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Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, históricamente el pilar de su poder global, se encuentran actualmente en un proceso de profunda transformación para afrontar y postergar el declive del papel global de esa nación, hecho que refleja tensiones estructurales más amplias. Esta revisión examina la compleja realidad de una institución que navega entre sus compromisos globales, problemas internos crecientes y un contexto doméstico marcado por crisis socioeconómicas que afectan directamente a su personal. Mientras el debate sobre el "declive imperial" estadounidense gana terreno, el estamento militar enfrenta desafíos multifacéticos que incluyen:
- Problemas de personal: Crisis de salud mental, corrupcion, adicciones y trauma en el personal.
- Presupuesto y reducciones: Tensiones entre compromisos globales y recursos domésticos.
- Contradicciones operativas: Despliegues continuos en un contexto de retraimiento global.
- Complejo industrial-militar: La relación parasitaria con contratistas de defensa.
- Impacto de la narco economía: Desde operaciones antinarcóticos hasta adicciones internas, pasando por corrupción y narcomilitarismo.
Se busca desentrañar éstas dimensiones para entender cómo la institución militar estadounidense se adapta -o resiste- a un escenario global ya no de repliegue estadounidense, sino de deterrioro.
El declive socioeconómico doméstico
El escenario doméstico estadounidense muestra indicadores alarmantes que necesariamente impactan en las Fuerzas Armadas. Estados Unidos enfrenta:
- Pobreza y desigualdad: 38 millones de personas (11.5% de la población) viven bajo la línea de pobreza, con el 1% más rico poseyendo el 32.3% de la riqueza nacional . Esta desigualdad se refleja en los orígenes socioeconómicos del personal militar reclutado.
- Crisis de salud pública: Una esperanza de vida en descenso (77.5 años en 2023) y más de 114,000 muertes por sobredosis en 2023, principalmente por fentanilo, crean un entorno social que afecta directamente al personal militar y sus familias.
- Crisis institucional: El deterioro de servicios públicos esenciales y la creciente deuda estudiantil (1.7 billones de dólares) hacen del ejército una alternativa atractiva para muchos jóvenes, al mismo tiempo que incrementan las presiones sobre el propio sistema castrense.
Narcomilitarismo imperialista
La crisis de salud mental y el narcomilitarismo que se ha destapado en bases como Fort Bragg no son fenómenos aislados, sino síntomas profundos de una institución bajo un estrés extremo, que reflejan patrones observados en imperios pasados durante sus fases de declive. Esta corrosión interna, donde la propia fuerza "destinada a proteger" se ve minada por el trauma y la criminalidad, ofrece una perspectiva poderosa para analizar la transformación de las Fuerzas Armadas de EE.UU.
El Caso Fort Bragg: Una Epidemia Silenciada
La base de Fort Bragg, sede de unidades de élite como la Fuerza Delta y los Boinas Verdes, se ha convertido en el epicentro de una crisis que fusiona el trauma de la guerra con el narcotráfico.
- Cifras que Hablan por Sí Solas: Entre 2020 y 2021, se registraron 109 muertes de personal activo y de reserva en Fort Bragg. De estas, solo 4 ocurrieron en combate o entrenamiento, . Las demás fueron 41 suicidios y 49 sobredosis mortales y el resto por accidentes, una tasa que supera ampliamente los promedios nacionales. El periodista Seth Harp, en su libro "El cártel de Fort Bragg", documentó que en 2023 la base sufrió 142 sobredosis, un aumento del 300% respecto a 2020.
- La Red Criminal Interna: La investigación de Harp revela una red de tráfico de drogas y armas que opera dentro de la base con impunidad. Miembros de fuerzas especiales traficaban con cocaína y metanfetaminas, almacenando armas robadas para venderlas en el mercado negro, incluso a pandillas como los Bloods y los Crips. La red contaba con conexiones de alto nivel; por ejemplo, se implicó a un exagente de la DEA con vínculos con el cártel de Los Zetas .
- Cultura de Encubrimiento: El sistema judicial militar parece diseñado para ocultar estos problemas. Harp documenta que aproximadamente el 70% de los casos de tráfico jamás llegaron a juicio, siendo archivados o absueltos en tribunales secretos. Un caso emblemático es el de Cristóbal López Vallejo, acusado de violar a una teniente en 2016; el caso fue desestimado y las grabaciones del tribunal, destruidas.
Trauma de Guerra y la Crisis de Salud Mental
El estrés prolongado de dos décadas de conflictos en Irak y Afganistán es el caldo de cultivo de esta crisis.
- Epidemia de Suicidios y Adicciones: El trauma acumulado en misiones de alto estrés se manifiesta en tasas devastadoras de suicidio y trastornos de salud mental. Según el National Institute on Drug Abuse (NIDA), más de uno de cada diez veteranos que buscan atención en el sistema de salud cumple con los criterios de diagnóstico de un trastorno por abuso de sustancias, una tasa ligeramente superior a la de la población general. Se estima que el 11% de los militares en activo reporta uso de drogas ilegales, que sumada a la dependencia de drogas legales supera el 70% de la población militar, una proporción que se eleva al 25% entre los veteranos de Irak y Afganistán.
- Medicalización del Estrés: El problema se vio agravado por la práctica, reportada por Harp, de recetar anfetaminas y opioides a los soldados para combatir el agotamiento en el campo de batalla, creando una puerta de entrada a la adicción. Quienes desarrollan un Trastorno por Consumo de Sustancias a menudo presentan otros problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, en un ciclo que se retroalimenta y que requiere un tratamiento simultáneo.
Paralelismos Históricos: Los Imperios y su Corrosión Interna
La decadencia de las grandes potencias a menudo no comienza con una amenaza externa, sino con la descomposición interna de sus pilares fundamentales, especialmente su ejército.
- La Roma Imperial y la "Cura Furiosi": En el apogeo del Imperio Romano, las élites, enriquecidas por la conquista y la globalización de su época, desarrollaron lo que podría considerarse la primera psiquiatría organizada: la "curatio furiosi" (cura de los locos) . Este sistema, que combinaba purgas corporales, disciplinas conductuales y ejercicios físicos e intelectuales, surgió para gestionar las enfermedades mentales en una sociedad bajo una enorme tensión. El hecho de que Roma tuviera que institucionalizar el "cuidado de los locos" a gran escala es un indicio de las profundas patologías sociales que acosaban al imperio desde dentro.
- Patrones Recurrentes: El caso de Fort Bragg encaja en un patrón histórico donde los ejércitos de imperios en declive muestran:
- Alta profesionalización vs. Baja cohesión social: Las legiones romanas pasaron de ser milicias de ciudadanos a estar compuestas por mercenarios y profesionales, a menudo más leales a sus comandantes que a la República.
- Criminalización interna: La corrupción y el saqueo para beneficio personal se volvieron endémicos.
- Agotamiento por extenuación: El despliegue continuo en fronteras cada vez más extensas e ingobernables generaba un desgaste moral y físico insostenible.
Un paralelismo moderno y acelerado lo vemos en la crisis de salud mental en Ucrania, donde, tras años de guerra, se estima que casi la mitad de la población necesita apoyo psicológico y ni hablar del consumo de narcóticos. Esta crisis ilustra cómo el conflicto prolongado puede llevar al borde del colapso a los sistemas de salud mental de una nación.
La red narcomilitar en Fort Bragg y la epidemia de adicciones y suicidios no son simplemente fallos administrativos, sino síntomas de un estrés estructural profundo. Revelan una institución que ha internalizado el trauma de guerras interminables y que lucha por mantener el problema oculto frente a una misión que la supera. Al mirar estos fenómenos a través del lente histórico, queda claro que la verdadera amenaza para la hegemonía de EE.UU. podría no estar en un rival externo, sino en la erosión silenciosa que avanza desde dentro.