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Putin firmó el decreto que permite compensar con activos occidentales en Rusia los activos rusos robados en Occidente. Análisis

Putin firmó el decreto que permite compensar con activos occidentales en Rusia los activos rusos robados en Occidente. Análisis

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
martes 14 de noviembre de 2023, 21:22h
Se asegura que el decreto, titulado "Sobre las medidas económicas temporales adicionales relacionados con la circulación de valores extranjeros", es una respuesta a las "acciones inamistosas y contrarias al derecho internacional de Estados Unidos de América y de los estados extranjeros y organizaciones internacionales que se afiliaron a ellos".
Según el decreto, el valor inicial total de los títulos extranjeros expropiados, propiedad de un solo residente, no puede exceder los 100 mil rublos (unos mil dólares estadounidenses).
Además, precisa que las transacciones en el marco del mecanismo de intercambio contemplado, se efectuarán mediante licitaciones.
  • "Las pérdidas de la UE por las sanciones unilaterales y la ruptura de los vínculos económicos con Rusia ascendieron a 1,5 billones de dólares. Una "victoria" al estilo de Ursula von der Leyen", dijo el empresario irlandés Chey Bowes en H.
¿Por qué a Occidente le aterroriza transferir a Ucrania los activos rusos incautados?
Más de 300.000 millones de dólares en activos rusos fueron congelados en bancos occidentales en febrero de 2022, tras la escalada de la crisis ucraniana, que pasó a ser una guerra de poderes entre la OTAN y Rusia. No obstante, hay argumentos de por qué Estados Unidos y sus aliados no pueden arrebatar los fondos o dárselos a sus apoderados en Kiev.
La batalla política por los activos estatales rusos atrapados en el extranjero sigue intensificándose. La semana pasada, los líderes de la Unión Europea aprobaron en principio una controvertida medida que permite al bloque obtener beneficios de los activos rusos para destinarlos a la "reconstrucción de Ucrania", y pidieron a la Comisión Europea que "acelere los trabajos con vistas a presentar propuestas en este sentido".
Al otro lado del Atlántico, las autoridades estadounidenses también han intensificado sus esfuerzos para tratar de hacer uso de los activos rusos confiscados, aunque hasta ahora se han limitado a negociaciones entre bastidores en los pasillos del poder, lo que es ocasionalmente informado por los medios de comunicación.
Los debates sobre las justificaciones legales para expropiar los fondos rusos o, al menos, extraer los intereses, llegan en un momento difícil para los patrocinadores de la guerra de poderes ucraniana, ya que los legisladores occidentales con el poder de repartir dinero extra para Kiev, así como el público en general, están centrando su atención en la crisis palestino-israelí. La reevaluación de las prioridades no podría haber llegado en peor momento para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cuya dependencia de las dádivas occidentales ha alcanzado proporciones peligrosas.
No se puede simplemente gastar los activos rusos embargados
En realidad, confiscar los activos congelados de Rusia y entregárselos a Ucrania es más fácil de decir que de hacer, y más de 20 meses de amenazas y conversaciones sobre el asunto aún no han dado sus frutos para los defensores de la idea en Washington, Bruselas y Kiev.
Parte del problema puede estar relacionado con las dificultades para encontrar el dinero. Aunque inicialmente se informó de que 300.000 millones de dólares en fondos del Banco Central ruso habían quedado atrapados en el extranjero en febrero de 2022, expertos financieros con sede en Washington revelaron a finales de este año que la cantidad real incautada se acercaba más a un monto entre 80.000 y 100.000 millones de dólares, y que EEUU y la UE han tenido problemas para encontrar los fondos congelados.
El pasado mes de febrero, Bloomberg informó que, en realidad, la UE (que se estimaba que contenía más de dos tercios de los fondos expropiados para empezar) solo había encontrado hasta la fecha 36.500 millones de dólares.
Peligro para la reputación
Pero el verdadero problema no es técnico ni jurídico, sino que tiene que ver con los riesgos para la reputación. En un artículo de opinión publicado el 5 de noviembre en Financial Times, el comentarista Martin Sandbu explicó que los "obstáculos jurídicos" son solo la "justificación ostensible" para explicar la imposibilidad de entregar el dinero ruso a Ucrania, ya que, en teoría, los países occidentales podrían unirse a Canadá para introducir cambios en la legislación y citar argumentos jurídicos alegando que Rusia no tiene "ningún recurso legal" sobre su dinero para justificar la requisición y transferencia.
Pero Occidente no ha actuado contra Rusia, ante "el temor de que la confiscación de los activos rusos haga que otros países no occidentales retiren sus propias reservas de EEUU, por si algún día se les pudiera aplicar el mismo trato", señala el observador.
"La preocupación podría desestabilizar el sistema financiero mundial y, en particular, disminuir los inversores cautivos del dólar y el euro entre los gestores de reservas de los bancos centrales. El Banco Central Europeo ha emitido una enérgica advertencia a los responsables políticos europeos en contra incluso de gravar con impuestos a las empresas de la UE que obtengan beneficios inesperados de los activos rusos bloqueados, que parece ser lo máximo que la coalición de sanciones está dispuesta a contemplar actualmente," considera Sandbu.
Y aunque el comentarista se pasa el resto del artículo de opinión sugiriendo que este peligro es exagerado, y exigiendo que las reservas rusas sean requisadas y transferidas "de inmediato" antes de que termine el conflicto ucraniano, la realidad parece otra, con grandes potencias que han pasado décadas engordando las entidades financieras occidentales y subvencionando el desarrollo de Occidente ahora pensándoselo dos veces antes de aparcar activos en EEUU y Europa después de ver lo que se le hizo a Rusia.
Los reguladores chinos, por ejemplo, celebraron el año pasado una conferencia de emergencia con los principales bancos nacionales y extranjeros para buscar formas de proteger los activos de la República Popular China en caso de que Estados Unidos impusiera sanciones similares a las impuestas a Rusia. Pekín, para que conste, es uno de los mayores acreedores extranjeros de Washington, ya que posee aproximadamente 860.000 millones de dólares solo en bonos del Tesoro estadounidense y acumula activos en el extranjero por valor de casi 10 billones de la divisa verde.
Arabia Saudita, otro gran acreedor e inversor en Estados Unidos y Europa, cuya lealtad es crucial para apuntalar el petrodólar, también ha observado de cerca las acciones de Occidente respecto a Rusia, y este año tomó importantes medidas para diversificar drásticamente su alineación geoestratégica, normalizando sus lazos con Irán, uniéndose al bloque BRICS y rechazando las peticiones de Estados Unidos de aumentar la producción de petróleo para compensar la recesión económica mundial provocada por la guerra de poderes desatada por la OTAN contra Rusia.
"Si la UE aplica lo que podría llamarse un 'robo legal', la reputación financiera de la UE quedaría arruinada entre los países no occidentales. No veo a los inversores de los países del Golfo o de la India o China muy cómodos con esta situación", declaró en octubre a Sputnik el director de la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales de París, Jacques Sapir.
Peor aún, de acuerdo con el veterano abogado penalista internacional y de derechos humanos Christopher Black, es que además de constituir un "acto de guerra", la incautación y transferencia de fondos rusos socavaría fundamentalmente el Estado de Derecho en Europa, "porque si pueden hacer esto a Rusia, pueden hacerlo con los activos de cualquier ciudadano. En efecto, los clientes de los bancos europeos no estarían sujetos a la ley, sino a los caprichos de los políticos, lo que socavaría la credibilidad de la UE entre los depositantes extranjeros", informó Black a Sputnik a principios de 2023.
Los riesgos para la reputación son precisamente la razón por la que Suiza, el gigante bancario europeo, se ha negado a considerar siquiera la idea de transferir los 8.000 millones de dólares en activos rusos que congeló en sus arcas.
"Rusia salvará a Europa, que intenta suicidarse" con el hub gasístico en Turquía
Al crear el centro de distribución de gas junto con Turquía, Rusia salvará a los países europeos, que "intentan suicidarse", declaró el columnista turco Erhan Altıparmak. De acuerdo con él, lo más importante de la iniciativa es que Europa, que "desató una guerra económica" contra Moscú, podría evitar a una posible crisis energética.
Las sanciones masivas lanzadas por occidente contra el sector de hidrocarburos ruso no hizo más que empeorar la situación en este mercado, donde los propios europeos perdieron a su proveedor más importante. Sin embargo, allí no acabaron las consecuencias de sus acciones hostiles hacia Rusia.
"Los países occidentales que lanzaron una guerra económica contra Rusia no tuvieron en cuenta la crisis de Oriente Medio. Cuanto más se prolongaba el conflicto ucraniano, mejor les parecía. Según esta hipótesis, prolongar el conflicto minaba la fuerza de Rusia. Occidente seguía suministrando armas modernas y mercenarios al régimen de Kiev", declara Altıparmak.
Según sus palabras, la guerra de Hamás contra Israel de los últimos días "cambió la dimensión de la guerra económica contra Rusia".
"A las crisis alimentaria y económica que ya existían en el mundo debido a la pandemia de coronavirus se han sumado otras artificiales creadas por los países occidentales. Occidente, que empezó la lucha con Rusia, no ha logrado hasta ahora ponerla de rodillas. Pero se ha disparado a sí mismo en el pie", subraya.
El autor precisa que la guerra entre Hamás e Israel se ha adentrado en Gaza. Buques estadounidenses están en el Mediterráneo para provocar, aumentando las tensiones y amenazando al mismo tiempo la seguridad regional.
"A la luz de estos acontecimientos, el mundo se encuentra en el umbral de una crisis muy diferente. El mundo entero, especialmente Europa, sigue privado del petróleo ruso. Además, hay problemas con la seguridad del suministro del petróleo de Oriente Medio con el que cuentan Europa y el resto del mundo", destaca.
En el momento de la introducción de sanciones antirrusas, la cuota de producción de gas natural de Rusia en el mercado mundial fluctuaba entre el 15% y el 20%. Por supuesto, continúa el columnista, el mayor consumidor de hidrocarburos rusos era en realidad Europa.
"Ucrania, alimentada por armas modernas, sabotea muchos gasoductos y oleoductos rusos, incluidos los del Mar Negro. Desde los ataques a los gasoductos Nord Stream, los suministros a través de estas líneas son prácticamente inexistentes", precisa el autor.
Según su opinión, los suministros de petróleo y gas natural de Oriente Medio también podrían interrumpirse en caso de que se prolongue la guerra entre Hamás e Israel.
Así, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció a Turquía un importante proyecto conjunto. Según su propuesta, el gas ruso llegará a Turquía a través del Mar Negro. En un centro de distribución que se establecerá en Turquía se llevarán a cabo las operaciones necesarias, tras lo cual este gas se enviará a Europa. Desde el país destacan su actitud favorable al proyecto, y el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Alparslan Bayraktar, declaró que la iniciativa podría materializarse en 2024.
"La ventaja más importante de la iniciativa es que Europa, que inició una guerra económica contra Rusia, no se enfrentará a una posible crisis energética. El gas de Turquía llegará a la UE. En esencia, Rusia salva a Europa, que intenta suicidarse", aclara el autor.
De este modo, continúa Altıparmak, la UE "se verá menos afectada por las tensiones y crisis en Oriente Medio, se podrá controlar mejor la inflación y satisfacer las necesidades energéticas privadas e industriales. De este modo, "la producción no se detendrá", añade.
"Dado que el hub de gas que se prevé crear en Turquía no se pondrá en marcha de la noche a la mañana, Europa puede darse cuenta este invierno del error que ha cometido. Quizá esta vez se dé cuenta realmente de su metedura de pata frente a Rusia", concluye el autor.
El 12 de octubre de 2022, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que Rusia podría redirigir el volumen de gas que ahora es incapaz de suministrar por los gasoductos Nord Stream 1 y 2 hacia la región del mar Negro, creando en Turquía un centro de distribución de gas para Europa, si los socios están interesados.
Malasia declara que no reconoce las sanciones unilaterales de EEUU
MOSCÚ (Sputnik) — El Gobierno de Malasia no reconoce las sanciones unilaterales que imponen ciertos países, incluido Estados Unidos, declaró el primer ministro indonesio, Anwar Ibrahim, al comentar la aprobación por la Cámara de Representantes de EEUU de un proyecto de ley relativo a la financiación del grupo Hamás.
"Nosotros no reconocemos ningunas sanciones unilaterales que aprueba EEUU o cualquier otro país, reconocemos solo las del Consejo de Seguridad de la ONU, que es un órgano multilateral. También rechazamos la decisión de EEUU de aprobar un proyecto de ley sobre las limitaciones a imponer a las organizaciones extranjeras que apoyan a Hamás. La aprobación de tal ley no cambiará nuestra posición ni política", dijo al canal de televisión nacional Nsttv.
Ibrahim informó asimismo que sostuvo conversaciones telefónicas con varios líderes de los países islámicos y que ellos dijeron compartir la posición de Malasia. Según el primer ministro, la decisión del Congreso de EEUU de aprobar el mencionado proyecto de ley "es la demostración de que Occidente sigue intentando ejercer presión e intimidar a los Gobiernos y las organizaciones de otros países que ayudan a Hamás y a los palestinos".
El político instó a la opinión pública y, especialmente, a los medios de comunicación de masas de su país a no usar términos peyorativos al referirse a los militantes de Hamás, señalando que más conviene llamarlos "libertadores".
A finales de octubre, el político dijo que Malasia estudiaba boicotear la cumbre de APEC en EEUU en solidaridad con Palestina, precisando que se planeaba tomar la decisión final partiendo de la reacción de los socios regionales. Este 7 de noviembre, Ibrahim destacó que, como primer ministro, necesita proteger los intereses económicos y diplomáticos de su país.
"A la reunión asistirán todos los líderes de la ASEAN, así como de otros Estados miembros de APEC. No estamos de acuerdo con la posición de EEUU sobre el conflicto palestino-israelí, pero priorizamos las relaciones diplomáticas sin apartarnos de nuestra posición de apoyo a la justicia. Sé que esa decisión no complacerá a todas las partes, pero incluso en este caso, no me castiguen tildándome de pro-israelí", dijo el primer ministro.
El político agregó que el gobierno de Malasia consultó a varios países asiáticos, incluida China, antes de decidir si boicotear la reunión o no.
APEC es un foro económico y comercial de 21 países de la región de Asia y el Pacífico. La cumbre de este año se llevará a cabo del 11 al 17 de noviembre en San Francisco.
Malasia, junto con Indonesia, se posiciona como el líder del mundo musulmán en la región del sudeste asiático. El país trabaja activamente en la "línea islámica", promoviendo la ampliación de la cooperación política, económica y cultural con los países islámicos, las organizaciones internacionales y las comunidades.
En particular, Malasia a menudo promueve iniciativas en plataformas de la Organización para la Cooperación islámica (OCI) y promueve declaraciones de apoyo a los musulmanes en el marco de la ONU. Malasia mantuvo durante muchos años contactos con Hamás, en particular, en 2020, recibió a líderes de alto rango de la organización.
Sanciones económicas: un algoritmo británico para la pax americana
Leonid Savin
Las sanciones como mecanismo de diversas restricciones han sido objeto de investigación y animados debates durante muchos años. Sin duda, las medidas sin precedentes adoptadas por los países occidentales contra Rusia y la reacción en cadena que las siguió, que recorrió todo el mundo, han añadido interés a este tema. Sin embargo, como demuestran los trabajos de estudiosos de diferentes países, las sanciones como tales nunca han tenido el efecto para el que fueron introducidas. Son perjudiciales, inútiles y a menudo castigan a los propios Estados cuyos gobiernos las impusieron, según el principio del boomerang. Además, los países occidentales utilizaron inicialmente falsas percepciones para justificar las sanciones.
La historia de las sanciones suele remontarse a las antiguas polis griegas y al ejemplo de la acción de Atenas contra Megara, cuando se prohibió a sus mercaderes utilizar los puertos de la Unión Marítima dirigida por Atenas. En respuesta, Megara y Corinto, en el consejo de la Liga del Peloponeso, acusaron a Atenas de acciones hostiles y finalmente estalló la Guerra del Peloponeso, que duró treinta años y en la que Atenas perdió frente a Esparta.
En Occidente, sin embargo, las restricciones comerciales se interpretan como medidas democráticas, en referencia a la histórica democracia ateniense. Al mismo tiempo, los partidarios de las sanciones, ya sea por ignorancia o intencionadamente, olvidan mencionar que la democracia ateniense era muy diferente de la democracia liberal del mundo moderno: allí las mujeres no participaban en las decisiones, simplemente no tenían derecho a voto, y la democracia ateniense era un sistema esclavista. No es casualidad que Platón definiera la democracia como una de las peores formas de gobierno después de la timocracia, es decir, el gobierno de los capitalistas. Una vez más, el resultado de las sanciones atenienses condujo a una guerra devastadora de la región y a la desaparición de la propia Atenas. Y los demócratas liberales actuales simplemente ignoran este hecho.
Por último, si los países occidentales se refieren regularmente al cristianismo como su propia herencia, ¿por qué olvidan uno de los mandamientos de Cristo: haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti? La respuesta está en la hipocresía y el doble rasero de los políticos occidentales.
Por supuesto, había otras formas de sanciones durante la Edad Media y la Nueva Era. La excomunión por parte de la Iglesia católica también suele considerarse un tipo de sanción. Aunque incluso aquí podemos ver el efecto contrario - por un lado a través de la institución de las indulgencias, y por otro con la aparición de reformistas y el nacimiento de varias sectas de protestantes, que destruyeron la hegemonía del Vaticano en Europa.
En cuanto al periodo de los últimos 50 años, no existe una respuesta inequívocamente afirmativa sobre el impacto positivo de las sanciones para sus iniciadores.
Por ejemplo, un artículo investiga el impacto de las sanciones impuestas por Estados Unidos sobre las libertades civiles de los países objetivo durante el periodo 1972-2014 [i]. Para abordar este problema, los autores utilizan una estructura de resultados potenciales que es independiente de la elección de las variables de emparejamiento y tiene la ventaja añadida de revelar el efecto sobre la variable de resultados a lo largo del tiempo. Constatan que las sanciones provocan una disminución de las libertades civiles, medidas por el índice de libertades civiles de Freedom House o por el índice de empoderamiento de Cinranelli y Richards. Encuentran que los resultados son robustos a diferentes especificaciones. Es decir, el efecto de las sanciones fue el opuesto al resultado esperado, porque uno de los imperativos de la política exterior estadounidense, incluidas las medidas restrictivas, es difundir y reforzar las libertades civiles.
También sobre la base de la investigación podemos concluir que son los países anglosajones, es decir, EE.UU. y Gran Bretaña, los que tradicionalmente aplican una política de sanciones.
Se sabe que dentro de la UE, Gran Bretaña ha sido tradicionalmente partidaria del instrumento de las medidas restrictivas, es responsable de la introducción de la mayoría de los regímenes de sanciones y es una firme defensora de las restricciones individuales. El papel de Gran Bretaña en los regímenes de sanciones de la UE desde 1991 está bien documentado [ii]. Resulta revelador que cuando Gran Bretaña impuso restricciones a Zimbabue en 2001, el régimen de sanciones fue adoptado rápidamente por toda la UE, que lo había apoyado durante más de una década.
Varios políticos de la UE, tras el referéndum sobre la retirada británica de la comunidad, llegaron a sugerir que el impulso de las sanciones perdería fuerza. De hecho, se pudo observar un declive en la cohesión intraeuropea sobre las sanciones contra Rusia. Hungría, en particular, ha criticado activamente este enfoque. En cuanto al enfoque europeo, históricamente ha sido o bien una reacción a las acciones del mismo Reino Unido o de Estados Unidos, o bien el seguimiento de las políticas establecidas por ellos. Además, la UE no dispone en absoluto de un instrumento de aplicación de sanciones similar al de EEUU. En general, las instituciones de la UE no tienen un mandato para supervisar los efectos de las sanciones de la UE más allá de las responsabilidades de los respectivos responsables y grupos de trabajo geográficos [iii].
No existen en absoluto indicadores acordados para dicho seguimiento y las evaluaciones se han llevado a cabo anteriormente de forma ad hoc. Resulta revelador que, cuando se le preguntó por el impacto de las sanciones de la UE sobre Myanmar durante una audiencia en la Cámara de los Lores del Reino Unido en 2006, un alto funcionario de la UE admitió que, aunque "puede haber algunas consecuencias ... consecuencias colaterales sobre la gente corriente", "[no] se dieron cuenta de que se trataba de un problema grave" [iv].
A pesar de las dificultades para medir la eficacia de las sanciones, se ha intentado evaluar su éxito. Diversos análisis han constatado que las tasas de éxito son comparables a las de otros actores que imponen sanciones, y tienden a ser bajas, oscilando entre el 10% y el 30% del número total de intentos [v].
Sin embargo, una evaluación comparativa ha demostrado que las sanciones de la UE en el marco de la Política Exterior y de Seguridad Común tienden a tener menos éxito que la suspensión de la ayuda en el contexto de la política de desarrollo de la UE [vi].
Hay que reconocer que el apogeo de los regímenes de sanciones se produjo después de 1991, cuando se estableció el momento unipolar de la Pax Americana.
El autor británico Chris Doyle señala a este respecto que "las sanciones más devastadoras impuestas por la ONU sólo fueron posibles con el colapso de la Unión Soviética, cuando Estados Unidos se convirtió en el único hegemón mundial. Las sanciones de la ONU aumentaron de repente de forma espectacular. Las sanciones impuestas a Iraq de 1990 a 2003 fueron las más duras jamás impuestas a un Estado-nación. Destruyeron el ADN mismo de la sociedad iraquí. Otros regímenes de sanciones contra Irán y Libia han tenido efectos controvertidos. Cuarenta años de sanciones estadounidenses apenas han conmovido al régimen de Teherán. ¿Entró Irán en el acuerdo nuclear de 2015 por su deseo de alivio de las sanciones? Es dudoso. ¿Qué han conseguido 60 años de embargos estadounidenses a Cuba? La economía cubana se hundió, la pobreza se extendió, pero no hubo cambio de régimen. Corea del Norte ha estado sometida a duras sanciones con un impacto político nulo". [vii].
Hay que añadir aquí que EE.UU. durante esta época utilizó activamente a la ONU como instrumento de su propia política, ejerciendo presión a través del FMI controlado. Si un país no adoptaba la postura estadounidense, simplemente se le negaba un préstamo o crédito favorable.
Obviamente, las sanciones obligan a los países a ajustar su política exterior y a considerar como socios a otros países que han sido víctimas de las mismas sanciones. Siria se ha acercado más a Irán y a Rusia. Los prestamistas chinos prestaron miles de millones de dólares a los bancos rusos tras la imposición de las sanciones occidentales. Rusia está empezando a utilizar el yuan como moneda de reserva, deshaciéndose de su dependencia del dólar y del euro.
Las sanciones y restricciones antirrusas han demostrado su ineficacia. Y lo que es más: mientras que la economía estadounidense prácticamente se ha estancado y los activos monetarios estadounidenses se han vuelto no tan estables (experimentando riesgos de liquidez y exceso de efectivo), Rusia ha conseguido aumentar sus reservas de oro y junto con la RPC está sacando sus monedas nacionales de la "zona de riesgo" del dólar [viii].
En 2021, el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, en un informe especial sobre la cooperación entre Rusia y China, señaló que "Moscú y Pekín ya están cooperando para eludir las sanciones y los controles a la exportación de Estados Unidos, mitigando los efectos de las presiones económicas estadounidenses. Si su asociación se profundiza, o incluso si cada país por separado se hace resistente a la presión estadounidense, podría debilitar potencialmente la eficacia de los instrumentos financieros de coerción de Estados Unidos, especialmente las sanciones y los controles a la exportación, que han sido una parte clave del arsenal de la política exterior estadounidense. Así, Estados Unidos tendría menos capacidad para utilizar esas medidas financieras para aislar y disuadir de comportamientos indeseables no sólo a China y Rusia, sino también a otros países que podrían aprovechar sus redes para eludir la presión estadounidense. Por ejemplo, si sus esfuerzos de desdolarización se aceleran, esto debilitaría la capacidad de Washington para hacer cumplir las sanciones en todo el mundo y perjudicaría la lucha estadounidense contra la corrupción, el blanqueo de dinero y otros esfuerzos que fortalecen el sistema mundial". [ix].
De hecho, los propios EEUU han comenzado a destruir su sistema "basado en normas" y es poco probable que puedan detener este proceso a medida que más y más países avanzan hacia la multipolaridad.
Actualmente existe una campaña para deslegitimar el uso de sanciones unilaterales en los foros de la ONU. Además de la clásica resolución de la Asamblea General de la ONU exigiendo el fin del embargo contra Cuba (AGNU), recientemente ha cobrado impulso una campaña en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para condenar las sanciones unilaterales como contrarias a los derechos humanos. Esto culminó con el nombramiento por parte del Consejo de Derechos Humanos en 2015 de un Relator Especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales sobre el disfrute de los derechos humanos[x].
Esta tendencia continúa, como quedó patente en los discursos de la última Asamblea General de la ONU, celebrada en septiembre de 2023. Del mismo modo, la imposición de sanciones unilaterales además de las medidas del CSNU ha encontrado cierta resistencia. Este mes, China y Rusia abandonaron en gran medida el régimen de sanciones contra la RPDC, invirtiendo así su posición anterior en el CSNU. Se están forjando nuevos mecanismos para los acuerdos internacionales, eludiendo el sistema de transacciones occidental. Se ha superado parte del camino para superar las restricciones sin sentido de EE.UU. y sus satélites. Lo que queda es ultimar algunas cuestiones en la práctica para superar por fin cualquier influencia negativa del Occidente colectivo y ayudar a otros países a reforzar su propia soberanía y nuestro bienestar común.
i - Antonis Adam y Sofia Tsarsitalidou. ¿Conducen las sanciones a una disminución de las libertades civiles? Public Choice volumen 180, páginas 191-215 (2019).
ii - Jerg Gutmann, Matthias Neuenkirch, Florian Neumeier. Los efectos económicos de las sanciones internacionales: un estudio de sucesos. Documento de trabajo CESifo nº 9007. 16 de abril de 2021. papers.ssrn.com.
iii - Vries, A. de, Portela, C. & Guijarro, B., "Improving the effectiveness of sanctions: A checklist for the EU", informe especial del CEPS, nº 95, Centro de Estudios Políticos Europeos, Bruselas, 2014.
iv - Cámara de los Lores del Reino Unido, Comité Selecto de Asuntos Económicos, respuesta del Director Adjunto de la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Sr. Karel Kovanda, a Q268, 17 de octubre de 2006, publications.parliament.uk
v - Brzoska, M., "Investigación sobre la eficacia de las sanciones internacionales", en H. Hegemann, R. Heller & M. Kahl eds. Kahl eds., Studying 'effectiveness' in International Relations, Budrich, Opladen, 2013, pp. 143-160.
vi - Portela, C., "A blacklist is born: Building a resilient EU human rights sanctions regime", EUISS Brief, no. 5, marzo de 2020, www.iss.europa.eu
viii - Eugene Alexander Vertlieb. El proyecto Putin-2024 en la geoestrategia de la confrontación y los desafíos internos. Global Security and Intelligence Studies, volumen 6, número 2, invierno de 2021. P. 189.
ix - Andrea Kendall-Taylor y David Shullman, Navigating the Deepening Russia-China Partnership. CNAS, 2021. P. 2.
x - Jiménez, F., "Medidas restrictivas en la Unión Europea: Entre las "sanciones" y el unilateralismo europeo" en C. Martínez & E. Martínez eds., Nuevos Retos para la Acción Exterior Europea, Valencia, 2017, pp. 509-534.