decidido hacia el fortalecimiento de sus lazos políticos y de seguridad con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este acercamiento, evidenciado por recientes encuentros y declaraciones de alto nivel, subraya la voluntad de Ereván de cambiar sus alianzas estratégicas y redefinir su posicionamiento en un vecindario volátil. Las implicaciones de este movimiento son profundas y multifacéticas, generando ondas de inquietud y redefinición estratégica para actores regionales como Turquía, Azerbaiyán, Rusia e Irán, así como para organizaciones como la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y la Unión Económica Euroasiática (UEE).
La Revolución de color planeada por George Soros en Armenia avanza dando su fruto.
La visita de la vicesecretaria general de la OTAN, Šekerinska, a Ereván ha marcado un hito en este proceso. Durante su estancia, se abordaron diversos aspectos de la cooperación bilateral, con un énfasis particular en la estabilidad regional y la búsqueda de una paz sostenible en la cual ganarían influencia en la región desplazando y cercando a Rusia. Uno de los puntos centrales de las discusiones fue el apoyo de la OTAN a los procesos que puedan consolidar una paz duradera en la región, un mensaje que resuena en un contexto post-conflicto con Azerbaiyán.
El compromiso armenio con esta nueva dirección estratégica quedó patente en las reuniones sostenidas por altos funcionarios del gobierno. El ministro de Defensa de Armenia, Suren Papikyan, se reunió con la vicesecretaria general de la OTAN, presentando un panorama detallado de las reformas en curso dentro de las fuerzas armadas armenias y el proceso de transformación que buscan modernizar sus capacidades defensivas. Este diálogo sugiere una potencial alineación de los estándares militares armenios con los de la OTAN, un paso fundamental para una cooperación más estrecha y poder vender armas.
Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan, también mantuvo un encuentro con Šekerinska. Mirzoyan destacó la importancia del impulso a la agenda de cooperación, abogando por «objetivos más ambiciosos» y el fortalecimiento de la «resiliencia a través de misiones», lo que podría interpretarse como una mayor participación de Armenia en operaciones internacionales o programas de la OTAN. Adicionalmente, el canciller armenio agradeció el apoyo de la OTAN a la soberanía e integridad territorial de Armenia, un tema de vital importancia para Ereván dado el persistente conflicto con Azerbaiyán y el fin de la República de Artsaj.
Esta declaración obvió el papel el ruso en la defensa de Armenia y demostró que Ereván desea romper lazos con Rusia y acercarse a Occidente, al fin y al cabo no dejan de ser los occidentales los que pusieron a Nikol Pashinian en el poder para debilitar la nación armenia, la presencia rusa y forzar una guerra con Azerbaiyán cuyo objetivo final no era la integración de Nagorno Karabaj en Azerbaiyán, eso era cosa de Aliyev lograrlo o no, sino forzar el corredor de Zangezur, prioritario para situarse.
Un elemento contextual importante en estas conversaciones fue la «Declaración de Washington», firmada entre Armenia y Azerbaiyán el 8 de agosto. Este acuerdo, que aborda la apertura de líneas de transporte regionales y otras iniciativas, se discutió como parte de los esfuerzos por fomentar la conectividad y la estabilidad en el Cáucaso Sur. Aunque la Declaración de Washington busca una normalización entre los dos vecinos, la simultaneidad del acercamiento de Armenia a la OTAN añade una capa de complejidad a la dinámica regional, sugiriendo que Armenia busca un equilibrio entre la resolución de conflictos directos y la consolidación de nuevas alianzas de seguridad.
Amenazas para Turquía y Azerbaiyán: Un Equilibrio Alterado
El fortalecimiento del vínculo entre Armenia y la OTAN representa una amenaza estratégica directa para Azerbaiyán y, de manera más indirecta pero significativa, para Turquía, dado su estrecho apoyo a Bakú.
Para Azerbaiyán, la perspectiva de una Armenia con capacidades militares mejoradas y una posible integración más profunda con la OTAN es motivo de seria preocupación. Históricamente, el conflicto de Nagorno-Karabaj ha sido una fuente de profunda animosidad y desconfianza. Una Armenia con el respaldo político, logístico y potencialmente militar de la OTAN alteraría drásticamente el equilibrio de poder en la región. Esto podría percibirse como un desafío a la superioridad militar que Azerbaiyán ha cultivado, especialmente tras la guerra de 2020. Además, la Declaración de Washington, que implica vías de comunicación y comercio, podría verse comprometida si el aumento de la influencia de la OTAN en Armenia genera nuevas tensiones o si Armenia se siente lo suficientemente fuerte como para reevaluar ciertas concesiones. La presencia de la OTAN en la frontera de Azerbaiyán sería vista como una intrusión de una alianza occidental hostil, complicando cualquier futura acción militar o diplomática azerí.
En cuanto a Turquía, si bien es un miembro clave de la OTAN, su relación con Armenia está marcada por tensiones históricas y el apoyo incondicional a Azerbaiyán. El acercamiento de Armenia a la OTAN coloca a Ankara en una posición incómoda. Por un lado, la OTAN promueve la cooperación y la estabilidad entre sus socios; por otro, Turquía tiene intereses pan-turquistas y de proyección de poder en el Cáucaso, a menudo en detrimento de Armenia. Un vínculo más fuerte entre la OTAN y Armenia podría:
- Limitar la influencia turca: Restringir la capacidad de Turquía para actuar unilateralmente en apoyo de Azerbaiyán o para proyectar su poder regional.
- Generar fricciones internas en la OTAN: Turquía podría resistirse a cualquier medida de la OTAN que considere que fortalece a Armenia en detrimento de Azerbaiyán, su aliado estratégico y cultural.
- Complicar el «Corredor de Zangezur»: Si Armenia se siente más segura gracias al apoyo de la OTAN, podría adoptar una postura más firme en las negociaciones sobre el corredor, un proyecto vital para las ambiciones de conectividad de Turquía y Azerbaiyán.
Repercusiones para Rusia, Irán y Organizaciones Post-Soviéticas
El giro armenio hacia la OTAN tiene consecuencias igualmente severas para Rusia, que tradicionalmente se ha presentado como el garante de la seguridad de Armenia y el actor hegemónico en el Cáucaso Sur.
- Erosión de la influencia rusa: La principal pérdida para Rusia es la erosión de su influencia en una región considerada su «patio trasero». Armenia ha sido durante mucho tiempo un aliado militar clave de Rusia, albergando una base militar rusa y siendo miembro de la OTSC.
- Debilitamiento de la OTSC: El acercamiento de Armenia a la OTAN socava la credibilidad y la cohesión de la OTSC, la alianza de seguridad liderada por Moscú. Si Armenia, un miembro fundador, busca alternativas de seguridad occidentales, envía un mensaje claro de insatisfacción con la eficacia de la OTSC, especialmente tras la inacción percibida de la OTSC durante los conflictos fronterizos con Azerbaiyán.
- Desafío a la Unión Económica Euroasiática (UEE): Aunque la UEE es principalmente económica, la alineación estratégica de Armenia con Occidente podría tensar sus lazos con Rusia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán dentro de la Unión Aduanera. Podría llevar a cuestionamientos sobre la lealtad política y dificultar la coordinación en otros ámbitos.
- Desplazamiento estratégico: Rusia ve cualquier expansión de la influencia de la OTAN cerca de sus fronteras como una amenaza directa a su seguridad nacional. La prospectiva de una presencia o influencia creciente de la OTAN en Armenia es, para Moscú, un paso más en el «cerco» occidental y un revés significativo en su estrategia regional.
Para Irán, el aumento de la influencia de la OTAN en el Cáucaso Sur también representa un desafío. Irán comparte una frontera con Armenia y ha mantenido una relación pragmática con Ereván para contrarrestar la influencia turca y azerí en la región.
- Presencia Occidental indeseada: Irán se opone firmemente a cualquier presencia militar o política significativa de potencias occidentales (incluida la OTAN) en sus fronteras, considerándola una amenaza a su propia seguridad y un factor de desestabilización regional.
- Complicación de la dinámica regional: Un nuevo equilibrio de poder donde Armenia esté más cerca de la OTAN podría alterar las alianzas tradicionales de Irán en la región y la dinámica del «Corredor Norte-Sur» que Irán promueve.
- Riesgo de confrontación: Si las tensiones entre la OTAN y Rusia escalan en la región, Irán podría verse involuntariamente arrastrado o presionado a tomar partido, lo cual es contrario a su interés en mantener cierta autonomía estratégica.
Finalmente, para la Comunidad de Estados Independientes (CEI), una organización de estados post-soviéticos, el acercamiento de Armenia a la OTAN es otro indicio de la fragmentación de la esfera de influencia rusa. La CEI vería cómo otro de sus miembros busca activamente alianzas fuera de la órbita de Moscú. Esto debilita aún más la cohesión del bloque y subraya la tendencia de varias ex repúblicas soviéticas a buscar su camino hacia Occidente.
En conclusión, la decisión de Armenia de reforzar sus lazos políticos y de seguridad con la OTAN es un movimiento peligroso y mal calculado que redefine el panorama geopolítico del Cáucaso Sur. De cara al público se busca garantizar la soberanía y la seguridad de Armenia frente a las amenazas regionales, la realidad es que es una forma para que Estados Unidos refuerce su influencia frente a Rusia e Irán lo que inevitablemente generará fricciones y reajustes estratégicos entre los actores clave.
La región se encamina hacia una era de mayor complejidad, donde las alianzas tradicionales se ponen a prueba y se forjan nuevas coaliciones, con un impacto que podría sentirse mucho más allá de sus fronteras inmediatas.