Koldo Díaz
En su Conferencia del dia 20 de septiembre en Bruselas el Partido Nacional Rifeño fue capaz de demostrar ante un auditorio lleno de rifeños, pero también de delegados y diplomáticos su programa y sus objetivos políticos e internacionales.
Entre los diplomáticos y políticos estaba Mogama Ibrahim Ganif Hendricks, ministro de desarrollo social de Sudáfrica que dio un discurso impresionante sobre el proceso de descolonización africano, la necesidad de un África capaz de solucionar sus problemas y de un mundo islámico capaz de ser mediador útil dentro de sus conflictos internos. Hendricks definió África como un continente de gran potencial humano y económico, como un punto y referente para la actual civilización Global e, incluso, como un nuevo pivote de la civilización Islámica que siempre se ha movido entre arabes, persas y turcos.
Invitados de excepción los embajadores de República Democrática del Congo, Camerún, Guinea, Venezuela y Zimbabue así como Lehbib, periodista de El Confidencial Saharaui; el doctor Pinto que representaba a Portugal y expuso las similitudes entre el caso del Sáhara Occidental y el Rif comparándolo con el conflicto, ya resuelto favorablemente, de Timor Oriental y que fue un error post colonial de Portugal que Lisboa supo solucionar después.
También estaba Frank Willems del Western Sáhara Resouece Watch y por España, los analistas internacionales Carlos Paz y Koldo Salazar.
La conferencia se basó en el derecho a la autodeterminación del pueblo rifeño de la potencia colonizadora marroquí, basándose en títulos históricos y jurídicos. En primer lugar la independencia política e histórica de las cabilas rifeñas, el proceso de colonización bajo la forma de protectorado de España sobre el Rif y la consecuente Guerra del Rif en un ambiente en el que el pueblo rifeño quedó definido en términos liberales como una nación moderna, con un sistema constitucional e institucional basada en la constitución que organizó Abdelkrim para organizar la República del Rif como estado moderno con un aparato administrativo para la nación rifeña erga omnes, tanto frente a España como Francia o el Sultán de Rabat.
Los elementos del Rif durante su república: territorio, población, capacidad de relacionarse son otros Estados en igualdad de condiciones y gobierno, según el Tratado de Montevideo, quedó definido como un Estado cuya realidad social es innegable e independiente de su reconocimiento internacional.
La caída de la República del Rif tras la victoria española, el periodo desde los años 20 del siglo XX hasta 1956 de dominación española no extingue la realidad social, política ni jurídica a la hora de obtener su estado, que podría haberse dado en 1956, pero la posición española en los años cincuenta aún aislada por su condición de dictadura frente a las potencias liberales, las ansias francesas de asegurarse una posición privilegiada en el Magreb consciente de la perdida inminente de Argelia y la necesidad de acceder al Estrecho de Gibraltar para competir con su gran rival, Reino Unido, que mantenía posiciones privilegiadas en Gibraltar, hizo que Paris presionara para una unificación injusta e inviable asumiento mapas de influencia religiosa (los rifeños son musulmanes malikitas que tienen al rey de Marruecos como Amir al Muminim) como mapas de soberanía política para justificar las ansias imperialistas marroquíes en paralelo a las ansias postcoloniales francesas.
La revuelta del Rif contra Marruecos (1956-58) fue un episodio que confirma las ansias de tener un estado independiente, el posterior tratamiento de la región, la marrocanización y el traslado de población marroquí para arrinconar a los rifeños así como la militarización del territorio preveía lo que ocurriría apenas veinte años después en el Sáhara Occidental.
A día de hoy ese derecho a la autodeterminación del Rif no se ha extinguido ya que es un estado independiente ocupado por España y desde los años cincuenta por Marruecos. El Partido Nacional Rifeño, de hecho, desea llevar el caso a los tribunales internacionales ya que aparte del derecho consignado en el Derecho Internacional Público y la literatura de la ONU y de La Haya, el maltrato y las violaciones de Derechos Humanos contra los rifeños de forma histórica podrían justificar el principio de la Secesión Remedial entendiendo el estado artificial marroquí como un estado escindido con una elite gobernante que acosa y trata de eliminar o asimilar a una población étnica, política e históricamente diferenciada.
En este caso, dicha situación, si se demostrara, podría ayudar a a los rifeños a apuntalar sus reivindicaciones políticas y geopolíticas. En esta situación los rifeños no son un grupo separatista sino una nación real ocupada por un mal proceso de descolonización, similar al del Sáhara Occidental, que acabó con una potencia colonial e invasora, en este caso Marruecos, abortando la independencia del Rif.
Los rifeños, conscientes de ello se declaran no como separatistas sino como un partido que busca la autodeterminación de su país atendiendo a la literatura de la ONU sobre los procesos de descolonización en África e invocando tanto las resoluciones de la ONU cómo los principios del Utis Possidetis Iuris y de la doctrina Stimson.
El Partido Nacional Rifeño declaró ayer que no eran una amenaza para España, ni contra su soberanía, ni contra la integridad territorial española sino que, al contrario, buscaban mantener y generar unas relaciones de buena vecindad y de países hermanados en una colaboración sincera, respetuosa y atenta a los principios y protocolos de las Relaciones Internacionales y la Diplomacia al más alto y exquisito nivel.
El Partido Nacional Rifeño no hace suyas las reivindicaciones de Marruecos, ni sus métodos políticos ni diplomáticos y busca en España un amigo queriendo, además, establecer unas relaciones que miren al futuro y permitan desarrollar un mediterráneo occidental fuerte, independiente, soberano y seguro entre las naciones y Estados del Rif, Argelia, España y Portugal atendiendo al valor geoestratégico de esta zona.
El Partido Nacional Rifeño sabe de la inquietud que, por la mala experiencia con Marruecos, puede generar cualquier movimiento en la región y sobre todo en el Rif pero recalcan, con tenacidad y valentía, que no sólo no son una amenaza sino que son una garantía para la soberanía y la integridad territorial de España.
España tiene la oportunidad ahora mismo de conocer esta situación, ciertamente desconocida para la mayoría de los españoles. El pueblo español debe conocer de boca de los rifeños y del Partido Nacional Rifeño, no de mediadores tendenciosos o de Marruecos, las reivindicaciones que hacen de soberanía y libertad frente al régimen marroquí que les oprime y del que quieren liberarse y para ello piden sólo de nuestra solidaridad y apoyo.
Sin embargo, el Rif no sólo tiende la mano a España sino al Sáhara Occidental, ya que ambas naciones ocupadas por Marruecos están en la misma posición y deben apoyarse. Si los rifeños y los saharauis logran su independencia y se transforman en estados independientes, libres y soberanos dentro de la Comunidad Internacional podremos decir que la descolonización de África ya ha terminado y si España, además se convierte en un actor en ese ultimo proceso tendremos la oportunidad de resarcir nuestra mala gestión en 1956 y en 1975.