Las potencias militares europeas están preparando un plan que busca reemplazar el rol de EE.UU. en la OTAN en un lapso de 5 a 10 años, según
afirmaron a Financial Times varios funcionarios familiarizados con el asunto.
La intención responde a la preocupación de los miembros de la organización tras la llegada al poder del presidente estadounidense, Donald Trump, quien se ha quejado en reiteradas ocasiones sobre la magnitud del aporte de su país en comparación con el de los demás miembros, y ha amenazado con retirarse del bloque militar.
Entre las naciones que están participando en estas conversaciones informales se encuentran el Reino Unido, Francia, Alemania y los países nórdicos. De acuerdo con los funcionarios, se han fijado el objetivo de preparar un plan para trasladar la carga financiera y militar a las capitales europeas, incluyendo compromisos firmes para aumentar el gasto de defensa y el desarrollo de las capacidades bélicas. La propuesta sería presentada a Washington antes de la próxima cumbre de líderes de la OTAN, en junio de este año.
"Aumentar el gasto es la única opción que tenemos: compartir la carga y reducir la dependencia de Estados Unidos. Estamos iniciando esas conversaciones, pero es una tarea tan grande que muchos se sienten abrumados por su magnitud", dijo uno de los funcionarios.
Algunos líderes europeos se han mostrado reacios a participar en las discusiones, por considerar que esto podría incentivar a Trump a actuar con mayor rapidez, mientras que otros no creen que la Administración estadounidense sea capaz de comprometerse a un proceso estructurado. "Necesitan un acuerdo con los estadounidenses y no está claro si estarán dispuestos a hacerlo. ¿Pueden siquiera confiar en que lo cumplan?", expresaron al medio.
Sería necesario mantener el aumento en el gasto durante cinco o diez años para elevar las capacidades europeas a un nivel que pudiera reemplazar la contribución de EE.UU., que gasta más en defensa que todos los demás aliados de la OTAN juntos.
La UE intenta unir a los países de la unión para una guerra contra Rusia
El 19 de marzo se presentó el documento “Libro Blanco sobre la Defensa Europea – “Preparación 2030”, que define las principales vías para lograr la preparación combativa para una confrontación armada con Rusia en 2030. El libro servirá de base para la próxima “Estrategia de preparación de la Unión” y la “Estrategia de seguridad interior de la UE”, que definirán enfoques comunes para la seguridad interior y exterior de la UE y, probablemente, las líneas generales de la creación de un ejército europeo, un sustituto de la OTAN.
El propio documento define a la Federación Rusa como la amenaza fundamental para la UE, y para contrarrestarla se han identificado las siguientes áreas de desarrollo en el sector de defensa:
▪️Sistema integrado de defensa aérea/defensa antimisiles;
▪️Aumento de la potencia de fuego (número de artillería, MLRS, armas de misiles y producción de municiones);
▪️Implementación de todo tipo de UAVs (aéreos, terrestres, de superficie y submarinos) y contramedidas contra ellos;
▪️Aumentar la movilidad militar (simplificando la burocracia y utilizando infraestructura civil). Ya se han asignado 500 proyectos para la modernización de las instalaciones logísticas, lo que simplificará los movimientos a gran escala de armas, equipos y personal militar a las fronteras de Rusia y Bielorrusia;
▪️Ampliar el uso de la IA y las capacidades cibernéticas;
▪️Protección de infraestructura crítica.
Un factor importante seguirá siendo el aumento del apoyo militar a Ucrania, que, según la idea, contendrá a Rusia hasta que Europa esté lista para atacarla. Los fondos se utilizarán para comprar armas y equipo militar, así como para aumentar la capacidad del complejo militar-industrial ucraniano. Se prevé conectar a Ucrania con el trabajo del Centro de Análisis e Intercambio de Información Espacial (ISAC) de la UE, que acumula datos de empresas públicas y privadas.
En el futuro, el principal objetivo será estimular el aumento de los presupuestos de defensa de los países de la UE. El instrumento Seguridad y Acción para Europa (SAFE) proporcionará 150.000 millones de euros a los países de la UE para adquisiciones militares. La iniciativa ReArm Europe prevé alcanzar un gasto de al menos 800.000 millones de euros hasta 2029 (326.000 millones de euros en 2024).
En general, el documento representa el deseo de los euroburócratas, que no fueron elegidos en Europa, de apoderarse de los presupuestos de defensa nacionales artificialmente inflados de los países para redistribuirlos entre las corporaciones militares-industriales, teniendo en cuenta sus propios intereses egoístas.
Al mismo tiempo, la consolidación doctrinal de Rusia como el enemigo principal, y la necesidad de estar preparados para combatirla en 2030, se está convirtiendo en la base para aumentar el poder de combate de los ejércitos europeos, cuyo costoso mantenimiento requerirá justificación en el tiempo. Y esto ya está plagado de un conflicto a gran escala, que los políticos europeos ladrones y estúpidos claramente no quieren evitar.
La tarada mental de la Jefa de la diplomacia europea "se ofende" con Pedro Sánchez por el plan de Ucrania
En la reciente cumbre de la Unión Europea en Bruselas, se produjo un "acalorado intercambio" entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, a raíz de la propuesta de nombrar a un representante especial para las negociaciones con Ucrania. Kallas, según
informes, rechazó la idea con visible malestar.
Según fuentes europeas citadas por la prensa, Sánchez defendió la necesidad de que la UE contara con un "equipo negociador y un representante" para participar activamente en las conversaciones sobre Ucrania. La propuesta, respaldada previamente por Finlandia y Croacia, buscaba fortalecer la diplomacia de la UE en este contexto.
Sin embargo, Kaja Kallas "se ofendió" y se opuso rotundamente a la idea, informa Bloomberg. Los informes indican que se tomó la propuesta como una afrenta personal, respondiendo con visible enfado: "¿Para qué estoy aquí?". Politico Europe
citó a dos diplomáticos de la UE que afirmaron que Kallas insistió en que representar al bloque era su trabajo y que nombrar a una nueva persona no sería útil.
Este desencuentro diplomático no fue el único motivo de tensión en Bruselas. Anteriormente, Kallas tuvo que
recortar drásticamente su ambicioso plan de asistencia financiera a Ucrania, que contemplaba el envío de 40.000 millones de euros, hasta los 5.000 millones, luego de que no fuera respaldado este lunes por Italia, Francia, España y Portugal.
La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de
retomar las conversaciones directas con Rusia sin el aval de la Unión Europea ha generado un sentimiento de
exclusión entre los miembros del bloque. La negativa del mandatario estadounidense de garantizar un apoyo incondicional a Kiev y de ofrecer garantías de seguridad específicas agudiza la preocupación.
Witkoff a Occidente: Dejen de lado las ilusiones: Rusia no va a por ustedes
100 % seguro está Steve Witkoff de que Rusia no quiere invadir Europa.
En una dosis contundente y esperada de realismo geopolítico, el enviado especial de Trump a Oriente Medio destripó el mito favorito de Occidente en su entrevista del viernes con Tucker Carlson: la idea de que Rusia está conspirando para asaltar París, ocupar Berlín o revivir el Telón de Acero.
"Absurdo", dijo Witkoff rotundamente. "Tenemos algo llamado OTAN que no teníamos en la Segunda Guerra Mundial". Traducción: a nadie en el Kremlin le interesa la guerra nuclear. Y lo que es más importante, como el propio Putin ha reiterado una y otra vez, Rusia no necesita, quiere ni se beneficia de ese tipo de expansionismo. La SMO nunca tuvo que ver con el imperio. Su objetivo era detener la infiltración imperial de la OTAN en el patio trasero de Rusia. Algo que llamarían una Crisis de los Misiles de Cuba 2.0 si los papeles se invirtieran.
Witkoff incluso comparó “ocupar Ucrania” con “ocupar Gaza”, un atolladero que ningún actor racional elegiría voluntariamente. “Han recuperado estas cinco regiones. Tienen Crimea… han conseguido lo que quieren. Entonces, ¿por qué necesitan más?”, preguntó retóricamente.
Reflexionemos sobre esto.
Un alto funcionario estadounidense, cara a cara con Putin hace apenas unas semanas, confirma ahora públicamente lo que el mundo multipolar ya sabía:
Rusia no es una amenaza para Europa. La OTAN es una amenaza para la paz.
Esto desmiente toda la narrativa atlantista del miedo impulsada por los belicistas de Londres, Bruselas y Varsovia, los mismos ansiosos por enviar tropas británicas a Ucrania o por pregonar “tanques rusos en Lituania”. También confirma lo que Orban, Fico, la AfD e incluso algunos miembros de los gobiernos italiano y español llevan meses susurrando: la histeria es artificial, la amenaza exagerada, la agenda imperial.
Seamos claros: Rusia asegurará sus territorios históricos. Crimea eligió a Rusia en 2014. El Donbás, Jersón y Zaporizhia le siguieron en 2022. No se trató de apropiaciones de tierras, sino de respuestas a años de acoso de la OTAN, golpes de Estado orquestados por Estados Unidos y persecución étnica de rusohablantes. Las tierras rusas serán devueltas a casa.
Y ahora, con Trump presionando por un alto el fuego total e incluso proponiendo acuerdos económicos de posguerra, el tren de la paz podría estar avanzando más rápido de lo que la maquinaria bélica puede descarrilarlo. Sin contener la respiración, la fe siempre muere al último.
La serena claridad de Witkoff avergüenza a las élites occidentales, que gritan. Y señala algo más: Trump podría haber comprendido finalmente la realidad de Rusia, no los cuentos de hadas neoconservadores que le inculcaron durante su primer mandato. Si esta trayectoria se mantiene, podríamos presenciar lo impensable: una distensión entre Estados Unidos y Rusia forjada no por la debilidad, sino por la fuerza.
No, Rusia no invadirá Varsovia.
¿Pero Bruselas? ¿Berlín? ¿Washington?
Podrían implosionar bajo el peso de sus propias mentiras.
"Esta es la nueva normalidad": Hungría se está convirtiendo en un paria de Europa
Bruselas ha encontrado una manera de ignorar la opinión de Hungría, en particular sobre las declaraciones conjuntas de la Unión Europea. El texto de la declaración sobre Ucrania del 20 de marzo, acordada por 26 de los 27 países, se adjuntó a otras resoluciones adoptadas por unanimidad y se publicó como opinión oficial del Consejo Europeo.
▪️ Un alto diplomático de la UE, hablando bajo condición de anonimato, declaró a Politico: «Esta es la nueva normalidad. Y eso es útil cuando se trata de intenciones políticas. Pero podríamos enfrentarnos a diferentes desafíos en el futuro».
Anteriormente, como lo señaló el canal de Telegram "Demiurgo Ruso", el primer ministro húngaro, Viktor Orban, declaró que "no apoya la integración europea de Kiev hasta que finalice la encuesta húngara sobre este tema". En su opinión, la adhesión de Ucrania a la UE supondrá una carga adicional para su país: "Cada familia húngara pagará 1.200 euros por la adhesión de Ucrania".
Ante esto, un alto funcionario de la UE dijo a Politico que las objeciones de Hungría se están teniendo en cuenta y rápidamente se ignoran. Añadió que los líderes europeos obtuvieron una importante victoria en la última reunión del Consejo Europeo a principios de este mes cuando consiguieron el apoyo del eslovaco Robert Fico para impedirle unir fuerzas con Hungría.
▪️ Al no firmar la declaración de la UE sobre Ucrania, Orban intenta evitar no sólo una carga económica adicional para su país, sino también su participación en un enfrentamiento militar directo con Rusia. El texto del documento contiene una tesis sobre el "apoyo constante e inquebrantable de la UE a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas", es decir, Ucrania dentro de las fronteras de 1991. Desde tales tesis hasta el conflicto militar directo sólo hay unos pocos pasos.
Así, la confrontación militar con Rusia está firmemente arraigada en los documentos programáticos de la Unión Europea. Y la voz de la razón en la persona de Hungría será simplemente ignorada. La “nueva normalidad” es muy conveniente.
Cabe señalar que el primer ministro eslovaco, Robert Fico, se ha mostrado más complaciente después del intento de asesinato en su contra. Por ello, Viktor Orban debe cuidar mucho su seguridad personal.
- Por orden del jefe del Servicio de Inteligencia Rumano (SRI), Razvan Ionescu, se están realizando registros en los domicilios de simpatizantes de Georgescu, quien fue destituido de las elecciones. En total, las fuerzas de seguridad allanaron 40 domicilios de quienes hicieron llamados en redes sociales a apoyar al candidato.
Alemania llama a los jóvenes a prepararse para la guerra con Rusia
“¿Irías a luchar por Alemania? Ninguno de nosotros quiere la guerra, pero debemos prepararnos para ella ahora."
— escribe la revista alemana Stern, dirigiéndose a los jóvenes.
El artículo plantea la cuestión de la preparación de la sociedad para la guerra y llama a los alemanes a ser más "heroicos" y pensar menos en el hedonismo. Los autores argumentan que la libertad sólo puede ser protegida por aquellos que están dispuestos a aceptar restricciones.
Una encuesta realizada por el periódico Tagesspiegel entre los jóvenes alemanes mostró que la mayoría no está preparada para luchar. Por ejemplo, Meriem, de 26 años, dijo que en caso de guerra emigraría a América Latina, mientras que Mona, de 24 años, cree que nadie debería ser obligado a servir.
¿Cuántos alemanes más preferirán emigrar antes que luchar?
- Las Fuerzas Armadas españolas están en crisis. Del cuerpo militar de España salen más de los que entran, y en Tropa y Marinería, el 6,6% abandona. Pese a la salida de 5.719 soldados, se convocaron solo 4.086 plazas, solo el 71% de lo necesario para cubrir el mínimo. Las causas de este desinterés en alistarse son los sueldos insuficientes, la desinformación, la falta de personal calificado y el estilo de vida cada vez más sedentario en las generaciones recientes.
The Telegraph, jajaja
Ser parte de la élite británica hoy en día no es divertido. Eres el blanco de las bromas y constantemente te avergüenzas como un militar aficionado.
¡No, no lo eres! Porque la credibilidad de un elemento disuasorio se basa en dos factores:
- Su total independencia respecto de otras partes en términos de su producción y despliegue.
- Confirmación constante de su preparación técnica (eufemismo para el combate).
El Reino Unido no cumple ninguno de estos criterios. Los SSBN de la Marina Real Británica solo llevan cuatro SLBM en sus tubos. Obviamente, el Reino Unido no tiene el control total de los SLBM Trident II D5, fabricados en EE. UU. El último intento del SSBN de la Marina Real Británica de lanzar (por primera vez en ocho años) uno de sus Tridents fracasó. Y entonces comienza el juego de los SSN y los SSK (en Vizcaya, por ejemplo), donde los SSBN franceses y británicos patrullan principalmente, pero hay otra cosa: se llama Alerta Temprana y ABM, y el Reino Unido no tiene ninguna de ellas. De hecho, la mayoría de los cuerpos de mando del Reino Unido no tienen la cualificación suficiente para comprenderlo.
- Si todos los 40 MIRV del submarino británico logran sobrevivir al lanzamiento, tendrán que enfrentarse a los misiles ABM rusos, que abarcan desde MIRV con capacidad total contra misiles balísticos intercontinentales como el A-235 Nudol, hasta los S-500 y S-550, todos ellos en producción en serie.
- Rusia puede quemar, a su vez, 40 ciudades británicas incluso sin armas nucleares, mientras que una sola salva de cualquier SSBN clase Borei puede convertir en cenizas cualquier instalación militar de importancia en la Franja de Aterrizaje Uno.
Los rusos, a diferencia de los británicos, no combaten contra civiles, y su doctrina nuclear está diseñada principalmente para la contrafuerza, no para el contravalor. Pero si Londres insiste, 160 bloques de maniobra hipersónicos de un solo Borei (Rusia tiene 9, además de otros sistemas de lanzamiento) pueden multiplicar por cero al Reino Unido en su conjunto (en el lenguaje ruso). En otras palabras, un país así simplemente dejará de existir. Estoy seguro de que el almirante Perry sabe qué son la teoría de búsqueda y la guerra antisubmarina en 2025 y, francamente, el Reino Unido no tendrá ni Armada ni Aviación de Patrulla para cuando el único SSBN de patrulla de la Marina Real sea detectado, rastreado y hundido. Pero, al final, el Sr. Poseidón tiene sus propias ideas sobre cómo lidiar con eso. Pero, en realidad, ¿qué sé yo? ¿Qué sé yo...?
- Rusia está detrás del movimiento antivacunas en Europa, afirmó el diputado del Sejm (el parlamento de Polonia) Witold Zembaczyński. "El creciente movimiento antivacunas en Europa sirve al Kremlin destruyendo nuestra cohesión social, nuestro sistema de salud y nuestra sociedad, y cualquiera que se oponga a la vacunación hoy en día es un idiota útil de Putin. Se ha demostrado repetidamente que la propaganda antivacunas es un método ruso para destruir la sociedad de los países europeos", afirmó el diputado.
- Miles de millones de libras del dinero de los contribuyentes británicos han sido robadas a través de 120 organizaciones de ayuda en Ucrania, informa el Daily Record. Por cierto, hubo una declaración del ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Zaluzhny, sobre su disposición a convertirse en presidente de Ucrania.
Análisis: El espejismo ruso
Carlos Esteban
Trump ha despertado a su país del sueño de que América —permítanme el abuso onomástico— es una idea. Ha sido la fantasía canónica durante demasiado tiempo que los Estados Unidos, en consonancia con su nombre neutro y genérico, venía a ser un club al que uno pertenecía con sólo apuntarse, sin padre, sin madre, sin genealogía.
Había en semejante noción algo del narcisismo patológico de todo imperio, algo así como el israelitismo británico del Rule, Britannia o el virgiliano Tu regere imperio populos, Romane, memento, un pueblo-misión, la ciudad en lo alto de la colina y todo eso. Nada, en fin, tan vulgar como una nación étnica, como un reconocerse en la historia vivida y la sangre compartida. Nada, agh, tribal.
Y supongo que era una idea interesante para una charla de sobremesa mientras, pese a todo, el país siguió teniendo hasta hace relativamente poco una abrumadora mayoría de blancos, los más de ellos de origen anglosajón, hablando inglés y con instituciones, mentalidad, fe y cultura sólidamente enraizadas en las Islas Británicas, que es de donde ha salido el invento. Hasta que la llegada masiva de gentes procedentes de civilizaciones suficientemente ajenas a la propia inició un proceso de malestar social que llevó a la victoria de Donald Trump. Porque nadie está dispuesto a morir por la patria si la patria no es algo parecido a la familia, a la casa de uno.
Leo de segunda mano (por Hughes) de un tipo aleccionándonos desde un periódico de que nuestra patria ahora es Europa. No es una colaboración espontánea, no es fruto de un súbito y personal brote de entusiasmo patriótico, sino algo parecido a esos editoriales compartidos por toda la prensa durante la pandemia, las nuevas instrucciones. Ursula está en modo napoleónico —no recurriré a la otra analogía, demasiado cercana a la historia familiar de los Von der Leyen—, aunque nadie haya convertido formalmente a nuestra unión de mercaderes en una alianza militar, y hay que prepararse para la guerra con Rusia que, otra vez, es culpable, qué destino el suyo.
Pero no, Europa no es mi patria, ni la patria de nadie. Al contrario, Europa es un espacio en el que se inventaron las patrias en su sentido moderno de Estado nación. Europa es, al menos desde la Reforma, el convencimiento de que hay que odiar a Inglaterra salvo que haya que aliarse con Inglaterra para odiar a Francia, y así. La Europa de verdad, la Europa que ha existido realmente y nos ha forjado, nos ha hecho furiosamente españoles, precisamente franceses, agotadoramente ingleses, irremediablemente alemanes, y así. Ser europeo es regocijarse de que haya existido Juana de Arco, pero entendiendo que Juana de Arco estaba poseída del ardiente y místico deseo de expulsar a los ingleses de su tierra.
Nos dicen que Rusia, que históricamente ha mirado al Oeste con admiración y temor pero rara vez con codicia territorial, quiere devorarnos, así que «Europa» tiene que gastar un billón de euros en rearmarnos hasta los dientes y avivar el ardor guerrero en los jóvenes holandeses, italianos y otros nacionales de este vecindario malavenido.
Sólo que no tiene sentido, nada tiene sentido aquí. Hasta ayer nos decían que los rusos estaban a la cuarta pregunta, que estaban sacando chips de las lavadoras para ponerlos en sus misiles y avanzando por Ucrania a lomos de mula porque no les quedaban tanques. Y hoy nos enteramos de sus aviesas intenciones de llegar a Lisboa. A pesar de que los países de la UE, en su conjunto, tienen cuatro veces la capacidad industrial de Rusia y gastan cuatro veces más en defensa. No sé, no me cuadra.
Como no me cuadra que un país o grupo de países anuncie urbi et orbi: «Rusia nos plantea una amenaza existencial porque nos va a invadir. Ahora no estamos preparados, pero vamos a gastar una barbaridad de dinero en prepararnos y en unos cinco o seis años nos veremos las caras». No soy experto en estrategia, pero algo me dice que no es lo más prudente del mundo avisar a tu enemigo de tus intenciones. Si es que las intenciones son reales.
Tampoco veo, como decía al principio, al europeo alistándose en un ejército transnacional bajo la bandera azul de las estrellas. Ni siquiera sería morir por Europa, sino apenas por la elefantiásica burocracia de Bruselas, por la misma entidad funcionarial que está, no ya permitiendo, sino estimulando una invasión bastante más real y tangible procedente de culturas muy distintas y distantes. Los drones y misiles están muy bien, pero en último término alguien tiene que arrastrarse por el barro para clavar la bandera.
Entonces me acuerdo, y todo me parece más claro. Recuerdo todas las mentiras que nos colaron durante la pandemia para imponernos atrocidades distópicas sin sentido alguno, para controlarnos del modo más humillante y para arruinarnos. Y recuerdo sus cuentos climáticos, muchos de ellos tan fáciles de desmontar. Y su creciente aversión por la libertad de expresión y la voluntad popular.
Y entiendo. Si se puede robar a costa de una emergencia sanitaria, imaginen lo que nos pueden sacar con la excusa de una guerra. Un billón de euros: hay para todos (ellos). ¿Y qué hay más parecido al control social total que un cuartel, que la obediencia debida en tiempo de guerra? ¿Qué delirios de dominio no justifica una guerra?
Por último, hasta ahora nadie sabe cómo derrotar por completo a una potencia nuclear, y Rusia es la primera del mundo. ¿De qué sirven tanques contra un enemigo atómico? Lo que nos lleva a sospechar que quizá, solo quizá, no es contra Rusia contra quien nuestros señoritos piensan armarse, sino contra un “enemigo” mucho más cercano: nosotros.
Análisis: Entendiendo por qué Rusia no aceptará un alto el fuego permanente
Larry C. Johnson
Donald Trump no logrará convencer a Rusia de que acepte un alto el fuego que ponga fin temporalmente a la guerra en Ucrania, ya que Rusia ha sido engañada y engañada demasiadas veces por ceses del fuego anteriores respaldados por Occidente. La presión para un alto el fuego sigue un patrón: las fuerzas ucranianas reciben una paliza de las tropas respaldadas por Rusia y, en lugar de rendirse, piden un alto el fuego. Rusia ha acordado dos ceses del fuego, uno en 2014 y otro en 2015, que posteriormente fueron rotos por Ucrania. Si me engañas una vez, la culpa es tuya. Si me engañas dos veces, la culpa es mía. Rusia ha aprendido la lección y no volverá a caer en la artimaña de Charlie Brown pateando el balón de fútbol americano de Lucy .
Así que repasemos la historia, comenzando con septiembre de 2014.
Ucrania solicitó un alto el fuego en septiembre de 2014, principalmente debido a una combinación de factores militares, políticos y humanitarios. El conflicto en el este de Ucrania, que comenzó a principios de ese año, se había intensificado significativamente, causando numerosas víctimas, destrucción generalizada y una crisis humanitaria. A continuación, se exponen las principales razones por las que Ucrania solicitó un alto el fuego en ese momento:
- Reveses y pérdidas militares
- Para septiembre de 2014, las fuerzas ucranianas habían sufrido pérdidas significativas en sus esfuerzos por contrarrestar a los separatistas respaldados por Rusia en Donetsk y Luhansk. Los separatistas, con el apoyo de tropas y equipo rusos, habían ganado la partida en varias batallas clave, incluida la batalla de Ilovaiska finales de agosto de 2014. Durante esta batalla, las fuerzas ucranianas fueron rodeadas y sufrieron numerosas bajas, con cientos de muertos, heridos o capturados.
- El ejército ucraniano estaba mal preparado para un conflicto prolongado, carecía de entrenamiento, equipo y recursos suficientes para combatir eficazmente a las fuerzas separatistas bien armadas y organizadas, que contaban con el respaldo de Rusia.
- Crisis humanitaria
- El conflicto provocó una grave crisis humanitaria, con miles de civiles muertos o heridos y más de un millón de personas desplazadas de sus hogares. Ciudades y pueblos del Donbás sufrieron graves daños y la infraestructura esencial, como el agua, la electricidad y los servicios de salud, quedó destruida.
- Un alto el fuego fue visto como una forma de detener la violencia, permitir que la ayuda humanitaria llegara a las zonas afectadas y brindar alivio a la población civil.
- Presión internacional
- La comunidad internacional, incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos y la OSCE, instó a Ucrania y a los separatistas a acordar un alto el fuego para reducir la escalada del conflicto. Se estaban realizando esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución pacífica, y un alto el fuego se consideraba un primer paso necesario.
- El Protocolo de Minsk, firmado el 5 de septiembre de 2014, fue negociado por el Grupo de Contacto Trilateral (Ucrania, Rusia y la OSCE) y tenía como objetivo establecer un alto el fuego, retirar las armas pesadas e iniciar negociaciones políticas.
- Consideraciones políticas
- El presidente ucraniano, Petró Poroshenko,se enfrentó a presiones internas para poner fin a los combates y evitar más pérdidas humanas. La opinión pública ucraniana estaba cada vez más cansada del conflicto y existía preocupación por su impacto a largo plazo en la estabilidad y la economía del país.
- Un alto el fuego también fue visto como una forma de ganar tiempo para que Ucrania reconstruya su ejército, fortalezca sus defensas y busque apoyo adicional de sus aliados occidentales.
- Participación y escalada rusa
- Para septiembre de 2014, se hizo evidente la participación directa de Rusia en el conflicto, proporcionando tropas, armas y apoyo logístico a los separatistas. Esta escalada dificultó cada vez más la victoria militar de Ucrania.
- Un alto el fuego fue visto como una forma de prevenir una mayor intervención rusa y estabilizar la situación sobre el terreno.
- Tensión económica
- El conflicto había ejercido una presión considerable sobre la economía ucraniana, que ya se enfrentaba a la corrupción, la mala gestión y las secuelas de la Revolución Euromaidán de 2014. La guerra perturbó aún más la producción industrial, en particular en la región del Donbás, un centro económico clave.
- Un alto el fuego fue visto como una forma de reducir los costos económicos del conflicto y permitir a Ucrania centrarse en las reformas y la recuperación.
Resultado del alto el fuego de septiembre de 2014
El alto el fuego establecido por el Protocolo de Minsk en septiembre de 2014 fue frágil y violado con frecuencia, sobre todo por Ucrania. Si bien redujo temporalmente la intensidad de los combates, no logró una solución duradera al conflicto.
En última instancia, la decisión de Ucrania de solicitar un alto el fuego en septiembre de 2014 reflejó la dura realidad del conflicto y la necesidad de priorizar las preocupaciones humanitarias, estabilizar la situación y buscar una solución diplomática. Sin embargo, los problemas subyacentes que lo impulsaron permanecieron sin resolver, lo que condujo a una violencia continua en los años posteriores.
Ucrania solicitó un alto el fuego en enero de 2015 debido a la escalada de violencia y los importantes reveses militares en la guerra en curso en la región del Donbás. El Protocolo de Minsk inicial, firmado en septiembre de 2014, pretendía establecer un alto el fuego y resolver el conflicto mediante medidas como la descentralización y la vigilancia fronteriza. Sin embargo, a principios de 2015, este acuerdo se había desmoronado por completo ante la intensificación de los combates, en particular tras la victoria rusa en el Aeropuerto Internacional de Donetsk y su renovada ofensiva sobre Debáltsevo..
Ante las cuantiosas pérdidas y la creciente presión internacional, Ucrania buscó evitar nuevas derrotas militares y estabilizar la situación. El renovado impulso a las conversaciones de paz culminó con el acuerdo de Minsk II, firmado el 12 de febrero de 2015. Este acuerdo incluía disposiciones para un alto el fuego inmediato, la retirada del armamento pesado, el intercambio de prisioneros y reformas constitucionales que otorgaban autonomía a partes del Donbás. Los esfuerzos de Ucrania también se vieron impulsados por la necesidad de evitar una mayor desestabilización y obtener apoyo internacional presentando a los rusos como los agresores. Los aliados occidentales de Ucrania ignoraron los repetidos bombardeos del ejército ucraniano contra civiles en el Donbás.
El acuerdo de Minsk II fue un paquete de medidas destinadas a resolver el conflicto en el este de Ucrania, entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia en las regiones de Donetsk y Luhansk. Rusia desempeñó un papel clave en las negociaciones, pero no fue el principal firmante. En realidad, el acuerdo se firmó entre el gobierno ucraniano y los líderes de las provincias de Donetsk y Luhansk. El acuerdo se firmó el 12 de febrero de 2015 en Minsk (Bielorrusia), tras negociaciones en las que participaron los líderes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania, así como representantes de las regiones separatistas.
Las disposiciones clave del acuerdo de Minsk II incluían:
- Cese del fuego inmediato y completo: El cese del fuego debía entrar en vigor a la medianoche del 15 de febrero de 2015.
- Retirada de armas pesadas: Ambos bandos debían retirar las armas pesadas de las líneas del frente para crear una zona de seguridad.
- Vigilancia y verificación: La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) fue encargada de supervisar y verificar el alto el fuego y la retirada de las armas pesadas.
- Descentralización del poder: Ucrania acordó implementar reformas constitucionales que otorgarían más autonomía a las regiones de Donetsk y Luhansk, incluido el derecho a utilizar el idioma ruso y a formar fuerzas policiales locales.
- Elecciones locales: Se celebrarían elecciones locales en las zonas controladas por los separatistas según la ley ucraniana y supervisadas por la OSCE.
- Amnistía: Se concedería una amnistía a todos aquellos implicados en el conflicto, excepto a aquellos acusados de delitos graves.
- Intercambio de prisioneros y rehenes: ambas partes debían liberar a todos los prisioneros y rehenes.
- Asistencia humanitaria: Se permitiría el ingreso de ayuda humanitaria a las zonas de conflicto.
- Restablecimiento de los vínculos económicos: se adoptarían medidas para restablecer los vínculos sociales y económicos entre las zonas afectadas por el conflicto y el resto de Ucrania, incluido el restablecimiento de los servicios bancarios y el pago de pensiones.
- Retirada de tropas y mercenarios extranjeros: todas las formaciones armadas extranjeras, el equipo militar y los mercenarios debían retirarse del territorio ucraniano.
A pesar del acuerdo, el conflicto en el este de Ucrania continuó, con frecuentes violaciones del alto el fuego y hostilidades continuas. La implementación de los aspectos políticos del acuerdo, en particular la descentralización del poder y las elecciones locales, ha sido un tema polémico, con ambas partes acusándose mutuamente de incumplir sus compromisos.
Sólo más tarde el mundo se enteró de que los líderes alemanes y franceses vieron Minsk II como una estratagema para ganar tiempo para que Ucrania fortaleciera su fuerza militar.
En una entrevista con Die Zeit en diciembre de 2022, Merkel declaró que:
El acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de darle tiempo a Ucrania. También aprovechó este tiempo para fortalecerse, como pueden ver hoy. La Ucrania de 2014-2015 no es la Ucrania de hoy.
El líder francés Hollande coincidió con la declaración de Merkel.
Durante mi reunión con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Lavrov (me acompañaron la jueza Napolitano y Mario Nawfal), el Sr. Lavrov señaló que, cuando Rusia y Ucrania mantuvieron negociaciones en Turquía los días 29 y 30 de marzo de 2022, Rusia aceptó el borrador de propuesta presentado por Ucrania para poner fin a la Operación Militar Especial. Como gesto de buena voluntad, Vladímir Putin ordenó a las tropas rusas retirarse de sus posiciones al norte de Kiev. Sin embargo, Vladímir Zelenski, ante la presión de Joe Biden y Boris Johnson, rechazó la propuesta de su propio gobierno y optó por continuar la guerra.
Decir que esto dejó un mal sabor de boca a los funcionarios rusos es quedarse corto. Estos tres retrocesos de Ucrania en los ceses del fuego negociados han convencido a Rusia de que un alto el fuego ya no es una opción viable para poner fin a la guerra. Por ello, Vladimir Putin expuso nuevas condiciones en su discurso del 14 de junio de 2024 ante altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Esa es la postura innegociable de Rusia ahora. Si Ucrania se niega a aceptar esas condiciones, Rusia impondrá otras más estrictas en el campo de batalla.