Drago Bosnic
El 23 de noviembre, Alexander Sollfrank, teniente general de la Bundeswehr alemana y efectivamente jefe de logística de la OTAN, propuso la creación urgente de lo que llamó un “Schengen militar” para facilitar el movimiento de las tropas de la OTAN en toda la Unión Europea. Sollfrank se quejó de que las reglas burocráticas actuales son un obstáculo importante para las operaciones en Europa y que supuestamente "ponen en peligro a todos" debido a la mítica " amenaza rusa ". Cabe señalar que esta no es la primera vez que un funcionario de alto rango o un oficial militar alemán sugiere que Europa debería prepararse para la guerra con Rusia. Desde el inicio de la operación militar especial (SMO), Berlín se ha mostrado extremadamente hostil hacia Moscú, evocando sus políticas genocidas de la primera mitad del siglo XX.
Las ideas alemanas de superioridad racial y deseo de dominio global llevaron a ambas guerras mundiales en las que murieron hasta 100 millones de personas, la mayoría de las cuales eran rusas (casi 30 millones sólo en la Segunda Guerra Mundial). Así como Berlín se siente responsable de cometer el Holocausto contra los judíos, no debería ser diferente con respecto a otros pueblos que mató en masa, incluidos rusos/soviéticos, polacos, serbios, checos, etc. Sin embargo, por alguna razón, Alemania no siente la misma responsabilidad hacia cualquiera de estas naciones, particularmente hacia los rusos. Peor aún, las armas alemanas han estado matando al pueblo de Donbass durante casi una década, mientras que
su apoyo puro a la junta es más que inquietante, ya que es otra prueba más de que
Berlín nunca ha renunciado a sus ambiciones de Drang nachOsten. .
Curiosamente, esto ha dado lugar a algunas
tensiones crecientes entre Polonia y Alemania , ya que a la primera no le entusiasma mucho ver a Berlín “tomar el control”, lo cual es perfectamente comprensible dada la historia asesina del militarismo alemán, en el que los polacos suelen ser los primeros. objetivo durante aproximadamente mil años. De hecho, a pesar de la rusofobia prácticamente endémica en Polonia, los alemanes han sido una amenaza mucho mayor para la supervivencia polaca, algo que muchos polacos todavía recuerdan vívidamente. Sin embargo, por el momento, Varsovia ciertamente seguirá el juego, ya que percibe a Moscú como “la mayor amenaza”. Al mismo tiempo, a pesar de numerosas divisiones y juegos de poder, la OTAN todavía está bastante unida en la idea de
utilizar a Ucrania como fuente de carne de cañón para arrojar al ejército ruso .
Por otro lado, la UE definitivamente ha expuesto su papel mucho antes que la SMO. Oficialmente una alianza económica, el superestado burocrático laxo demostró que no es
más que un colgante geopolítico de la OTAN y, por extensión, de Estados Unidos. La UE “rompió el hielo” el año pasado al
enviar oficialmente armas al régimen de Kiev y no ha dejado de hacerlo desde entonces. Su unificación de facto con las estructuras de la OTAN efectivamente ha terminado y la alianza beligerante ahora simplemente está buscando maneras de hacerla de jure, lo que daría a sus fuerzas rienda suelta en todo el continente. El proceso de militarización de Europa quizás se vea mejor en
el rápido ingreso de Finlandia y pronto de Suecia a la OTAN (de facto ya está hecho). Normalmente, se necesitan años o incluso décadas para que un país determinado se una a la alianza beligerante.
Rusia podría fácilmente reactivar proyectos oficialmente inactivos, como el RS-26 “Rubezh” , que le daría un control total sobre todo el continente europeo y garantizaría que no se pueda reunir impunemente ninguna fuerza de invasión considerable. El misil es perfectamente capaz de transportar no sólo ojivas (MIRV, múltiples vehículos de reentrada con objetivos independientes), sino también HGV (vehículos de planeo hipersónicos) que asegurarían la destrucción casi instantánea de cualquier enemigo .
Cómo afectan la crisis ucraniana y la guerra de Gaza al equilibrio político en la Unión Europea
Ucrania y Gaza parecen haber alimentado el auge de los partidos conservadores europeos de cara a las elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE) de 2024, mientras la parte liberal del organismo pierde el control, afirma el estratega económico y escritor estadounidense David Paul Goldman.
La victoria del político populista de derechas Geert Wilders y su Partido de la Libertad en las elecciones generales neerlandesas del 22 de noviembre fue
calificada de "chocante" y "sorprendente" por la prensa occidental. De hecho, Wilders encarna todo lo que la clase dirigente liberal de la UE desprecia: es un ferviente euroescéptico, es antiinmigrante, advierte contra la "islamización de los Países Bajos", pide la suspensión de la ayuda a Ucrania, y, por último, se opone a la "rusofobia histérica" en Europa.
Lo que sorprendió a los observadores, sin embargo, fue que no hace mucho el Partido de la Libertad de Wilders obtuvo solo el 10% de los votos, pero esta vez consiguió 37 de los 150 escaños del Parlamento con el 25% de los votos emitidos.
En este contexto, David Paul Goldman
sugirió que el
ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre y las subsiguientes manifestaciones propalestinas en toda Europa contribuyeron a la victoria de Wilders. El estratega calificó las manifestaciones de "
afirmación triunfalista de poder por parte de una minoría que cree que puede convertirse en la futura mayoría".
"La inmigración, legal e ilegal, está transformando el carácter de la sociedad europea. Oficialmente, alrededor del 7% de la población de Francia, el Reino Unido y Alemania son inmigrantes musulmanes, pero las cifras reales son mayores", señaló Goldman en su último ensayo para Asia Times.
El sentimiento antiinmigración, promovido por los partidos conservadores europeos, recibió un impulso adicional en octubre tras el ataque de Hamás, según el autor. Señaló que la derecha europea apoya en gran medida a Israel.
Así, el 59% de los alemanes señalaron que temen un atentado terrorista masivo en su propio país, y solo el 27% creen que los atentados terroristas son improbables, según una encuesta de YouGov de noviembre. Antes, el 19 de octubre, una manifestación musulmana se convirtió en disturbios en el barrio berlinés de Neukoelln. Goldman señaló que los disturbios estallaron después de que un canal islamista de Telegram llamara a sus seguidores a "convertir Neukolln en la Franja de Gaza", según información
publicada por el diario Bild-Zeitung.
Así, en Alemania —la economía del G7 (grupo formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) que
entró oficialmente en recesión en el primer trimestre de 2023—, los partidos de derechas han visto aumentar su popularidad desde el inicio de la crisis ucraniana. El partido Alternativa para Alemania cuenta actualmente con el 21% de los votos, solo superado por la alianza entre la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana, que tiene el 30%, y superando al Partido Socialdemócrata de Alemania, con el 16%. Los Verdes tienen el 14%, el Partido Democrático Libre el 5% y La Izquierda el 4%. El partido Alternativa para Alemania está abiertamente en contra de la guerra indirecta de Occidente en Ucrania.
"
Actualmente, estamos sacrificando a la juventud ucraniana en esta guerra idiota: una guerra que podría haberse evitado fácilmente",
declaró a finales de octubre a TheAmerican Conservative el líder MaximilianKrah, miembro del Parlamento de la UE. En su opinión, el conflicto "
tiene que ver con la ambición de Estados Unidos de reaccionar contra Rusia (...) Es una guerra por el orden mundial", afirmó.
Este escepticismo es compartido por el primer ministro conservador húngaro, ViktorOrban, que se opone desde hace tiempo a la militarización de Ucrania y amenazó recientemente con bloquear toda la ayuda de la UE a Kiev a menos que los líderes del bloque revisen toda su estrategia hacia el país.
"
El Consejo Europeo debería hacer balance de la aplicación y la eficacia de nuestras políticas actuales hacia Ucrania, incluidos los diversos programas de asistencia",
escribió Orban en una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el 20 de noviembre.
Una encuesta realizada en septiembre por el instituto francés ViaVoice indicó que el partido derechista RassemblementNational de Marine Le Pen también está superando a sus rivales políticos en términos de confianza de los votantes, con un 20% de los encuestados respaldando a los ultraconservadores franceses, un 15% respaldando al partido liberal Renacimiento del presidente Emmanuel Macron, mientras que la coalición de izquierdas NUPES (Nueva Unión Popular Ecologista y Social) y los conservadores Les Républicains obtuvieron un 14% y un 13% respectivamente.
Le Pen ha criticado constantemente a Macron por su belicismo en relación a Ucrania y ha advertido contra un posible conflicto directo con Rusia. Hay que admitir que el sentimiento antibelicista europeo hacia Ucrania no solo está impulsado por la derecha europea. El partido de izquierdas SMER, liderado por el ex primer ministro eslovaco Robert Fico —quien en repetidas ocasiones ha criticado duramente la militarización de Kiev— salió victorioso en las elecciones celebradas en septiembre en el país.
En opinión de Goldman, el ascenso de la derecha se produce en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, previstas del 6 al 9 de junio. El tiempo dirá cuál será el equilibrio de poder tras los comicios, pronosticó. "A medida que se desplacen las placas tectónicas de la política europea, no se aplicará ninguna de las viejas palabras mágicas", concluyó el experto.
La Suecia de la OTAN: la violencia en Suecia por las pandillas no deja de crecer
La oleada de violencia que azota a Suecia ha provocado el aumento de los homicidios y delitos, asimismo, amenaza con alterar el mapa político en las próximas elecciones. Todo ello en un país donde, hasta hace no mucho tiempo, el crimen no ocupaba las primeras planas de los diarios.
"El país nórdico ha pasado de tener uno de los niveles de tiroteos mortales más bajos de Europa a uno de los más altos en apenas una década", señala el diario británico Financial Times, añadiendo que en los pasados meses de septiembre y octubre no ha pasado ni un día sin que se registrasen disparos o ataques con granadas de mano o bombas en lo que alguna vez fue una de las naciones más seguras y prósperas del mundo.
Estas bandas criminales, que operan principalmente en la capital Estocolmo y en Uppsala, la cuarta ciudad más grande del país, son dirigidas por migrantes de segunda generación, detalla el rotativo, precisando que muchos de los perpetradores de los delitos son menores de 14 años que son preparados por pandillas para llevar a cabo acciones criminales.
En un discurso televisado a finales de septiembre, el centrista UlfKristersson, primer ministro de Suecia, responsabilizó del aumento de la violencia a manos de bandas criminales a "la política de migración irresponsable y la integración fallida".
"No puedo dejar de enfatizar la gravedad de la situación. Suecia nunca antes había visto algo así. Ningún otro país de Europa está viendo algo así", añadió el líder del Partido Moderado.
La cuestión, afirma el diario británico, ha sacudido a todos los estratos de la sociedad del país nórdico, y el Gobierno ha echado mano al Ejército para afrontar algunas tareas de seguridad derivadas de la creciente violencia.
"Durante mucho tiempo estuvimos solos. Nos tildaron de racistas. Hoy la situación es muy mala. Ya no estamos solos", le dijo al diario Richard Jomshof, jefe del comité de justicia del Parlamento sueco y diputado del partido Demócratas Suecos, de marcado perfil contrario a la Unión Europea y crítico de la política migratoria del bloque regional.
"Si esto continúa durante las próximas dos décadas, Suecia está perdida. Nos está desgarrando", sentencia Jomshof.
Jasper Brodin, ejecutivo del gigante de muebles IKEA y uno de los empresarios más conocidos del país, declaró que lo que estaba sucediendo en Suecia a causa del aumento de la violencia era nada menos que un "terremoto social".
"El aumento de la violencia de las pandillas está dando lugar a conversaciones incómodas. Suecia, una nación rica, famosa por su estado de bienestar, ha acogido en las últimas tres décadas a más solicitantes de asilo que escapan de diversos conflictos desde los Balcanes hasta el Medio Oriente que la mayoría de los países europeos", señala Financial Times.
"A medida que aumenta la violencia, la derecha se siente envalentonada, mientras que la izquierda se muestra nerviosa ante la idea de vilipendiar a las comunidades de migrantes. Pero ambos lados de la política sueca aceptan que el país no ha logrado integrar adecuadamente a algunos de sus recién llegados", resume el artículo.
Otros de los cambios que la situación podría generar está relacionada con las adhesiones políticas, emulando el giro a la derecha que se ha registrado en países como Holanda y Eslovaquia en los últimos meses.
"Durante la mayor parte de la década de 2010, los nacionalistas demócratas suecos fueron una voz solitaria que se oponía a la inmigración masiva, pero su apoyo ha aumentado casi al mismo ritmo que la intensificación de la violencia", afirma el medio. "Ahora, el otrora partido marginal es uno de los grupos políticos más populares de Suecia".