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Muerte y luto en España por inundaciones: las causas de una tragedia anunciada

Muerte y luto en España por inundaciones: las causas de una tragedia anunciada

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
viernes 01 de noviembre de 2024, 22:00h
Yarisley Urrutia
El temporal inusitado de lluvia torrencial y viento en varias regiones ocasiona inundaciones que acaba con vidas, viviendas, infraestructuras, cultivos e industrias. ¿Por qué la alerta se activó tarde pese a las advertencias de los meteorólogos? Los diseños urbanísticos viciados y el "desprecio a la información técnica" son algunas de las causas.
La catástrofe atmosférica que ha castigado al país ibérico de forma inédita en lo que llevamos de siglo, se ha cobrado la vida de al menos 158 personas. La cifra es provisional y amenaza con ser mucho mayor, dado el paradero todavía desconocido de decenas, si no cientos, de ciudadanos.
Si los días 29 y 30 de octubre los efectos ocasionados por la DANA [depresión aislada en niveles altos, el término que prefieren los meteorólogos para referirse a un evento de gota fría originado en las capas altas de la atmósfera] asolaron puntos de Castilla-La Mancha, la región metropolitana de Valencia y varias localidades de las comarcas adyacentes, el día 31 las lluvias se trasladaron más al norte, a Castellón y la zona meridional de Cataluña, y también se dejaron sentir en amplias zonas de Aragón, Andalucía occidental e incluso en el enclave africano de Ceuta.
La destrucción es significativa y la mejor descripción la pueden aportar las diversas imágenes y tomas aéreas de las zonas afectadas: un paisaje después de la guerra, dominado por miles de automóviles y camiones amontonados y volcados, luego de ser arrastrados por las aguas. Viviendas, garajes, tiendas, mobiliario urbano, naves industriales, talleres, cultivos, carreteras y vías de ferrocarril han quedado anegadas por las aguas y el barro, bien destruidas parcialmente o bien inutilizadas temporalmente.
Los destrozos ocasionados en las vías férreas y túneles dejan a Valencia (tercera ciudad en importancia de España) desconectada de Madrid para las próximas dos o tres semanas, informó Óscar Puente, ministro de Transportes. En Valencia, las líneas de trenes interurbanos están paralizadas y las conexiones entre Castellón y Tarragona, también. Más de 1000 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) efectúan labores de rescate y reparto de ayuda, a las que se unirán otros 500 militares de los tres ejércitos a partir del 1 de noviembre.
Hasta más de 445 litros por m² se llegaron a registrar en menos de ocho horas en algunos puntos. En el campo, la situación es calamitosa para la agricultura y ganadería. Las organizaciones agrarias dan cuenta preliminar de la dimensión del desastre, que, en el caso del ganado, puede ocasionar un problema de salud pública, dadas las reses muertas.
"Miles de hectáreas de cítricos, caquis, hortalizas, viñas y otros cultivos van a perder la cosecha de la presente campaña e, incluso, van a sufrir problemas irreparables por exceso de humedad que acabarán con la muerte de las plantaciones", se advierte en un comunicado de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
Valencia es la región española productora de cítricos por antonomasia, una auténtica despensa a nivel nacional y europeo, y es previsible que sea en estos cultivos donde se concentre el mayor daño.
"Las lluvias torrenciales han llegado en un momento crítico para la cosecha, que se generalizaría dentro de un mes aproximadamente. Hay muchas fincas anegadas que sufrirán asfixia radicular, por lo que los árboles sufrirán y pueden morir", lamentan en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que describe como "dantesco" el balance en la provincia de Almería, donde un granizo de hasta 8 cm de diámetro ha destruido incluso los invernaderos.
¿Era evitable la tragedia humana?
Es la pregunta que asalta a muchos en España. No es la primera vez que fenómenos de lluvias torrenciales causan estragos en la región del Levante, donde en 1982 aconteció la "pantanada", la rotura de la presa del embalse de Tous a consecuencia de una gota fría similar, ocasionando una riada mortal.
Fenómenos atmosféricos adversos de esta índole no son extraños en esta tierra y tal característica incluso enraíza en la cultura. Como cantaba en 1984 el célebre cantautor valenciano Raimon, Al meu país la pluja no sap ploure: o plou poc o plou massa; si plou poc és la sequera, si plou massa és la catàstrofe [En mi país la lluvia no sabe llover: o llueve poco o llueve demasiado; si llueve poco es la sequía, si llueve demasiado es la catástrofe].
Y, sin embargo, ¿qué ha pasado para que en pleno siglo XXI, con toda la tecnología y el saber científico adquirido, no se advirtiera a tiempo a la población de la amenaza mortal que se avecinaba?
Los primeros partes en los que la Agencia Española de Meteorología (AEMET) hace constar la gravedad del temporal en ciernes datan del 27 de octubre. El día 29, a las 07:36 horas, lanzó un aviso de nivel rojo, el de gravedad máxima. A las 08:04 h reiteró que el peligro era "extremo". Sin embargo, el presidente regional valenciano, Carlos Mazón, compareció ante los medios a las 13:00 h para decir que las lluvias "amainarían" hacia las 18:00 h. Nada de eso sucedió.
Cuando, por fin, a las 20:12 h, el Gobierno regional envió a los teléfonos celulares de los ciudadanos una alerta en forma de pitido estridente y mensaje SMS, ya era demasiado tarde. Y para mayor tensión, el día 30 comenzó el cruce de acusaciones entre la oposición política (Partido Popular) y el Gobierno de Pedro Sánchez a cuenta de la responsabilidad de la gestión. El Gobierno central entiende que es competencia del Ejecutivo valenciano y el PP cree que no. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, incluso acusó a la AEMET, dependiente del Gobierno central, de no alertar sobre la situación.
"El impacto de un fenómeno meteorológico depende de la preparación para afrontarlo y de la evaluación y las medidas que adopten las comunidades autónomas", se defendió la AEMET en un comunicado.
"Está claro que ha habido un absoluto desprecio por la información técnica. Estamos pasando del negacionismo climático al negacionismo meteorológico", lamenta Antonio Turiel, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC-ICM), que explica a Sputnik que es evidente que el problema "se minusvaloró".
Los avisos de la AEMET en los días previos fueron ignorados. "No eran aún una predicción exacta, pero se entendía que se acercaba un evento atmosférico de características importantes", afirma.
"El evento también salía en los outputs del modelo con el que trabajan en el Centro Europeo de Previsión Meteorológica. Dos días antes [la AEMET], empezó a dar cifras de zonas afectadas en concreto y a emitir alertas. Y día 29 emitieron una alerta roja", explica Turiel.
La ausencia de mensajes claros de alerta, la falta de precaución e incluso un desprecio por la ley de prevención riesgos laborales en muchas empresas, propició que, en los momentos fatídicos, muchos ciudadanos se hallaran en sus puestos de trabajo o centros de estudio, al volante de sus vehículos o hasta por las calles. Es decir, toda una cadena de imprecisiones llevó a que la gente estuviera donde no tenía que estar.
"Lógicamente, tenían que haber dicho a la gente que no saliera de casa. Habría habido algún muerto igualmente, pero no una tragedia tan enorme. Porque ahora mismo hay 158 muertos, pero centenares de desaparecidos" añade Turiel.
La trampa urbanística
Más de un millón de viviendas están construidas sobre zonas inundables en la región del Levante, el litoral mediterráneo del país, según una investigación de Eldiario.es elaborada con datos del Catastro y del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables. Unas 314.000 se hallan en las provincias de Valencia, Castellón, Alicante y Murcia, justamente las más afectadas por este tipo de temporales a lo largo de los años.
Una regulación poco estricta, los intereses cruzados de administraciones locales y empresas constructoras durante el boom de la construcción y unas normativas europeas sobre gestión de inundaciones que no empezaron a aplicarse hasta 2007, obraron que en España se levantaran muchísimas edificaciones junto a cauces fluviales y zonas costeras, las llamadas "llanuras de inundación".
Y ahora, tras las inundaciones, las imágenes satelitales del área metropolitana de Valencia y sus comarcas adyacentes tomadas el 30 de octubre, delimitan las zonas anegadas en correspondencia casi milimétrica con esta cartografía de zonas inundables. Es decir, el mal diseño urbanístico, con un desarrollo viciado de inicio, es otro de los factores que ha contribuido a aumentar la magnitud de la desgracia.
Tal es así, que para definir el problema, la propia capital valenciana sirve de ejemplo antitético. "En Valencia recuperaron una zona deprimida, que era el cauce seco del río Turia, y lo convirtieron en el eje de la ciudad. De un problema hicieron virtud y esto es lo que la ha salvado", explica a Sputnik A. Díaz Curiel, arquitecto de la compañía de gestión Mace Group.
En los años 60 se decidió desviar el río Turia, que atravesaba el centro de la ciudad hasta desembocar en el mar. Como resultado el cauce original quedó seco. A partir de 1987, mediante un proyecto del célebre arquitecto catalán Ricardo Bofill, el lecho seco se ensanchó, se ajardinó y se crearon zonas verdes que regeneraron la vida urbana.
"El criterio fue acertado, ensancharon el cauce, lo que ha permitido que durante estos días Valencia haya absorbido el gigantesco caudal", explica este arquitecto, que resalta que la previsión que implicó el proyecto es lo que ha evitado que Valencia se inundara por completo.
"La propia ciudad de Valencia ha demostrado cuál es la solución. ¿Por qué no se hizo en otros lugares?", añade. En su caso, la pertinencia de auditar "un activo inmobiliario o un solar" a la hora de comprarlo para ejecutar cualquier proyecto, es insoslayable. "Es uno de los análisis que nosotros hacemos, evaluar el riesgo de inundación del lugar. Si no respetas a la naturaleza, la naturaleza acaba contigo", sentencia.
El emplazamiento de bienes e infraestructuras también es discutido por M. Andreu, viticultor de la zona de Requena-Utiel, donde hay "más de 35.000 hectáreas de viñedo anegadas y huertas hasta con dos metros de agua". A su juicio, aparte de la gestión de la catástrofe, el problema es la "desastrosa política de ordenación de los territorios durante décadas".
"Todo se va juntando con el tiempo y todo influye, ya estemos en la huerta, el polígono o en los accesos a las ciudades: desvíos, estrechamientos, canalizaciones, puentes, carreteras, autovías, polígonos industriales, urbanizaciones, barrios nuevos… todo ha sido montado con la lógica del máximo e inmediato beneficio económico, sin importar otras cosas", lamenta.
Una DANA estacionaria
El temporal que ha arrasado grandes zonas de la región levantina y que también ha infligido daños en Andalucía y Aragón, ha diferido de otros anteriores. Una serie de factores, que ya han despertado la atención de los científicos, pueden definir por qué aun conociendo el fenómeno y teniendo herramientas para controlar sus efectos, no obstante haya resultado devastador.
"El primer factor particular es su tamaño, desmesurado. Y esto es algo que puede deberse al cambio climático o no, no lo sabemos aún", señala A. Turiel, que indica que es precisamente el tamaño del evento atmosférico lo que ha hecho posible que afectara a un área tan grande. Un área por la que el agua acaba discurriendo sin estar preparada para ello.
"Y debido a su gran tamaño, y esto es otra particularidad, se quedó en una zona estacionaria sin poderse mover por la atmósfera. Se mantuvo clavada mucho rato en una zona concreta, 24 horas, y agravó el problema", añade.
La temperatura del agua del mar, muy caliente, es otro de los factores, recuerda este investigador y divulgador científico. "El Mediterráneo ya está dos grados por encima del promedio observado entre 1980 y 2000, liberando mucho más vapor de agua y emitiendo mucho más calor. Y esto tiene consecuencias", advierte.
El resultado es una concentración de vapor de agua que produce precipitaciones más intensas, pues la temperatura del aire también ahora es más elevada. En consecuencia, el volumen de agua en la atmósfera susceptible de caer en forma de precipitaciones alcanza ya valores de récord.
"La atmósfera contiene más agua precipitable porque está más caliente, no tiene ningún misterio, es algo que se sabe desde los primeros trabajos en termodinámica. Es la relación de Clausius-Clapeyron, que dice que por cada grado que aumenta la temperatura del aire, este admite un 7% más de vapor de agua, lo cual influye en la cantidad de agua precipitable".
¿Significa esto que la DANA que asola España es producto del cambio climático? En opinión de Turiel, el cambio climático "tiende a empeorar este tipo de fenómenos, pero no se puede decir que la DANA sea consecuencia del cambio climático".
En cualquier caso, advierte este científico, el futuro deparará temporales similares, con mayor frecuencia y más destructivos, no tanto como los huracanes, pero sin desmerecer ante ellos en ese aspecto.
"La contaminación atmosférica sigue permitiendo que se produzca una nueva DANA en cualquier momento", concluye Turiel, convencido de la necesidad de ir imponiendo medidas de precaución e incluso evacuación, aun cuando "la soberbia habitual de nuestros gestores les impida pensar que este tipo de cosas puedan ocurrir aquí".
LAS RIADAS DE LAS DANAS NO ESTÁN EMPEORANDO CON EL CAMBIO CLIMÁTICO

Tragedias como la de Valencia son recurrentes y solo pueden paliarse con acciones preventivas, como el pantano del Plan Sur que la habría evitado. En vez de construirlo se destruyen presas incrementando el riesgo.
Los datos de precipitación diaria de Valencia desde 1937 no presentan tendencia alguna. Tras la gran riada de 1957 (el mayor pico en la gráfica) se desvió el curso del río, para proteger el centro de la ciudad.
Los Llibres del Consell indican graves riadas en Valencia en 25 ocasiones, en 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897, 1949 y 1957. No tiene que ver con el cambio climático ni con la temperatura del Mediterráneo. Ello no evita que se vaya a utilizar la tragedia de Valencia de una manera infame para hacer creer que la eliminación de las emisiones de CO₂ hará que estas cosas no pasen. ¿Qué emisiones había en el siglo XIV?
El Niño, y no la actividad humana, disparó las temperaturas en 2023
Un estudio realizado por científicos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Miami, publicado en la revista Atmospheric Chemistry and Physics, señala al evento climático El Niño-Oscilación del Sur como la principal causa del aumento de la temperatura superficial global en 2023, y no al cambio climático inducido por el ser humano.
El Niño es un fenómeno caracterizado por el calentamiento periódico de las aguas superficiales del Océano Pacífico central y oriental, que influye en los patrones climáticos globales, generando importantes cambios ambientales y climáticos.
El notable aumento de la temperatura superficial en 2023 suscitó preocupación y especulaciones en los medios sobre sus causas. Según Shiv Priyam Raghuraman, autor principal del estudio, los experimentos mostraron que incluso en simulaciones climáticas sin la influencia humana, se produjeron picos de calentamiento global. Los investigadores demostraron que existe un 10 % de probabilidad de un incremento súbito de temperaturas cuando un evento de El Niño sigue a un período prolongado de La Niña, como ocurrió entre 2022 y 2023.
Aunque las temperaturas globales alcanzaron niveles sin precedentes en 2023, el estudio destaca que este aumento fue provocado principalmente por El Niño. Sin embargo, Brian Soden, coautor del estudio, subrayó que las emisiones humanas de gases de efecto invernadero siguen siendo responsables de la tendencia de calentamiento a largo plazo, que continuará hasta que se logre reducir a cero las emisiones netas de CO2 y otros gases.
Del mando de Operaciones Especiales, una brigada con sede en Alicante: Carta de un Oficial.
Como militar, oficial y valenciano, siento auténtica vergüenza por cómo se está gestionando la situación.
Todos sabemos que nuestros jefes de regimiento y batallón han puesto todos sus medios a disposición de COMIL para lo que haga falta y que, por decisiones políticas, no se están empleando. ¿Alguien se ha preguntado si el personal del MOE pidió permiso para socorrer a la gente de Albacete o si simplemente avisaron de que iban en camino?
Hace no mucho tiempo, organizamos una gran cantidad de jornadas, exposiciones y conferencias sobre el papel del ejército en la riada del 49, de cómo el ejército se volcó con su ciudad. Y, bueno, compañeros, ¿dónde estamos ahora? Escondidos en los cuarteles, quejándonos en la cantina de que no nos dejan hacer nada y viendo cómo nuestros compatriotas yacen muertos en sus hogares, cómo cientos de personas están desabastecidas e incomunicadas.
Tenemos un regimiento de transmisiones con capacidad para ofrecer comunicación satelital y montar nodos de comunicación. Tenemos un regimiento de Caballería con Centauro, BMR y VAMTAC, capaces de llegar a cualquier lugar, apartar vehículos y despejar vías de comunicación. Tenemos un batallón de Policía Militar con capacidad para labores de seguridad ciudadana, gestión de tráfico y patrullajes, para evitar los saqueos que ya se están produciendo. Tenemos aljibes potabilizados para suministrar agua a la población desabastecida. Tenemos miles de soldados deseosos y dispuestos a ayudar y ser útiles. Mano de obra barata, sí, pero creo que, por esta vez, la buena obra compensa.
Cada minuto que un miembro de la UME o bomberos entrega comida y alimentos es un minuto que no se está buscando a las personas desaparecidas. Sabemos que no todos tienen la instrucción para hacer cualquier tarea, pero podemos retirar barro y escombros, ayudar a trasladar gente en camiones, entregar agua y comida, dar apoyo personal.
¿Dónde queda la íntima satisfacción del deber cumplido de esos jefes que van al cuartel sin hacer nada más? ¿Qué ha sido de ese manoseado artículo 14 y el “hacer lo preciso de su deber sin que su propia voluntad adelante cosa alguna”? Estar escondidos en nuestros cuarteles, aislados del mundo, solo da fuerza a quienes argumentan que no somos necesarios. Los españoles merecen saber que aún queda un ejército a su servicio.
Sólo el pueblo salva al pueblo
Esta es la poderosa imagen de la solidaridad popular que no quieren que veamos.
Estos días leo y escucho muchas tonterías, tanto a izquierda como a derecha, pero hacer, lo que se dice hacer sobre el terreno, hacen poco o nada.
"Una absoluta locura la cantidad de gente que cruza la pasarela hacia L’Horta Sud desde La Torre. No tengo palabras para describir esto. La gente llena de comida, palas y rastrillos. Vienen llenos de barro y nosotros a llenarnos de él. Mucha gente vuelve. BRUTAL."
Cuando nos demos cuenta de que sólo nosotros podremos sacar nuestras castañas del fuego, empezaremos a ver a los charlatanes como lo que verdaderamente son.
Unas palabras teniendo presentes a las víctimas de la catástrofe en España.
La Dana, equivalente a un Tsunami, no puede ser captada por unas pocas imágenes. España está en shock. Van apareciendo miles de imágenes y videos. No se sabe nada a ciencia cierta, las victimas superan en mucho a los datos que se suministran, hay muchas personas todavía atrapadas, incomunicadas y sin agua ni comida, sin luz eléctrica. Kilómetros de vía de tren destruidos, carreteras, instalaciones... En situación de colapso se están produciendo saqueos y pillaje por parte de mafias. El ejército está reaccionando muy tarde, deben de reservarlo para ir a hacer la guerra que dicte la Unión Europea. ¿Dónde está la solidaridad de Alemania y de Francia?
Responsables son todos: antes, durante y después de la Dana. Se han destruido más de 500 presas en los últimos años mientras se hablaba de sequía. La catástrofe es también sistémica, es institucional total. Los jefes carecen de vocación social, solo tienen vocación de corrupción con sus chiringuitos al servicio de instituciones más altas igualmente corruptas.
Los intelectuales, antes de llenase la boca con sus palabras preferidas "cambio climático" y otras, a la carta de las subvenciones, deberían fijarse en otros modelos. Rusia, por ejemplo, sometida a una situación extrema en los últimos años, lejos de colapsar, se reinventa. Los pueblos semitas de Oriente Medio pueden resistir al genocidio de los colonos gracias a que su sociedad es colectiva. Deben fijarse en estos ejemplos. ¿Qué valores sostienen esos modelos tan distintos?
Los valores que sostienen las naciones están en el pueblo, y también en España, especialmente en esta situación extrema, pero no en el entramado institucional. Definitivamente no están a la altura.