Roberto Chambi Calle*
36 000 palestinos no son HAMAS; bajo ese pretexto el régimen sionista mediante “su guerra”, eliminó físicamente a miles de palestinos donde más de la mitad son niños y mujeres, sumando a ello la pulverización de la infraestructura en la Franja de Gaza, que suman al presente más de 37 millones de toneladas según el Servicio de Acción Contra Minas de Naciones Unidas (UNMAS), las mismas que de acuerdo a expertos se tardará en retirarlas más de dos décadas, pero no solo ello, sino que junto a los escombros hay materiales explosivos que no están detonados; ahora solo imaginemos; ¿Cómo hubiese actuado EEUU o un país europeo si Corea del Norte o Cuba hubiesen bombardeado sus territorios?
Mientras los gendarmes de EEUU como el régimen sionista, asesinan personas —niños, enfermos, ancianos; etc.— sus aparatos hegemónicos mediáticos tratan de lavar la cara de Benjamín Netanyahu.
Quisieron borrar de un plumazo a la Resistencia Islámica, pero en siete meses, de fracaso en fracaso y con toda la armadura imperialista no han podido doblegar al valeroso pueblo Palestino, quienes con palos y piedras hoy siguen defendiendo la soberanía de su nación; un territorio bombardeado no solo por los misiles sionistas sino también por la diplomacia de doble rasero en complicidad de EEUU y sus organizaciones internacionales manipuladas, desde donde veta el proceso de paz y el cese al fuego.
El movimiento de Resistencia Islámica, la Yihad Islámica, Brigadas Al-Qasam, Brigadas Al-Quds, el Frente Popular para la liberación de Palestina, Brigadas de Resistencia Nacional (Fuerzas del mártir Omar Al-Qasim), Brigadas Muyahidin, Brigadas Mártir Abu Ali Mustafa, Brigadas Al-Naser Salah Al-Din; así como todos los que luchan por la libertad de Palestina, hoy en el campo de batalla van infringiendo sendas derrotas al Ejército israelí, quienes erróneamente son mostrados como vencedores cuando en los campos de combate la resistencia Palestina va doblegando metro a metro al Ejército sionista, noticias que son mostradas por los canales de la Resistencia Palestina, los mismos que no tienen la cobertura de los medios pro sionistas.
Las glorias pírricas de las fuerzas de Netanyahu, no derrotaron al Eje de la Resistencia, demostrándose una vez más que Israel es un “tigre de papel”, ya que de no ser por la protección de EEUU y la UE, el ente sionista hace mucho hubiese sido historia, no obstante de ello, ellos ahora saben que gracias al líder del Eje de la Resistencia, no son nada. La República Islámica de Irán no tuvo —en legítima defensa— otra opción que educar al gendarme sionista, ahora Mr. Netanyahu sabe que no es nada sin la protección de sus amos.
Su impotencia y sus sueños fallidos de derrotar a la Resistencia Islámica, ahora son una pesadilla frente a las victorias y la gran victoria inminente que se avecina del Eje de la Resistencia, siendo que su frustración le ha obligado a seguir masacrando Rafah, el último lugar seguro de Gaza.
Las masacres, el genocidio y los crímenes de guerra ordenados por su “gobierno”, más temprano que tarde serán sancionados, Palestina ya comenzó un proceso ante la Corte Penal Internacional el año 2015, así como Sudáfrica en diciembre de 2023 secundado por Colombia, Brasil, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba ante la Corte Internacional de Justicia por violar la Convención sobre el Genocidio.
Al momento de la redacción de estas líneas, las víctimas producto de la brutalidad israelí ya han superado 36.000 palestinos, y a medida que se va investigando se va descubriendo sus acciones nauseabundas como el acribillamiento de enfermos en los hospitales de Al Shifa y Al Nasser, en donde no sólo se eliminó a embarazadas, enfermos renales, sino que por las pruebas encontradas, a algunos se los enterró vivos, pero no solo eso, sino que la criminalidad del ejército de “bibi”, sepultó inmisericordemente a muchos palestinos —como en los hospitales mencionados— en fosas comunes, a mujeres, heridos; así como personas atadas y despojadas de sus prendas de vestir, según la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Ravina Shamdasani.
Esperemos que la comunidad internacional tome conciencia de los verdaderos principios de la vida y los Derechos Humanos, así como se quite la venda de los ojos, de que la verdadera convivencia entre seres humanos, no es exterminando a otros ni pulverizando territorios; sino respetando los axiomas estatuidos en las normas y la costumbre internacional, no hacerlo es seguir siendo cómplice de la barbarie y la criminalidad genocida de los protegidos de EEUU y su socio europeo.
*Jurista, teólogo y analista en RRII
“La Nakba nunca terminó, continúa como vemos hoy en vivo en Gaza”
Syed Zafar Mehdi
En una entrevista concedida al sitio web Press TV con motivo del aniversario del Día de la Nakba (catástrofe, en árabe), Dina Elmuti, médica palestina-estadounidense de primera generación especialista en traumatología que vive en Chicago y que ha trabajado extensamente con grupos de defensa y derechos centrados en Palestina, dijo que la Nakba “nunca terminó”.
Más de 750 000 palestinos fueron expulsados por la fuerza de su tierra natal entre 1947 y 1949, miles más fueron masacrados y más de 500 aldeas y ciudades palestinas fueron completamente arrasadas por la entidad sionista ocupante en lo que se conoció como “Nakba”.
“Tenemos que mirar directamente a la cara el trauma intergeneracional, el legado del sionismo, el robo, el despojo y el genocidio”, dijo Elmuti, cuyos abuelos vivieron y sobrevivieron a la Nakba.
“La Nakba no ha pasado. Sigue siendo continuo, como lo vemos hoy en vivo en Gaza. Los sionistas han estado intentando borrar a los palestinos de la conciencia y de la faz de la tierra desde el primer día”, agregó médica.
Desde el 7 de octubre del año pasado, cuando el régimen israelí lanzó los bombardeos indiscriminados sobre la sitiada Franja de Gaza, más de 35 000 civiles palestinos, la mayoría de ellos niños y mujeres, han sido asesinados y más de 2 millones han sido desplazados y se han quedado sin hogar.
Muchos observadores y defensores de los derechos humanos han comparado la actual situación en Gaza con otra Nakba.
Elmuti, que tiene una maestría en trabajo social de salud pública y ha trabajado con las ONGs que atienden a niños en Palestina y a comunidades de refugiados e inmigrantes en Estados Unidos, dijo que su abuela fue una sobreviviente de la masacre de Deir Yassin.
El 9 de abril de 1948, más de cien residentes palestinos de la aldea ocupada de Deir Yassin fueron asesinados por miembros del grupo terrorista sionista Irgun y Stern Gang. La masacre fue dirigida por Menachem Begin e Yitzhak Shamir, éste último se convirtió más tarde en el primer ministro del régimen israelí.
La masacre marcó un momento decisivo y allanó el camino para el nacimiento de la entidad ilegítima israelí.
“Ella (su abuela) tenía 8 años al momento de la masacre. Su historia de supervivencia, al igual que la de otros supervivientes de la Nakba de 1948, me enseñó que la mera existencia del pueblo palestino siempre ha sido una amenaza que los sionistas intentaron erradicar”, dijo Elmuti en la entrevista.
“Entonces, ya sea en 1948 u hoy, cuando tu propia existencia se considera un arma, siempre serás visto como una amenaza”, agregó
Elmuti, que trabajó anteriormente con la Defensa de Niños y Niñas Internacional-Palestine (DNI-P), sostuvo que el mundo ha reducido a los palestinos a un “mar deshumanizado de alteridad amorfa” y “ve su exterminio desde el punto de vista sin palabras, sin rostro e irreflexivo de cuerpos marrones indiferenciados”, quienes son “fácilmente intercambiables y fácilmente erradicados simplemente por resistir su propia aniquilación”.
Señaló que los acontecimientos que se desarrollan hoy en la Franja de Gaza son “simplemente un genocidio acelerado y transmitido en vivo”, ya que los sionistas “siempre han sido explícitamente claros en su incitación genocida y su odio puro hacia los palestinos”.
“Desde los inicios de Israel, los sionistas tenían un objetivo en mente: el genocidio. Un genocidio que fue sistemáticamente negado por la mayor parte del mundo e ignorado por el resto. Hoy, el mundo simplemente está viendo el genocidio de los palestinos acelerado y transmitido en vivo en Gaza”, detalló.
“El nivel de destrucción y depravación es mucho más sofisticado y acelerado, pero es una continuación del genocidio en cámara lenta que los palestinos han experimentado desde el primer día. La actual ocupación de Cisjordania y el asfixiante asedio a Gaza son intencional y explícitamente genocidas”, denunció.
La guerra genocida israelí contra los palestinos en Gaza ha sido apoyada política y militarmente por muchos países occidentales, incluido Estados Unidos, lo que los convierte en cómplices directos de los crímenes de guerra israelíes.
Elmuti cree que Estados Unidos no es simplemente un cómplice del genocidio de Gaza sino que es “culpable de cometer genocidio contra el pueblo palestino, junto con su base militar, Israel”.
“Estados Unidos continúa apoyando y suministrando inequívocamente las armas que continúan creando una de las peores catástrofes humanitarias del siglo XXI”, adujo.
Sobre el creciente movimiento estudiantil en Estados Unidos en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio israelí-estadounidense en Gaza, la médica dijo que los estudiantes no pueden permanecer en silencio ante este “sufrimiento inconcebible y salvajismo humano”.
“Han elegido ponerse de pie, hablar y arriesgar su propia comodidad y privilegio para decirle al mundo la verdad mientras las fuerzas de la negación continúan borrando, silenciando y etiquetando la verdad como ficción”, dijo, refiriéndose a activistas universitarios en Estados Unidos y otros países.
“Ellos eligen alzar la voz y defender todas las voces que han sido silenciadas. Eligen ser un testimonio no sólo de la dignidad de los palestinos sino de la dignidad humana de todos los que podrían haber hecho mucho más, pero, en cambio, optaron por hacer menos”.
El movimiento liderado por estudiantes en Estados Unidos, añadió, será “un eterno recordatorio de la rabia sionista que se corroyó hasta convertirse en un poder ciego y deshumanizador, empeñado en aniquilar a los palestinos y a cualquiera que se solidarizara con ellos”.
“Aunque los ataques y difamaciones contra ellos pueden ser aterradores, estas tácticas de intimidación siguen siendo un tributo implícito al poder de la solidaridad. Nos recuerdan que debemos mirar dentro de nosotros mismos y encontrar una pequeña porción del coraje y el compromiso que las víctimas de la violencia genocida de Israel reúnen cada día”, afirmó Elmuti.
Ella explicó que ha trabajado con niños palestinos que sufrieron graves torturas y traumas físicos y psicológicos a manos de las fuerzas de ocupación israelíes en la ocupada Cisjordania.
“Estos niños [palestinos] fueron detenidos de sus camas y hogares en medio de la noche, encadenados, con los ojos vendados y llevados a prisiones israelíes donde fueron sometidos a torturas en forma de violencia física y psicológica”, dijo.
“Fueron humillados, despojados de sus ropas, privados del sueño, amarrados sus miembros y encadenados a sillas de metal, y sometidos a abusos verbales y amenazas contra ellos y sus familias. Muchos están recluidos en régimen de aislamiento y sometidos a torturas para obtener confesiones bajo coerción”, concluyó.