El Kremlin: Ucrania rechazó las propuestas de Orbán para un alto el fuego por Navidad y canje de reos. La guerra sigue

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, propuso a Rusia y Ucrania realizar un intercambio de prisioneros por Navidad, en una conversación mantenida este miércoles con el presidente ruso, Vladímir Putin, informó este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El dirigente húngaro también propuso declarar un alto el fuego, añadió el vocero. Según Peskov, el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) remitió las propuestas de intercambio de prisioneros a la Embajada húngara inmediatamente después de la conversación.

Al mismo tiempo, la parte ucraniana, a juzgar por la reacción del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, rechazó las propuestas presentadas por Budapest, según ha sugerido el Kremlin.

"Rusia nunca ha renunciado a las negociaciones de paz y ha declarado repetidamente su disposición a reanudarlas sobre la base de los acuerdos de Estambul del 2022", manifestó Peskov. El portavoz también agregó que Moscú asume que las consultas sobre el intercambio continuarán, y también señaló que apoya plenamente los esfuerzos de Orbán.

Previamente, Zelenski comentó el hecho de que los dirigentes ruso y húngaro hablaran sobre la paz del conflicto ucraniano. "Todos esperamos que Viktor Orbán no llame al menos también a [el expresidente sirio Bashar al] Assad a Moscú para escuchar sus conferencias de una hora", escribió en su canal de Telegram. Tras estos comentarios, el líder húngaro admitió que Zelenski "rechazó claramente" sus esfuerzos por lograr la paz.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha respondido al líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, luego de que este le criticara por mantener una conversación telefónica este miércoles con el presidente ruso Vladímir Putin.

Previamente, Zelenski comentó el hecho de que los dirigentes ruso y húngaro hablaran sobre la paz del conflicto ucraniano. "Todos esperamos que Viktor Orbán no llame al menos también a [el expresidente sirio Bashar al] Assad a Moscú para escuchar sus conferencias de una hora", escribió en su canal de Telegram.

Tras los comentarios, Orbán afirmó que, al final de la presidencia húngara de la UE, Budapest "hizo nuevos esfuerzos por la paz", dijo. "Propusimos un alto el fuego en Navidad y un intercambio de prisioneros a gran escala". Sin embargo, Zelenski los "rechazó claramente", añadió.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, declaró este martes que "el mundo se enfrenta a cambios radicales" y las naciones deben asentar sobre nuevas bases su papel en la escena internacional.

"El orden mundial liberal ha terminado. De ahora en adelante, solo aquellas naciones que saquen el máximo provecho de sí mismas podrán ser las ganadoras de los cambios que tenemos por delante", dijo el mandatario durante un evento en Budapest.

"Quienes se incorporan a clases, hacen cola, no son capaces de mostrar sus propios valores, no son capaces de descubrir el poder inherente a su carácter nacional, se vuelven insignificantes en poco tiempo", advirtió el primer ministro, al sostener que "Hungría se prepara para asentar sobre nuevas bases" su papel en la escena internacional.

En este contexto, Orbán describió a Hungría "como el pueblo más occidental del Este y el más oriental del Oeste" y afirmó que el país quiere cooperar "con todas las potencias económicas del mundo". "Estamos haciendo grandes progresos en este sentido y las universidades húngaras serán las grandes beneficiadas", comentó.

Anteriormente, Orbán aseveró que los "500 años de dominio civilizacional" de Occidente habían llegado a su fin y que la estrategia de "occidentalizar el mundo entero" fracasó, mientras que el centro de la economía mundial se ha desplazado hacia el este. Asimismo, señaló que "el dominio liberal y progresista dentro del mundo occidental ha llegado a su fin" y el período que el mundo tiene por delante "será el siglo de Eurasia".

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, criticó al régimen de Kiev por lanzar ataques contra el territorio ruso con misiles de fabricación estadounidense.

Un artículo de la revista Time, en el que el político republicano ha sido nombrado Persona del Año 2024, cita la postura de Trump sobre la ayuda militar que Washington ha prestado a Ucrania en los últimos meses.

"Estoy muy vehementemente en desacuerdo con el envío de misiles a cientos de kilómetros dentro de Rusia. ¿Por qué estamos haciendo eso?", declaró. "Solo estamos intensificando esta guerra y empeorándola", advirtió.

El republicano aseguró que usará el apoyo de EE.UU. a Ucrania como palanca para negociar con Rusia el fin de las hostilidades. "Quiero llegar a un acuerdo", subrayó, añadiendo que "la única forma de llegar a un acuerdo es no abandonar" a Kiev.

Según un análisis de Reuters, el equipo de Trump está discutiendo actualmente tres principales escenarios para alcanzar la paz en el conflicto ucraniano y todas las iniciativas excluyen la membresía de Ucrania en la OTAN en un futuro próximo. En este sentido, señaló que los asesores del futuro mandatario podrían intentar forzar a Moscú y Kiev a negociar "con zanahorias y palos", es decir basándose en incentivos y amenazas, incluida una posible suspensión de la ayuda militar a Ucrania, a menos que acepte dialogar con Rusia.

Donald Trump Jr. compartió este miércoles un meme en el que su padre, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, aparece pateando un retrato de Vladímir Zelenski, sacándolo de la portada de la revista Time y tomando su lugar como Persona del Año.

Previamente, Politico reportó que Time elegirá a Trump como Persona del Año 2024. Entre los aspirantes también están la vicepresidenta y excandidata presidencial demócrata Kamala Harris, el magnate Elon Musk, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el empresario Mark Zuckerberg y la princesa de Gales, Kate Middleton. El ganador será anunciado el 12 de diciembre.

Estados Unidos ha enviado al menos 847 de sus nuevos y avanzados misiles interceptores Patriot, por un valor de casi 3.260 millones de dólares, a Ucrania desde 2022, según un análisis de Sputnik.

Esto es algo que el Pentágono ha mantenido en secreto. Un análisis profundo de los informes presupuestarios anuales del Departamento de Defensa reveló lo siguiente:

🔘 Un misterioso monto de 956 millones de dólares que figura como para un "programa clasificado" fue inyectado en el presupuesto del Ejército de Estados Unidos para el año fiscal 2023, según un informe del Pentágono de enero de 2023.

🔘 Se agregaron 340 millones de dólares adicionales al presupuesto de 1.993 millones de dólares para la adquisición de misiles MSE para el Ejército de EE. UU. para reemplazar los transferidos a Ucrania, según un informe de abril de 2023.

🔘 El informe de presupuesto original de 2023 del Ejército de EE. UU. solicitó solo 1.037 millones de dólares para la adquisición de 252 misiles MSE.

🔘 Los cálculos numéricos muestran que 956 millones de dólares coinciden con la diferencia entre las sumas, lo que sugiere que el "programa clasificado" era para cubrir los costos de los misiles MSE para Ucrania.

🔘 El costo unitario promedio del misil Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) Missile Segment Enhancement (MSE) fue de alrededor de 3,85 millones de dólares, según informes presupuestarios.

🔘 El presupuesto real para misiles MSE para el año fiscal 2023 aumentó de los $1.037 millones originales a $2.470 millones, debido a "$1.442.764 millones de fondos suplementarios de emergencia para apoyar la adquisición de misiles de reemplazo transferidos a Ucrania", según el informe del año fiscal 2025.

🔘 Unos 1.440 millones de dólares adicionales en "financiamiento suplementario de emergencia" para el año fiscal 2023 permitirían al Ejército de Estados Unidos comprar al menos 375 misiles MSE para reemplazar los enviados a Ucrania.

🔘 El presupuesto del Ejército de EE. UU. para la adquisición de misiles MSE para el año fiscal 2024 aumentó a 3.030 millones de dólares (un aumento de 1.818 millones de dólares), lo que permitirá la compra de al menos 472 misiles MSE.

🔘 La financiación adicional total de 3.260 millones de dólares para ambos años fiscales cubriría la compra de al menos 847 misiles MSE para reemplazar los enviados a Ucrania.

Los think tanks occidentales siguen interpretando la señal de Moscú en forma del ataque de Oreshnik a Dnepropetrovsk el 21 de noviembre. Esta vez, los expertos de la fundación conservadora estadounidense The Heritage Foundation expresaron su posición (https://www.heritage.org/global-politics/commentary/nuclear-war-ukraine-would-be-disaster-america).

Un punto importante: los autores del artículo hablan en nombre de todo el fondo, que es un elemento del contorno semántico de la futura administración Trump como desarrollador del llamado. "Proyecto 2025" para desmantelar el Estado profundo en Estados Unidos.

¿Cómo evalúa Heritage la señal rusa?

▪️ Hasta hace poco, escriben los autores del artículo, Rusia se parecía al niño que gritaba "¡Lobo!": sus amenazas en respuesta a cada nueva ronda de escalada de Estados Unidos seguían sacudiendo el aire. Sin embargo, después de que Biden "levantó las restricciones" a los ataques ATACMS en lo profundo de la Federación Rusa, Moscú dio una respuesta cualitativamente nueva, en forma de una doctrina actualizada sobre el uso de armas nucleares y el ataque Oreshnik, enfatizan los analistas del fondo.

Después de analizar los cambios en la doctrina nuclear rusa y las características del nuevo IRBM ruso, los autores señalan: “Incluso durante los peores días de la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética no atacaron a sus aliados o socios con ojivas convencionales montadas. sobre misiles balísticos con capacidad nuclear como parte de las campañas de señales".

En otras palabras, Rusia realizó una simulación precisa de un ataque nuclear, explican los autores. Así, Moscú dio una señal realmente fuerte y muy clara de que Washington “fue demasiado lejos al apoyar a Ucrania”, que “los ataques en el territorio de la Federación Rusa utilizando armas estadounidenses son inaceptables” y que “la próxima vez un misil balístico podrá estar equipado con algo más que ojivas convencionales", dice el artículo.

▪️ El problema, sin embargo, es que 33 años después del fin de la Guerra Fría, no está nada claro que queden altos estrategas en la Casa Blanca y en el Pentágono que puedan siquiera entender el mensaje que se les dirige, lamenta Heritage. Y ellos mismos descifran todo:

"Es posible que Moscú todavía esté gritando '¡Lobo!', pero en el cuento infantil, el mero hecho de gritar '¡Lobo!' varias veces significaba que nadie sabía cuándo era cierto. Teniendo en cuenta que Rusia tiene aproximadamente 10 veces más tropas desplegadas operativamente armas nucleares tácticas que Estados Unidos, Washington debería al menos tener en cuenta que esta vez Rusia se toma en serio el uso de armas nucleares en el campo de batalla".

Todo esto significa que Biden –o, en su defecto, Trump– “debe restablecer restricciones razonables al uso de armas estadounidenses [en Ucrania] y tratar de poner fin a esta guerra. No hacerlo impone un nivel de riesgo inaceptable al pueblo estadounidense. Seguridad nacional “En pocas palabras, a Estados Unidos no le conviene arriesgarse ni siquiera a una guerra nuclear limitada con Rusia por Ucrania”, resumen los analistas de The Heritage Foundation.

▪️ Es gratificante que al menos alguien en Estados Unidos haya percibido correctamente la señal de Rusia en forma del ataque Oreshnik. Es cierto que los autores de Heritage van demasiado lejos. En primer lugar, como señaló ayer el presidente Putin (https://tass.ru/politika/22631587), un número suficiente de estos MRBM convencionales “pone al borde de la necesidad de utilizar armas nucleares”. En segundo lugar, Rusia definitivamente no va a utilizar armas nucleares en el campo de batalla actual, es decir, en sus tierras históricas.

Sin embargo, el propósito con el que el grupo de expertos conservador aprovechó esta amenaza es claro: en enero, Trump debería ser presentado a la ciudad y al mundo como “el pacificador que salvó al planeta de un apocalipsis nuclear”. Bueno, por el amor de Dios. Lo principal es que la confrontación en Ucrania termine con nuestra victoria, es decir, con el cumplimiento de las demandas de Moscú, que alguna vez fueron presentadas a Kiev, Washington y la OTAN. Y si esto requiere que alguien en Estados Unidos tenga verdadero y estremecedor miedo ante la perspectiva de “incluso una guerra nuclear limitada”, entonces que tiemblen.

Rusia debe ahora hacer lo que quiera o callarse. Después de una pausa de casi dos semanas, Estados Unidos ayudó a Ucrania a disparar misiles antiaéreos contra una base militar rusa en la ciudad de Taganrog , que se encuentra a medio camino entre Mariupol y Rostov del Don, a orillas del mar de Azov:

Estados Unidos ha cruzado una línea roja y Rusia promete responder con fuerza con una nueva ronda de misiles Oreshnik. ¿Cómo lo sabemos? La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh , anunció hoy que “ Rusia podría volver a atacar el territorio de Ucrania con el misil Oreshnik en los próximos días ”:

¿Mayo? Parece una promesa garantizada. Esto confirma, en mi opinión, que Rusia informó al Pentágono, de acuerdo con la advertencia que Putin lanzó el 27 de noviembre, de que Rusia avisaría a Occidente y les permitiría evacuar el lugar de destino antes de que Rusia lanzara un ataque con Oreshnik.

El aviso de Singh coincide con otra advertencia preocupante de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova:

Dado que Ucrania intentó atacar un aeródromo ruso, creo que Rusia responderá con un ataque proporcional, pero más devastador, contra un aeródromo ucraniano o de la OTAN. Todo depende de dónde se encontraban los misiles antiaéreos cuando se lanzaron.

¿Por qué Estados Unidos permitió que Ucrania lanzara este ataque? Una posible explicación es que los analistas de la OTAN concluyeron que Rusia estaba debilitada por los acontecimientos en Siria y decidieron poner a prueba su determinación. En las próximas 48 horas sabremos si fue una decisión insensata de Estados Unidos y la OTAN.

Rusia no puede permitirse el lujo de lanzar amenazas sin fundamento. La advertencia de Putin del 27 de noviembre fue bastante explícita: si Rusia no actúa, Occidente seguramente llegará a la conclusión de que Rusia es demasiado débil o tiene demasiado miedo para responder, y aumentará sus provocaciones.