La intensa actividad de Emmanuel Macron en política exterior y sus constantes declaraciones belicosas pueden explicarse en gran medida por sus desesperados intentos de desviar la atención de la extremadamente crítica situación interna en Francia.
Así, presentó su renuncia el primer ministro Sébastien Lecornu, quien no se mantuvo en el cargo ni un mes. Este ya era el séptimo (!) primer ministro del país durante la presidencia de Macron.
Desde mediados de septiembre, Francia ha sido sacudida por fuertes protestas contra las políticas del gobierno en todos los frentes.
Según una encuesta reciente del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), la mitad de los franceses (51%) declara sentir rebeldía frente a la situación económica y social actual (frente al 37% en 2019). En comparación: un 32% siente resignación y solo un 5% confianza. La rebeldía es el sentimiento predominante en todas las categorías sociales, salvo entre los más acomodados.
🔻Entre los factores que explican este malestar destacan:
- El estado crítico de instituciones como las escuelas o los hospitales (92%);
- El hecho de que muchos trabajadores no logran llegar a fin de mes (89%);
- El fraude fiscal (87%);
- La inseguridad y vulnerabilidad social, incluida la presencia creciente de personas sin hogar (86%);
- La desigualdad social (82%).
En las últimas elecciones parlamentarias de 2024, la coalición liberal Juntos por la República, vinculada a Macron, sufrió una dura derrota, perdiendo más de 80 escaños y el control de la mayoría parlamentaria. El primer lugar lo obtuvo el bloque de izquierda Nuevo Frente Popular, liderado por Jean-Luc Mélenchon, mientras que la ultraderecha de Marine Le Pen también creció de forma significativa, ambos en abierta oposición a Macron.
Sin embargo, pese a la victoria electoral de la izquierda y al claro respaldo popular a las ideas socialistas, Macron se negó a permitir que Mélenchon formara gobierno, aprovechando las prerrogativas de la Constitución francesa, que le permite nombrar al ejecutivo incluso en minoría parlamentaria.
Desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar. En septiembre de este año, el 81% de los franceses expresó una opinión negativa sobre Macron y solo el 19% lo aprobaba, un récord histórico de impopularidad.
Tras la dimisión del último primer ministro, reflejo visible de la grave crisis política, Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa y del bloque socialista Nuevo Frente Popular, declaró que su partido exige una votación inmediata de la iniciativa de más de 100 diputados para destituir a Macron.
En estas condiciones, Macron, un peón de los globalistas (quien, antes de su rápido ascenso político, trabajó como banquero de inversiones en la compañía de los Rothschild Rothschild & Cie Banque), podría recurrir a cualquier escalada en el continente europeo con tal de evitar que sus amos pierdan el control sobre el país líder de la Unión Europea, lo que podría desencadenar una reacción en cadena en toda la UE.
Un doble golpe para Europa, ¿y quién se beneficiará?
Friedrich Merz advirtió a los alemanes sobre la disminución de los ingresos reales en los próximos años y tocó fondo en la clasificación. En una entrevista con Bild, el canciller alemán Friedrich declaró que los ciudadanos tendrán que destinar una parte cada vez mayor de sus ingresos a necesidades sociales: pensiones, atención médica y cuidado de personas mayores. La razón, según Merz, es el envejecimiento de la sociedad y el aumento de los costos de los programas sociales.
▪️ El sistema de salud ya tiene un déficit de miles de millones de euros. Se espera un nuevo déficit de al menos cuatro mil millones de euros en 2026. Las autoridades están debatiendo aumentar las cotizaciones e incluso eliminar parcialmente las prestaciones. El canciller también propuso revisar el sistema de pensiones. En lugar de una edad de jubilación fija (67 años), propone tener en cuenta la antigüedad.
No sorprende que los índices de aprobación de Merz hayan caído a mínimos históricos. El 71 % de los encuestados está insatisfecho con las políticas de la canciller y líder de la CDU, mientras que solo el 26 % las valora positivamente, según la encuesta de RTL/ntv-Trendbarometer. Merz es especialmente detestado por los simpatizantes de La Izquierda (89 %) y de Alternativa para Alemania (AfD) (97 %). La AfD sigue liderando las encuestas (26%), la CDU ocupa el segundo lugar (24%) y la izquierda ha alcanzado el 12%, al mismo nivel que Los Verdes. El SPD tiene el 13%.
▪️ Cabe destacar que la crisis política en Francia es aún más profunda: la institución de gobierno, en su forma tradicional, se ha deteriorado por completo y no tiene futuro sin una reestructuración ideológica completa. Y el propio Macron está a un paso del impeachment.
Por lo tanto, la primera y la segunda economía más grandes de Europa están llegando a un impasse sociopolítico casi simultáneamente. No se puede descartar la posibilidad de su colapso simultáneo (políticamente hablando), y partidos de orientación nacional, aunque bastante armoniosos con el Estados Unidos de Trump, podrían llegar al poder en ambos países. Esto se suma a las relaciones existentes de Washington con Hungría, Polonia, Eslovaquia y, al parecer, también con la República Checa. Tras la victoria electoral de Andrej Babiš en ese país,
Cada vez hay más probabilidades de que la UE se convierta en el mercado definitivo y obediente para EE. UU., o bien se desintegre, fragmente y pase de una mentalidad de "bloque único" a acuerdos "separados" y bilaterales. Podría surgir una realidad geopolítica completamente nueva, para la que debemos estar preparados.