Ese ataque destruyó una base secreta de inteligencia israelí.
Según fuentes israelíes, el mayor daño infligido al gobierno israelí durante el ataque de represalia de Irán es la base secreta de inteligencia en el norte de los Altos del Golán ocupados, ubicada en Jabal al-Sheikh (Monte Hermón).
La importancia y sensibilidad de este lugar es tal que el ejército israelí impuso una prohibición total de prensa en esta zona y todo está censurado y no se permite ninguna evaluación de daños ni anuncios públicos.
Esta base de inteligencia jugó un papel en el reciente ataque israelí a la embajada iraní en Damasco y, en general, en los últimos años ha jugado un papel muy importante y destacado en las operaciones de inteligencia contra Siria e Irán.
La razón de esto es muy clara y obvia. El objetivo del ataque de “ola única” era enviar un claro mensaje de advertencia al régimen israelí, a Occidente y a sus lacayos para que comprendan el poder de Irán y sepan que si la República Islámica de Irán lo desea, es capaz de aplastar sus enemigos y malvados, ¡y no deberían meterse más con Irán!
El ataque a Israel es "solo una bofetada en la cara" que anticipa las verdaderas capacidades de Irán
Ilya Tsukanov
Irán lanzó el 13 de abril un ataque masivo de drones y misiles contra Israel, dirigidos contra instalaciones militares, incluida una base aérea que alberga aviones que, según Teherán, se utilizaron en el ataque del primero de abril contra el consulado iraní en Damasco.
Funcionarios iraníes e israelíes han expresado opiniones contradictorias sobre si el ataque del 13 de abril fue un éxito o un fracaso.
Irán tenía el derecho legal bajo la ley internacional y la motivación estratégica para realizar sus ataques contra Israel, y la escala del ataque fue solo una muestra de las capacidades militares de la República Islámica, aclararon a Sputnik los académicos de Teherán y comentaristas de asuntos geopolíticos Mohamad Marandi y Foad Izadi.
"Para Irán fue un ataque muy pequeño. Esto fue solo una bofetada en la cara", dijo en una entrevista Marandi, analista político y profesor de la Universidad de Teherán.
El experto también comentó la evaluación del general Ram Aminach, exasesor económico del jefe del Estado Mayor israelí, quien estimó el 14 de abril que Israel gastaba casi 10 veces más en derribar misiles y drones iraníes de lo que costaba producirlos.
"Las capacidades de Irán en materia de aviones no tripulados y misiles son muy avanzadas, y los iraníes solo utilizaron un puñado de sus misiles avanzados. El resto eran señuelos que obligaron a los israelíes a utilizar misiles antimisiles por valor de 1.300 millones de dólares. Por tanto, los israelíes saben que si siguen así, los iraníes les golpearán mucho más fuerte", enfatizó.
"Irán quería crear una disuasión", subrayó Marandi, comentando los posibles objetivos y motivaciones de Teherán para los ataques.
"El régimen israelí atacó la soberanía de Irán y asesinó a ciudadanos iraníes [en el ataque a la Embajada en Damasco]. Por lo tanto, Irán castigó al régimen israelí para asegurarse de que esto no se repita nunca más, sobre todo porque Estados Unidos, Francia y Alemania y el Consejo de Seguridad de la ONU impidieron que el régimen fuera condenado o castigado", agregó.
"Los iraníes sintieron que no tenían otra opción que castigar al régimen [israelí], y así lo hicieron. Y el mero hecho de que los estadounidenses quieran que esto termine demuestra que no terminó bien para Israel. Y si los israelíes continúan, entonces los iraníes golpearán mucho más fuerte", advirtió Marandi.
A su vez, Izadi, profesor asociado del departamento de estudios estadounidenses de la Universidad de Teherán, coincidió con Marandi en que Irán tenía derecho a responder.
"Irán atacó a Israel por el ataque de Israel al consulado iraní en Damasco. Los consulados, según el derecho internacional, según la Convención de Viena, forman parte del territorio de ese país, de su suelo. Y según el artículo 51 de la Carta de la ONU, si un país es atacado, ese país puede responder, defenderse", explicó Izadi.
En cuanto a la motivación de Irán y si era "una buena idea dar este paso" y "realmente utilizar este derecho de autodefensa", el profesor afirmó, partiendo de la lógica de los dirigentes iraníes, el ataque se produjo "porque los israelíes han estado atacando sitios iraníes en Siria y otros lugares durante algún tiempo".
"Los líderes iraníes se dan cuenta de que si no tienen una respuesta seria, este tipo de ataques continuarán y aumentarán. Y por eso han respondido. Por lo tanto, muestra la capacidad de Irán. Y muestra el hecho de que Irán está dispuesto a utilizar esta capacidad", dijo Izadi.
Último capítulo de una guerra en la sombra que dura décadas
El ataque con drones y misiles del 13 de abril fue el primer ataque iraní en suelo israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió el 14 de abril de que "quien nos haga daño" recibirá "el mismo daño", y el ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, afirmó que Israel responderá al ataque de Irán de la manera y en el momento "que nos convenga". A su vez, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Bagheri, advirtió a Tel Aviv de que la operación del 13 de abril era solo un anticipo de lo que ocurriría si Israel se atrevía a responder.
"Sus centros de población y económicos no fueron alcanzados, para que el criminal y agresivo ejército sionista se dé cuenta de que su acción no quedará sin respuesta", dijo Bagheri, advirtiendo que Irán podría lanzar un ataque "decenas de veces" más potente en caso de una escalada.
El presidente de EEUU, Joe Biden, declaró el 13 de abril que le había reafirmado a Netanyahu en una llamada telefónica "el compromiso férreo de Estados Unidos con la seguridad de Israel". En privado, sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron a los medios estadounidenses que Biden había informado al líder israelí que Washington no participaría en ninguna acción ofensiva contra Irán si Tel Aviv decidía responder.
Irán tiene una reputación de no ceder cuando se trata de su seguridad, lanzando ataques regularmente contra objetivos terroristas en Irak y Siria, y llevando a cabo un ataque similar contra fuerzas terroristas y separatistas en el vecino Pakistán a principios de 2024.
En 2020, Irán respondió al asesinato por parte de Estados Unidos del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI),
Qasem Soleimani, lanzando misiles balísticos a las bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses. En junio de 2019, Irán derribó un dron espía estadounidense que voló a su espacio aéreo sobre el Estrecho de Ormuz, pero salvó a un avión de reconocimiento tripulado que también estaba en la zona durante el incidente para evitar una escalada innecesaria.
Netanyahu realmente necesita una guerra, una guerra a gran escala.
La cuestión aquí no es ni siquiera el fracaso de la operación en Gaza, o la movilización que no produjo nada o la economía. Todo esto también es cierto, pero lo más importante es que el equipo de Biden está intentando expulsar a Netanyahu, pues se ha convertido en un hueso en la garganta. Además, tan pronto como el líder israelí pierda su cargo, es casi seguro que irá a prisión.
El 21 de noviembre de 2019, Netanyahu fue acusado formalmente de abuso de confianza, aceptación de sobornos y fraude, lo que lo llevó a renunciar legalmente a sus puestos ministeriales además de como primer ministro. El juicio de Netanyahu en el Tribunal de Distrito de Jerusalén comenzó el 24 de mayo de 2020 y el testimonio comenzó el 5 de abril de 2021. La fiscalía enumeró 333 testigos.
Por el momento, las cosas van con lentitud y nadie dejará el estado sin un líder durante la guerra. Pero tan pronto como llegue algún tipo de paz relativa, ésta situación no continuará. Se le inculcarán todos los crímenes de Israel, con eso todos se lavarán las manos y tendrán un chivo expiatorio perfecto. Fue él quien cometió las masacres y todas esas barbaridades, y nosotros solo cumplíamos órdenes.
Netanyahu entiende bien que necesita una guerra. Una gran guerra en la que sólo él sería el garante del mantenimiento de la influencia estadounidense en Oriente Medio, y la existencia del Estado judío estaba en juego y dependía de su poder. Todas las demás opciones, incluso con el conflicto de baja intensidad en Gaza, conducirán a una reapertura activa del caso penal, la destitución del cargo y el arresto.
Irán, por su parte, está esperando que Netanyahu finalmente se descarrile y debilite lentamente a Israel. Allí todo es inestable, no hay porqué apresurarse, sus aliados están destruyendo la autoridad y el poder de las FDI, entonces, ¿por qué romper el ritmo?
- Biden advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contra el lanzamiento de nuevos ataques contra Irán y dejó claro que Washington no participaría en acciones ofensivas contra la República Islámica, informó NBC, citando fuentes gubernamentales informadas.
Además, Biden ha dicho en privado que teme los intentos de Netanyahu de arrastrar a Estados Unidos al conflicto más amplio de la región.
En estos días están siendo muy recurrentes las palabras de Biden y de sus allegados respecto a la intención de Israel de devolver el golpe al malvado Irán, dejando atrás el hecho de que se cataloga el ataque de Irán como indiscriminado cuando es obvio que fue en respuesta al ataque a la embajada iraní de Damasco, lo que en si mismo es casus belli, detrás de las palabras de Biden hay algunas cosas que debemos comprender y que la mayoría de la gente que las escucha en los medios entiende otra situación.
Esas palabras quieren hacer ver que EE.UU. no quiere una guerra y por ende no va a involucrarse en las acciones de Israel, quieren que la gente piense que el gobierno de EE.UU. no está de acuerdo con las decisiones de Netanyahu, pero la realidad no es esa, dicen que no participarán en la ofensiva pero aunque eso también es una verdad a medias, porque que no sea una participación activa no quiere decir que no participen, sí participaron en la defensa de la respuesta iraní que obviamente no se hizo esperar, una de las razones es obviamente el descontento del pueblo estadounidense, pero sin duda lo que más pesa es que Irán puede hacerle daño a Estados Unidos sin tener que atacar su territorio, si Irán corta el flujo del estrecho de Ormuz a los barcos estadounidenses por participar en la ofensiva, la opinión pública no justificaría tal acción, pero si, Irán, que tiene claro y así lo comunicó, sabe que EE.UU. es un actor importante en el conflicto, cierra el flujo de los barcos de Estados Unidos por ese canal que es de una importancia comercial extrema para la economía de occidente, EE.UU. ya tendrá una razón para intervenir activamente en el conflicto y justificarlo ante occidente.
Las dudas se disipan a medida que suceden los acontecimientos, Israel necesitaba una guerra rápida con Gaza, es obvio que se está ganando el odio del mundo por las imágenes que están inundando los medios y redes sociales, tiene varios frentes abiertos, necesitan apoyo de occidente, tanto de Estados Unidos como de sus principales aliados, esa ayuda acabará en el mismo sitio, la maquinaria de guerra de EE.UU. e Israel tal y como sucedió en la guerra de Ucrania, los países europeos y otros aliados entregan un dinero que acaba en USA y los que ceden armamento se lo compran a USA, en este caso será lo mismo, por eso Zelenski mira con recelo la forma de actuar de Estados Unidos con Israel sabiendo que por él no lo harían, la razón es que a Ucrania no la necesitan, ya consiguieron lo que querían de Ucrania, a Israel si lo necesitan y no dudarán en intervenir, conclusión, Irán es el nuevo malo de la película.
El modus operandi del ataque de Irán a Israel
Irán lanzó el mayor ataque con drones jamás realizado en el mundo y el mayor ataque con misiles de su historia contra objetivos israelíes en la Palestina ocupada.
El uso por parte de Irán de cientos de drones y misiles para atacar directamente a Israel durante la noche del domingo en represalia por un ataque israelí al consulado iraní en Damasco estableció importantes precedentes tanto a nivel político como militar.
A continuación, se presentan las consideraciones políticas y militares que podrían haber influido en la decisión de Teherán de llevar a cabo el ataque, que ha aumentado los temores de una posible guerra regional más extensa y que también podría influir en el curso de la guerra de Israel contra la asediada Franja de Gaza.
Consideraciones políticas
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán bautizó la operación como “Verdadera Promesa”, evidenciando así la determinación de las principales autoridades de Irán, incluido el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, de cumplir sus promesas de castigo por los ataques de Israel al consulado y otros.
El objetivo principal era reforzar la disuasión de Irán, ya que los funcionarios iraníes habían mostrado cierta “paciencia estratégica” tras el asesinato a finales de diciembre de otro alto comandante del CGRI en Siria, Razi Mousavi, en un ataque aéreo israelí en medio de las secuelas de la guerra en Gaza.
En este sentido, la inacción, los ataques de menor envergadura o contentarse con acciones militares a través del “Eje de Resistencia” se considerarían demasiado costosos para Irán.
Los ataques sin precedentes de Irán podrían haber momentáneamente desviado la atención mundial de las tragedias en la Franja de Gaza, donde decenas de miles de mujeres y niños han perdido la vida. Sin embargo, a largo plazo, estos ataques podrían aumentar la influencia de Irán en el mundo musulmán, en comparación con otras potencias regionales.
A pesar de la matanza en Gaza, Arabia Saudí no ha descartado la posibilidad de normalizar relaciones con Israel. Mientras tanto, Turquía ha comenzado recientemente a restringir algunas exportaciones a Israel luego de que el régimen israelí se negara a permitir el lanzamiento de ayuda desde el aire sobre el enclave asediado, donde los niños sufren de desnutrición.
Irán podría presentar argumentos sólidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ya que los ataques a misiones diplomáticas constituyen una violación de la Convención de Viena. Además, el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas consagra el “derecho inherente” a la autodefensa.
Armas usadas por Irán
Todavía no hay confirmación oficial sobre la cantidad exacta de drones o misiles balísticos y de crucero utilizados en el ataque contra Israel, aunque el ejército sionista informó que se lanzaron más de 300.
En el ataque a Israel se utilizaron drones kamikaze Shahed-136, equipados con una ojiva de alrededor de 50 kg (110 libras), según informó la televisión estatal iraní el domingo. Además, los canales de Telegram afiliados al CGRI mencionaron que se utilizaron los Shahed-238, los cuales, a diferencia del modelo 136, funcionan con un turborreactor y alcanzan velocidades de hasta 600 km/h (372 mph), aunque sacrifican cierta maniobrabilidad por estas altas velocidades.
Durante mucho tiempo se ha sabido que Irán cuenta con el arsenal de misiles más grande y diverso de Asia Occidental, pero este reciente evento fue, con diferencia, la mayor demostración de sus capacidades hasta la fecha. Según informes de la televisión estatal, se utilizaron el misil balístico de largo alcance Emad y el misil de crucero Paveh para atacar a Israel.
De cualquier modo, en una serie de ataques coordinados durante varias horas, Irán ha logrado llevar a cabo sus mayores ataques con drones y misiles hasta la fecha, cubriendo algunas de las distancias más largas en una operación militar real.
El comandante en jefe del CGRI, Hosein Salami, comentó que la operación superó sus expectativas, y señaló que los proyectiles solo apuntaron a objetivos militares, incluida la base aérea de Nevatim en el desierto de Negev, que presuntamente fue utilizada para lanzar los ataques israelíes contra el consulado iraní en Siria.
Comentario de Andrey Martyanov: El número crece...
...como era totalmente esperado. Sólo se pueden hacer girar las cosas hasta cierto punto, después de eso se vuelve posible.
Por supuesto, Israel guarda silencio sobre el destino de la instalación en los Altos del Golán. Pero hay algunas cuestiones técnicas extremadamente importantes detrás de esos nueve que penetraron (en realidad el número es mayor) AD israelí (que en realidad no es tan israelí) y por qué la cúpula militar israelí está temblando estará disponible pronto. Es tanto el fracaso estadounidense como el israelí.
Ah, el giro...
... Israel hace girar el número de drones subsónicos lentos derribados, ¡GUAU! Para eso está diseñado su Cúpula de Hierro: para atrapar drones muy lentos o cohetes Katyusha de trayectoria balística lenta y fácilmente calculable. Lo que no debe pasarse por alto es el hecho de la penetración extremadamente bien documentada del tan cacareado, eufemismo para designar groseramente embellecido, AD israelí por parte de modernos misiles balísticos y, como informa Irán, hipersónicos. Ésta fue el arma principal de ataque y cumplió su cometido. ¿Qué trabajo?, te preguntarás. Sencillo: castigo simbólico a Israel y tuvo éxito. A lo grande. Irán ha demostrado que en caso de una guerra real puede convertir a Israel en un estacionamiento y ninguna defensa aérea israelí ni ninguna otra de la OTAN podrá hacer nada al respecto.
Entonces, ¿quién sale perdiendo en todo eso? Fácil: Erdogan, que podría haber sido el líder del mundo islámico al tratar con Israel cerrando el suministro turco de petróleo, combustibles y otros materiales de guerra a Israel, involucrado en un genocidio sin precedentes de civiles en Gaza. Fracasó, ahora es Irán el que, una vez más, se enfrentó al lobby israelí-estadounidense, como lo hizo cuando el globo aerostático Trump dio la orden de matar al general Soleimani, y a los ojos del mundo islámico, incluida esta siempre importante calle árabe: ahora están en Teherán, no en Ankara. Erdogan sólo tiene la culpa de sí mismo. Las consecuencias y ramificaciones estratégicas de este ataque tendrán, y ya están teniendo, un efecto duradero. P.ej
¡Ay! ¿Descaro dices? No vuela con Rusia. En cuanto a las especulaciones sobre lo que significa todo esto, hay que explicar que nació el nuevo Medio Oriente. Ahora dejemos que Israel y Estados Unidos hagan propaganda de tonterías, eso es lo único que pueden hacer militarmente.
Análisis: "Acción y reacción": El ataque iraní a Israel es el ensayo de una confrontación global más amplia
Valdir da Silva Bezerra
El 13 de abril, Irán realizó un ataque masivo con incontables drones y misiles contra Israel. Se trató de la primera ofensiva directa contra Tel Aviv sin utilizar grupos auxiliados por Teherán, como es el caso de Hamás y Hizbulá. El mundo, entonces, se pregunta: ¿qué esperar a partir de ahora?
¿Responderá el Gobierno israelí al ataque, provocando así una escalada sin retorno de la situación? Por lo que fue demostrado hasta el momento, todavía no. Netanyahu habría sido disuadido de tomar represalias ahora contra Irán, debido al desánimo que recibió de la Administración estadounidense. Además, tampoco hay indicios de que Irán pretenda llevar el conflicto reciente hacia una etapa más seria. Al final, como informó Alí Jameneí, líder supremo de Irán, el ataque del día 13 a Israel fue una respuesta a la muerte de cerca de 18 miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, víctimas de un ataque aéreo israelí en Siria al comienzo de este mes.
Por consiguiente, la ofensiva de Irán en territorio de Israel el pasado 13 de abril tendría el carácter de una simple respuesta de "ojo por ojo" (conforme recoge la Torá, libro sagrado de los judíos). Toda esta crisis, por tanto, fue iniciada por los propios israelíes que, al principio del mes, atacaron la Embajada de Irán en Damasco, causando la muerte de generales iraníes. Sea como sea, al eliminar un pequeño —pero importante— grupo del cuerpo militar de Irán, Israel no solo se benefició, sino que también benefició a Estados Unidos, que también ve a Teherán como una amenaza a los intereses estadounidenses en Oriente Medio.
Con todo, el Gobierno de EEUU parece estar satisfecho por ahora, apuntando que no pretende tomar parte en una acción de represalia de Israel contra Irán. Lo que no significa, en absoluto, que tal acción no esté prevista en el futuro, cuando el conflicto en Gaza concluya, por ejemplo. Al final, las razones por las que Washington no desea escalar la situación con Irán tiene que ver con el aumento de la presión, tanto interna como internacional, por su apoyo prácticamente incondicional a las controversiales operaciones de Israel en el enclave palestino desde octubre del año pasado.
Irán, en cambio, tras los atentados del día 13, solo pide a los israelíes que se porten bien y que no realicen más ataques dirigidos a ningún despliegue militar iraní, ya sea dentro del país o en el extranjero. Es difícil, sin embargo, imaginar que Israel permanezca tranquilo por mucho tiempo, incluso frente a una Administración estadounidense temerosa de complicarse aún más por su relación con Tel Aviv en el Oriente Medio.
En disputa interna, Netanyahu podría, en un momento oportuno, volver a aumentar su tono respecto a Irán y, más aún, aprobar nuevos ataques aéreos contra objetivos iraníes tanto en Siria como en otros países vecinos, como el Líbano, sede de Hizbulá. Por ahora, los funcionarios de Tel Aviv han prometido formar una coalición regional para responder a Irán "de manera oportuna". Nadie sabe aún cuándo llegará ese "momento adecuado".
Una cosa, sin embargo, es cierta: las tensiones en el Oriente Medio prometen seguir aumentando. Si Israel es la potencia militar más avanzada tecnológicamente de la región, Irán aparentemente es capaz de ejercer influencia sobre grupos como Hizbulá en el Líbano, los hutíes en Yemen y el propio Hamás en Gaza, para realizar ataques en diversos frentes.
De hecho, Teherán ya ha estado incitando a estos grupos a enfrentarse al gobierno israelí desde el inicio de la guerra en Gaza, aumentando significativamente la presión sobre Netanyahu. Ahora que se ha cruzado otra línea roja, es decir, después de que Irán lanzara un ataque directo contra Israel por primera vez, toda la situación adquiere contornos aún más dramáticos que antes. Lamentablemente, sin embargo, vimos a los países occidentales guardar silencio a la hora de condenar las acciones de Israel no solo en Siria, sino también, y especialmente, en referencia a las operaciones militares del ejército israelí en la Franja de Gaza.
Rusia, a su vez, expresó preocupación en cuanto a la posibilidad de otra escalada militar en el Oriente Medio. En cuanto a Gaza, Moscú lleva desde octubre del año pasado pidiendo el establecimiento de un cese al fuego inmediato en la región, algo que no ocurrió debido al veto occidental en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sea como sea, lo cierto es que la naturaleza compleja de las numerosas crisis aún no resueltas en el Oriente Medio, en especial la cuestión que involucra a Israel y Palestina, coloca tanto a actores regionales como extrarregionales en una situación de tensión constante. Para colmo, de cierto modo hace mucho tiempo que Israel actúa como si hubiera recibido una carta blanca de Occidente para hacer lo que le place, sea en Gaza, sea en los países vecinos, como Líbano y Siria, por ejemplo.
Sin embargo, el ataque reciente de Irán demostró que hay, efectivamente, "límites" ante este tipo de situaciones y que Israel no siempre saldrá impune por sus acciones, sobre todo cuando hablamos de un ataque a las misiones diplomáticas de un país soberano en el exterior. Además, los ataques iraníes del día 13 contra Israel son sintomáticos del momento que vive hoy el mundo. Al fin y al cabo, la propia
Rusia, en febrero de 2022, también puso un "límite" a las acciones de Estados Unidos en el continente europeo, en lo que respecta al avance hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que prometía, tarde o temprano, absorber a Ucrania. China, por otra parte, por muy alejada que esté de los acontecimientos en curso en Oriente Medio y, hasta cierto punto, incluso en Europa, ya ha dejado claro que no dejará de defender sus intereses nacionales y de seguridad en Oriente Medio. Asia, oponiéndose a la presencia militar estadounidense en la región y su asociación con países como Corea del Sur, Japón y Australia.
Por eso, los ataques iraníes del día 13 podrían servir como ensayo –o una especie de preludio– de una confrontación global más amplia y peligrosa, que ha ido tomando forma durante las últimas décadas.
Al fin y al cabo, los iraníes, los rusos y los chinos son precisamente los principales opositores a este orden internacional (supuestamente) "basado en reglas" que tanto defiende Occidente, pero que, en realidad, no es más que un orden en el que Washington es aquel que dicta las reglas para el resto del mundo.
Desgraciadamente, esto da como resultado un escenario internacional muy impredecible, es cierto. La cuestión es que hay algunos países que no están dispuestos a aceptar ser humillados por los "señores de la guerra" occidentales. E Irán, como vimos el día 13, es sin duda uno de ellos.