Alfredo Jalife-Rahme
La cumbre de los BRICS+ en Kazán tiene probabilidad de ser un 'game changer' cuando por fin se atreverán a cruzar el Rubicón del dólarcentrismo unipolar para iniciar la travesía, nada fácil, de la desdolarización, que se esperaba desde la pasada cumbre en Johannesburgo, pero que carecía de la musculatura nuclear y misilística hipersónica de Rusia.
En la anterior cumbre en Johannesburgo, todavía de cinco miembros, los BRICS estuvieron a punto de lanzar la altisonante "divisa BRICS", como había adelantado James Rickards, exconsultor financiero del Pentágono.
In extremis, Sudáfrica —que, a propósito, tenía armas nucleares que luego desechó en forma admirable— no se atrevió a cruzar el Rubicón debido a las circunstancias geopolíticas nada favorables del momento y que habían estimulado la iracundia silenciosa de EEUU.
La muy cantada "desdolarización de los BRICS" forma parte nodal de la conceptualización de un nuevo orden multipolar y policéntrico, donde el ascendente sur global jugaría un preponderante rol plural.
Los estrategas de China aseveran que la desdolarización, que no será nada sencilla, tomará alrededor de cinco años, mientras sus homólogos rusos juzgan que será de
10 años.
La ventaja única en los tiempos de la desdolarización en Kazán se centra en que el país anfitrión es hoy la máxima superpotencia nuclear y misilística hipersónica del planeta, lo cual le puede procurar su cobertura militar apropiada que no le pudo conceder un país vulnerable como Sudáfrica.
Evidentemente que la hipotética "desdolarización de Kazán" —que comporta la idílica pluralidad cosmopolita de ser una ciudad donde conviven los musulmanes sunitas tártaros con los cristianos ortodoxos eslavos— exhibe fuertes escollos donde resalta el pánico de India de ver la coronación de la divisa china como el caballo de batalla de los BRICS+ frente al dólar y, en menor medida, el euro del declinante G-7.
Como aludió el geopolítico Dennis Small de EIR, más allá de la etérea definición del PIB (Producto Interno Bruto), los
BRICS han dejado atrás al G-7 en los rubros puntuales de la "economía física": población 45% del planeta; acero 71%; carbón 69%; petróleo (sin Arabia Saudita) 32%; ferrocarriles 62%; producción de trigo 47%.
Dennis Small comenta que todavía Arabia Saudita no oficializa su pertenencia a los BRICS+.
Aun si se manejase la controvertida medición del PIB, hoy los BRICS han superado al G-7.
Existen muchas versiones de lo que puede significar el lanzamiento de la divisa BRICS en Kazán. Se puede tratar del lanzamiento de una canasta de las cinco "divisas R" de sus miembros iniciales: el real brasileño, el rublo ruso, la rupia india, el renminbi chino y el rand sudafricano, que serían apuntaladas por materias primas como el oro, petróleo, gas natural, trigo, uranio, etcétera.
En la reciente reunión preparatoria de los cancilleres de economía/finanzas de los BRICS se permeó la idea de cambiar el sistema internacional de pagos, donde el SWIFT controlado por EEUU sigue siendo omnipotente y frente al cual Rusia empieza a internacionalizar el MIR y China utiliza el CIPS (Cross-Border Interbank Payment System).
Por lo pronto, Nicaragua, en el corazón superestratégico del Mar Caribe, ya adoptó el MIR.
Dígase lo que se diga, a mi juicio, la "militarización del dólar" por EEUU increpó al Sur Global carente de bombas nucleares y misiles hipersónicos cuando Washington aplicó una serie de sanciones contra Rusia y su sistema financiero al haberse apropiado, con la instrumentación de sus aliados, de más de 300.000 millones de dólares de reservas que tenía Moscú en la banca estadunidense/europea y que, en última instancia, tuvo un efecto búmeran.
El connotado autor libanés Nassim Nicholas Taleb, autor del libro "El Cisne Negro", expone la acelerada desdolarización cuando el gobierno de EEUU se está ahogando en medio de su creciente deuda.
Por su parte, el favorito candidato presidencial Donald Trump amenaza imponer una multa del 100%, metafóricamente definida como tarifa, a los países que abandonen el dólar. Por cierto, en su inesperada
entrevista con Bloomberg, Trump juró y perjuró "proteger al dólar como divisa de reserva".
En paralelo, se maneja la propulsión del
"mBridge" que ya reconoce el Banco Internacional de Pagos (BIP).
Según Bloomberg, muy cercano a George Soros y al partido Demócrata, el ministerio de Finanzas de Rusia y el Banco de Rusia analizan un "
sistema de multidivisas" con el fin de construir una "delimitación de sus participantes de cualquier presión externa como las sanciones extraterritoriales", al unísono de crear centros de comercio común de las materias primas como petróleo, gas natural, granos y oro.
Así mismo, Rusia, un país con alta tecnología cibernética, empuja al uso del DLT (Distributed Ledger Technology): una nueva plataforma multinacional que permita los pagos y que elimina el "riesgo de crédito".
Con solo adoptar estas medidas, la cumbre de Kazán habría instaurado un nuevo orden financiero global que rebasaría los acuerdos de Bretton Woods de hace 80 años.
Dmitry Medvedev antes de la XVI Cumbre BRICS:
"El objetivo sólo puede ser uno: el colapso de los Estados Unidos.
O, como mínimo, la creación de un contrapeso de pleno derecho a Estados Unidos, como fue el caso durante la existencia de la URSS y el Pacto de Varsovia.
Aquí ya se vislumbran las perspectivas de un nuevo equilibrio: la OCS, los BRICS, otras uniones regionales y el desarrollo integral de las relaciones con los países del Sur Global.
Después de todo, la alternativa a tal equilibrio de poder es la guerra total hasta el exterminio completo de la humanidad.
Un mundo sin equilibrio en las condiciones actuales no durará ni una década. Si Occidente no se da cuenta de esta simple verdad, será el fin para todos.
Y esta no es una situación en la que la muerte de unos signifique la victoria de otros..."
¿Por qué un giro hacia los BRICS es "la opción natural" de Asia?
La ampliación de los BRICS refleja la decepción de los países asiáticos con EEUU y el orden mundial liderado por ese país, escribe el columnista de 'Global Times', Sun Peisong. El deseo de Washington de formar su bando basándose en bloques y alianzas es contrario a los intereses de Asia, que da prioridad a un mundo multipolar, señala.
Como recuerda el autor, desde principios de 2024, la tendencia a unirse a los BRICS se ha convertido en un fenómeno destacado en el ámbito de la diplomacia, a pesar de que las autoridades estadounidenses aseguran que la política exterior de los países asiáticos es presuntamente "convergente" con la de Estados Unidos.
Sin embargo, el Gobierno tailandés aprobó en mayo un plan para solicitar formalmente la adhesión a los BRICS. En junio, representantes de 12 países no miembros de este grupo participaron en la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de los BRICS con países en desarrollo.
De rumbo semejante, en julio, el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, anunció que su Estado había solicitado formalmente la adhesión a los BRICS. Siria presentó su solicitud de ingreso al grupo el 5 de octubre y
Sri Lanka se unió a la petición el 14 de octubre.
"A juzgar por la tendencia [de] los países asiáticos a solicitar su adhesión a los BRICS, esta afirmación de Estados Unidos parece poco convincente", observa Peisong.
Según el autor, las aspiraciones listadas, en primer lugar, podrían significar el creciente distanciamiento de las naciones asiáticas de la "estrategia indopacífica" de Estados Unidos.
Como indica el artículo, la Casa Blanca ve a Asia a través del prisma de la rivalidad estratégica entre EEUU y China y presiona a los Estados de ese continente para que se pongan de su lado. Pero como las prioridades de las naciones asiáticas no coinciden con las estadounidenses, y el apoyo a la confrontación entre Washington y Pekín "no figura en la agenda política" de la mayoría de estos países, responden adoptando una postura neutral.
En segundo lugar, prosigue el citado autor, la formación de "campos económicos" tampoco interesa a los países asiáticos, ya que su principal objetivo es el crecimiento y el desarrollo en el ámbito de la economía, que es el factor clave que les empuja a unirse a los BRICS.
"Los mercados abiertos son la espina dorsal del desarrollo económico para todos los países asiáticos y Estados Unidos se ha convertido en un obstáculo para una economía global abierta. Por ello, la mayoría de ellos se inclinan por los BRICS, lo que demuestra su desilusión con el orden liderado por Washington", explica.
Aunque siete países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático se han incorporado al programa Marco Económico para la Prosperidad del Indo-Pacífico (IPEF, por sus siglas en inglés), Estados Unidos no les ha ofrecido un mayor acceso al mercado. Y en medio del enorme potencial económico de la Iniciativa de la Franja y la Ruta china, la de Washington "no parece más que simbólica".
Todo eso pone de manifiesto que el orden económico liderado por Estados Unidos, basado en alianzas y bloques económicos, "contrasta fuertemente con el deseo de los países asiáticos de buscar nuevas oportunidades y compartir beneficios en mercados abiertos", opina el columnista.
En consecuencia, continúa, las iniciativas como los BRICS o la Franja y la Ruta se han convertido en "una opción natural" para los países asiáticos que no quieren que la geopolítica limite sus relaciones económicas.
"El creciente deseo de muchos países de unirse a la familia BRICS indica que las economías emergentes buscan nuevos mecanismos multilaterales internacionales para reflejar mejor la dinámica de este nuevo mundo",
concluye.
Los BRICS se ha convertido en un grupo clave para "romper las cadenas de la dependencia económica"
Daniela Díaz
La XVI cumbre de los BRICS que se realizará en Rusia a partir de este 22 de octubre tendrá entre sus retos la revisión de las nuevas membresías al bloque, así como el establecimiento de mecanismos que permitan ir a la desdolarización, medidas necesarias a la consolidación de un mundo multipolar, consideraron expertos entrevistados por Sputnik.
El grupo BRICS, nombrado así por las iniciales de sus primeros miembros (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), se integra por un total de 10 Estados, esto luego de la integración de Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía. Actualmente, el grupo representa más del 40% de la población mundial.
La cumbre se realiza en la ciudad de Kazán con la participación confirmada de un total de 32 países. El lema de la presidencia rusa de los BRICS en 2024 es Reforzar el multilateralismo para un desarrollo y una seguridad mundial equitativa.
"En un contexto global donde los países en desarrollo luchan por romper las cadenas de la dependencia económica, los BRICS se presentan como un grupo con un potencial clave para lograr una mayor independencia", consideró en entrevista con Sputnik el analista boliviano Martín Moreira.
La asociación no solo representa a casi la mitad de la población del planeta, sino que acapara más del 37% del PIB mundial.
Hacia la multipolaridad
Wilmer Depablos, analista internacional y exdiplomático venezolano, afirmó para Sputnik que el grupo comercial ya hace frente al G7, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
"La tendencia hacia 2028, dicho por el propio presidente Vladímir Putin, es que los BRICS se consolidarán y atrás quedará el G7, atrás quedará el dólar, atrás quedará el SWIFT y atrás quedará la hegemonía de ese mundo unipolar que hoy se enfrenta al nacimiento del nuevo mundo multipolar y pluricéntrico", destacó.
El analista internacional argentino Sebastián Schulz dijo en diálogo con Sputnik que entre los integrantes de los BRICS hay un consenso respecto a que en la actualidad se atraviesa un "momento bisagra" a nivel mundial.
"No solo se agudiza la crisis de Occidente, [sino también] la crisis de hegemonía norteamericana, con cada vez menos capacidad de disciplinar al mundo emergente y de proveer lo que se llama bienes públicos globales al resto del orden internacional", expuso.
Al respecto, el economista y docente venezolano, Jorge Pérez, subraya el potencial de la alianza de trascender de lo económico y permitir alianzas políticas, esto considerando los retos representados por las disparidades internas del grupo.
En un sentido similar se pronunció Schulz, quien destacó que pese a las rencillas históricas existentes entre los países que integran o aspiran unirse al grupo, como es el caso de la India y Pakistán, existe la convicción de los Estados del rol a nivel mundial que está jugando la asociación.
"La cantidad de países que han solicitado la membresía al BRICS expresa la decisión de todos estos países de ser parte del debate para la estructuración de un nuevo orden internacional y el reconocimiento del BRICS como un espacio legítimo para dar estos debates en ese espacio", destacó el experto.
Al respecto, destaca que será necesario definir la forma en que los países solicitantes de adhesión al grupo BRICS podrán accederlo, es decir, si será de forma masiva, paulatina, o bien, si surgirá una nueva categoría no como Estado miembro, sino asociado. Por ejemplo, Cuba recientemente pidió su adhesión como "país socio".
Dora Isabel González, académica de la mexicana de Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, sostuvo que el grupo se encuentra en un "proceso de maduración" en su consolidación. "Es un contrapeso, pero va a depender mucho de la jugada que hagan porque tiene también temas sensibles", opina.
El peso latinoamericano en los BRICS
En América Latina, el grupo BRICS ha representado una oportunidad para los países en desarrollo en el impulso de sus economías.
"Uno de los aspectos más esperanzadores es la posibilidad de que más países latinoamericanos, como Bolivia, ingresen al grupo. Este paso podría marcar el inicio de una nueva era del multilateralismo, donde los países en desarrollo tengan una plataforma de intercambio más equitativa", considera Moreira.
En la región, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba han presentado sus solicitudes para integrarse al grupo, ofreciendo la participación de sus recursos naturales como el litio y el petróleo.
"Para Bolivia, país que apuesta por la industrialización de sus materias primas, especialmente el litio, la pertenencia a los BRICS podría ser crucial para consolidar un modelo de desarrollo más sostenible. Sin embargo, el camino hacia esta independencia económica es titánico, debido a la dependencia tecnológica y las difíciles condiciones crediticias que el país enfrenta para reinvertir en infraestructura", destacó Moreira.
Para Schulz, la integración de la región, la que considera como una de las más desiguales del mundo, es aún un reto de cara a la cumbre de los BRICS, esto debido a los procesos de injerencia por parte de EEUU mediante la promoción de golpes de Estado o "golpes blandos" y el lawfare (guerra legal), entre otros.
"Es llamativo siendo un continente con más de 400 millones de habitantes, que tiene una extensión territorial muy grande con pasos estratégicos, recursos estratégicos, y que además ha sido un continente en donde distintos países han aportado a la construcción de un orden internacional multipolar a lo largo de su historia", consideró.
Pasos a la desdolarización
Otro de los temas principales que se abordarán en la cumbre será la consolidación de mecanismos monetarios para el comercio entre los miembros con miras a la desdolarización. Si bien, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó que de momento no está en la agenda discutir el surgimiento de una moneda común, se abordarán medidas para facilitar las transacciones.
"[Se deben] decidir los mecanismos monetarios para realizar comercio sin depender del dólar, considerando opciones como el uso del yuan, la creación de una moneda digital respaldada en oro o una cesta de monedas, y un sistema de compensación similar al SWIFT, como el BRICS Bridge", comentó para Sputnik Emilio Hernández, analista político.
A su vez, la analista mexicana Dora Isabel González, ponderó que los BRICS "se están distanciando del dólar y ya están buscando modalidades más frescas; se están saliendo, digamos, de esta frontera tan sólida" impuesta por Occidente.
Puente BRICS - El plan de Rusia para destruir el dólar - The Economist
▪️El sistema financiero y de pagos BRICS Bridge debería crearse dentro de un año y permitirá a los países realizar pagos transfronterizos utilizando plataformas digitales administradas por sus bancos centrales,
afirma The Economist
▪️En el sistema financiero occidental, los bancos que realizan transacciones en dólares deben hacerlo a través de un banco corresponsal en Estados Unidos, que puede rastrear los pagos como parte de la aplicación de sanciones. La guerra económica de Occidente con Rusia ha llevado a muchos de los oponentes de Estados Unidos a acelerar sus esfuerzos para deshacerse del dólar.
▪️BRICS Bridge colocará a los bancos centrales, en lugar de a los bancos corresponsales, en el centro de las transacciones transfronterizas. En un sistema descentralizado, ningún país podrá cerrar a otro. Los bancos comerciales que realicen pagos a través de sus bancos centrales no tendrán que mantener relaciones bilaterales con bancos extranjeros.
▪️“Para Rusia, la creación de un nuevo sistema de pagos basado en el descontento de muchos países con el dólar estadounidense es una prioridad práctica urgente, así como una estrategia geopolítica”, enfatiza The Economist.
Según Asia Times, los BRICS se están preparando para un reinicio financiero, la desdolarización es sólo cuestión de tiempo y, según la opinión de Alexander Galushka, “la desdolarización de la economía mundial es la corrección de un error histórico y teórico”