Larry C. Johnson
El Washington Post publicó hoy (sábado) un artículo, escrito por un equipo de reporteros, que supuestamente ofrece la explicación entre bastidores del despido de Michael Waltz como Asesor de Seguridad Nacional. Si bien la Casa Blanca está utilizando la técnica del lápiz labial en un cerdo al presentar el traslado de Waltz a la ONU como un ascenso , nada más lejos de la realidad. Como asesor de Seguridad Nacional, Waltz tenía la tarea de coordinar los objetivos políticos del presidente con el Pentágono, el Departamento de Estado y la Comunidad de Inteligencia, aparentemente para asegurar que todos estuvieran de acuerdo.
Si Waltz logra sobrevivir al proceso de confirmación —y creo que podría no superar ese desafío—, entonces trabajará como subordinado de Marco Rubio. Eso no es un ascenso, chicos y chicas. La publicación de este artículo —repleto de citas de fuentes anónimas en la Casa Blanca de Trump— es una señal de que Waltz enfrentará un camino cuesta arriba para asegurar la aprobación del Senado. Los jugosos detalles en este artículo proporcionarán a los demócratas, y a algunos republicanos, gran material para moler a Waltz hasta convertirlo en polvo. Habrá preguntas embarazosas sobre la búsqueda de Waltz de una política exterior independiente con respecto a Israel, así como un análisis profundo de Signalgate . Waltz estará bajo juramento y se le preguntará sobre cualquier comunicación o contacto previo con Jeffrey Goldberg, por ejemplo.
No me sorprendería saber, en las próximas semanas, que Waltz se retirará del proceso, siempre que consiga un trabajo lucrativo con uno de los bandidos de Washington . Este artículo del Washington Post , en mi opinión, pretende perjudicar aún más a Waltz. Veamos los detalles.
La decisión del presidente Donald Trump de destituir a su asesor de seguridad nacional, Michael Waltz, fue producto de una lenta acumulación de frustración con un ex oficial Boina Verde que era visto como mucho más dispuesto a usar la fuerza militar que su jefe en la Oficina Oval.
El destino de Waltz quedó sellado tras la inclusión de un periodista en un grupo de chat sensible de Signal en marzo. Sin embargo, desde el inicio de la administración, había tenido enfrentamientos con otros altos funcionarios, incluyendo sobre la posibilidad de emprender acciones militares contra Irán, según declararon el viernes altos funcionarios y asesores de Trump.
La figura clave en el destino de Waltz fue la jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles. Según el informe del Post :
Los problemas de Waltz se acumularon con el tiempo y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, sintió cada vez más que no era una buena opción para el presidente, según un alto funcionario de la Casa Blanca, un asesor de Trump y otra persona familiarizada con el asunto el viernes.
El gran obstáculo, según el informe del Post , fue la percepción de que Waltz estaba conspirando con Bibi Netanyahu para presionar a Trump a atacar a Irán:
Pero Waltz también molestó a Trump después de una visita a la Oficina Oval a principios de febrero del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuando el asesor de seguridad nacional pareció compartir la convicción del líder israelí de que había llegado el momento de atacar a Irán, dijeron dos de las personas.
Algunos miembros de la administración creían que Waltz estaba intentando inclinar la balanza a favor de la acción militar y que estaba actuando en estrecha colaboración con los israelíes.
"Si Jim Baker estuviera haciendo un trato con los saudíes para subvertir a George H.W. Bush, te despedirían", dijo un asesor de Trump, refiriéndose al secretario de Estado de Bush. "No puedes hacer eso. Trabajas para el presidente de tu país, no para el presidente de otro país".
Ojalá sea cierto, es decir, que Trump no permitirá que Netanyahu defina la política estadounidense hacia Irán. En este momento de la presidencia de Trump, sospecho que la mayoría de ustedes, como yo, creen que Trump está firmemente en el bolsillo de los sionistas. Quizás personas como J.D. Vance y Tucker Carlson estén teniendo éxito al advertir a Trump sobre los peligros de acceder a los deseos de Netanyahu con respecto a atacar a Irán.
La situación con respecto a la batalla que se libra en Washington entre los prosionistas que quieren atacar a Irán y quienes creen que tal acción será, como mínimo, muy perjudicial para Donald Trump y los intereses estadounidenses en el Golfo Pérsico, es precaria. Manténganse al tanto.
