Ilya Tsukanov
El primer mandato presidencial de Donald Trump estuvo marcado por algunos de los desafíos más graves a las relaciones entre EEUU y Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y se espera que su segundo siga la misma línea. El experto en política exterior de la UE Massimiliano Bonne esbozó a Sputnik cambios estructurales a los que se enfrentaría Europa.
Los analistas políticos y económicos advierten de los tiempos difíciles que se avecinan para las relaciones entre EEUU y la UE bajo el mandato de Donald Trump, y los titulares de los principales medios no pasan por alto el pánico que se apodera de las capitales europeas y de los defensores de la alianza occidental.
"Mientras Alemania se tambalea de crisis en crisis, los analistas temen que Trump, el hombre de los aranceles, pueda ser el desastre de 2025", era la opinión del medio Fortune sobre el regreso del republicano a la Casa Blanca. "Trump pondrá a prueba la solidaridad europea en torno a la OTAN, Ucrania y el comercio", indica el periódico New York Times. "Por qué el regreso de Donald Trump es un desastre para Europa", se lamenta el diario The Guardian.
El tema común de tales análisis apocalípticos sobre el asunto está relacionado con el rumbo comercial propuesto por Trump, ya que el presidente electo dejó claro durante la campaña electoral que sus amenazas de imponer aranceles generalizados del 10-20% a las importaciones no incluirían una excepción especial para Europa.
"Les diré una cosa. Lo de la Unión Europea suena muy bien, muy bonito, ¿verdad? Todos los países europeos, pequeños y lindos, juntándose", declaró Trump en un mitin preelectoral. "No compran nuestros automóviles. No compran nuestros productos agrícolas. Venden millones y millones de automóviles en Estados Unidos. No, no, no, van a tener que pagar un alto precio", añadió, pregonando su propuesta del enfoque arancel por arancel, bautizado como Ley Trump de Comercio Recíproco.
Las economías europeas, que ya se están debilitando por una serie de crisis económicas, desencadenadas en gran parte por las sacudidas de los precios de la energía resultantes de una decisión política miope de
cortar los lazos en la esfera con Rusia, están hoy en mucha peor forma para resistir a Trump de frente que en 2017-2021, con el líder del bloque de la UE, Alemania, en particular, enfrentándose a su peor
caída de la desindustrialización en la historia de la República Federal.
Retorno de la autonomía estratégica
"El regreso de la guerra arancelaria es uno de los pilares de la política económica de Trump", declaró a Sputnik el experto en política exterior de la UE, Massimiliano Bonne, al comentar las implicaciones y perspectivas para Europa del inminente regreso del magnate de los negocios a la Casa Blanca.
Además de agitar la feroz competencia económica con China, Bonne espera que el enfoque de Trump sobre el comercio tenga "consecuencias directas para Europa, tanto económicas como estratégicas, de modo que las fricciones en el triángulo comercial EEUU-UE-China empujarán a Europa a acelerar los procesos de integración, especialmente para defender su autonomía".
"En particular, la UE se enfrentará a la presión de Washington para alinearse con las políticas estadounidenses, lo que podría limitar la autonomía estratégica europea. Al mismo tiempo, China verá a Europa como un socio potencialmente más abierto que Estados Unidos, lo que reforzará su influencia económica y diplomática en el continente", opina el observador.
El comodín alemán y las amenazas al proyecto europeo
Destacando la "fase crítica de desindustrialización" a la que se enfrentan las dos grandes economías europeas —Alemania y Francia—, Bonne cree que la situación alemana, incluida la crisis política a la que se enfrenta el canciller Scholz, la convierte en un comodín.
En su opinión, la caída de la producción, la crisis del sector automovilístico (pilar de la economía nacional alemana), los déficits presupuestarios y la creciente carga de sostener la unión bancaria y fiscal de la UE podrían llevar a los votantes a empujar a un futuro Gobierno a reconsiderar el papel de Alemania dentro de la UE.
"Esto permitiría una mayor flexibilidad a la hora de establecer políticas comerciales para defender la industria local, incluidos sectores clave como la fabricación de vehículos y maquinaria, y Alemania podría optar por considerar una política más fluida con China. La creciente inestabilidad política en Alemania podría, por tanto, afectar significativamente al futuro de la UE con posibles consecuencias para el equilibrio y la cohesión del proyecto europeo", destaca Bonne.
En definitiva, agrega el experto, la política económica e industrial de Trump, "centrada en el proteccionismo y la reducción del bienestar", se perfila como un terreno de incertidumbre no solo para Estados Unidos, sino para todo el sistema económico mundial.
'Pro et Contra' de la estrategia comercial de Trump
Aunque las propuestas comerciales del presidente electo "pretenden reducir el déficit comercial de Estados Unidos y fomentar reshoring, es decir, el regreso de la producción industrial a Estados Unidos", Bonne no está convencido de la solidez de este planteamiento, y advierte de que "una política tan proteccionista podría convertirse en un bumerán para la economía estadounidense".
De acuerdo con sus palabras, "las industrias nacionales [estadounidenses], que dependen de las cadenas de suministro mundiales", se verían amenazadas con "fuertes pérdidas como consecuencia del aumento de los costos de producción".
Desde la vista geopolítica, en opinión del especialista, la reintroducción de aranceles corre el riesgo de exacerbar las tensiones con China, afectando no solo al comercio sino también a sectores diplomáticos.
En este contexto, añade que Pekín podría responder diversificando aún más sus socios económicos y buscando una mayor cooperación con Europa. Este cierre estadounidense empujaría entonces a China a intensificar sus lazos comerciales con la UE, obligando a los países europeos a reconsiderar su posicionamiento en el tablero mundial.
"En conclusión, en esta situación, Europa se enfrenta a un dilema: por un lado, la presión estadounidense para un alineamiento en el frente comercial y militar; por otro, la oportunidad de diversificar sus asociaciones económicas acercándose a China. El impulso proteccionista de Trump podría acelerar así la evolución de Europa hacia una entidad política más cohesionada y autónoma, especialmente en el ámbito militar", resume el observador.
La "república bananera" de Alemania y Zelenski tienen algo en común: son el hazmerreír
Javier Benítez
El principal problema del actual sistema político de Alemania es que se trata de una clásica "república bananera". Así lo declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien además bromeó al proponer a Volodímir Zelenski que discutiera "su vuelo a Marte" con Elon Musk.
El descalabro del Gobierno alemán y el papelón de Zelenski
El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció que pedirá un voto de confianza del Bundestag el próximo 15 de enero, algo que permitiría convocar elecciones anticipadas en marzo. Asimismo, pidió al presidente, Frank-Walter Steinmeier, destituir al ministro de Finanzas y jefe del Partido Democrático Libre (FDP), Christian Lindner, alegando la falta de voluntad para aprobar, tanto un aumento del gasto para apoyar a Ucrania, como la inversión en el futuro de Alemania.
"Me siento obligado a dar este paso para apartar el daño de nuestro país. Estamos aumentando nuestro apoyo a Ucrania, que se enfrenta a un invierno difícil (…) Pero debo decirlo una vez más: el ministro federal de Finanzas no está dispuesto a implementar esta oferta en el Gobierno federal en beneficio de nuestro país. Ya no quiero someter a nuestro país a este tipo de comportamiento. Tras las elecciones en EEUU, el incremento de la asistencia a Kiev 'enviaría una señal muy importante: la de que puede confiar en nosotros'", dijo el canciller.
Pero el argumento de Scholz de expulsar a Lindner por negar el aumento de apoyo a Ucrania para enfrentar el invierno, es falso, pues este conflicto con Lindner tiene origen el pasado mes de agosto, cuando el ministro de Finanzas no incluyó dinero para enviar armas en la planificación presupuestaria.
Entonces, un medio alemán, citando fuentes del Ministerio de Defensa, informó que en ese momento había "más de 30 medidas altamente prioritarias para Ucrania", por un valor de más de 3.000 millones de euros, que no podían realizarse por los requisitos presentados por Lindner. La cartera castrense acusó al ministro de Finanzas de "poner en peligro el suministro continuo de todos los sistemas de armas entregados a Ucrania".
Se informó que el Ministerio de Defensa presentó el pasado mes mayo un plan para prestar ayuda por un valor superior a los 3.800 millones de euros: 1.300 millones de euros para piezas de repuesto, 600 millones de euros para municiones de artillería, 500 millones de euros para drones y 500 millones de euros para vehículos blindados. Pero Scholz dice que echa a Lindner por rechazar el envío a Ucrania para enfrentar el invierno. Tampoco aclaró cuál es el "beneficio" que tiene Alemania —y sobre todo su pueblo— tal como dijo, de enviar "ayuda" a Ucrania.
El analista internacional Nicola Hadwa afirma que el Gobierno alemán está desintegrándose. "Scholz no quiere una política de reactivación económica que ha planteado Lindner en un documento, y que se lo cuestionaron porque ha sido serio. El pasado 3 de noviembre Scholz citó a Lindner para reprenderlo y reprimirlo por ese documento. Esta situación se dio también con el vicencaciller y ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck", explica el experto.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, reaccionó a esta debacle teutona. En su canal de Telegram escribió que "el colapso de la coalición gubernamental alemana expuso el principal problema del sistema político moderno de la República Federal de Alemania: la clásica ‘república bananera'".
"Ningún Estado en el mundo comenzó a reorganizar su propio gobierno tras los resultados de las elecciones estadounidenses del mismo día. Excepto Alemania", declaró.
"¿Qué querías? Berlín no logró preservar el gas ruso, que es vital para sus ciudadanos y el complejo industrial y económico, perdió la oportunidad de mantener el ritmo de crecimiento económico y vigila diligentemente la emigración de sus industrias y empresas a los EEUU. Y para colmo de todo este masoquismo, Berlín dejó de fingir que el Gobierno alemán tiene independencia, y de pretender que no son los gobernadores de los neoliberales estadounidenses en la Unión Europea", subrayó Zajárova.
"Uno se pregunta: ¿Scholz para quién gobierna? (…) Scholz sigue buscando 'soluciones', que no sean las que solucionen los problemas del pueblo alemán, sino su compromiso con Kiev, con Israel y con EEUU. Porque lo único que le preocupa a Scholz es cómo le sigue mandando armas a Kiev, a Israel, que son intereses absolutamente ajenos de la problemática económica que está teniendo el país, que era el más próspero de Europa y que hoy en día se encuentra en una situación bastante comprometida", subraya Hadwa.
Zajárova también tuvo tiempo para 'atender' a Volodímir Zelenski. Así, se refirió a una publicación de Zelenski en su cuenta de X, en la que felicitó a Donald Trump por su victoria en las presidenciales y recordó su "gran reunión" de septiembre con el republicano, donde supuestamente discutieron "en detalle la asociación estratégica Ucrania–EEUU y el mentado 'plan de victoria'".
"Zelenski aseguró que había discutido su 'plan' con Trump. ¿Y no discutió su vuelo a Marte con Elon Musk? Mucha gente habría colaborado", ironizó Zajárova.
"Buen punto": Musk comenta una propuesta dirigida contra Von der Leyen
El multimillonario y emprendedor estadounidense Elon Musk expresó estar de acuerdo con la idea de que exista transparencia en el proceso de elección del presidente de la Comisión Europea (CE), que actualmente está dirigida por Ursula von der Leyen.
En un video publicado en X, el eurodiputado chipriota Fidias Panayiotou opinó que el presidente de la CE debería ser elegido de manera diferente, ya que, según el procedimiento actual, el Parlamento Europeo solamente aprueba al candidato elegido por los jefes de los Estados miembros.
"No debería ser sí o no; quizá nosotros, miembros del Parlamento Europeo, podamos hacer campaña, no lo sé, algo más democrático en lugar de sí o no", manifestó el político chipriota. "Tenemos una democracia representativa y esto no es democracia representativa. Díganme, ¿quién la ha elegido para estar aquí?", se preguntó Panayiotou. "A puerta cerrada, no tenían opción, les obligaron, y no tenían mucho que decir, así que no es transparente. Si es así como funciona la democracia representativa, está bien, nos han elegido como miembros del Parlamento Europeo, déjennos decidirlo", aseveró.