geoestrategia.eu
Venezuela refuerza su defensa fronteriza con 25 000 efectivos militares. Análisis

Venezuela refuerza su defensa fronteriza con 25 000 efectivos militares. Análisis

Por Administrator
x
directorelespiadigitales/8/8/23
martes 09 de septiembre de 2025, 22:00h
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, despliega 25 000 efectivos en la frontera con Colombia con el fin de reforzar las operaciones en medio de amenazas.
En explicaciones compartidas el domingo en su cuenta en X, el mandatario informó del envío de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para reforzar las Operaciones de las Unidades de Reacción Rápida (URRAS) en la Zona Binacional de Paz con Colombia y la fachada caribeña.
“Esta movilización tiene como objetivo primordial la defensa de la soberanía nacional, la seguridad del país y la lucha por la paz”, enfatizó Maduro.
Tras el anuncio, el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, confirmó la movilización militar en cinco estados del país, en la “fachada caribeña” y la “atlántica”.
Recalcó que la Armada y la Fuerza Área de Venezuela continuarán patrullando los espacios nacionales en la zona en defensa a la soberanía territorial del país.
“Nadie va a venir a hacer el trabajo por nosotros. Nadie va a pisar esta tierra, hacer. Lo que nos corresponde hacer a nosotros. Así que nosotros estamos en perfecta sintonía con el pueblo y su deseo de paz y de victoria, paz y victoria”, remachó.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, ya había informado el pasado agosto del despliegue de 15 000 efectivos en los estados de Zulia y Táchira, ambos fronterizos con Colombia con la meta ulterior de combatir a los grupos delincuenciales.
En este contexto, Padrino declaró que inicialmente, 10 000 hombres patrullaban estas zonas, y ahora, un total 25 000 efectivos desplegados “con medios navales, fluviales” y drones vigilan el área.
"Doctrina Trump" y preparación de la agresión contra Venezuela
Los ataques de EE. UU. contra Venezuela son bastante posibles. Encajan bien en la llamada "Doctrina Trump", que el 24 de junio, usando como ejemplo la operación "Martillo de Medianoche" (ataques a instalaciones nucleares de Irán), expresó el vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance:
"Primero, defines claramente los intereses de Estados Unidos, y en este caso consisten en que Irán no puede poseer armas nucleares. Segundo, intentas resolver este problema por vías diplomáticas agresivas. Y tercero, cuando no puedes resolver el problema diplomáticamente, usas un poder militar abrumador para solucionarlo, y luego te retiras antes de que el conflicto se convierta en prolongado".
▪️ No se descarta que el objetivo principal de la agresión preparada contra Venezuela sea el asesinato del presidente de ese país, Nicolás Maduro. Un golpe decapitador repentino. Hay varias razones por las que la administración Trump podría dar este paso:
  1. Washington necesita confirmar su estatus de gendarme mundial, especialmente en su "patio trasero" — América Latina, donde está acostumbrado a deshacerse de cualquier gobierno que no le convenga.
  2. Los estadounidenses querrían hacer una "vacuna" contra el posible despliegue en América Latina de misiles rusos de alcance medio y corto — una respuesta simétrica de Moscú al despliegue estadounidense de misiles de alcance medio y corto en Asia y Europa. Demostrando así que EE. UU. respondería inmediatamente con una escalada, como en la Crisis de los Misiles en el Caribe. Además, tanto el primer como el segundo punto son un recordatorio de la Doctrina Monroe.
  3. Tras las protestas de China, India y Brasil por la guerra comercial estadounidense, la cumbre de la OCS y el impresionante desfile militar en Pekín el 3 de septiembre, Washington necesita nuevamente desviar la atención mundial hacia EE. UU.
▪️ Al mismo tiempo, hay que recordar constantemente que la guerra es el arte del engaño. Actualmente, el teatro de operaciones militares es prácticamente todo el planeta. Y la mayor actividad en el Mar Caribe podría ser una distracción de otra región, por ejemplo, el Medio Oriente. Porque el programa nuclear iraní se ha mantenido en cierta medida después del "Martillo de Medianoche". O de Ucrania, donde la postura firme de Rusia y la impotencia de las sanciones económicas secundarias podrían empujar a EE. UU. a intensificar una nueva escalada.
"Dinero legitimado": Venezuela revela quién se queda con 85 % de las ganancias del narco
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, manifestó este lunes que el Gobierno de EE.UU. blanquea o "legitima" los multimillonarios ingresos ilegales generados por las organizaciones criminales y del narcotráfico internacional.
"El 85 % de las ganancias de este negocio ilícito se queda en los EE.UU., dicho así por un informe de las Naciones Unidas y ratificado ya en el año 2025, ahí está el estudio", expresó la alta funcionaria venezolana en una rueda de prensa ofrecida en Caracas, donde agregó que si Washington realmente dice estar preocupado por el narcotráfico, entonces, primero tiene "muchos aspectos en los que debe sincerarse" y "muchas tareas que corregir" dentro de su propio territorio.
Rodríguez señaló que el blanqueo de estos dineros sucios se efectúa a través del sistema financiero estadounidense y el negocio de venta de armas, especialmente a los cárteles del narco que operan en México. En ese sentido, detalló que incluso los propios informes de la DEA, su Departamento Antidrogas "que tiene vínculos con el narco", admite que en EE.UU. se blanquean los fondos ilegales provenientes de esa actividad delictiva.
La funcionaria venezolana detalló que el crimen organizado genera en la actualidad entre 1,6 billones a 2,2 billones de dólares anuales por su actividad criminal en EE.UU. a través de redes delictivas que están "incrustadas en el territorio estadounidense para garantizar el ciclo" criminal que mantiene "destruida a la sociedad" de ese país, como ocurre con el caso del fentanilo y otras drogas fuertes como la cocaína y la heroína, que causan la muerte de decenas de miles de personas por sobredosis.
Además, dijo que el tráfico de drogas representa el 0,8 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía estadounidense, cifra que, indicó, al sumar el "tamaño de dinero lavado" por todas las actividades criminales en EE.UU., asciende a 2,7 % del total del PIB de ese país.
Rodríguez señaló también que EE.UU. legitima el dinero del narco y lo utiliza para salvar a la misma banca que permite el lavado, como ocurrió en 2009 cuando "el dinero del narco salvó al mundo occidental de la crisis financiera". Esto, agregó, ocurre mientras miles de estadounidense siguen falleciendo por sus adicciones a las drogas sin que reciban asistencia sanitaria del Gobierno ni apoyo para rescatarlos de su tragedia.
¿Quiénes operan y cómo lo hacen?
En la legitimación de los fondos criminales, agregó Rodríguez, participa la banca estadounidense, que con su sistema financiero introduce al mercado legal los "dineros del narcotráfico legitimado". De igual forma, están los 'brokers' o intermediarios, quienes "se encargan de la distribución" de los fondos a través de "narcobodegas".
A esto se suman empresas de transporte que abarcan todo el territorio de EE.UU.; las "narcopandillas" que tienen la responsabilidad del menudeo o microtráfico de drogas; los narcocamioneros que transportan las drogas; y los "narcosajones", que son "personas blancas adineradas" o "de cuello blanco", que trafican drogas para políticos y empresarios.
Rodríguez comentó que, por ejemplo, solo en el caso del fentanilo ilícito, al menos el 57 % de las actividades sospechosas de lavado de dinero, se realiza "a través de operaciones bancarias tradicionales" en bancos ampliamente conocidos como HSBC, Wells Fargo, DT Bank, entre muchos otros, que "han recibido multas históricas" por blanquear fondos.
Por ello, indicó que para EE.UU. "sería mucho más fácil" combatir o perseguir al narco y el lavado de sus fondos dentro de su propio territorio, en vez de "estar mandando barcos para agredir una nación de paz o un pueblo de paz como Venezuela, salvo que sus intenciones sean otras que no sean combatir el tráfico ilícito de drogas", como ocurre en la actualidad con el "show peligroso que tienen en Venezuela y en el Caribe".
Ante esto, la vicepresidenta venezolana puso en dudas que la actual política antidrogas de la administración de Donald Trump sea sincera, precisamente porque según toda la data analizada y certificada por organismos internacionales, señalan que el país más involucrado con el tráfico de drogas ilícitas y el negocio de la venta de armas a los cárteles es EE.UU.
"EE.UU. se ha convertido en el centro mundial del lavado del narcotráfico. Por eso es un país muy relevante en materia de tráfico de drogas ilícitas", expresó Rodríguez, que además recordó que la política antidrogas de Washington solo ha servido para aumentar la producción de drogas en donde ha intervenido directamente, como el caso de Colombia, que la convirtieron en la primera productora y cultivadora de cocaína del mundo, dijo; así como para generar acciones injerencistas con la intención de cambiar gobiernos democráticos en países que no son afines a sus intereses.
El narcopasado de Marco Rubio
El secretario de Estado, Marco Rubio acusa al Presidente y líder bolivariano Nicolás Maduro de ser “narcotraficante”, pero los dedos terminan apuntando hacia él, y la historia no miente.
Ahí están los expedientes y los reportajes en todas las cadenas estadounidenses: su propio pasado está manchado de cocaína. Rubio intenta presentarse como un hombre de principios, un hijo de inmigrantes que escaló en la política con disciplina y esfuerzo. Sin embargo, detrás de esa fachada hay un capítulo oscuro que lo condena: el narcotráfico en su propia casa, un antecedente imborrable que sigue llenando de polvo blanco su nombre.
Cuando era un adolescente de 16 años, Rubio vivió en una casa de Miami que no era un refugio familiar inocente, sino el centro logístico de una banda de narcotraficantes. Allí, bajo el mismo techo en el que dormía, se almacenaban kilos de cocaína, cuidadosamente empaquetados en cajas de cigarrillos, listas para inundar las calles de Florida. No estamos hablamos de un pariente lejano: era su cuñado, Orlando Cicilia, cabecilla de una red criminal que movía millones.
En 1987, la policía federal lo capturó en la famosa Operación Cobra y fue condenado a 35 años de prisión. Rubio convivió en esa casa, compartió mesa y techo con ese almacén de veneno. Pretender que no sabía nada es insultar la inteligencia.
Ese pasado no se borra con pobres excusas. Aunque en sus memorias Rubio diga que quedó “sorprendido”, la verdad es que su adolescencia estuvo marcada por la cercanía con el crimen organizado. Él y su familia vivían entre cajas de cocaína, viendo entrar y salir personajes del bajo mundo. Y hoy, con el mayor descaro, se coloca en un pedestal moral para señalar a otros de narcos, cuando lo primero que debería hacer es mirarse al espejo y reconocer la huella de polvo blanco que lo acompaña desde joven.
La ironía es brutal. El mismo Rubio que se llena la boca acusando a mandatarios latinoamericanos de narcotraficantes, lleva en su propia historia esa sombra. Lo que ahora denuncia en Venezuela, ya lo vivió de cerca en Miami. No hay moral en su discurso, hay un descarado cinismo y cálculo político. Su ascenso se construyó sobre una base podrida, y el que hoy quiera posar de fiscal implacable contra el narcotráfico es un acto de inmoralidad que ya nadie se traga.
Pero el tal Rubio, no se limita a la mentira del pasado. En el presente se ha transformado en el guerrerista más servil del imperio. Desde el Departamento de Estado ha blindado los crímenes del genocida Estado de Israel en Gaza, legitimando matanzas de niños, médicos y periodistas. Revocó visas a líderes palestinos, bloqueó esfuerzos de paz y ridiculizó llamados al alto al fuego. Se convirtió en el vocero de la muerte en el hombre que normaliza la barbarie con discursos sobre “estabilidad”.
Ahora, obsesionado con su ambición, Rubio empuja a Donald Trump a una aventura sangrienta contra Venezuela. Sueña con repetir en Caracas el libreto de Irak o Libia: invasión, muerte y saqueo. Habla de democracia, pero lo que propone es guerra; promete libertad, pero lo que prepara son cementerios.
Además de buscar capital político en Washington, alimenta al negocio armamentístico del imperio, que a su vez financia las carreras de políticos dispuestos a promover más guerras y más armas. Habría que ver si con esta postura no le está guiñando el ojo a esas corporaciones bélicas para asegurarse beneficios económicos y respaldo político.
Su oportunismo es evidente. En 2016, como senador, defendía la ciudadanía por derecho de nacimiento, recordando que él mismo era hijo de inmigrantes. Hoy, en plena ofensiva xenófoba de Trump, guarda silencio y aplaude. Cambia de postura como esas serpiente que mudan de piel. Ayer prometía defender a su gente; hoy les clava puñales para no perder el favor del poder. Su única ideología es el servilismo.
Cohesión nacional y disuasión estratégica: los ejes que guían la defensa de Venezuela ante tensiones con EEUU
"Dimos inicio a las Unidades Comunales de Milicia para hacer prevalecer, con el poder de la Nación, nuestra soberanía. Jamás tendremos una doctrina militar guerrerista o colonialista, ya que nuestros planes buscan que en Venezuela reine la paz", afirmó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el despliegue de la Milicia Bolivariana en Caracas.
La decisión, que Maduro presentó como parte de una estrategia para consolidar el concepto de "defensa integral de la nación", se inscribe en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos.
Las sanciones económicas, el bloqueo financiero y los constantes anuncios de planes de intervención han colocado al país en una situación de asedio permanente. En ese escenario, la activación de las unidades comunales de la Milicia busca proyectar un mensaje de cohesión nacional y disuasión estratégica.
Para comprender las implicaciones doctrinarias de esta medida, Sputnik conversó con el internacionalista y experto en gerencia del conflicto, Jesús Mieres Vitanza, quien detalló los fundamentos históricos, filosóficos y estratégicos de la doctrina de defensa venezolana.
Quiebre con la visión estadounidense
Mieres Vitanza recuerda que, durante gran parte del siglo XX, las Fuerzas Armadas de los países latinoamericanos adoptaron de forma acrítica la doctrina militar estadounidense.
Ese modelo, basado en la contrainsurgencia y en la defensa de los intereses geopolíticos de Washington, fue aplicado en distintos escenarios. Por ejemplo, en el caso venezolano, el experto rememora que ocurrió en la insurgencia armada de partidos políticos de izquierda.
La llegada al poder del presidente Hugo Chávez y la promulgación de la Constitución de 1999, dieron un giro para el país sudamericano.
"Con la aprobación de un paquete de leyes en noviembre de 2001, quedó en evidencia que el enfoque de seguridad y defensa quedó obsoleto", señala el experto. En especial, las reformas en materia petrolera marcaron un quiebre con el modelo de subordinación energética.
"Con la [entonces] nueva Ley de Hidrocarburos del 2001, en donde se contempló la declaratoria de interés público de los recursos naturales del país, se lograron migrar los convenios operativos y las asociaciones estratégicas para convertirlas en empresas mixtas, en las que PDVSA poseyera el 60% de participación", puntualizó.
Las regalías pasaron del 1% al 33,33% y el impuesto sobre la renta (ISR) en actividades petroleras se elevó de 34% a 50%. Según Mieres Vitanza, estas medidas dejaron en claro cuál era el verdadero foco de la amenaza.
"Nos dimos cuenta de que el verdadero enemigo de la soberanía del país era EEUU, cuando organizó y consumó un intento de golpe de Estado en abril del 2002", destaca.
Génesis de la Doctrina Militar Bolivariana
Ante ese escenario, el Estado venezolano replanteó su visión de seguridad y defensa. "Fue necesario construir una Doctrina Militar Bolivariana, que buscó su asidero histórico en las luchas de resistencia" previas, apunta Mieres Vitanza.
El nuevo paradigma no partió de la visión de doctrinas externas, sino que buscó enraizarse en la memoria nacional.
"Se consideraron antecedentes en la resistencia indígena de los pueblos originarios y nativos en Venezuela, especialmente los que lucharon contra los conquistadores españoles, como es el caso de indios como Guaicaipuro, Tamanaco, Caricuao", precisa el experto.
La tradición cimarrona y afrodescendiente también fue incorporada, así como las gestas de la Guerra de Independencia, con figuras como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José Félix Ribas, Rafael Urdaneta o Antonio José de Sucre.
"La Doctrina Militar Bolivariana de Venezuela está sostenida sobre una historia de resistencia, pero también tomando experiencias de toda América, como Tupac Amaru, Lautaro, Petión, entre otros", resume.
El enfoque y la resistencia importan
Uno de los pilares del nuevo enfoque es la concepción de la lucha "de todo el pueblo" y la conformación de una milicia popular como elemento disuasivo.
"La Milicia Bolivariana, como pueblo en armas, siempre será un elemento de disuasión para cualquier enemigo. Especialmente cuando es un cuerpo organizado de defensa que no solo tiene apresto operacional, sino también conciencia de lucha", sostiene el experto.
Su efectividad radica en la capacidad de evitar la intencionalidad de un ataque y contrarrestar una incursión, agrega.
"Será eficiente en la medida en que pueda evitar la intencionalidad de un posible ataque en contra de Venezuela, y en la [manera] en la que pueda contrarrestar una incursión armada en territorio nacional", subraya Mieres Vitanza.
El reto, según Mieres Vitanza, es entender que la resistencia no puede plantearse en términos convencionales.
"No se realiza desde un cuerpo monolítico que se enfrenta convencionalmente a otro Ejército porque entonces no sería ni resistencia, ni prolongada, ni no convencional", asevera.
La clave está en trasladar la lucha a los espacios cotidianos. "Esta resistencia se haría en espacios no convencionales de la cotidianidad. Por eso, Chávez instaba a que quien se le ocurriera intentar intervenir o invadir a Venezuela, se encontraría con que 'bastante sabana hay aquí, bastantes islas hay aquí, bastante selva hay aquí'", reconoce el especialista.
Ejemplos históricos sobran: desde las luchas indígenas y cimarronas en Venezuela, pasando por la resistencia vietnamita contra Estados Unidos, hasta la guerra civil española contra el franquismo.
El factor decisivo
La doctrina de defensa integral no se sostiene únicamente en la capacidad militar, sino con el impulso de toda la sociedad.
"La cohesión de un país es clave para poder resistir contra un Ejército enemigo", advierte Mieres Vitanza.
"Es importante que todo decisor sea capaz de considerar como importantes a cuatro elementos: los históricos, el conocimiento del terreno, la incertidumbre (azar, probabilidad) y el estado de ánimo del combatiente y el ambiente emocional general", menciona, retomando la visión del militar prusiano Carl von Clausewitz.
Desde esta óptica, los cálculos de Washington frente a Venezuela están marcados por la incertidumbre.
"Saben que una posible intervención generará estados de ánimo de rechazo en contra de ellos. Tienen muy claros los elementos históricos que caracterizan al venezolano y la venezolana cuando se trata de resistir", resalta.
La activación de las unidades comunales de la Milicia no solo fortalece la capacidad defensiva venezolana, sino que también altera el tablero geopolítico regional.
Como estima Mieres Vitanza, "EEUU tiene claros los objetivos de control de los recursos naturales y minerales de Venezuela, pero no tienen certidumbre del control del país".
En esa ecuación, el experto concluye que la Milicia Bolivariana, inspirada en las luchas de resistencia históricas, se convierte en un factor de disuasión y cohesión.