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Benyamin Netanyahu frente a Estados Unidos

Benyamin Netanyahu frente a Estados Unidos

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
jueves 13 de junio de 2024, 22:00h
Thierry Meyssan
Benyamin Netanyahu no ha podido hacer ceder al presidente Joe Biden, aunque en enero aseguraba que lograría hacerlo. De todas maneras, es Netanyahu quien ha ganado la prueba de fuerza al impedir que la Casa Blanca se oponga a su política. Ahora vemos como el jefe del gobierno de Israel se niega a obedecer las disposiciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Corte Internacional de Justicia. Benyamin Netanyahu está llevando a cabo una limpieza étnica, tanto en la franja de Gaza como en Cisjordania. Aunque quisiese hacerlo, probablemente ya no podría parar esos crímenes.
Afinales de enero pasado, 12 ministros israelíes en pleno ejercicio de sus funciones, entre ellos el primer ministro Benyamin Netanyahu, participaban en un gran evento organizado en Jerusalén bajo la denominación «Conferencia por la Victoria de Israel – las colonias aportan la seguridad: volver a la franja de Gaza y al norte de Samaria» [1]. En aquel evento, los organizadores amenazaban a los anglosajones con resucitar el grupo terrorista Stern, que luchó contra los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial y después de aquel conflicto.
En otras palabras, el fascista Vladimir “Zeev” Jabotinsky siempre quiso apoderarse del llamado «Eretz Israel», o sea todos los territorios que van desde el Nilo hasta el Éufrates –eso incluye el actual Israel, los territorios palestinos, Líbano, Jordania, Siria y parte de Irak. Todo eso sería la “Tierra Prometida”, el “Gran Israel”. Cuando califico a Jabotinsky de “fascista” no se trata de una acusación, sólo recuerdo que Jabotinsky fue aliado del Duce, Benito Mussolini, antes y durante la Segunda Guerra Mundial [2]. En el evento de enero, en Jerusalén, los discípulos actuales de Jabotinsky exigían la realización práctica de aquel proyecto, expulsar a los árabes y conquistar todos los territorios antes mencionados.
El 1º de febrero, Washington reaccionó adoptando “sanciones” contra los supremacistas judíos de Cisjordania [3] –cuando escribo “supremacistas judíos”, me refiero a los seguidores del rabino Meir Kahane, excluidos del parlamento israelí, donde sin embargo imponen su ley. Washington planeó después derrocar a Benyamin Netanyahu para reemplazarlo por el general Benny Gantz [4], suspendió entregas de armas a Israel y, sólo después de todo eso, trató de imponer un acuerdo de paz.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presión de la Asamblea General y después de una serie de vetos estadounidenses, finalmente adoptó, el 25 de marzo, una resolución donde exigía un alto al fuego humanitario en Gaza [5]. Sin embargo, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield, ignorando lo estipulado en la Carta de la ONU, afirmó inmediatamente que la resolución que el Consejo de Seguridad acababa de adoptar no era vinculante [de obligatorio cumplimiento], o sea que Israel podía decidir no aplicarla.
En La Haya, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), alineándose tras la retórica de la Casa Blanca, inicialmente emitió medidas cautelares en las que ordenaba a Israel la adopción de disposiciones para “evitar” un genocidio en Gaza [6]. Pero ahora le ordena retirar inmediatamente sus tropas de Rafah [7].
Desde Washington, y por iniciativa del presidente demócrata de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el líder de los republicanos en el senado, Mitch McConnell, y el de los senadores demócratas, Charles Schumer, así como el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, acaban de invitar al primer ministro Netanyahu a pronunciar un discurso ante el Congreso estadounidense. De esa manera, el poder legislativo estadounidense se opone al poder ejecutivo, en una clara muestra de apoyo a la limpieza étnica que Netanyahu ha emprendido en la franja de Gaza.
En resumen, los «sionistas revisionistas» –así llamaba el propio Jabotinsky a sus seguidores– no han podido imponer su voluntad al presidente Joe Biden, pero han logrado imponerla al Congreso estadounidense. ¿Cómo lo lograron?
EL APOYO DEL CONGRESO
EN CONTRA DE LA CASA BLANCA
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, es un abogado evangélico [8]. Aunque se dio a conocer iniciando ante los tribunales una serie de procesos para imponer su visión del cristianismo, principalmente en contra de los homosexuales, Mike Johnson es ante todo un «cristiano sionista» que considera que apoyar a Israel, sin importar lo que haga el Estado hebreo, es un deber religioso. Este personaje logró llegar a presidir la Cámara de Representantes en un contexto muy agitado y gracias a la inesperada ayuda de los ultraconservadores del Freedom Caucus, que se oponían a la elevación del límite previsto para la deuda pública.
El presidente del grupo republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien destaca por su comprobado desprecio del derecho internacional [9] en nombre del llamado «excepcionalismo estadounidense» [10], es conocido desde hace mucho por sus posiciones favorables al «Gran Israel» (Eretz Israel). En 2017, este bautista proclamado exhortó los presidentes de Estados Unidos a «respetar la práctica consistente en oponer su veto a todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que tiendan a insertar las Naciones Unidas en el proceso de paz, a no reconocer las acciones palestinas unilaterales, incluyendo la proclamación de un Estado palestino, o a imponer términos y un calendario para una solución del conflicto israelo-palestino» [11].
Hakeem Jeffries, quien preside la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, también es conocido por su perenne alineamiento tras las posiciones del Estado de Israel. Aunque no ha defendido el principio mismo de la limpieza étnica contra los árabes de Palestina, este personaje se ha expresado ampliamente a favor de la exterminación de los miembros del Hamas, sin hacer distinción alguna entre los afiliados a la Hermandad Musulmana y los partidarios de la resistencia palestina.
El caso más sorprendente es el de Chuck Schumer, el líder de los demócratas en el Senado. Hace 43 años que este judío ultraortodoxo respalda, por principio, todas las posiciones del Estado de Israel… hasta su espectacular declaración de marzo pasado, cuando dijo que se puede ser proisraelí y al mismo tiempo contrario a la política de Benyamin Netanyahu [12]. En aquel momento, Schumer se opuso firmemente a una visita de Netanyahu en Estados Unidos, pero posteriormente le dio la posibilidad de hablar, por videoconferencia, con los miembros de su grupo parlamentario. Ahora propone recibirlo, como jefe del gobierno de Israel, en el Capitolio estadounidense.
De esas 4 personalidades de la política estadounidense, sólo Chuck Schumer es judío. Pero los otros 3 deben ampliamente su reelección al apoyo financiero de los oligarcas judíos estadounidenses. Son parte de los emblemáticos políticos que John Mearsheimer denuncia en su estudio The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy. La democracia estadounidense estaba en venta y los proisraelíes la compraron.
IMPOSIBILIDAD DE TOMAR DECISIONES CONTRARIAS A LOS DESEOS DE LOS «SIONISTAS REVISIONISTAS»
A modo de comparación, el estado de la democracia es diferente en Estados Unidos y en Francia. Aunque en los dos países puede decirse que quienes financian las campañas electorales gozan de más influencia que los electores sobre la política nacional, las características de esa influencia no son las mismas.
En Washington, nadie se asombra de ver entre los congresistas personajes que destacan sobre todo como practicantes de religiones sectarias. En Washington, se puede ser miembro de la Cámara de Representantes, senador, miembro del gobierno y hasta presidente y creer en Gog y Magog.
En París, al contrario, el público ignora las creencias religiosas y la procedencia étnica de los parlamentarios. Por eso puede suceder, como hoy sucede, que, sin que nadie esté consciente de ello, la mitad de las presidencias de las instituciones constitucionales estén en manos de ciudadanos susceptibles de adoptar la nacionalidad israelí.
Pero en ambos casos, el poder ejecutivo se ve imposibilitado de tomar decisiones contrarias a la política del Estado de Israel, o sea, en el caso de Estados Unidos, en contra de los deseos de los «sionistas revisionistas», dicho de otra manera, de los neofascistas que están perpetrando una operación de limpieza étnica en Palestina.
Para salir de esa situación, los parlamentarios tendrían que liberarse de los compromisos contraídos con quienes financian sus campañas, y también tendrían que reconocer el apoyo que Occidente aportó durante la guerra fría a numerosos culpables de crímenes contra la humanidad. Si Benyamin Netanyahu y sus «supremacistas judíos» están hoy en el poder es porque el Occidente colectivo estimó durante décadas que le era conveniente apoyarlos como corriente ideológica, aunque los había vencido durante la Segunda Guerra Mundial.
OMNIPRESENCIA DE LA CENSURA MILITAR
Todos los crímenes perpetrados por los sionistas revisionistas son… “secretos de Estado”. Durante decadas, los sionistas revisionistas israelíes asesinaron comunistas, o cualquier tipo de opositores, en todas partes del mundo. Desde Guatemala hasta el Congo, pasando por Irán; desde Sudáfrica hasta Taiwán, pasando por Bolivia, los sionistas revisionistas israelíes participaron en las maniobras más bajas e inconfesables de la guerra fría. Todos esos crímenes están protegidos por una censura implacable [13].
Hoy en día, el Estado hebreo dispone del sistema de censura militar más eficaz del mundo. Cientos de investigaciones de los medios israelíes sobre los vínculos entre Benyamin Netanyahu, la Hermandad Musulmana y el Hamas, sobre la preparación del ataque del 7 de octubre, sobre la ausencia de respuesta de los servicios israelíes de seguridad –respuesta inexplicablemente retrasada durante horas– o sobre los verdaderos objetivos de las fuerzas armadas de Israel en Gaza han sido blanco de esa censura. Durante el último trimestre de 2023, 2 703 artículos fueron mutilados por la censura militar y otros 613 fueron sencillamente prohibidos y no pudieron ser publicados, según reconoce el servicio israelí a cargo de la censura militar [14].
Sobre lo sucedido el 7 de octubre de 2023 sólo conocemos la versión oficial israelí. Ahora sabemos que los combatientes del Hamas no decapitaron bebés, aunque los dirigentes israelíes siguen repitiendo esa falacia, propalada por la propaganda del Estado hebreo. Pero todavía no sabemos cuántos israelíes murieron a manos de los atacantes, ni quién entregó a la resistencia palestina armamento que había sido enviado a Ucrania. Los padrinos de Israel siguen razonando como si el Hamas fuese una organización monolítica y afirmando que Benyamin Netanyahu desconocía que el Hamas iba a atacar Israel [15].
Para arrojar luz sobre lo sucedido, el general Benny Gantz solicitó oficialmente la creación de una comisión investigadora sobre la preparación del ataque palestino del 7 de octubre, así como sobre su realización y sus consecuencias. Ese pedido apunta directamente a los sionistas revisionistas y, al menos por ahora, no tiene posibilidades de llegar a algo.
Pero si finalmente llega a concretarse, si finalmente los secretos salen a la luz, quienes apoyan hoy a Netanyahu clamarán probablemente que ellos “tampoco” sabían. Todos sabemos que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
NOTAS
[2] «Cuando el velo se desgarra: las verdades ocultas, de Jabotinsky a Netanyahu», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 23 de enero de 2024.
[4] «Washington, Londres y Tel Aviv, atascados en Palestina», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 de marzo de 2024.
[6] «Las medidas cautelares de la Corte Internacional de Justicia», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 30 de enero de 2024.
[7] «La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel que se retire de Rafah», Despacho 1378, Voltaire, Actualidad Internacional, N° 89, 31 de mayo de 2024.
[8] «CUFI: 50 millones de evangelistas partidarios de Israel», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 18 de agosto de 2006.
[9] «¿Cuál orden internacional?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 7 de noviembre de 2023.
[10] Actas del coloquio organizado por el Carr Center for Human Rights Policy: American Exceptionalism and Human Rights, Michael Ignatieff, Princeton University Press, 2005.
[11] “McConnell, Schumer sign onto resolution condemning UN Israel vote”, Max Greenwood, The Hill, 4 de enero de 2017.
[14] “Israeli military censor bans highest number of articles in over a decade”, Haggai Matar, +972 Magazine, 20 de mayo de 2024.
Israel pierde severamente, Estados Unidos también e Irán gana, según John Mearsheimer
Alfredo Jalife-Rahme
El bombardeo israelí contra la embajada de Irán en Damasco no tuvo el efecto que el gobierno de Israel esperaba. Más bien ha resultado contraproducente para Tel Aviv. El gobierno de Irán aprovechó la provocación israelí para mostrar al mundo la superioridad de sus misiles hipersónicos, imposibles de interceptar, incluso para Estados Unidos.
John Mearsheimer, consagrado profesor de la Universidad de Chicago –anatemizado por los multimedia controlados por el “lobby israelí” [1], impartió una conferencia en el CIS de Australia el 15 de mayo [2], cuyo contenido sintetizó en su entrevista con el juez Napolitano [3].
Mearsheimer no necesita porras de matraqueros de alquiler y es considerado por Tom Switzer, del CIS australiano, como el tercer geopolítico más importante de Estados Unidos. Pertenece a la escuela neorrealista de relaciones internacionales [4] y en su deslumbrante disquisición toma como parteaguas la situación de Israel antes y después del 7 de octubre, cuando detonó la guerra entre la guerrilla palestina sunita Hamas e Israel, en la fase del premier Netanyahu.
Más allá del genocidio/limpieza étnica/ apartheid del "Estado paria" de Israel, su tesis nodal al corte de caja de hoy es que ese país se encuentra en "serios problemas" cuando el gobierno del premier Netanyahu no ha podido conseguir sus dos objetivos publicitados: 1. Derrotar a Hamas y 2. Liberar a los rehenes israelíes secuestrados por Hamas.
Cita Mearsheimer la postura del recientemente entronizado subsecretario de Estado de EU, Kurt Campbell –quien sustituyó a la jázara [5] Vicky Nuland, vencida humillantemente en Ucrania y que buscaba la cada vez más elusiva "derrota estratégica" de Rusia y su cambio de régimen–, quien duda de la "victoria total" de Israel en el campo de batalla contra Hamas [6]. Más allá de la viciosa propaganda pro Israel en la aplastante mayoría de los multimedia de Occidente, el "serio problema" de ese país con Hamas se ha gangrenado con la más sofisticada guerrilla chiíta libanesa de Hezbolá, que cuenta con un arsenal de 150 mil (megasic) misiles, y los guerrilleros yemenitas de Ansar Alá (partidarios de Dios), popularmente conocidos como hutíes, quienes acaban de lanzar su primer misil contra Israel.
Bajo esta perspectiva, Mearsheimer sentencia que "Israel es el gran perdedor" del conflicto en curso y que ha arrastrado nolens volens a EU a una derrota –aunque de menor envergadura a la de su aliado indefectible Israel–, lo que ha provocado profundo malestar de sus aliados árabes (Egipto, Jordania y las seis petromonarquías del Golfo Pérsico) y ha beneficiado el regreso de Rusia a la región y el espectacular nuevo ingreso de China, que ha establecido excelentes relaciones con Arabia Saudita e Irán. A mi juicio, la derrota relativa de EU en Gaza es mucho menor a la que ha sufrido en Ucrania y con el efusivo reciente doble abrazo del presidente chino Xi a su homólogo ruso Putin [7] secuestro por Israel en Gaza la profundiza.
La explicación de Mearsheimer sobre el triunfo relativo de Irán es sencillamente fascinante y se basa en tres fechas nodales que comienzan el 1º de abril, cuando Israel bombardea, sin haber prevenido a su máximo aliado EU, el consulado de Irán en Damasco; el 14 de abril, cuando Irán exhibe, con previo aviso negociado con EU vía Omán, su musculatura de misiles y drones lanzados contra Israel, cuya mitad fue derribada, para no decir "arreglada", por EU; y el 19 de abril, cuando la tan temida represalia de Israel constituyó un rugido obstétrico de ratón en la montaña (https://bit.ly/3QRZ29d): sólo destruyó un radar en Isfahán.
Mearsheimer diagnostica la razón por la cual Israel es el gran derrotado al haber perdido su legendaria deterrence de "dominio escalatorio" [8]. Aunque no aborda los "nueve misiles hipersónicos" indetectables que alcanzaron dos bases aéreas israelíes muy cercanas a la planta nuclear de Dimona, lo cual otorgó a Irán su singular “deterrence hipersónico” en la región [9]. Tampoco aborda Mearsheimer la posesión de más de 300 bombas nucleares clandestinas de Israel, lo cual daría como resultado un empate de mutua deterrence entre Israel e Irán, quien en cualquier momento comienza su dotación de bombas nucleares.
NOTAS
[1] The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy, John J. Mearsheimer & Stephen M. Walt, Penguin Books (2008).
[2] «Why Israel is in deep trouble : Prof. John Mearsheimer with Tom Switzer», YouTube.
[3] «Prof. John Mearsheimer : Donor Class vs. the First Amendment», YouTube, Juge Napolitano, 18 de mayo de 2024.
[4] «Biography: John J. Mearsheimer», André Munro, Britannica, 6 de mayo de 2024.
[5] «El invento (sic) de la "Tierra de Israel"– la "Tierra de Canaan" espoliada–, según el historiador Shlomo Sand», Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 25 de febrero de 2024.
[6] «Israel’s ‘total victory’ in Gaza is unlikely, top US official says», Matt Berg & Alexander Ward, Politico, May 13, 2024.
[7] Putin en Beijing: ¡Segundo Encuentro en 7 meses!, Alfredo Jalife, Radar Geopolítico, YouTube, 16 de mayo de 2024.
[8] «Escalation Dominance in America’s Oldest New Nuclear Strategy», Aaron Miles, War on the rocks, 12 de septiembre de 2018.
[9] «Los misiles hipersónicos de Irán nos devuelven a los tiempos de la “disuasión por el terror”, según Scott Ritter», por Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada (México), Red Voltaire, 21 de abril de 2024.
Jázaros enfrentados podrían determinar quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca
La condena judicial pronunciada en Washington contra el candidato republicano Donald Trump contradice abiertamente el precedente que había dejado, en 2012, el caso del candidato demócrata John Edwards. Pero este proceso judicial arreglado no parece montado desde la Casa Blanca. Sería más bien una iniciativa de la familia Soros, donante del presidente Joe Biden.
Suena inverosímil que dos jázaros [1] muy influyentes, el magnate George Soros y el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, participen en primera fila de la contienda presidencial entre Trump y Biden.
The Forward, que se presente como un portal «judío, independiente y no lucrativo», en su sectario judeocentrismo alega las «7 cosas judías [2] del tribunal donde el jurado deliberó la suerte de Trump», entre ellas, la invocación de George Soros por parte de Trump, quien arremetió contra el mega especulador Soros, de origen húngaro, por haber financiado al polémico fiscal afroestadunidense de Manhattan Alvin Bragg.
La aplastante mayoría de los multimedia que controla George Soros se le fueron a la yugular a Trump por haber atacado sin evidencias al mega especulador.
La tónica multitudinaria de los multimedia fue marcada por Glenn Kessler, miembro del muy influyente Council on Foreign Relations, quien se autodesigna desde hace 11 años «verificador de hechos» (“The Fact Checker”) y contrataca en The Washington Post –del multimillonario Jeff Bezos y presunto portavoz de la CIA– con el «reclamo incendiario de que George Soros “financió” al fiscal Alvin Bragg».
El muy polémico malabarista de hechos y deshechos Glenn Kessler asevera que George Soros como tal nunca participó en el financiamiento de la campaña electoral de Alvin Bragg, aunque, en un triple salto mortal sin red de protección, acepta que «el hijo de George Soros y su nuera» sí financiaron al polémico fiscal Alvin Bragg. El prestidigitador de hechos se contradice al admitir que George Soros contribuyó con un millón de dólares a Color of Change (Cambio de Color), organización supuestamente progresista que apoyó la campaña del fiscal Alvin Bragg [3].
Glenn Kessler, que verifica a su antojo lo que le conviene –pero siempre en beneficio del establishment y del Deep State–, omite el feroz aserto para demoler a Trump del “heredero de Soros”, Alexander Soros, de 38 años, hoy patrón de la fétida Open Society Foundations –nombrado hace 6 años entre los «líderes jóvenes globales del Foro Económico Mundial de Davos», manejado por el alemán globalista Klaus Schwab: invento del ya fallecido jázaro Henry Kissinger, ex empleado del banquero David Rockefeller: creador de la Comisión Trilateral [4].
Alexander Soros, quien se entromete en todas partes, desde Ucrania, pasando por Armenia, hasta México, «urgió a los demócratas a martillar a Trump como un “felón convicto” a cada oportunidad» [5].
Hoy, la sociedad israelí se encuentra fracturada a todos los niveles, pero resalta la añeja confrontación de los dos jázaros George Soros y Benyamin Netanyahu, a grado tal que el controvertido hijo del premier israelí, Yair, de 32 años –y a quien no pocas veces el premier israelí usa como su matraquero oficioso–, se ha burlado en sus virulentos memes de George Soros [6].
La fractura y sus facturas han alcanzado los donativos de los multimillonarios jázaros, como Bill Ackman y Miriam Adelson, viuda del casinero Sheldon [7], quienes el mismo día de la aparente sovietización judicial del caso Trump [8], de aplicación moderna del lawfare –judicialización de la política sectaria–, aportaron generosos donativos al supuesto «felón convicto».
Según Bloomberg, una pléyade de multimillonarios jázaros de Wall Street, muy cercanos a Netanyahu y a los republicanos, se apresuró a respaldar a Trump haciendo mofa del veredicto [9], entre ellos el muy poderoso jázaro Steve Schwarzman, mandamás de BlackStone, antecesor de BlackRock.
No es ningún secreto exponer los lazos de Trump con Netanyahu mediante las tratativas de su yerno jázaro Jared Kushner, cuando cada vez más se nota la alta tensión –sin llegar a la impensable ruptura, debido a la influencia del premier israelí en el Congreso estadounidense, donde acaba de ser invitado insólitamente para exponer su postura–, entre el premier israelí y Biden, quien fulminó que «la gente tiene “toda la razón del mundo” [10] en pensar que Netanyahu extiende la guerra para permanecer en el poder».
¿Quién ganará entre Soros/Biden y Netanyahu/Trump
NOTAS
[3] “The incendiary claim that George Soros ‘funded’ Alvin Bragg”, Glenn Kessler, “The Fact Checker”, Washington Post, 1º de abril de 2023.
[4] The Trilateral Commission, sitio web oficial.
[6] “The supporter closest to home: Yair Netanyahu’s most incendiary tweets”, Raoul Wootliff, The Times of Israel, 27 de octubre de 2019.
[7] “Hedge fund billionaire Bill Ackman likely to back Donald Trump”, Antoine Gara, James Fontanella-Khan y Alex Rogers, Financial Times, 30 de mayo de 2024.
[8] «Trump: ¿“Felón Convicto” o Próximo Presidente Mártir?», Alfredo Jalife, Radar Geopolítico, YouTube, 4 de junio de 2024.
[9] “Wall Street Billionaires Are Rushing to Back Trump, Verdict Be Damned”, Amanda L. Gordon y Sridhar Natarajan, Bloomberg, 31 de mayo de 2024.
[10] “Biden: People have ‘every reason’ to think Netanyahu extending war to stay in power”, Jacob Magid, The Times of Israel, 4 de junio de 2024.