Larry Johnson
Cada día que pasa trae noticias más espantosas para Ucrania, a medida que Rusia intensifica los ataques a lo largo de la línea de contacto. Rusia está siguiendo una estrategia de enjambre : piense en un enjambre de abejas que lo ataca. Puedes defenderte de una abeja enojada, tal vez dos o tres. Pero cuando te persiguen una docena de abejas y ese número aumenta con cada minuto que pasa, estás en un gran problema. Ésa es la situación actual de Ucrania. Rusia está lanzando ataques en múltiples puntos, simultáneamente, a lo largo de la línea de contacto, que se extiende desde Sumy en el norte hasta Zaporyzhia en el sur. El objetivo ruso es bastante transparente: obligar a Ucrania a desplegar recursos limitados para contrarrestar estos nuevos ataques y, en el proceso, debilitar las defensas de Ucrania. En algún momento, Ucrania se romperá; explotando como un globo lleno de aire más allá de su capacidad.
La multitud neoconservadora en Washington, DC está alborotada, con una creciente comprensión de la inminente derrota de Ucrania. ¿Su solución? ¡¡Más cencerro!! Sí, quieren que Biden y su secretario de Defensa, Lloyd Austin, vacíen los armarios militares estadounidenses y envíen todo lo posible a Ucrania, incluidos misiles de largo alcance que se utilizarían para alcanzar objetivos en el interior de Rusia. ¡¡Tontos!!
Mientras tanto, Rusia comenzó hoy su ejercicio táctico de armas nucleares. Eso significa que este ejercicio se había planificado con mucha antelación. Esto no es algo que surgió después del anuncio de Putin de hace dos semanas. El ejercicio es un mensaje claro para Occidente: ¡¡FAFO!! (Para aquellos que no están familiarizados con el acrónimo FAFO, significa Fuck Around Find Out).
La unidad de la OTAN se enfrenta a aguas muy agitadas. El intento de asesinato del Primer Ministro eslovaco Fico (pronunciado Fit-zo) ahora está siendo descrito por funcionarios eslovacos como un ataque terrorista con apoyo externo. Se supone ampliamente que Fico fue atacado porque se oponía a una mayor ayuda a Ucrania. Luego está el hecho de que Serbia y Hungría recientemente tuvieron reuniones cálidas y cordiales con Xi Jinping de China y firmaron acuerdos que amplían su cooperación con China. Eso no sienta bien en Washington, DC.
Luego, hoy nos enteramos de que otros dos países de la OTAN (España y Noruega) reconocieron a los palestinos como un Estado. Esa medida fue recibida en Washington y Tel Aviv con indignación y condena. Este anuncio deja una cosa segura: la OTAN no intervendrá pronto del lado de Israel.
Oh, casi lo olvido. Los hutíes derribaron otro Predator Drone (también conocido como Reaper) de 32 millones de dólares esta semana. Eso marca el número 5. Sospecho que las armas hutíes que derribaron estos cinco drones costaron menos de cinco millones de dólares. Hagamos los cálculos: 32 x 5 = 160 – 5 = 155. Desde un punto de vista de costo-beneficio, los hutíes están obteniendo un gran beneficio por su inversión al frustrar a la fuerza naval número uno del planeta. Asombroso.
La soledad de «Occidente»: un conglomerado comandado por Estados Unidos
Carlos X. Blanco
Occidente es hoy un conglomerado de estados comandados, con mano de hierro, por los Estados Unidos.
El bloque más grande y cohesionado lo forma la Anglosfera: los propios Estados Unidos, Canadá, Reino, Unido, Australia, Nueva Zelanda así como numerosas colonias y excolonias británicas, que, siendo pequeñas, pueden ser muy relevantes en el ámbito estratégico, paradisíaco-fiscal, etc.
En un segundo nivel, pero muy integrado con la Anglosfera, se hallan los Estados derrotados en 1945: Alemania y Japón son, de facto, enormes bases militares al servicio de la OTAN y de los Estados Unidos.
En tercer lugar, en constante expansión y fortificación, se hallan los países asiáticos pro-yanquis, llamados a formar la «OTAN del Pacífico», estados cada vez más agresivos que cercan a China, en una actitud de estrangulamiento enteramente similar y paralela a la que la OTAN propiamente dicha exhibe en torno a Rusia.
Todos estos estados juntos forman una parte minoritaria de la humanidad, y representan solamente un trozo del territorio planetario. Menos de la mitad. Todos ellos, haciendo gala de un incurable etnocentrismo, pretenden orientar a sus poblaciones hacia una posible guerra generalizada, previsiblemente nuclear. Orientar a las poblaciones hacia la aceptación de esa guerra, la conveniencia de esa guerra, la posibilidad de vencer en esa guerra… ¿Están locos?
Pero una guerra OTAN-Rusia, directa y generalizada, no por interposición y circunscrita a Ucrania, como ocurre ahora, es una locura. Esa guerra no se puede aceptar, no es conveniente, y es imposible vencerla.
No se puede aceptar porque aquí son los Estados Unidos los que se juegan existencialmente su poderío, sólo ellos. Los europeos solo podemos encontrar lluvia radiactiva, ciudades devastadas, hambre y retroceso a la prehistoria durante siglos.
Europa debe incluir a Rusia entre sus aliados y socios. Toda existencia futura a espaldas de Moscú es una quimera.
Es imposible vencer esta guerra. Todos los analistas independientes coinciden en señalar que aquí ha muerto el talento, se ha instalado la pereza. Las carencias tecnológicas son ruidosamente evidentes: los universitarios más cualificados de Occidente aprenden hoy lo que en China y Rusia han desarrollado ya hace diez años. Lo más dramático de los europeos y, en general, «occidentales» es esto: por una dosis más de placer, venderían a sus propias madres. Las naciones clásicas defienden sus valores.
China, Rusia, Irán son naciones clásicas, dotadas de unos valores que a lo mejor no gustan aquí, pero los poseen y luchan por ellos. En este Occidente de una OTAN de chatarra, peligrosa pero de chatarra, la base social se educa en la lujuria, drogas blandas y molicie.
Es una guerra que no conviene y no se puede ganar. Pero tampoco, y sobre todo, no se puede aceptar. Ese Occidente no tiene razón: tira piedras y luego contrata a matones y bufones para responder a sus propias gamberradas. El gamberro ha sido «pillado in fraganti«, y estará solo, nadie le defenderá.