NO se caracteriza esta publicación por ser muy benévola con las instituciones y entidades que conforman el régimen español del 78. Pero cuando se hacen las cosas aceptablemente bien, hay que decirlo y reconocerlo.
En esa feria del mal gusto, ideología dominante, cochambre artística, reunión de la peor chusma de Europa y estafa a la ciudadanía, que es el Festival de Eurovisión, hubo una nota de dignidad ante la participación de la representación del Estado terrorista y genocida de Israel (Pedro Sánchez dixit). La televisión pública española, RTVE, inauguró la emisión de Eurovisión 2025 esta noche con el siguiente mensaje:
Cuando los derechos humanos están en juego, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina.
Con dos cojones…
Dicen que la cantante española, Melody, no lo hizo mal, que la canción era realmente festivalera y que no se hacían las habituales concesiones a la ideología del gran capital: inclusiva, resiliente, sostenible y de género… era una simple canción de una humilde artista. Pero… la caterva de gentuza que dirige el Festival maniobró para castigar a Melody por la acción digna de RTVE. Y quedó al final de la tabla. No se preocupe Melody… en estos tiempos, ir a Eurosión es más un desprestigio que una oportunidad.
Israel, no podía ser menos, quedó segunda
El cantante austriaco-filipino JJ ha
ganado este sábado el Festival de la Canción de Eurovisión, celebrado en la ciudad suiza de Basilea.
El cantante, de 24 años, representó a Austria con la balada operística Wasted Love, que consiguió 436 puntos. La letra de la canción narra la historia de un amor no correspondido desde un barco azotado por una tormenta. Austria ya había ganado Eurovisión en dos ocasiones anteriormente, la última en 2014.
Y ahora vamos a dar algunos detalles
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión ha sido acusada durante años de fraude en las votaciones.
En Eurovisión 2018 Serbia habría sido testigo de la compra fraudulenta de votos “entre delegaciones de países muy importantes” o como en 2022, cuando ganó el premio Ucrania, Rumanía denunció como sus votos de Moldavia, la UER se los dio a Ucrania mediante un procedimiento "no transparente" como también ocurrió con otros países, mientras se excluía a Rusia, cuando a Israel se le blanquea y hace propaganda del sionismo gracias al aporte de patrocinadores y fondos privados.
- Y así se manipulan las votaciones:
Eurovisión: más allá del espectáculo, un negocio de millones.
La edición de Eurovisión 2024 llegó a más de 160 millones de espectadores y generó un valor publicitario estimado en 805 millones de euros.
Moroccanoil, es la empresa multimillonaria de belleza israelí, de aceites de cabello originaria de Marruecos, detrás de Eurovisión.
Socio preferente, y patrocinador principal del evento, que permitió el triunfo de Israel en 2018 y Tel Aviv su sede en 2019.
El festival de Eurovisión fue creado por el comité de cultura de la OTAN.
Se declara apolítico aunque ganaran Ucrania, o Finlandia y Suecia, últimas incorporaciones a la alianza militar o como año tras año se blanquea a Israel.
El fondo buitre proisraelí KKR se hace con los grandes festivales españoles de música.
Controla eventos como Sónar, Viña Rock o Resurrection Fest mientras expande su negocio con la promoción inmobiliaria en territorios palestinos ocupados ilegalmente y la creación de centros de datos para las grandes tecnológicas.
La hipocresía de unos festivales que nacieron como antisistemas y parte de movimientos de protesta que terminan formando parte del sistema.
Y que, a pesar de su mensaje de rebelión y crítica a la sociedad, sus bandas se convierten en producto de consumo, generando una industria que contradice los principios que difunden.
Y mientras se celebraba esa bazofia de festival…
- Docenas de personas fueron quemadas vidas en Gaza, la mayoría de ellos niños, debido al bombardeo de las carpas refugiados de Israel.
- Más de 150 personas mueren en un día en los ataques israelíes contra Gaza. "Los hospitales de la Franja de Gaza recibieron los cadáveres de 153 personas (incluidos los cuerpos de siete personas fallecidas anteriormente recuperados de entre los escombros) y 459 heridos en las últimas 24 horas", declararon desde el Ministerio de Sanidad.
- Un gran número de personas murieron o resultaron heridas cuando la aviación israelí bombardeó una zona residencial en el campo de Jabalia, al norte de la Franja de Gaza.
La política española respecto a Israel: entre la realpolitik y el desdoblamiento de personalidad
Yarisley Urrutia
En la reunión de la Comunidad Política Europea, Pedro Sánchez buscó aliados para parar la matanza en Gaza. Invitado a la cumbre de la Liga Árabe, colabora en una resolución para la ONU en favor de Palestina. Antes, en el Parlamento, aseguró no comerciar "con un Estado genocida". Pero en la práctica, Madrid mantiene todas las relaciones con Israel.
El 15 de mayo, el ministro de Exteriores de Israel convocó a la embajadora española en Tel Aviv para recibir una amonestación por las "duras declaraciones" realizadas en la víspera por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. En sede parlamentaria, este había asegurado que "España no comercia con Estados genocidas", al ser interpelado por un diputado al respecto.
España, que es uno de los países de la UE que reconoce al Estado palestino, mantiene una tensa relación diplomática con Israel. Hasta ese momento, Sánchez y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se habían cuidado mucho de calificar de 'genocidio' la situación en Gaza, si bien la ministra de Defensa, Margarita Robles,
la describió en 2024 como un "auténtico genocidio". Y antes, en 2023, la ministra saliente de Derechos Sociales, Ione Belarra, llamó a cortar las relaciones con Israel.
El Estado judío retiró a su embajadora en Madrid luego de que
España reconociera el Estado palestino en mayo de 2024. El puesto sigue vacío. La relación diplomática es tirante, también a resultas del desencuentro entre ambos Gobiernos, a causa de la rescisión unilateral del Ejecutivo español de un contrato para adquirir 15 millones de balas a una empresa israelí para la Guardia Civil por valor de 6,6 millones de euros.
Tal decisión enfureció a Israel, que desde su servicio de Exteriores acusó a España de seguir "situándose del lado equivocado de la historia contra el Estado judío". En realidad, el Ejecutivo de Sánchez, que venía
asegurando reiteradamente que el país cesó de vender o comprar armas al Estado hebreo con posterioridad al otoño de 2023, cedió a las presiones de su socio de coalición, Sumar, y de sus socios parlamentarios, en aras de evitar una crisis de Gobierno.
Una realidad bipolar y equívoca
Las relaciones comerciales hispano-israelíes no se han resentido en ningún vector. A finales de abril, una investigación del Centro de Estudios por la Paz Mariano Delàs de Barcelona consignó la adjudicación de hasta 46 contratos de compraventa de armas a empresas israelíes por valor de 1.044,5 millones de euros y hasta 88 envíos de material militar al país hebreo desde finales de 2023.
Como justificación, Pedro Sánchez declaró en sede parlamentaria el 8 de mayo que "los contratos que circulan en medios presentan innumerables imprecisiones, repeticiones e interpretaciones erróneas". Al día siguiente, el Centro Delàs
emitió un comunicado donde afirmaba que sus investigaciones eran fruto de una "exhaustiva búsqueda de información en la Plataforma de Contratación del Sector Público". Es decir, recabó datos de una fuente oficial de acceso libre.
"Si existieran imprecisiones en el contenido del listado de contratos, estas serían imputables al Gobierno, responsable del contenido de la Plataforma de Contratación del Sector Público, y debería rectificarlas", argumentó el Centro Delàs en su misiva.
La actitud del Gobierno no termina de encajar con los anhelos de su electorado, en especial el de su socio Sumar, históricamente aún más comprensivo con la causa palestina. ¿Es rehén Sánchez de un contexto internacional complejo o ejerce con disimulo
una realpolitik respecto a Oriente Próximo?
Sus declaraciones, tanto negando el comercio armamentístico con Israel como caracterizando a este de Estado genocida, se produjeron al calor de un encendido debate en el Congreso. "Y ahí a veces hay un componente de consumo interno y confrontación parlamentaria", recuerda a Sputnik el historiador Santiago Martínez, director del proyecto comunicacional Eureka News.
"Sánchez debe mostrar preocupación y crítica hacia el genocidio cometido por el Gobierno de Netanyahu por el bien del PSOE en la política interior. Es indudable que una gran mayoría de los españoles está en contra del genocidio, especialmente los votantes de izquierda, muy críticos con el sionismo israelí", asegura.
Por otra parte, hay una motivación histórica por la que España "siempre" ha cuidado la relación con Israel, recuerda Martínez. "Hay un sentimiento de culpa o deseo de recompensa –pues
tienen derecho a solicitar la nacionalidad española– para el judaísmo expulsado de España en los siglos XV y XVI, la "tribu" llamada sefardí, que ahora se reparte por el norte de áfrica, Europa y los territorios ocupados de Palestina", apunta.
En cualquier caso, subraya este historiador, no se puede negar categóricamente la existencia de una relación comercial internacional, algo más vinculado al terreno de la retórica antes que al de la realidad. "España, como la mayoría de los países occidentales, tiene una compleja red de relaciones comerciales".
En busca de apoyos europeos y árabes
Sánchez acudió en Tirana a la IV edición de la Comunidad Política Europea, un foro donde el 16 de mayo se debatieron asuntos ligados a la competitividad económica, la seguridad y las fronteras.
Pero el presidente del Gobierno español, junto con su homóloga islandesa, auspició en la capital albanesa una reunión paralela denominada Gaza Moment, con participación de los líderes de Malta, Noruega, Eslovenia, Luxemburgo e Irlanda. El motivo, elaborar un documento para intentar poner fin al genocidio en Gaza y elevarlo a la Asamblea General de la ONU en calidad de resolución, también con el propósito de
desbloquear la entrada de ayuda humanitaria en la franja.
"Continuaremos apoyando el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y trabajando en el marco de Naciones Unidas con otros actores, como la Liga Árabe y los Estados árabes e islámicos, en aras de lograr una solución pacífica y sostenible",
reza en la declaración conjunta suscrita por los líderes de los siete países mencionados.
De hecho, acabada la reunión en Tirana, Sánchez asiste en Bagdad a la cumbre de la Liga Árabe con el fin de acordar con los países árabes un respaldo a la iniciativa y promoverla conjuntamente en la ONU. Lo hace en calidad de invitado especial y casi en coincidencia con el primer aniversario del
reconocimiento español del Estado palestino.
Falta de coherencia y ética
La iniciativa suscrita en la reunión Gaza Moment tuvo un preludio en la postura avanzada por Emmanuel Macron, cuando explicó ante la prensa que el sur global no entiende "en absoluto" a la UE "en lo que respecta a Ucrania si permanecemos en silencio sobre Gaza".
Sin embargo, si la preocupación actual de Francia y parte de la UE por el destino de los palestinos emana de la necesidad de promover sus enfoques sobre
el conflicto en Ucrania, significa que tal preocupación no es genuina, sino interesada. ¿Puede ser también el caso de España, dada la incongruencia mostrada en el plano comercial con Israel?
"Las declaraciones de Sánchez reflejan un giro en la política exterior española, priorizando los principios éticos sobre intereses estratégicos", sostiene Martínez, que destaca que la "falta de coherencia" entre su discurso y las acciones comerciales armamentísticas, "socava su credibilidad".
En realidad, explica este historiador, Sánchez está sometido a presiones internas y externas, puesto que
acceder a un embargo total de armas, como es la exigencia de la izquierda española, implicaría "medidas drásticas, y tensiones con los sectores industriales –que no quieren perder el negocio– y los países prosionistas".
"A nivel internacional, aunque España gana prestigio como defensor de los derechos humanos, asume el costo de una relación fracturada con Israel y posibles tensiones dentro de la UE. La clave estará en equilibrar la firmeza moral con pragmatismo diplomático, evitando que la retórica supere a la realidad de sus políticas", concluye Santiago Martínez.